Wade y Peter solos en una casa... y todas las cosas que este evento podría desencadenar.
Romance. Yaoi (hombre x hombre), solo mayores de 18, escenas de sexo explícito.
Es mi primer fanfic, se aceptan flores y tomates, disfrútenlo :)
Peter suspiró profundamente, en realidad no había mucho que pudiera hacer, sus padres solo seguían las ordenes de SHIELD, solo buscaban hacer lo mejor para la ciudad y en ese momento lo mejor para la ciudad era que sus padres aceptaran en su casa al antihéroe más buscado… como si su vida no tuviera suficiente movimiento al tener al Capitán América y a Ironman como padres.
En realidad sentía un poco de curiosidad por esa persona que todos buscaban eliminar de una vez por todas (buenos y malos por igual), pero si conocía a sus padres y lo sobreprotectores que eran, no había muchas oportunidades de conocer al individuo… si tan solo su instinto arácnido no le hiciera ser tan… curioso…
Wade hizo un mohín ante la idea de entrar a la que actualmente era una de las casas más protegidas de la ciudad, gracias a Tony Stark (no es que el necesitara protección, pero el trato era realmente difícil de rechazar, solo tenía ocultarse bien un par de días y a cambio mantendría a SHIELD lejos de su trasero por todo un año, con contrato firmado y toda la cosa); el asunto no dejaba de ser humillante, un mercenario no tendría por qué ocultarse de nada ni nadie, de hecho, sentía mucha curiosidad por aquello de lo que le querían lo más lejos posible en estos próximos días.
Bueno, no lograría nada con postergar lo inevitable, había hecho un trato y había dado su "palabra de mercenario" –si, como no-, pensó -al menor problema me largo-; colocó el código de seguridad y su huella digital en el pequeño cuadrado de cristal, se escuchó un bip y la puerta cedió; lo que encontró del otro lado de la puerta provocó que toda la sangre bajara de su cabeza a su entrepierna, y esa parte de su anatomía tan olvidada tomó nota inmediatamente ante lo que sus ojos observaban. –Maldición si ese no es un lindo trasero-, pensó.
-Maldición!- Peter corría por la casa expresando en voz alta su frustración; llegaba tarde una vez más al instituto, se supone que cuidaría a la estúpida rata del laboratorio, pero parpadeó por un segundo y el pequeño y escurridizo roedor ya no estaba en su jaula, había buscado en cada rincón de la casa y nada; lo peor es que se supone que debía vigilar cada veinte minutos los cambios en su comportamiento y el roedor había huido hacía ya más de una hora –bueno, eso es un cambio, no?-, pensó; pasó por la sala y se agachó para buscar debajo de uno de los sofás, sólo para encontrar un par de pelusas y ni una rata; comenzaba a levantarse cuando escuchó la puerta abrirse y giró su cara solo para encontrar al más apetecible cuerpo que hubiera visto, enfundado en un traje rojo y negro que no dejaba nada a la imaginación, y mucho menos con esa impresionante erección creciendo en su entrepierna (la mirada del sujeto fija en su trasero le dio una pista del porqué de la misma); así que… Deadpool, huh? El… mercenario con la gran boca… Peter se preguntó que tantas cosas podría hacer con ella.
Wade mordió su labio inferior para evitar dejar escapar un gemido –poco apropiado en un mercenario-, le costó toda su fuerza de voluntad el abstenerse de agacharse y apretar entre sus manos ese exquisito trasero de burbuja –oooh, el pequeño le observaba fijamente, con una mezcla de curiosidad y deseo en esos hermosos orbes color miel-, Wade estaba bastante seguro de que si conocieran sus preferencias sexuales, la empresa nunca lo hubiese mandado a esa casa, con ese pequeño, dulce e indefenso bocado solo y a su merced. La falta de sangre en su cabeza casi lo hace desmayarse cuando el pequeño hombre se puso de pie solo para dejar ver una hermosa erección enfundada en unos ajustados pantalones oscuros de mezclilla.
Bueno, Peter definitivamente tenía que decir algo, quedar como un tonto frente a su nuevo huésped no era exactamente su idea de una buena primera impresión... solo que era demasiado difícil cuando apenas podía mantener sus ojos lejos de la entrepierna del mercenario.
-uhm… Wade, cierto? M… mis padres me dijeron que vendrías, aunque llegas un poco temprano… yo… yo estaba buscando a un pequeño espécimen del laboratorio que e-escapó de su jaula… e-es una rata blanca, si la ves por favor no la mates o… algo… -Genial, el tartamudeo seguramente causa una excelente primera impresión, Peter sintió ganas de golpear su cabeza con algo… -oh, dios, él se quedó callado… es que dije algo?- Buscó en su pequeña explicación por algo que pudiera haber molestado al visitante pero no encontró nada, mordisqueó su labio inferior mientras esperaba una respuesta del mercenario, un hábito común cuando se ponía nervioso (sí, a pesar de ser un superhéroe).
Wade quería decir algo, enserio que quería, pero no lograba que algo coherente saliera de su boca cuando tenía tan grabada en la mente la imagen de esos dulces labios moviéndose; los imaginó moviéndose sobre él, sobre su boca, sobre su miembro, y esto solo aumentó la incomodidad localizada en su entrepierna.
-Hey, Spidey-boy, ¿cierto? te puedo ayudar a buscar, solo necesito dónde dejar esto.- señaló a la pequeña bolsa de lona y se aplaudió por haber logrado mantener la estabilidad en su voz y lograr formar una frase coherente cuando lo único en lo que podía pensar era en estar profundamente enterrado en ese dulce trasero.
