Disclaimer: La serie de Death Note así como sus personajes le pertenecen a Tsugumi Oba y Takeshi Obata. Esto es de fans para fans sin fines de lucro.
Advertencias: Ortografía. MattxMello.
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Secretas Confesiones
Guardó de nuevo en el último cajón de su guardarropa y hasta el fondo, la camisa que Mello había dado por perdida dos meses atrás y que él, Matt, empleaba en sus sesiones de auto-placer cuando el insomnio se volvía intolerable. Sacó el encendedor del bolsillo del pantalón y encendió el cigarrillo que descansaba en su boca. Una calada y las culpas lo abandonaban en vaporosas nubes de nicotina. Tal vez más tarde se sentiría como un asqueroso ladrón, mirando a Mello y pensando que con cada mirada que le lanza, le roba la amistad que han venido forjando desde hace varios años atrás. Otra calada y las memorias entintadas en suaves tonos le advierten que hace mal y Matt no puedo hacer nada, excepto recordar aquellos viejos buenos días, cuando Mello visitaba su habitación, quejándose, maldiciendo a Near, ordenándole conseguirle chocolate y el mundo se reducía al Wammy's House. Cuando lo veía como el niño rubio mandón que lo arrastraba a todos lados, privándole de holgazanear y monopolizándole la mayoría del tiempo, impidiéndole relacionarse bien con otros niños. Ese tiempo en el que Mello le sonreía con complicidad antes de realizar una travesura y se colaba en su habitación las noches de tormenta, amenazándole con romperle la cara si decía algo al respecto. Cuando llanamente, Mail Jeevas no anhelaba cruzar la línea de la amistad y tomar todo de Mello.
Miró al techo, el papel tapiz de aquel departamento en ruinas estaba mohoso. Matt cerró los ojos. La ceniza le caía sobre la camisa a rayas. En los monitores de la sala, Misa volvía de las compras, con Aizawa cargando al menos siete bolsas de distintas tiendas. Abrió los ojos y el celular sobre la cama sonó.
Los labios de Mello. Las hebras sedosas que le cubren la mitad del rostro. Su anatomía envuelta en cuero negro.
"¿Alguna novedad?"
"Sí… creo que es copa B la chica japonesa"
Mello gruñó.
"Iré a tomar un baño, asegúrate de mirar las malditas pantallas, idiota"
Lo miró perderse por el pasillo en penumbras. Siempre tan malhablado, pretendiendo ser un chico malo y proyectando aun esa actitud de mafioso sin la necesidad de hacerlo. Pero lo hacía y Matt sentía que era debido a él, que comenzaba a sospechar. Antes de la muerte de L, antes de Kira, no existía entre ambos esa barrera invisible. Quizás sólo eran imaginaciones suyas y aquel acto sólo era debido a la inseguridad que la cicatriz le inyectaba, pero Matt podía sentirlo. Algo había cambiado. Apartó la vista, volviendo a los monitores. Necesitaba un maldito cigarro o la cabeza le explotaría.
No pienses, no lo hagas…
Mello bajo la regadera. La piel blanca. El cabello húmedo pegándose en su cuello y rostro. El vapor empañando el espejo.
Volvió a mirar en dirección al pasillo y el sonido del agua inundó el departamento entero.
-sigh-
Demonios…
Necesitaba un cigarro o la camisa del último cajón en su ropero.
En el baño, el nombre de Matt se perdía una y otra vez tras la cortina de vapor y el ruido del agua.
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Sí, algo había cambiado entre ambos.
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Fin.
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Notas de la autora: En un principio era una viñeta de humor pero luego, no sé, tomó este rumbo y decidí dejarlo de este modo. Espero lo encontraran agradable de leer. También les digo que es probable que haga un one-shot o viñeta sobre los tres sucesores de L, esta vez, con mucho humor y perversión, con personalidades divertidas. ¡Cuánta emoción por comenzarlo de una vez!
