Versión traducida de Multiples por deuxexmycroft en LJ. Link al original en mi página de perfil.
Nada de lo que continúa me pertence, solo la idea de traducirlo.
John se despierta.
Puede oler sangre bajo su nariz, y sus labios están pesados. Pegajosos. No puede respirar apropiadamente.
Cinta de embalaje, suministra su memoria sensorial. Tu nariz ha sangrado sobre la misma.
Se mueve para sentarse y golpea su cabeza. Registra demasiado tarde el ruido de fondo, el balanceo y los movimientos sacude-huesos de su entorno. Vuelve a caer, llevándose a la frente sus manos que están atadas adelante con algo más sustancial que la cinta de embalaje.
Estoy en el maletero de un auto en movimiento.
Sus pies están atados también, en los tobillos. No hay mucho espacio, y John puede sentir otros objetos alrededor suyo, puede frotarlos con sus hombros y pies. Frío, metal cubierto con tela. Contenedores, también, que suenan fuertemente en cada vuelta y movimiento del automóvil. Afuera está demasiado tranquilo. Ya no está en la cuidad.
John llega hasta sí mismo, se prepara para el dolor, y arranca la cinta de embalaje de su rostro. Jadea por oxígeno fresco, se queda ahí y trata de poner su atemorizada y mojada con adrenalina mente en reconstruir que le había ocurrido. Puede oler el aceite del auto, el sabor metálico de su propia sangre, y un tipo de olor bituminoso que podía ser de la carretera. O, aunque menos probable, C4. ¿Fue este auto usado para transportar explosivos plásticos en algún momento?
Hay un estallido de estática junto a la oreja de John y se asusta. Un walkie-talkie.
"Hey, mascota," viene una voz, horriblemente reconocible incluso por la rasposa baja calidad del altavoz. "¿Me extrañaste?"
"Moriarty," gruñe John, con los ojos abiertos en la oscuridad.
Moriarty se ríe ligeramente, el sonido cruje en los oídos de John. "El juego comenzó. Lindo ver que estás despierto y listo."
La mente de John gira. Se tensa, la memoria vuelve a la explosión junto a la piscina, a Moriarty cubriéndolo con explosivos mientras una pistola era presionada en su sien, a Afganistán, minas, y el resultado de quemar partes de cuerpos. Su boca está seca como papel de lija.
"Sherlock…"
"No lo tengo a él," dijo Moriarty, llamando a la falsa confianza. "Pero tengo su corazón. Y él va a ser el que decida cómo romperlo."
Las palabras son demasiado crípticas y metafóricas para que John las procesara ahora mismo. Se retuerce y agarra el walkie-talkie, escupiendo palabras a través de una seca y desobediente lengua. "¿Qué juego? ¿A dónde vamos?"
"No te preocupes, mascota. No eres un jugador."
"¿Entonces por qué estoy aquí?"
"Solo eres una pieza del juego, como siempre. Y ahí dentro, contigo, está el tablero."
Mientras los cansados ojos de John se ajustaban a la oscuridad, pudo darse cuenta más claramente de lo que lo rodeaba en el maletero. Con una sacudida de miedo le llega a la boca de su estómago, reconoce las crueles curvas de cuchillos y hachas, envueltas con seguridad, y el suave brillo de un soplete, el destello opaco de garrotes.
Cajas de lo que parecía ser equipamiento médico medieval.
Arneses y cuerdas.
Cadenas.
Una colección de equipo de bondage y juguetes sexuales que lo tenían servil.
Había más, pero no pudo darse cuenta en la oscuridad. Y ahí está él en el medio de todo, acostado en una cuna de dispositivos de tortura.
"Estamos casi ahí," arrulla Moriarty, y lo apaga. La estática se detuvo, y John es dejado en un movedizo maletero con nada más que el sonido de los neumáticos, y el deslizar y el estruendo de metal contra metal.
Sherlock se reduce a llamar. Prefiere demasiado mandar mensajes, pero John no ha respondido a ninguno de sus cada vez más agitados mensajes, y eso es preocupante y fuera del carácter de su amigo. John normalmente responde bien a lo que él ve como una debilidad de Sherlock, ansioso de consuelo y agrado. El silencio es inquietante.
La voz pre-grabada de John vuelve a contestar y Sherlock cuelga de inmediato, lanza descuidadamente su móvil hacia el sofá y colapsa luego de él, como desmayándose. Quizá está siendo melodramático pero seguro era admisible, dadas las circunstancias. Desgreña su cabello, cierra sus ojos apretándolos, furioso con todo. ¿Cómo ha permitido que este aparentemente hombre promedio filtrarse en su vida tan completamente, que su ausencia irritaba crudamente la mente de Sherlock? Todo lo que Sherlock quería era una prueba de que John estaba aún pensando en él. Incluso un 'ándate a la mierda –JW' vía mensaje era preferible a este tortuoso silencio.
John le ha advertido antes a Sherlock sobre ser tan posesivo, pero maldición, John era suyo y él lo sabía. ¿Está siendo egoísta de nuevo? Descubrió que no le importaba. John entendería, siempre lo hace.
Quizá está en el trabajo en este momento, extremadamente aburrido, coqueteando a medias con la Dr Sawyer y refrescando su email una y otra vez, esperando por una actualización. Sherlock se decide. A tiendas, bajo el sofá, busca con sus dedos y saca su laptop. Está cubierta con una capa de polvo y lo sopla para limpiarlo antes de encenderla. Honestamente, prefiere la laptop de John, pero está cómodo y no se quiere dar la molestia de moverse en este momento.
