Una Historia Inédita

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1

Hace dos días ya había perdido el partido, no pensaba en nada más que eso, Tezuka le dijo que lo olvidara pero no podía. Momoshiro se la pasaba tratando de animarlo pero no entendía la impotencia que sentía Ryoma. Sakuno, ¿Por qué de repente pensaba en ella?, ¿Y en ese momento en el baño?, obviamente ver a una chica desnuda, aunque sea por equivocación, haría que cualquiera se sonrojara un poco, pero aun así creía haber pensado en eso al día siguiente en el partido, ¿Habrá sido eso lo que lo distrajo?
Ryoma se enfureció de repente.
- ¡Demonios!, de no pensar otras estupideces quizás no habría perdido… pero –¿por qué ahora pensaba en ella?-. Sus ojos, no me los puedo sacar de la cabeza, se veía tan… tan inocente, pero... diferente... a como la veo siempre –Comenzó a tranquilizarse mientras recordaba fuertemente el momento.
Pudo haber detenido su mano, antes de que lo abofeteara, pero no lo hizo…, recordó lo atónito que estaba en el momento, y que ella también se había sonrojado al verlo, aunque eso era comprensible ya que había entrado todo el equipo al baño de mujeres por error... no se lo esperaba, pero ese segundo quedó atónito… mientras todos corrieron disculpándose… él se quedó.

- Este… Ryoma –Le dijo una pequeña voz.
- ¿eh? –Masculló Ryoma despertando de sus pensamientos-. ¿Ryuzaki?
- Ryoma… –Ella miraba el suelo-. ¡Perdóname por favor! –Le gritó agachando su cabeza.
Ryoma la miró extrañado. Sus trenzas colgaban y se movían junto que el cálido viento de esa tarde, mientras unas hojas eran atraídas al regazo de Ryoma que se había sentado ahora se parando su espalda de la alfombra de césped tan bien cuidado del complejo deportivo.
- Perdóname Ryoma –Le dijo Rápidamente otra vez-. Ese día… en el baño. Perdóname por golpearte… es obvio que fue un error... este… sé que no quisiste entrar apropósito… es decir, que no tenías la intención de ir a verme desnu… ¡es decir! –Se interrumpió sola recordando que no quería que Ryoma pensara de nuevo en el embarazoso momento -. ¡Que no sabrías que estaría ahí! –Bajo su mentón esperando respuesta.
- Claro que no lo sabía –Respondió Ryoma fríamente.
- Espero me perdones Ryoma de verdad.
- Ya da igual, perdí el cuarto partido... es más importante pensar en eso ahora que en ti, siendo que quizás de eso sea la culpa –Ryoma se levantó del pasto y caminó.
Se fue alejando de ella dejándola con una muy extraña expresión en su cara, como si se hubiera sorprendido de sus palabras, pero no le importaba, estaba confundido, pero más que nada enojado consigo mismo.

Al día siguiente Ryoma estaba recostado bajo el mismo árbol, con los ojos cerrados solo tratando de descansar, no había dormido muy bien últimamente pensando en su derrota con Yagami. Yagami Kinomoto era el Capitán del club de tenis al que pertenecía, Ryoma pensaba que ese club no debía estar ahí con un capitán como el que tenían, es cierto había perdido contra él, pero no sabía lo que le pasaba estaba seguro que de jugar como siempre no le habría sacado ni un punto. Pero luego volvía a pensar en la pequeña niña a la cual culpaba de ocupar su tiempo durante el partido, y ahora durante la noche.