-Claro, te enseñare tu habitación-. Peter sonrió, agradeciendo la distracción, solo para pensar después que el estar solo en una habitación con una cama no era la mejor forma de dejar de pensar en los mil usos que podía darle al cuerpo del caliente-como-el-infierno mercenario (en nombre de la ciencia, claro, porque él era todo un científico, profesionalismo y todo eso… claro…) . Ahora que recordaba, se decía por ahí que todo su cuerpo estaba cubierto de cicatrices… oh, el desearía tanto el poder pasa su lengua por cada una de ellas... tuvo que detener sus fantasías al llegar a la puerta de la habitación destinada a su nueva visita, en la segunda planta.- y… bueno, aquí es, si necesitas… cualquier cosa… sólo dime-. Le sonrió de forma sugerente antes de apartar la mirada. ¿Qué demonios fue eso? Peter sólo no podía creer que se acabara de insinuar al mercenario, ¿de dónde había salido eso?
Dios, el muchacho ni siquiera parecía mayor de edad, Wade tenía que detenerse en ese momento, bastante seguro de que el Capi y Tony Stark no apreciarían en lo absoluto el que se aprovechara de su pequeño y dulce retoño… ¿Qué… qué fue eso? ¿Esa pausa en la última frase del chico fue… una sugerencia...? Definitivamente ya estaba delirando, necesitaba poner algo de distancia en ese momento, pero oh, él estaba tan necesitado y el pequeño solo se había ofrecido tan amablemente que… NO! Definitivamente necesitaba poner distancia… y tomar una ducha muy, muy fría.
Un pequeño borrón banco pasó corriendo justo detrás del mercenario y Peter sólo actuó por impulso (mal Peter, muy mal).
-Ahí está!- Peter se abalanzó sobre el pequeño roedor, olvidando por completo que entre la pequeña rata y él se encontraban dos metros de firme musculo enfundados en un traje negro y rojo. Lo siguiente que supo fue que se encontraba en el suelo, con ese caliente cuerpo sobre el suyo y una pistola presionando contra su sien mientras algo mucho más grande presionaba contra su entrepierna… -Ok, ok, quizá si no me muevo él no se dé cuenta del efecto que tiene sobre mi cuerpo-.
Demonios! Bien, Wade, derriba al chico y apunta tu arma a su cabeza, veamos cómo te funciona eso.
–Yo… lo lamento Spidey-boy, es solo que me sorprendiste.- trató de moverse de encima del pequeño cuerpo sólo para notar una deliciosa erección presionando contra la suya.
-Aaahh…- Peter trató de no moverse, en verdad, pero cuando el hombre trató de levantarse de encima de él lo único que logró fue frotar sus erecciones juntas y dios, se sentía tan bien… Más tarde hablaría seriamente con el mercenario sobre lo de "Spidey-boy", definitivamente tenía que saber cómo se había enterado, pero por ahora… su cerebro tenía otras cosas mejores en las que concentrarse.
Wade podría fácilmente ignorar al chico, levantarse y cerrarle la puerta en la cara, pero era un mercenario maldita sea, los mercenarios tomaban lo que querían cuando querían y en ese momento lo que él quería era escuchar más de esos dulces gemidos de placer; frotó de nuevo su erección contra la del chico a la vez que más gemidos escapaban de esos dulces labios.
-A-Aaaahhh Nmmmm!- Peter no podía evitar los gemidos que brotaban de sus labios, eso solo se sentía tan bien que lo único que pudo hacer fue enredar sus piernas alrededor de la cintura del mercenario y arquear su espalda en un intento de prolongar el tortuoso placer que lo recorría.- Wade! Aaahhh….
Maldita sea, nunca creyó que su nombre pronunciado por esos dulces labios fuese a sonar tan jodidamente erótico, su cuerpo se movía por sí solo, moliendo las dos erecciones juntas, definitivamente la ropa estorbaba, pero no quería asustar al chico con sus cicatrices, así que se conformó con liberar sus erecciones y acariciarlas al mismo tiempo en su mano derecha, a un ritmo que aseguraba que no duraría mucho tiempo más.
Con su mano libre sostuvo las dos muñecas del menor sobre su cabeza, y maldición si no se veía adorable así de indefenso y expuesto, gimiendo por sus caricias.
-Ohhh dios, Wade! Aaaahhh! Mas! Mmm… Aaahhh…- Peter no podía creer que esto en realidad estuviera sucediendo, su cerebro se sentía fundido y lo único que podía pensar era en lo malditamente bien que las caricias se sentían y lo cerca que estaba; él realmente amaría sentir los labios del mercenario sobre los suyos, o sobre cualquier parte de su cuerpo, pero parecía que eso no sucedería por ahora, así que se limitó a disfrutar lo que en ese momento le ofrecía; continuó moviendo sus caderas al compás de las caricias del mercenario sobre sus miembros… tan cerca… tan caliente, tan rápido… los movimientos de la mano del mercenario se volvieron cada vez más fuertes, más rápidos, errantes; Peter sentía la respiración del hombre en su cuello a través de la máscara, su peso sobre su cuerpo y el agonizante placer recorriendo su cuerpo… un último par de caricias sobre sus miembro enviaron a Peter sobre el borde.
-Wade!-. Peter gritó su nombre mientras oleada tras oleada de devastador placer recorrían su cuerpo.
Su nombre en esos dulces labios mientras el placer lo reclamaba y el menor se derramaba en su mano, fue suficiente para enviar a Wade al borde también, haciéndole correrse con un profundo gemido mientras mordía fuertemente el punto entre el cuello y el hombro del chico a través de la máscara, provocando un gemido más por parte de este… dios, Wade podría jurar que se había vuelto adicto a esos gemidos.
-Creo que… necesitamos limpiar esto…- Wade se levantó del chico y le extendió la mano para ayudarle a levantarse.
Fin del primer capítulo. -W-