Navega en su carpeta de email y se desplaza entre todos esas patéticas peticiones de ayuda de su sitio, sin final, aburridos, mezquinos 'misterios' que Sherlock puede resolver por el título del asunto, y va a redactar un nuevo mensaje… pero el último email llamó su atención. Es de una dirección anónima, uno de esos emails desechables que la gente usa para registrarse por ofertas y evitar el correo no deseado que viene luego. Lo abre.
¡Hey sexy!
Hoy me encontré con tu mascota. Se veía muy solitario, así que me lo llevé a casa conmigo. ¿Has estado dejándolo de lado?
Creo que merece algo de atención íntegra.
Cariño de M.
P.D.
h-t-t-p : / / bit593 . anonym . to /
Sherlock ve un video en vivo, la imagen negra y con solo un poco de estática. Una cámara de gran calidad, entonces. La difusión estaba en un fondo negro, con un chat IM abajo. El cursor parpadea, pero Sherlock no escribe nada.
Él espera.
La cámara se gira, y ve a un hombre pálido en un traje oscuro en una vieja mesa de madera, sus piernas balanceándose. Otro hombre está recostado sobre la mesa en una posición fetal, como si durmiera a su lado, su cabeza descansando en el regazo del hombre pálido. La cámara de ajusta, los destellos de luz parpadean apropiadamente, y las peores sospechas de Sherlock son confirmadas.
Moriarty enrolla una mano blanca entre los suaves cabellos de John, la otra agarrando un cuchillo que se mantiene suspendido sobre su vulnerable cuello. Su sonrisa cruel es genuina, y mira a la cámara con algo como júbilo.
John está despierto, aunque con los ojos nublados. Drogado. Hay un moretón en un lado de su cabeza y un rastro de sangre bajo su nariz. No está atado, pero no se mueve una pulgada. No solo por la amenaza del cuchillo, algo esta restringiendo su movimiento natural. Casi indudablemente algún tipo de relajante muscular. A pesar de todo, para el orgullo inestimable de Sherlock, él todavía mira desafiantemente a la cámara.
"¡Hola!" Dice Moriarty animadamente. "Lindo de tu parte que te unas, Sherlock."
Con su nombre, John se sacude bruscamente, abriendo los ojos. Los dedos de Moriarty se aprietan a su cabello, el cuchillo se presiona contra su garganta, y en la oreja de John lo hace callar como si fuera a calmarlo.
"Tranquilo, mascota, no te sacudas de esa forma."
John susurra algo que Sherlock no pudo atrapar. Sube el volumen, pero ya está al máximo. Lee los labios de John.
Sherlock.
"Él es adorable," dice Moriarty, acariciando la mejilla de John. "Estaba pensando sobre conseguirme uno propio, pero luego pensé, ¿por qué no solo tomar el tuyo? Tan desprotegido. Por qué, ¡cualquiera podría arrebatarlo fuera de las calles!"
Sherlock ahora se da cuenta de cuán tenso está. Está agarrando su laptop tan fuerte que podría romperla. "John," dijo en voz alta, aunque nadie pudo oírlo.
"Vamos a jugar un juego, Sherlock," dijo Moriarty, inclinándose hacia delante pero aún manteniendo el fuerte agarre en el cabello de John. Sherlock quiere romper cada uno de esos flacuchos dedos. "Y es de un muy diferente tipo. Ya hemos hecho la prueba de inteligencia, ¡claro! Pasaste con demasiado éxito, y creo que estás cercano, tan tan cercano, a mi nivel."
"¿¡Qué quieres!?" Sherlock gritó inútilmente. Tiembla, forzándose a calmarse. Cualquier cosa que sea lo que Moriarty ha planeado, necesita una cabeza clara. Es su única arma.
Moriarty está aún parloteando. "Oh, y esto debería ir sin decirlo, pero… no te molestes en tratar de rastrear esta transmisión, o encontrar dónde estoy a través de lo que me rodea, porque te garantizo que no conseguirás ninguna información útil, y de todas formas, al primer signo de manipulación voy a volar algo. ¿Qué será? ¿Una escuela? ¿Un hospital? ¿El metro de Londres? ¿Quién sabe? ¡Estoy tan jodidamente loco estos días!"
Hay una risa cruel, y el cuchillo amenaza con enterrarse en la garganta de John.
El cursor parpadea y Sherlock recuerda. ¿Qué quieres? Preguntó, y lo envió vía IM.
Moriarty mira hacia un lado mientras un asociado fuera de cámara lee la pregunta de Sherlock.
"Oh, cariño," Moriarty dijo con lástima, girándose. "Solo quiero tener algo de diversión."
Sus dedos rasparon la parte posterior del cuero cabelludo de John y Sherlock pudo ver como el cuerpo de John se estremecía involuntariamente.
"Esta es una prueba de resistencia para John. Una prueba de empatía, quizá, para ti. Y no tengas pánico, ¡no hay respuestas incorrectas!" Moriarty se rió para si mismo. Nada como un pequeño, insignificante sonido hizo a Sherlock más homicida. "Te hago una pregunta, y tú respondes por IM. Ahora, ¿escuchas atentamente?"
S: Tienes mi completa atención.
Moriarty sonríe. "Primera pregunta. La droga está perdiendo su efecto, pero necesito mantenerlo manejable. ¿Cómo debería dominarlo? ¿Debería quebrar sus costillas? ¿O debería romper sus manos? Tienes un minuto para responder."
John tiene manos amables, perfectas para un doctor. Son manos para sanar, gentiles pero persistentes. Cuando Sherlock he hace daño, consigue una magulladura o un arañazo susceptible a una infección, él va hacia John, deja que el hombre limpie y vende sus heridas, con su tranquila voz reprendiendo a Sherlock mientras le pone sus manos de nuevo.