- ¡Ryoma! –Gritó una voz que le pareció venía de la que escuchaba en su cabeza-. ¿No estás entrenando? ¿Tu partido no es en unos momentos?
- E entrenado bastante –Respondió sin mirarla-. ¿A qué te refieres con que no esté entrenando justo ahora?, el que haya perdido el partido anterior no dice ni demuestra nada –Se sentía enfurecido otra vez sin saber porque, ¿era por ella que al parecer estaba en todas partes, dentro y fuera de su mente?
Sakuno estaba a punto de disculparse nuevamente, lo hacía a menudo.
- Ni siquiera juegas para el tenis femenino de este campeonato ¿Por qué vienes a ver todos los partidos?
- Este, bueno… con Tomoka venimos siempre a alentarlos Ryoma –Responde con la cabeza gacha-. Además pertenezco al equipo de tenis de Seigaku y mi abuela nos invita cada vez que…
- Nunca juegas –La interrumpe sin escuchar-. Solo lo digo porque pareciera que pierdes tu tiempo al venir aquí tan seguido. – Ryoma se sentó, seguía con los ojos cerrados como si aún disfrutara del viento en su pelo y no le molestara la presencia de Sakuno. Solo era cruelmente honesto y no le molestaba serlo con nadie.
- Me gusta venir Ryoma –replicó silenciosamente, había dejado caer sus rodillas en el césped, y Ryoma al sentarse había quedado muy cerca de ella. Su enfado no era contra ella, era por perder el juego, incluso ahora se sentía mejor que ayer al sentirla cerca.
Ryoma bostezó maleducadamente.
- Ahora lo mejor es que descanse más que seguir entrenando.
- ¿Es que no haz dormido bien Ryoma?
- No es fácil durmiendo en la misma habitación que Eiji y Momoshiro –Se le van cerrando los ojos.
- Deberías dormir bien la noche anterior a un partido, no es bueno que estés con sueño justo ahora que deberás prepararte para el siguiente, si acaso tu… –Ryoma cayó en su hombro despertando un escalofrió en Sakuno-. ¿Ry…Ryoma? –Dijo nerviosa cuando lo único que vio fue su verde cabello que casi tocaba su mejilla.
Ryoma estaba muy cansado, le pareció notar que se apoyaba en el hombro de la chica pero creyó que era mejor que de haber chocado contra el suelo. Al parecer se sentía mejor que anoche cuando tuvo insomnio, pensó en la posibilidad de que quizás no era Sakuno la razón por la cual no dormía después de todo.

Momoshiro salía del camarín cuando divisó al resto del equipo bebiendo agua.

- ¿Alguien ha visto a Echizen? –Preguntó Momoshiro.
- El pequeñín flojeaba por allá junto a la segunda cancha –Eiji fue el único que se separó de uno de los 30 grifos que habían-. Su partido es en unas horas ¿no? –Le preguntó un tanto preocupado.
- Justamente por eso lo buscaba, encontré extraño que no se estuviera exigiendo más de la cuenta como lo haría después de perder un partido.
- Tienes razón, pobre pequeñín quizás esté deprimido.
- Iré a buscarlo –dijo Momoshiro despidiéndose del Eiji y del resto.
- Si tráelo para acá –Le terminó gritando agitando su brazo mientras Momoshiro se alejaba.
- ¿A alguien más le pareció extraño que Echizen perdiera ayer? –Susurró Syusuke.
- Al parecer nadie ha tenido tiempo de hablar con él, se ha mantenido encerrado en la habitación del Hotel desde que salió de la cancha –respondió Inui quien le daba la espalda.

Sakuno aún miraba a Ryoma sonrojada sin saber qué hacer, pensaba que de despertarlo podría hacerlo enojar, pero que quizás de igual manera se molestaría de despertar y verla que no había hecho nada por impedir la situación.
- ¡Ryuzaki! –Gritaba Momoshiro a lo lejos mirando hacia varios lados-. Has visto acaso a Echi… –Se calló al verla mirándola risueñamente.
- ¿¡EEEEH?! .. ¡Momoshiro! Este…yo… –Trató de mover los brazos y acomodar a Ryoma de una forma que no concluyó cuando Momoshiro la miraba en forma risueña impidiéndole responder.
- ¡shhh!... –le chiteaba-. Eeeeh que lindos se ven, no lo despiertes Ryuzaki… ¡se ve bastante cómodo!
- No Momoshiro, no es lo que parece… -susurra mientras su cara cada vez estaba más roja.
- Cuando despierte le dices que me busque ¿sí?… ¡nos vemos! –Momoshiro corrió devuelta a las canchas de entrenamiento pensando en ir a buscar a Ryoma más adelante.
Ryoma aun inconsciente en su hombro se veía tan inocente que Sakuno no lo despertó, se sentía avergonzada sobre todo por lo que diría Momoshiro después, pero de repente no le importó, Sakuno sonrió y comenzó a bostezar, sintió el árbol en su espalda y cabeza.

Un nuevo aire se presentaba en los pensamientos de la chica.

