- ¡Papá!- volvió a gritar la pequeña niña -¡Te olvidaste de mi otra vez! - para desgracia del padre aquella era una afirmación y no una pregunta, rápidamente él pudo ver como las lagrimas amenazaban con salir de los pequeños ojos de su hija.

-Sarada... yo- pero no pudo terminar la frase ya que aquella niña subió a toda velocidad las escaleras, tras escucharse un fuerte portazo, confirmo lo que más temía, ella se había encerrado en su habitación.

-Caray, teme, de verdad que la has cagado esta vez – la voz comprensiva de su amigo lo devolvió a la realidad

- ¿Qué haré? - fue lo único que se dijo así mismo ya que sabía que Naruto tenía razón.

-Primero disculparte – le reprocho este por la pregunta tan tonta de su amigo de toda la vida– y segundo admite que ¡necesitas ayuda! Yo puedo con Boruto porque Hinata me ayuda pero tu...-hizo una pausa incomoda – tu... estas solo con ella y trabajas demasiado.

-Tienes razón- suspiro – creo que contrataré a alguien que me ayude con la casa y Sarada-

-Creo que conozco a la persona indicada-dijo con una sonrisa Naruto – Es más si la llamo esta noche seguro mañana puede presentarse para una entrevista -

-Esta bien, llámala y dile que se presente a primera hora - finalizo este subiendo las escaleras

-Suerte teme, avísame si necesitas algo – Sasuke solo asintió y dejo que Naruto se marchara. Ahora debía disculparse con su hija pero a juzgar por la expresión que le había dedicado eso no sería tarea sencilla.

Por el otro lado un rubio se subía a su auto para encontrarse con la mirada curiosa de hijo, este tenía todavía puesto el uniforme escolar y una miraba fastidiosa, quizás producto de escucharla a Sarada quejarse sin parar de su padre. Boruto no entendía cómo es que ella se podía quejar de su padre, él trabajaba horas y horas para darle todo lo que ella quisiera mientras el suyo solo se estaba dedicando a estudiar medicina y lo obligaba a hacer cuanta actividad estúpida hubiera para él poder concentrarse en sus libros, por lo menos el tío Sasuke volvía un poco tarde pero estaba para ella.

-El tío sí que se metió en problemas – suspiro un pequeño niño de unos once años.

-El tío podrá salir de esta porque yo lo ayudaré - sonrió este pero Boruto simplemente lo ignoro mirando hacia la ventana.

-Ojalá que sí sino Sarada va a estar insoportable estos días - se quejó el niño antes de volver a su videojuego

-Haremos todo lo posible para que no sea así - Naruto encendió el motor – ahora vamos que tu madre seguro preparo algo delicioso para la cena – animo este un poco herido por la indiferencia de su hijo.

Mientras Sasuke se encontraba enfrente a la puerta de Sarada, él se debatió mentalmente si debía tocar la puerta o simplemente pasar, suspiro fastidiado ¿Por qué de todos los atributos que pudo heredar, tuvo que heredad su carácter? Bueno, aunque no solo su carácter, ella era una versión idéntica de él en miniatura. Finalmente se decidió a tocar la puerta e intentar abrirla pero al hacerlo noto que estaba sin llave.

Sarada ya tenía puesto su piyama y se encontraba tirada en la cama, escondiendo su cara con su almohada. Esta escena le resulto extrañamente tierna, su hija era su única debilidad y saber que ella se encontraba enojada con él le dolía en el alma.

-Perdón Sarada – repitió en un suspiro

-¿Por qué te olvidaste de mi? ¿No me quieres? - reclamo intentando parecer enojada

-Claro que te quiero - respondió indignado por la pregunta de su hija -solo que no puedo con todas las tareas de la casa y el trabajo – admitió avergonzado

-Quiero una mamá- sollozo Sarada

-Sabes que tu madre es especial - recordó Sasuke

-No me importa quiero una mamá - insistió - quiero comer comida casera, que me ayude con los deberes y que este en la casa! Quiero una mamá como la que tiene Boruto –sentencio

-¿Eso quieres? - pregunto con una pequeña sonrisa

-Sí- dijo finalmente destapando su cara

-Bueno, te prometo que voy a conseguir a alguien – vio un atisbo de alegría en los ojos de su hija y sintió un poco de paz - ¿Qué tal si mañana trabajo desde casa? Esta noche pedimos algo y vemos la película que tú quieras.

-Suena a que me quieres comprar - recriminó ella

-Entonces, mañana hago home office, esta noche cenamos una ensalada de tomates y...- pero no pudo finalizar

-Pizza cualquiera menos la que tiene piñas ni la que tiene tomates y ya busco la película – Sasuke no pudo evitar sonreír con cierta gracia por la actitud de su hija, ella haría cualquier cosa para no comer un tomate.

Un par de horas más tarde Sarada se encontraba durmiendo en una esquina del sofá, con todo el cuidado del mundo él la levanto y la llevo de vuelta a su cama, al dejarla sintió una punzada en el corazón por lo que había pasado esa tarde, había procurado darle de todo a su hija pero se había enfocado tanto es su trabajo que descuido a su hija. Ya una vez en su cuarto suspiro antes de agarrar su teléfono después de todo no llego a hacer muchas preguntas sobre quién mandaría el atolondrado de su amigo.

- ¿Quién es la persona que me puede ayudar? - fue lo primero que dijo

-Teme – reprocho Naruto al otro lado de la linea – ya es tarde -

-Entonces contesta y vete a dormir – se quejó Sasuke, del otro lado de la linea escucho un ruido de fondo dando a entender que su amigo ya estaba a punto de dormir.

- Se llama Sakura-chan y es compañera mía de medicina, comparto varias clases con ella y esta buscando un trabajo, ella será perfecta para Sarada y para lidiar con tu temperamento de mierda.

-¿Es de confianza? - pregunto ignorando el comentario anterior

-Sí- afirmo este con total seguridad

-La espero mañana temprano y si no es como dices te pateare el trasero por hacerme perder el tiempo dobe - tras amenazar a su amigo cortó la llamada.

Al escuchar que su amigo corto el teléfono rio con gracia– Con ese carácter te deseo suerte Sakura-chan, sé que serás la única capaz de soportarlo al teme - suspiro para después volver a la cama.

Esa mañana había amanecido extrañamente fresco para la época del año y su cama estaba especialmente cómoda aquella mañana por lo que no pudo evitar sentirse molesto al escuchar por segunda vez el timbre, estuvo a punto de ignorarlo pero recordó que esa mañana iria la niñera, con cierta modorra camino hacia la puerta.

- ¿Quién eres? - pregunto con voz intimidante

-Buen día - se escuchó después de unos segundos - mi nombre es Sakura Haruno - dijo con voz tímida – disculpe si lo molesté pero Naruto me dijo que viniera para esta hora

- Buenos días - saludo abriendo la puerta, allí se encontró con una joven de unos 21 años con un extraño cabello rosa – Sasuke Uchiha pasa – dijo haciendo un gesto para que ella pasara hacia la cocina.

-Lamento haberlo despertado – comento apenada

-Descuida – dijo intentando tapar un gran bostezo a lo que Sakura no pudo evitar reírse

-¿Quiere que haga café? Y me cuenta que necesita – pregunto esta. Sasuke solo asintió y no pudo evitar pensar en que aquella chica linda era eficiente.