John tiene manos mortales. Tiene el propósito de un asesino. En sus manos, las pistolas son extensiones de sus extremidades, completamente bajo su control. Lanza cuchillos con alarmante precisión. En un combate mano a mano, puede mantenerse admirablemente bien.
John estaría devastado si tuviese que vivir sin el completo uso de sus manos.
Pero múltiples fracturas de costilla harían más que dominar a John. En el proceso, sus pulmones podrías ser dañados y sin asistencia para el dolor, no más de tres costillas rotas podrían llevarlo a nada más que una lenta e increíblemente dolorosa muerte.
Treinta segundos. Sherlock mira furiosamente el reloj. ¿Qué tipo de juego es este? No está probando nada. Esto es tortura, plana y simple, cubierta de tal manera que Sherlock ha sido envuelto en el sufrimiento de su único amigo. Para sentirse responsable de cualquier cosa que le ocurra próximamente.
Manos. Tipea, lentamente, como si el odio se pudiera transferir de forma inalámbrica.
Vería esto. Todo lo que Moriarty ve, Sherlock tendrá que verlo. Todo lo que Moriarty le haga a John, Sherlock lo hará en venganza. Rasgaría al hombre en pedazos.
"Interesante," murmura suavemente Moriarty, sus labios curvándose hacia arriba. Pone a John devuelta en la mesa y se desliza, caminado hacia la cámara. "Voy a sostener esto, querido. Sostenlo. Usa el martillo con gancho, quiero cada hueso roto."
En la mesa, John se mueve de un lado para otro. La droga sin duda alguna está perdiendo su efecto, pero está aún tan débil como un gatito. Hay otros dos, por lo que Sherlock puede percatarse. Son altos y están vestidos en pantalones de combate y pasamontañas. Sus portes son militares. Mercenarios, entonces, o expulsados del ejército en deshonra. Son demasiado jóvenes como para haberse retirado y no hay signos de heridas que pudieran haber hecho que lo mandaran a casa antes.
Uno lo amarra, el otro extiende uno de los brazos de John, sosteniendo un oscuro martillo de metal, sólido en un final y como gancho en el otro. El diseño de martillo usado para poner clavos en cercas, o sacarlos. Es largo y luce pesado, más que el estándar.
Las risas de Moriarty son un sonido ambiental a la lucha y gritos de John. La cámara se tambalea mientras Moriarty se mueve más cerca. Le hace un acercamiento a la cara de John, la que llena la pantalla, con pánico y miedo, aún luchando.
"Lo están haciendo primero con su mano derecha," dice Moriarty como comentario, quitando el aumento para tener una mejor foto. Uno de los mercenarios, el que está fijando a John con una sonrisa enferma en su rostro, gorjea de la risa.
S: Los encontraré y los mataré a cada uno de ustedes de formas tan horríficas que
Sherlock presiona la barra de retroceso. No haría eso.
La mano derecha de John está abierta con la palma en la mesa, tratando de apretarse de nuevo en un puño, pero el martillo baja fuerte sobre la parte de atrás de sus nudillos y ese crujido de huesos y tendones, es inconfundible. John grita de dolor, de corta duración, y su rostro está en blanco, con los ojos claros y abiertos. Separado. Su pecho se está levantando y cayendo rápidamente, y se ve en el peligro de la hiperventilación.
Crunch.
Crack.
"Cada uno de los dedos," dice Moriarty en un susurro, sobre las astillas de hueso y los gritos a penas reprimidos de dolor de John.
En la mano siguiente, el hombre sosteniendo a John lo libera un poco para cambiar de posición, y él toma ventaja rodando hacia el lado y furiosamente golpeando al hombre en el cuello con su codo.
"¡Oh!" Grita Moriarty en deleite. "¡Es tan jodidamente vicioso! ¿No estabas entrenado, mascota?"
John lucha de vuelta con desalentadora facilidad, gritando obscenidades a Moriarty.
"¿Podemos amordazarlo o algo? Jesús," gruñe el hombre que fue golpeado, su cuello estaba morado ya.
"Más tarde," dice Moriarty. "¡Siguiente mano!"
"No," sisea John, más fuerte que antes. "No, no… ¡suéltenme!"
Moriarty está riendo. "Él es adorable. Estoy empezando a encariñarme. ¿Estás mirando de cerca, Sherlock?"
Sherlock tiene un bloc de nota abierto. Está tratando de tipear detalles de la habitación mientras los ve, cosas que nota, todo, realmente, ayudará a deducir la ubicación. Como Moriarty prometió, no hay mucho con lo que seguir. De todas formas, no hasta ese momento. Todos comenten errores.
El martillo golpea secamente contra la mano de John, rompe la piel suave y el músculo, astilla huesos (los huesos carpianos irregulares de la muñeca, metacarpianos, las delicadas falanges de sus dedos) y John ha renunciado en intentar el estoico silencio. Gruñe con dolor en cada golpe.
Sherlock toca el vendaje envuelto cuidadosa y profesionalmente alrededor de su antebrazo, cubriendo un corte de un machete que llevaba en la mano un matón al cual Sherlock había estado persiguiendo. Recuerda a John quejarse, inteligentes manos limpiando y llevándose el dolor, preparando la herida para ser curada.
El hombre rompiendo las manos de John termina, y deja caer el martillo cubierto de sangre al piso.
"Ahora es un verdadero inválido." Se burla Moriarty, acercándose, la cámara tiemble mientras se él ríe. John mira hacia el techo, absolutamente roto.
La transmisión se apaga.
Sherlock entra en pánico mientras la cámara se corta, refresca la página, pero la trasmisión no regresa. Maldice bajo su respiración y se abstiene de machacar el teclado. Un mensaje aparece en el chat IM.
M: Cada hora. ¡No vayas a ningún lado, cariño!
Sherlock está prácticamente escupiendo furia.