-¡Les dije que las bañeras aquí eran lo máximo! –Gritó emocionado Eiji.
- No puedo esperar para relajarme un poco de estos tres días, no puedo creer que sea tan duro –Se quejaba Momoshiro.
- Pues son muchos jugadores, campeonatos individuales como estos son duros, preocupemos
nos de la estrategia para que todos salgamos de la primera fase de grupos – comentó Shuichiro seriamente.
-¡Vamos muy bien!, y todos los de Seigaku hemos ganado los tres partidos que llevamos –dijo Eiji mientras se acomodaba la toalla en la cadera.
Kaoru abrió la puerta y todo el equipo, también Ryoma, lo siguieron. Salieron todos del camarín y veían lo lujoso que era hasta el pasillo del gran Hotel del complejo, divisaron al final la última puerta y entraron. Pero todos se detuvieron de golpe al atravesar la puerta, Sakuno Ryuzaki estaba a punto de entrar a la bañera y también frenó de golpe al verlos, su cara es taba de un color muy parecido al vino tinto.
- shh….hh…hh…..h – Kaoru susurraba entrecortadamente lo que parecía una serpiente agonizando.
Ryoma la miró de pies a cabeza y se logró ruborizar al igual que el resto que no emitía ningún sonido y se quedaban boquiabiertos. Se notaba que se había desprendido recién de una toalla color amarillo que colgaba de una silla muy cerca de ellos. De repente un grito supersónico los despertó.
- ¡Saaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaalgaaaaaaaaaaaaaaaan! –Sakuno comenzó a gritar una y otra vez cerrando los ojos tratando de tapar lo que parecía mucha piel para sus delgados brazos.
Todos corrieron despavoridos mientras un jabón tirado por Sakuno volaba tras ellos, la puerta se cerró pero Ryoma aun estupefacto entorpeció cerrándose la puerta antes de que el saliera.
- ¿Ryoma….? –La chica caminó unos pasos hasta alcanzar la toalla junto a Ryoma-. ¡Ryoma! –Gritó despertándolo de una bofetada.
- LO SIENTO… –Ryoma reaccionó abriendo rápidamente la puerta y corrió fuera del baño sin mirar atrás, solo pensó en alcanzar a los demás y no hablar de eso de nuevo ni siquiera con él mismo.
- Listo Sakuno –Una chica con un lunar visible en el rostro y una toalla alrededor de su cuerpo entró y vio a una roja Sakuno asustada-. ¿Por qué esta tan roja tú cara?… ni si quiera has entrado al agua caliente.
La cara de Sakuno estaba tan roja que creyó que explotaría, y así fue, explotó dejando en todos lados y encima de Tomoka y la amarilla toalla lo que al parecer era salsa de tomate.

- ¡Dios! –Despertó repentinamente-. Fue un sueño –Se sintió aliviada de no haber vuelto a vivir ese horrible momento, luego recordó a Ryoma, quien estaba apoyado en su hombro hace un momento, nuevamente recordó el partido, se levantó y corrió rápida mente, ¿habría terminado?¿se lo había perdido otra vez?, corrió desilusionada al ver el atardecer-. Me perdí el partido – Se detuvo y sujetando sus rodillas jadeando miró el suelo de la cancha número 12.
- Si te lo perdiste –dijo una voz atrás de ella.
- ¡Ryoma!.. –Giró sorprendida de verlo en las gradas de la cancha vacía.
Ryoma se paró y camino por la salida, la chica lo siguió lentamente hasta un costado de las rejas.
- ¿Cómo, cómo te fue...? –Miró a Ryoma que le daba la espalda junto a una máquina de bebidas mientras dejaba caer una moneda, a un costado la raqueta roja de Ryoma yacía destrozada en el suelo.
- Eres una verdadera molestia –Le dijo Ryoma sacando la lata.
- ¿Yo?, disculpa… -Mientras recogía la raqueta-. ¿Pero qué he hecho? –Preguntó tímidamente.
- ¡No puedo ganar un maldito partido desde que te vi ese día en las bañeras!… ¿Por qué justo en los momentos más importantes me pongo a pensar en eso?, ¡Me desconcentra! –Golpea la máquina.
Sakuno se asustó con el golpe, bajó su cabeza sin saber que responder, se apoyó en el enrejado de la cancha.
- ¿Te sientes mal por haber entrado así?
- ¿Qué? –Ryoma se dio vuelta y la miró furiosamente.
- Digo... quizás eso sea… estuvo mal que entraran así... y no digo que sea tu culpa... pe…pero no te disculpaste luego... quizás por eso en medio de los partidos piensas en eso, puede que te sientas mal en el fondo y necesites disculparte –Se daba cuenta lo ridícula que sonaba su voz al decirle esto a Ryoma. Luego recordó que Ryoma si le dijo que lo sentía, antes de correr, pero no se lo refutaba.