S: ¿Por qué haces esto?
El cursor parpadea inútilmente. No hay respuesta.
Sherlock arroja su laptop de sobre su estómago hacia los cojines y salta a sus pies, febrilmente estableciendo el paso de sus pensamientos.
Moriarty tiene a John. Y todo lo que Sherlock puede hacer es esperar para que la tortura comience otra vez. ¿Cada hora? ¿Cómo se supone que John sobreviva a eso? Y la peor parte es que Sherlock es incapaz de ayudarlo.
No, él puede actuar. Debe. ¿Pero cómo? La policía no es el asunto. Moriarty casi ciertamente tiene un topo en la sección de Lestrade, debe ser capaz de evitar la captura por bastante tiempo, y Lestrade es el único al que Sherlock puede confiarle un tema tan delicado como este. Además, si Moriarty descubre que Sherlock estaba tratando de seguirlo, él volaría algo. Probablemente mataría John también.
Sherlock no puede arriesgar eso.
Esto irrita sus nervios, su independencia, pero solo hay un hombre al que Sherlock puede recurrir.
Recoge su roto móvil y dispara un mensaje rápido.
Asistencia requerida.
SH
La respuesta llega rápidamente.
¿Qué has hecho esta vez?
Estoy muy ocupado.
HM
Tiene a John.
SH
Mycroft, maldito, no responde. Los dedos de Sherlock se aprietan alrededor del teléfono y espera, la paciencia se le evapora lentamente. Vuelve a enviar el mensaje. ¿Por qué el bastando no responde?
Este no es el momento para los ridículos juegos de poder de Mycroft.
Cuando el teléfono finalmente suena, Sherlock responde de inmediato. "¿Cuál es tu problema? ¿Demasiado ocupado llenando tu cara con pastel?"
Mycroft es la personificación de la calma. Sherlock puede casi visualizarlo, sus manos pulcramente dobladas en su regazo, la espalda relajada en su silla, saboreando los sonidos de la necesidad de Sherlock a través del altavoz. "Estoy muy ocupado, Sherlock."
"Moriarty tiene a John." Dice Sherlock, enunciado cuidadosamente cada palabra.
"John es tu responsabilidad. Me dijiste específicamente que no interviniera. Ahora, necesito-"
"¡Mycroft!" gruñe Sherlock. "Estoy pidiéndote ayuda. John podría morir."
Hubo una considerada pausa. El crujido de una silla. Entonces al final, "… ven aquí en 10 minutos. Mandaré un coche."
"Gracias," dijo Sherlock.
"Me la debes, pequeño hermano."
Colgaron al mismo tiempo. Sherlock acecha hacia su laptop. Hay un nuevo email, de parte de otro de esas direcciones anónimas.
Oh, Sherlock,
Te dije que no contactaras a nadie.
Quizá esto será más fácil si no estás rodeado de comodidades.
51.540187,-0.124503
Detrás del callejón, puerta roja. La lleva está bajo el tapete.
Solo.
Cariño de M x
La frente de Sherlock se arruga. Reconoce esos dígitos. Obviamente puntos de latitud y longitud. Trabajando rápidamente, saca un servicio de mapas y los localiza en él. El tiempo en cuenta regresiva hasta la próxima transmisión, y Sherlock cuenta cada minuto con creciente desesperación. Dirección memorizada, salta a sus pies y se precipita escaleras abajo. Está fresco y frío en la tarde gris, by está temblando para el momento que toma parar un taxi.
"¿Hacia dónde?" pregunta el taxista, arrancando.
"York Way, Camden," dice Sherlock, poniéndose sus guantes. "Rápidamente."
Cuando el taxi se despega de la acera, Sherlock pudo ver un familiar Sedan negro arrancando al lado de 221B. Mycroft debería ser capaz de darse cuenta qué está ocurriendo desde el apartamento, Sherlock no está preocupado sobre eso. Se pregunta qué cosa Moriarty tiene esperándolo en Camden. Es difícil planificar el futuro en un juego donde no puedes siquiera ver el tablero, o los movimientos de tu oponente.
La puerta roja está bajo un callejón. La pintura esta raída, y el lugar parece abandonado, pero hay un nuevo cerrojo instalado en la engañosa puerta vieja, y Sherlock recupera la llave de debajo del podrido tapete de bienvenida para abrirla.
Escaleras arriba en una polvorienta y pobremente iluminada habitación, una solitaria silla y un computador con el protector de pantalla activado. Hay un post-it pegado en la parte de arriba del monitor con otra URL anónima. Sherlock vacilantemente se sienta y mueve el ratón, despertando la pantalla. Abre el único ícono, el navegador de Internet, y se desplaza a la dirección. El computador es rápido y responsivo.
Es igual que la vez anterior, una pantalla negra, una casilla de IM, y una transmisión actualmente inactiva. Sherlock cuenta regresivamente el tiempo en su cabeza, pero luego de una señal, la estática se tambalea y desvanece. John está recostado en la mesa, acurrucado de lado con sus manos destrozadas bajo su barbilla. Debe estar en un significante dolor, pero se ve en blanco, entumecido. Moriarty se alza junto a él en la mesa, sonriendo a la cámara. Le da un codazo a John.
"Mira a la cámara, mascota. Él está aquí."
Los ojos azul grisáceos de John se mueven a la cámara y de vuelta al piso. Parece mucho más lúcido en esta ocasión, rápido para responder.
"Se ha calmado un poco, ya ves. No tan luchador." Moriarty se da vuelta hacia John, quien está mirando a nada. "Incorpórate, mascota, y muéstrale a Sherlock tus manos."