Ryoma caminó hacia Sakuno rápidamente mientas ella trataba de retroceder pero se encontró con la reja detrás de ella. Ryoma se siguió acercando sin importarle que ya estuviera invadiendo lo que era su espacio personal, afirmó su mano en la alambrada justo a la altura del hombro de Sakuno.
- ¿Crees que es eso acaso, por lo que pienso en ti todo el tiempo? –Le susurró Ryoma lentamente-. ¿Por eso pienso en ti todas las noches y no puedo dormir y eh perdido mis partidos cuando no has llegado a ninguno de los tres?
-Tú…tú –Titubeo levantando lentamente su cabeza ya que la de Ryoma estaba muy cerca-. ¿Tú has pensado tanto…en mí?… ¿cómo… es eso?

Ryoma bajó hasta mirarla y sus narices se encontraron, supuso que estaba muy cerca de ella, no le molestaba si incomodaba a la gente pero él mismo se comenzó a sentir un tanto nervioso pues podía olerla… más que un perfume creyó que era el olor de su cabello y aquello le sor prendió pues su corazón dio un salto.
- No, no entiendo.
- ¿Qué es lo que no entiendes? –Sakuno se sonrojaba hasta la frente.
- Nada –Respondió Ryoma soltando la reja con la que la arrinconaba, no se sonrojó en lo más mínimo pero el pequeño golpe en su corazón lo alarmó, giró en sus tobillos y caminó en sentido contrario un tanto pensativo.
- Ryoma… ¿Estás bien? –Lo miró alejarse pero seguía gritándole para saber si estaba bien, y susurró aunque no la escuchara-. Dime algo…

Ryoma caminó pensante todo el trayecto, quería caminar hasta que los pies le sangraran, y pasaron quizás una o dos horas cuando se comenzaron a encender unos cuantos faros en el complejo, incluso se veían unos chicos aun jugando y las luces de las canchas también se prendieron. Solo un momento después fue a chocar con el Hotel del complejo, y olfateó algo muy peculiar, su estómago gruñó y por inercia entró al vestíbulo, su nariz lo condujo por los pasillos hasta ver al equipo reunido en una gran sala, en una gran y redonda mesa a un lado donde reconoció a todos y los cabellos rojos del chico que se levantaba.

- ¡Pequeñín! ¡Estábamos esperándote para comer! –Gritó emocionado como siempre-. Kawamura nos preparó algo delicioso.
Ryoma se sentó junto a Momoshiro sin decir ninguna palabra.
- ¿Estás bien Echizen? –Preguntó Momoshiro-. No te desanimes por el partido, si ganas el próximo no tendrás que ir por los repechajes.
- No pareces estar muy bien Ryoma –Miró Syusuke con sus ausentes ojos y una cara un poco angustiada, pero su siguiente sonrisa admitió algo, como si supiera que le molestaba algo que no era el tenis.
- No ha jugado a su 100%, y se le nota distracción en sus pelotas más usuales... ¿Algo le estará sucediendo? –Inui se dirigió a Syusuke sin mirar a Ryoma, que tampoco lo miraba a él.
- ¡Yo creo que deben dejarlo en paz! –Le gritó Eiji a Inui-. Es decir, obviamente pensamos que te iría mejor y has perdido los últimos dos partidos –Se dirigió entonces a Ryoma-. Ya todos estamos a salvo en la clasificación…
- Pero Ryoma es el único que esta con un pie afuera –Lo interrumpió Inui-. Debemos ayudarlo y ver porque está teniendo este juego tan mediocre y…
- ¿Mediocre? –Esta vez fue Momoshiro quien interrumpió, se enfadó tratando de mantener el respeto a su mayor-. ¡Echizen juega mejor que todos nosotros!
- Nadie ha negado eso Momoshiro.
- ¿Pues entonces que quisiste decir?
- Inui tiene razón –Comentó Kaoru desde un rincón sin mirar a Momoshiro aunque se dirigiera a él.
- Oye Kaoru no te metas tú también, ¡Dejen ya al pequeñín! –Grito Eiji.
- ¡Chicos, chicos!... ¡chicos! –Exclamó Shuichiro tratando de calmarlos aunque nadie le prestaba atención.
- ¡La cena está lista! –Entró de repente felizmente Kawamura con una bandeja de exquisiteces en las manos-. Este… ¿Estaban Gritando? –Miró como todos se silenciaron.