"John," susurra Sherlock mientras el hombre se arrastra cuidadosamente hacia atrás, usando sus codos para impulsarse a una posición sentada, balanceando sus piernas que cuelgan sobre el borde. Sus deformes manos descansan en su regazo, aún perturbador mirarlas, pero por lo menos el sangrado había detenido. Son como títeres muertos. John no puede si quiera contraer sus dedos.
Moriarty falsifica un bostezo y extiende sus brazos hacia fuera, deslizando uno casualmente sobre los hombros de John. "¿Listo para la siguiente pregunta, Sherlock?" pregunta, luego mira fuera de la cámara, asintiéndole a alguien fuera de pantalla.
Un nuevo IM aparece.
M: ¿Lo querrías ciego, sordo o mudo?
Tienes un minuto, o son los tres.
Sherlock aprieta sus puños con frustrada furia, incapaz de sacar sus ojos del pobre ignorante de John, quien está sentado extremadamente quieto y tratando de no zafarse del abrazo no deseado de Moriarty. Está admirablemente calmo, dadas las circunstancias, pero la tensión poco natural en los bordes de su boca y sus pupilas contraídas muestran su sufrimiento a la distancia.
Ciego, sordo o mudo.
John necesita ver. Él lee, escribe su blog, disfruta viendo basura en la tele. Aprecia la belleza donde Sherlock no puede.
Una vez, luego de un caso, Sherlock encontró a John apoyado en el borde del balcón, solo mirando al mundo pasar. El sol se había puesto, dejando el cielo en un tintado azul. Había estado mirando por lo que parecían ser horas mientras las luces de la cuidad se multiplicaban en la oscuridad, como si fuera un segundo día. Sherlock no podía ver qué era tan atractivo sobre eso, pero John había estado fascinado.
Cegarlo sería demasiado cruel.
John es un buen oyente. Sherlock nunca antes había conocido a alguien tan atento con él. Era halagador, ser escuchado tan atentamente. No quería que John quedara sordo. Necesitaba ser capaz de hablarle, de explicarle sus ideas a alguien quien las apreciaría.
Eso deja la última opción. Mudo. Silenciado. John no sería capaz de hablar. ¿Qué haría Moriarty? Removerle quirúrgicamente las cuerdas vocales de John? ¿O, simplemente, cortar su lengua?
John era sabio, era su gentilmente murmurante brújula moral. Era rápido para saltar y defender verbalmente a Sherlock (incluso si Sherlock no lo necesitaba). Desperdiciaría el tiempo alrededor de 221B y diría cosas como "Sherlock, nos quedamos sin leche otra vez," y "he hecho un poco de limpieza en la casa, pero no he tocado tus experimentos," y, cuando Sherlock estaba siendo molestado por la interferencia de su hermano, "Vales cien Mycrofts, no dejes que te moleste."
Diez segundos.
Sus manos temblaron cuando tipeaba.
S: Mudo.
"Lo siento John," susurró en voz alta, mientras la sonrisa de Moriarty se hacía más grande.
"¡Se acabó el tiempo!" se burla Moriarty, saltando de la mesa y corriendo fuera de cámara. Quienquiera que está filmando le hizo un acercamiento al rostro de John, quien está frunciéndole el ceño atentamente a Moriarty, una expresión de profundo desprecio grabado en sus líneas de preocupación.
Sherlock no puede hacer nada más que ver el odio de John transformarse en miedo, y se hizo peor por el hecho de que su rostro es tan expresivo. Sherlock ve cada pequeño tic. Los ojos de John se abren más, su boca se entreabre levemente y su cuerpo completo se tensa mientras Moriarty se pasea, metal reluciendo en sus manos. Pero es demasiado borroso para Sherlock par ver antes de que la cámara se vuelva a enfocar y –
En una mano está un bisturí, fuertemente afilado y brillando bajo la luz mientras Moriarty se mueve. En la otra hay una más bien vieja mordaza Roser Koenig de 19cm, usada para mantener abierta la mandíbula del paciente durante una cirugía dental. La forma del metal está basada en tijeras, y el dispositivo está diseñado para trancarse un clic a la vez con la compresión de los mangos.
"Átalo," Moriarty ladra fuera de la pantalla, luego gira su cabeza con una mueca hacia John, quien está apretando sus dientes con determinación, con su mandíbula tensa.
"¿Sabes qué es esto, mascota?" Pregunta Moriarty, mientras un John luchador es atado con su espalda plana en la mesa, las cuerdas se apretaron sobre su pecho y piernas, sus brazos clavados a los lados. Moriarty hace crujir los mangos y separa los dientes, lo mira fijamente, sacando un pedazo de chatarra enrojecida desde las orillas.
Los ojos excesivamente abiertos de John dicen que sí lo sabe, con los labios apretados sobre sus dientes en una torcida mueca.
"¿No? ¿Qué tipo de doctor eres, de todas formas?" Los ojos negro escarabajo de Moriarty fueron desde la mordaza para fijarse en el rostro de John. Y se acercó, acechando alrededor de la mesa mientras John forcejea inútilmente con sus amarras. Él marca el camino del abdomen de John con la parte plana del bisturí mientras avanza, con su boca curvándose en alegría cuando John se tensa sajo sus dedos.
Llega a su cabeza y toma su rostro con las dos manos. "Abre la boca."
John trata de retorcerse, pero Moriarty agarra su cabello y tira su cabeza hacia atrás, inclinándose. "Abre. Tu. Boca," repite suavemente mientras John susurra con dolor. La expresión de Moriarty se deteriora. Aprieta la nariz de John, pero él solo succiona rápidas bocanadas a través de sus dientes, frunciendo el ceño con resentimiento, nunca alejando sus ojos de los de Moriarty.
Aburrido ahora, y obviamente esperando continuar con la tortura, Moriarty mira a su asistente en espera, el que manejó el martillo. "Has algo," se queja.