Todos volvieron de repente a la calma, y volvieron a sentarse los que de la emoción se habían parado de sus sillas para continuar gritando.

- Es solo un poco de preocupación por Ryoma –Le respondió Syusuke para no relatar el pro blema.
- Oh es cierto… ¿Y no vendrá a comer? –Preguntó nuevamente él a Syusuke.
En ese momento todos miraron al puesto junto a Momoshiro pensando en el rostro que pondría Ryoma al escuchar a Kawamura, pero no, no estaba ahí, volvieron todas sus miradas a Momoshiro.
- Este…–Mirando junto a él-. Estaba aquí mismo hace un momento.
Extrañados todos miraron de un lado a otro la ausente figura de Ryoma que se había ido cuando nadie lo notó.

Unas horas más tarde Ryoma caminaba nuevamente por el extenso campus iluminado, esta vez ya estaba bien lejos, el camino estaba iluminado vagamente por las luces que llegaban de lo lejos de las canchas de tenis, las cuales tenían los faros más altos. Ryoma pensaba si tendría que preocuparse tanto como ellos lo hacían, que quizás estaba enfocando mal la culpa de su juego, pensaba que quizás sus amigos no podían ayudarlo porque no sabían lo que realmente le preocupaba, luego se dio cuenta, que él tampoco sabía que era exactamente lo que de verdad le preocupaba. Siguió por varios minutos así, miraba las estrellas y se dio cuenta que no podría dormir de nuevo si volvía a su dormitorio con Momoshiro y Eiji. Aun así dio giro y siguió sus propias huellas de vuelta.

-¡Ryoma! –Gritó una molesta voz frente a Ryoma-. ¿Das un paseo nocturno para que te ayude a dormir Ryoma? –Preguntaba la chica del lunar seguida de Sakuno tras ella.

Ryoma la miró como si no supiera de lo que hablaba, es más, como si no la hubiera escu chado.
- Sakuno me dijo que tenías problemas para dormir... ¡Así que te tenemos un regalo!.. Anda Sakuno ¡Entrégaselo! ¡Entrégaselo! –Gritó emocionada dándole espacio a Sakuno.
- Este… sí... –Titubeó la chica alado mientras su amiga la empujaba encima de Ryoma-. ¡Toma! –Dio un pequeño grito mientras mostraba en sus manos un pequeño muñeco, un muñeco colgante blanco hecho a mano-. Mi mamá decía que ayuda a soñar bien… y siempre colgaba uno en mi ventana cuando no podía dormir -Sakuno sonrió viendo que Ryoma no la ignoraba como lo solía hacer.
- ¿Crees realmente que eso me ayude a dormir? -Le preguntó mirando hacia otro lado, con un tono sarcástico.
- Sé que a mí me funcionó porque era pequeña… pero es un obsequio… y puede que te ayude ¿no? –Ambas lo miraron con ojos ilusionados.
- Tengo mejores cosas que hacer –Dijo Ryoma algo escéptico, pero viendo que Sakuno exten día aún su mano, este cogió el muñeco-. Lo tendré en cuenta…no te preocupes más, que yo no lo aré.
Ryoma sintió por primera vez el deseo de que Sakuno pensara más en él, pero no como preocupación, pero ella se estaba enfocando en que durmiera bien para que ganara el próximo juego, que era lo que él también quería después de todo.
Siguió caminando y Sakuno no le dijo nada más, sospechó que se iría a su habitación y ella le dijo a Tomoka que hicieran lo mismo.

Al entrar al Hotel Ryoma pudo comer unas sobras que vio del plato de Kawamura y cuando subió tuvo la suerte de que Momoshiro y Eiji ya estaban dormidos, sin ellos molestando sería más fácil pensó, y mientras se ponía la pijama sacó del bolsillo el pequeño muñeco de la cha queta y lo dejó en el velador. Esa noche lo último que recordó ver Ryoma fue el muñeco, luego quedó profundamente dormido, más rápido de lo que pensó.

Sakuno mientras sonreía pensando que Ryoma había aceptado su obsequio, y deseando más que nada que le ayudara a descansar, para que le fuera bien en su próximo partido, esta vez Sakuno durmió pensando en Ryoma, pero esto no era tan inusual para ella, para él en cambio sí era extraño.