El hombre encoje los hombros inútilmente, y Moriarty aúlla con furia. "Por la puta madre, tú, ¡donante de cerebro! Si te digo que hagas algo, ¡tomas atención y lo haces inmediatamente!"
El hombre inconcientemente se enderezó. "Señor, lo siento, señor. Yo-yo solo no tengo sugerencias."
"No tienes que seguir sus órdenes," dice John rápidamente y Moriarty azota para forzar la mordaza en su garganta pero John ya había cerrado su mandíbula.
"Sí, si tiene," dice Moriarty, con una fea voz y lo apuñala en el hombro izquierdo con el bisturí.
John grita, indefenso ante el repentino dolor, y Moriarty actúa rápidamente con los reflejos de un depredador. Atasca la mordaza entre sus dientes y aprieta los mangos hasta que los lados de su boca están lo más estirados antes de que la delicada piel amenazara con dividirse. Moriarty ríe mientras John hace extraños, guturales y asfixiantes sonidos, con su cabeza agitándose de un lado a otro.
Millas de allí, Sherlock se levanta tan rápidamente que su silla cae hacia atrás con estrépito. "¡No!" grita, machacando el teclado.
S ¿Qué hará que te detengas?
Moriarty levanta la vista con la campana de notificaciones, pero solo le da a la cámara una sucia sonrisa y saca a tirones el bisturí, pasando la punta por su lengua. "Mm, recién cortado, doctor. Tú," le dice a su asistente. "Sujeta su cabeza."
El hombre se acerca y sujeta los dos lados de la cabeza de John, enterrando los dedos en sus ahuecadas mejillas. John jadea y se agita contra el agarre, pero no puede detener esto y Moriarty busca con su mano libre y sujeta su lengua. La tira, fuerte, enterrando sus uñas en ella.
Sherlock realmente grita con dolor empático mientras Moriarty raspa hacia abajo la lengua de John, desde atrás hasta la punta, una directriz. La sangre florece de la superficie rosa, derramándose en su boca y corriendo por su barbilla. Hay tantos vasos sanguíneos justo bajo la superficie de la lengua por la absorción de pequeñas moléculas de alimento, y únicamente receptores sensibles de presión y dolor. Moriarty corta y serrucha incompetentemente a través de estas mientras John gime en agonía, con su rostro húmedo con lágrimas.
Cuando está listo, la lengua de John está partida en dos como si tuviera una lengua bifurcada desde lo profundo de su garganta. Moriarty quita la mordaza bucal y camina fuera de la cámara con esa sonrisa suelta pegada con aires de suficiencia en su rostro. La mandíbula de John se ahueca mientras tose y balbucea a través de toda la sangre. Cuando es desatado, se acurruca de lado con la boca semi abierta sobre la superficie de la mesa mientras flexiona su sobreestirada mandíbula.
La presencia de sangre usualmente no afecta a Sherlock, ni lo molesta en lo absoluto, pero esto le hace sufrir físicamente por John. Le grita a la pantalla con furia cuando la transmisión se corta, y él nunca ha sido demostrativo emocionalmente, así que ¿por qué desea destruir la habitación en pedazos?
Un estridente tono de timbre perfora sus tímpanos. No es de Sherlock.
Busca rápidamente en la habitación y lo encuentra bajo una tabla falsa en el suelo. Es un diseño familiar, el homónimo iphone rosa.
Contesta, y lentamente levanta el teléfono hacia su oreja.
Un horrendo sonido de ahogo sale a través. Es inquietantemente familiar.
"¿John?" pregunta suavemente. La voz parece quebrarse, pero ninguno de los sonidos de pánico son comprensibles. "John, te prometo," dice urgentemente, "si esta es la última cosa que haga, te encontraré."
Hay un sonido confuso y un quejido de dolor. Luego la risita socarrona de Moriarty.
"Hey sexy."
"Te mataré," gruñe Sherlock. "Sería mejor que lo dejaras y comenzaras a correr ahora mismo, porque cuando te encuentre voy a hacerte daño. Todo lo que le hagas a él, te lo haré a ti, solo que lo haré diez veces más vicioso, humillante y doloroso."
"Sherlock, dulzura. Eso casi suena como un reto."
"Detén esta locura. Deja ir a John, es a mi a quien buscas."
"Nuestro juego termina cuando dejes al doctor morir, Sherlock. Él puede mantenerse vivo por tanto tiempo como tú quieras."
"¿Mientras tú lo atormentas?"
Moriarty ríe. "Me pongo cruel cuando me aburro. No tengo una excusa realmente, es solo uno de mis muchos peculiares rasgos de personalidad." Exhaló sonoramente por el teléfono, su voz estaba entrecortada. Cachondo. Para él era placentero. "Me amarías si llegaras a conocerme, Sherlock."
Sherlock se sintió mal del estómago. "Déjalo ir."
"¿Creí que eras inteligente? Obviamente no lo suficientemente inteligente para saber cuando un argumento es inútil." Moriarty suspiró. "¡Aburrido!"
Colgó.
Se congeló de furia apretando la opción de remarcación con dedos temblorosos, pero el número aparentemente no existía.
Maldiciendo a la nada Sherlock deslizó el iphone en un bolsillo y dio pasos hasta la ventana, organizando sus pensamientos.
Era inútil buscar pistas en este edificio. Probablemente había sido deliberadamente escogido para no ser en lo absoluto de ayuda para él, pero no podía controlar lo que observaba (pequeña casa con tres pisos una vez amada y habitada por una familia con a lo menos un niño pequeño dejada a deteriorar por lo menos cinco años ahora no rentada en una mal área graffiti en el exterior irrumpida severas veces y no hay nada de valor cerraduras nuevas cableado rehecho recientemente aproximadamente hace un mes por lo que él ha estado planeando esto por un mes y probablemente es dueño del edificio aunque más posiblemente bajo un pseudónimo) y su mente estaba corriendo.