A la mañana siguiente ya todos despiertos, Momoshiro salía de la habitación ya vacía a la sala en junto, donde Eiji estaba tendido a lo largo en el suelo junto a la pequeña mesa comiendo una tostada.
- Kikumaru…-Se interrumpe en medio de un bostezo.- ¿Has visto a Echizen?
- El pequeñín salió muy temprano con Sadaharu…
- ¿Quiere adoptar el entrenamiento de esta serpiente también a estas hora de la madrugada?
- No, no, lo oí decir que lo acompañara a las canchas directamente.
- ¿Y qué? ¿Quiere sacarle el jugo (y darle el jugo) antes de su partido decisivo?
- No Momo… el pequeñín se lo pidió a él –Eiji se levantó dándole ver a Momoshiro que para él también era raro.
- Que raro… ¿por qué no nos lo pidió a nosotros?
- No lo sé… quizás roncabas tan fuerte que no quiso despertarte ¿no? –Le respondió riéndose.

Ryoma estaba con Inui en las canchas jugando ya hace dos horas, Ryoma le sacó un punto e Inui cansado le dio una seña y ambos salieron de la cancha a las bancas que estaban al salir.
- Gracias –Le dijo transpirado y jadeante, mientras dejaba su raqueta apoyada en su bolso sobre la banca.
- No… no te preocupes… veo que ya mejoraste… al 100% –tartamudeó cansado-. ¿Puedo pre guntarte… algo? –Él chico lo miró extrañado con una expresión que indicaba que lo estaba escu chando atentamente-. ¿Es que acaso crees tanto en mis datos?, no creí que lo hicieras, y solo vi que me pidieras ayuda a mí.
- Bueno, creo que todos podían ver que no jugaba como siempre lo hago, pero solo tú podías decirme bien si estaba ya al 100% como dices –Lo miró con respeto y luego mira hacia otro lado guardando sus cosas en su bolso-. No, no creo en tus datos, pero si en ti –Dijo esto sin darle el tipo de importancia con la que Sadaharu lo interpreto. Respeto.
- Pues bien…adiós, suerte y nos veremos en unas horas –Se despidió Inui mientras el chico levantaba el bolso.

Ryoma no se despidió, solo cerro los ojos mientras volvía a pensar si realmente su falta de sueño había sido la responsable, no lo creía, es verdad pues durmió bien esa noche luego de dejar en su habitación el ridículo muñeco de Ryuzaki, pero antes no dormía porque pensaba en ella, y también durante los partidos, ahora se sentía más confiado por no haber pensado en ella durante el entrenamiento con Sadaharu, volvió a culparla de todo lo que antes había pasado.

Volvió al vestíbulo del Hotel donde se juntó con el equipo, comenzó a sentirse nervioso, no por el partido, sentía que faltaba algo el mismo sentimiento sentía por las noches y durante los partidos, se sentía confiado de que ganaría esta vez, pero aún tenía ese vació en el estómago que pensó llenar con el almuerzo.

A la hora decisiva todos estaban ya en las canchas y Ryoma llegó y entró directamente dejando su bolso en la banca junto al juez del partido que se preparaba a un lado.

- ¡Mucha suerte Echizen estaremos aquí alentándote!
- Gracias Momo… pero no te preocupes no la he visto en todo el día, no me distraeré lo pro meto –Mintió, sin pensar si entendería Momoshiro o no, pero aun sentía ese vacío en las entrañas.
- ¿A quién no has visto? –Preguntó Momoshiro.
Ryoma lo ignoró y fue cuando su rival se cruzó dirigiéndose a su propia banca junto al juez.
- ¿Este chico otra vez?, ¿cómo es posible? –Preguntó algo irritado un alto chico de pelo grasiento.
- ¿Yagami otra vez? –Shuichiro le pegó una mirada a Inui, quien estaba ya acostumbrado a responder.
- Bueno ya que todos los clasificados como nosotros no tenemos para que jugar esta ronda, antes del repechaje se toman al azar, con todos estos jugadores hay un 3% de probabilidades de que se te vuelva a repetir un contrincante.
Todos asombrados prefirieron seguir viendo a la pareja en la cancha.
- Bueno creo que será sencillo clasificar de todos modos –Dijo Yagami.
- Si… por eso estas aquí en el partido antes del repechaje –Ryoma ni siquiera lo miró para ver si lo había escuchado, pero si lo escuchó.
- Pues veo que no se te ha quitado lo irrespetuoso chico –Miró a Ryoma con desprecio.
- ¡Jugadores por favor a sus lugares! –El juez subía la larga escalera para dar comienzo al partido.
- Tengo un buen presentimiento…-Dijo Syusuke con su alegre rostro y sus ojos abiertos.

De repente llegó agitadamente la chica con sus trenzas al aire y pudo colarse en las graderías pasando y disculpándose con la gente, mientras miraba a Ryoma que caminaba con la raqueta ya en la mano.

- ¡Uf! ¡No me lo perdí!…
- ¡Por aquí Sakuno! –Le gritó Tomoka-. No creí que te demorarías tanto, perdona por no es perarte… pero no quería llegar tarde a ver a Ryoma... ¡VAMOS RYOMA-KUN!

Ryoma miró la llegada de Sakuno que por primera vez llegó al principio del partido y de repente el vacío en el estómago desapareció se relajó como nunca y agradeció profundamente todo, incluso la preocupación de entregarle el muñeco, sintió que cualquier cosa podía significarle la confianza que ahora sentía, pero ahora el partido solo dependía de él. Sonrió y miro a Sakuno que tam bién lo miraba sonriendo.

Pasaron 35 minutos de comenzar el partido, y el brazo de Ryoma tiritaba miró hacia el sol que lo comenzaba a cegar y caminó tranquilamente en busca de una toalla en su bolso. Él árbitro entonces gritó.

- ¡Juego y Partido! ¡Echizen 6-0; 6-0…!
Yagami no tuvo oportunidad.
Todo los de Seigaku gritaron de alegría mientras el equipo contrario no podía creer lo poco que había durado el partido, Yagami se encontraba con las rodillas en la arcilla y con la mandí bula hasta el suelo.
- ¡Así se hace pequeñín!
- Maldito niño –Susurró Momoshiro-. Te salvaste Echizen -maldiciendo alegremente mientras soltaba una carcajada.

Todos gritaban de emoción saltando y agitando los brazos.
- Gracias a todos… -Dijo Ryoma mientras miraba a todos alentándolo y gritando ¡Hurra!

Salieron de la cancha y Ryoma se quedó atrás para salir de último, vio que Tomoka y Sakuno se le acercaban para felicitarlo eufóricamente, pero cuando una de ellas escuchó a los demás hablar sobre la ahora celebración de que todos estaban clasificados, corrió hacia ellos dejando sola a su amiga atrás.

- Fe… Felicidades Ryoma –Tartamudeo Sakuno cuando todos ya se habían ido.
- Gracias Sakuno… esta vez sí dormí bien.
Sakuno se sonrojó de la emoción, lo sintió como un cumplido de parte de Ryoma.
- ¡Oh que bueno Ryoma! pero no me lo agradezcas… de todos modos era solo un muñeco –Respondió mientras una brisa pasaba haciéndola tiritar, había olvidado su abrigo debido al atraso-. Bueno quizás deberíamos seguirlos antes que se vallan muy lejos –Le sonrió aun sonrojada, queriendo más que nada irse caminando junto a Ryoma.
- Si, no tengo prisa –La rodeo con sus brazos y notó ese color vino tinto otra vez, entonces dejó caer su chaqueta en los hombros de Sakuno-. Ahora estas mejor.

Se fueron caminando juntos, eso era lo quería Sakuno, la chica jamás pensó que Ryoma podía hacer algo que la hiciera sentir tan feliz y avergonzada al mismo tiempo, no quería que nadie se diera vuelta pues osino tendría devolver la chaqueta, eso si no se desmayaba antes del bochorno, pero Ryoma seguía tranquilo, caminando con los ojos cerrados mientras el viento le seguía acariciando su cabello verde obscuro. No miraba a Sakuno, pero pensaba que estaba bien prestarle su chaqueta si vio que no traía abrigo. Algo le hacía reír muy adentro, no sabía si era la inocencia de Sakuno y su olvidadiza cabeza, o el saber que podía ayudarla después de que ella lo hizo, sentía que le debía una, pero con prestarle su chaqueta no bastaba.

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Final del primer capitulo.. espero sigan leyendo dejenme sus criticas y comentarios lo agradeceré :))

viva RyoSaku! 3

PD: lamento que algunas palabras esten separadas.. no se por que quedan asi y me da mucha latita arreglarlas una por una... juju