Se dio vuelta en sus talones y miró hacia la computadora, cuidadosamente. Posiblemente improvisado con todo tipo de cosas desafortunadas, pero Sherlock no es un experto en computación y aparentemente IT es la especialidad de Moriarty. Indetectables registradores de digitación, captadores automáticos de pantalla, troyanos que pudiesen colarse en su servidor de email…
La dejó y usó el Internet de su Blackberry, agarrándose de una nube libre de wifi.
Hay un mensaje de Mycroft.
Encontré el tiempo para resolver tus problemas. Adjunta está la grabaciónde las cámaras CCTVen el áreadonde John fue recogido.
Hasta el momento, no hay evidencia de dónde lo llevan, pero tengo gente revisando el sistema por imágenes.
# file / drop / 250511gh643 . avi
Sherlock se debate en si enviar un mensaje de vuelta. Moriarty parecía saber cuando contactó a su hermano por primera vez, aunque ese pude haber sido una educada conjetura. Pero sería estúpido amenazar a Moriarty en este punto llevándole al pesado y poco sutil puño investigativo del gobierno. Por su parte, Sherlock puede sacar conclusiones sin llamar atención no deseada.
Lo dejó.
En el escritorio del computador un IM aparece.
M: Corre.
"¿Qué?" Protesta Sherlock en voz alta y luego lo escucha. Un silbante y chispeante sonido desde la caja del computador, y cuando Sherlock lo examina más de cerca puede ver el casi invisible espiral de humo.
Una bomba sin temporizador.
Se alza y corre fuera de la habitación, con la respiración enganchada, los pies retumbando por las estrechas y torcidas escaleras y con los hombros abre la puerta a trompicones, entrecerrando los ojos, con la gris luz cegadora del exterior. Su cabeza gira mientras reexamina sus alrededores.
La última vez que Moriarty voló un edificio, había fuerza suficiente para llevarse consigo más pisos, tanto como dañar los siguientes apartamentos.
Sabía que debería alejarse lo más rápido posible, pero una pequeña voz, la voz de John, está incesante en la parte de atrás de su cabeza.
Sálvalos.
"John," murmura Sherlock. Corre hacia los apartamentos más cercanos y presiona el timbre hasta que alguien responde, broncamente, irritado, la voz distorsionada por la mala calidad del parlante.
"¿Qué es?"
Sherlock se acerca. "Necesita evacuar el edificio," ordena. "Activar la alarma contra fuego, golpear puertas. Hay una bomba."
"¿¡Una qué!?" exclama la voz. "Uh, está bien, yo solo-"
El penetrante tono de alarma del teléfono rosa suena en el aire, y Sherlock responde.
"Espero que estés fuera de allí, Sherlock," Dice cansinamente Moriarty y allí hay una explosión tritura tímpanos.
"Asegúrate de que no vaya a ninguna parte," ordena, limpiando meticulosamente sus manos rojas en el pañuelo de Moran infestado con desinfectante. Sus grandes ojos negros fijados sin vacilación en Armitage, quien tiembla y pone atención.
"Sí señor."
"No debería ser tan difícil. Él está realmente lisiado ahora."
"Estaré bien, señor."
La boca de Moriarty se ensanchó y golpeó con su mano el hombro de Armitage. "Claro que lo estarás. No contrato incompetentes, ¿no? ¿Moran?"
Moran asiente ausentemente unos cuantos pies más allá. Ha estado cepillando la punta de sus dedos en el cabello de John con una expresión pensativa en su rostro por ya un tiempo, aunque Armitage no puede imaginar qué significa. Moran ha estado con Moriarty la última vez que atraparon a John, por lo que quizá estaba reviviendo algunos recuerdos.
Abruptamente Moriarty se da vuelta en sus talones y trota hacia la salida, perezosamente haciéndole señas a Moran con sus dedos. Moran le pone atención y lo sigue. Le da una incomprensible mirada a Armitage antes de golpear la puerta detrás de él y Armitage es dejado solo con el doctor temblando y gimiendo.
Camina más cerca, cuidadosamente, como se acercaría a una serpiente. El doctor es sorpresivamente vicioso, tal como el casi roto cuello de Moran lo probaba.
El cabello de John está revuelto en donde Moran había estado jugando con el. Está tendido acurrucado hacia un lado, completamente sin huesos, sangre empapando la mitad de su rostro, el cuello y la parte superior de su jumper de un vívido rojo, y está un poco recogido en la mesa bajo su boca. Sus trituradas manos (Armitage siente una puñalada de culpa) están descansado frente a él, presionadas a su pecho como por protección.
Los brillantes ojos azules se desplazan hacia arriba para mirarlo, y no hay real odio en ellos, ni miedo. Solo una profunda y cordial tristeza y no es del tipo de autocompasión.
Está directa hacia Armitage.
No tienes que seguir sus órdenes.
Armitage se tensa. "No lo entiendes. Me salvó. Le debo mi vida, John."
John tose, demacrado y hay un balbuceo de sangre. Mece su cabeza hacia el lado.
No.
Sus ojos azules están agrandados y amables. Mira a Armitage como si le conociera, como si entendiera.
Quizá lo hace.
Armitage recuerda sus días en el ejército, el único tiempo en su vida que tuvo real significado. No es un chico muy inteligente, nunca lo ha sido y lo acepta. Pero para lo que era bueno era poniendo su naturalmente atlético cuerpo al límite, obedeciendo órdenes sin preguntar, entrenando para ser el soldado perfecto. Antes del accidente que lo había enviado a la cárcel de por vida, antes de que Moriarty lo recogiera, él tenía un propósito.
No tienes que seguir sus órdenes.
"No lo entiendes," dijo amargamente. "Es un contrato por tiempo. Hay solo una respuesta. Era él o la cárcel y para ser honesto, ¿qué habrías elegido tú? ¿Realmente?
John se encontró con sus ojos, sin pestañear.
Se dio vuelta y caminó hacia la salida, así no tenía que mirar esa compasiva mirada.
Sherlock corre a toda velocidad, jadeando, con la sangre bombeando en la cabeza causando que el cabello se le pegue por los lados de su cara. Puede oír el aullido lejano de las sirenas de bomberos que vienen a rescatar a quien tuvo la suerte de sobrevivir a la bomba de Moriarty. El edificio abandonado en el que Sherlock había estado minutos antes se ha reducido a escombros. Los apartamentos cercanos tenían sus paredes hacia dentro por la fuerza de la explosión, rompiendo ladrillos y ventanas que habían llovido y estrellado contra pavimento de abajo.
Agarra el iphone rosa en sus puños, el cual tenía un nuevo mensaje de texto en la pantalla. Una dirección.
El hotel debería estar a unos buenos quince minutos a pie, pero Sherlock lo hizo en la mitad del tiempo, corriendo a través de la propiedad privada y tomando atajos sobre los tejados. Corre hacia el vestíbulo y a la recepción donde una aburrida recepcionista queda boquiabierta hacia su apariencia agitada, la goma de mascar casi cayendo de su boca.
"Habitación," ladra Sherlock. "Reservada para Sherlock Holmes."
Eso decía el mensaje.
Sin palabras ella le pasa las llaves y él se las quita.
Primer piso, habitación 12.
Sherlock irrumpe en ella, preparado para pelear, pero la habitación aparenta estar vacía. Le da un tiempo para determinar si es seguro, luego le pone seguro a la puerta detrás de él y se guía a un computador de apariencia familiar. Como antes, hay una url en la parte de arriba del monitor y Sherlock navega a ella rápidamente.
Fondo negro, transmisión estática y una ventana de chat IM.
Sherlock cuenta el tiempo en su cabeza.
Moriarty se posa en el extremo de la mesa cerca de la cabeza de John, succionando inexpertamente uno de los cigarrillos de Moran. Su otra mano descansa sobre una mejilla de John, solo presionándola ahí, manteniendo su cabeza en la mesa. Moran está de pie cerca en caso de que John se azote. Lleva un soplete, prendiéndolo y apagándolo, claramente impaciente. Moriarty se da cuenta.
"Deja eso, querido, lo estás asustando," ronronea, soplando una bocanada de humo.
"Vete a la mierda, deja que se asuste," raspa, claramente aún molesto sobre John aplastando su tráquea.
Armitage está de pie fuera del camino, preparando la cámara. Está esperando por su orden. Moriarty va a darle una señal para cuando empezar y él ama mantener a Sherlock en el suspenso.
"Oh por dios, apuesto que está sentado ahí ahora, en ese pequeño mugriento hotel, solo esperando a por mi," jadeó Moriarty con risa. Giró su cabeza para mirar a John con su pulgar acariciando su ceja. "Y por ti."
John cerró los ojos.
"Tú sabes, mascota, estoy comenzando a ver tu atractivo. Eres muy…" Moriarty se pausa, buscando la palabra, tamborileando sus dedos en sus labios.
"Estoico," suministra Moran, golpeteando el soplete en la mesa bajo John, quien siquiera se inmuta. "Hasta el punto de completa apatía."
"No diría que fue apático," dijo Moriarty, en broma. "Él solo sabe como acabarte."
Y golpea la ceniza del cigarrillo sobre las pestañas de John, tomando otra pensativa bocanada.
"¿Está la cámara lista?" Pregunta Moran y Armitage asiente silenciosamente. "¿Podemos solo hacer esto ahora?"
"Estoy pensando,"dice Moriarty con desdén. "Sobre qué preguntar."
Moran ríe. "Soplete para el rostro o soplete para las bolas."
"Tú y tu jodido soplete."
Moran dio unos pasos más, saliendo del alcance de la cámara. Se están preparando ya y Armitage trata de enfocarse en el trabajo. "¿Tienes una mejor idea?"
Moriarty se burla con el cigarrillo. "Culo o boca," murmura y pone el cigarrillo en la oreja de John.
John reacciona inesperadamente, golpeando hacia arriba y el atrapando a Moriarty alrededor del cuello con sus antebrazos, escupiendo sangre en su bien planchada camisa blanca. Moriarty chilla y los dos ruedan de la mesa al piso de cemento. Moran está encima de ellos en cuestión de segundos, arrastrando a John y lanzándolo hacia abajo, pateándolo una y otra vez en el estómago, deteniéndose solo cuando Armitage lo bloquea físicamente.
"Jesús, ¡Moran! ¡Detente! ¡Vas a matarlo!"
"¡Pensé que ese era el jodido punto!" rugió.
Moriarty se sienta, recogiendo su ropa manchada con una expresión de horror en su preocupado rostro. "Oh, eso es desagradable. Eso es realmente muy desagradable."
Levantó sus manos y Moran las tomó, levantándolo a sus pies, chequeándolo. "¿Estás bien?"
"Cállate, niño grande," dice Moriarty con sorna. Le da un vistazo a Armitage, quien está cuidadosamente girando a John hacia su espalda. "¿Está vivo?"
John está mirando rectamente hacia Armitage, y la intensidad de la mirada azul lo hace tartamudear. "S-sí."
"Pégalo de nuevo a la mesa. Y, Moran, ¿serías tan amable de traerme una nueva camisa de arriba? Creo que es hora de nuestro espectáculo."
