Hoy me desperté con una sensación extraña, la conocía más que bien solo que el recordarlo me hacía más daño que bien, tenía mucho tiempo que no me pasaba eso, el sentir que alguien te esta observando mientras duermes, eso solo me pasaba cuando Edward estaba a mi lado observándome dormir, sentado en la mecedora a los pies de mi cama, pero a un año desde su partida eso era algo imposible que sucediera.

Empuje eso en lo más recóndito de mi mente y me dispuse a vestirme para la escuela, en el momento que termine por arreglarme, abrí la puerta dejando que el olor del desayuno recién preparado impregnara mi cuarto, eso era más que raro, ya que en muy pocas ocasiones Charlie preparaba algo, no lo niego me desconcertó bastante, cheque la hora en mi celular antes de meterlo en el bolsillo de mis pantalones y tomar la mochila.

Esto me confirmo todo, hoy era 17 de marzo, se cumplía un año desde que llegue a Forks de la soleada Fénix, ahí estaba la respuesta al repentino gusto culinario de Charlie, esto no evito que llegaran a mi memoria los recuerdos que tanto me odiaba por tener, una cafetería, biología, unos ojos del color de la miel, cabello con reflejos de sol, promesas, dolor, rechazo y burla, todo eso en tan poco tiempo, me odiaba por no olvidar por completo y en estos momentos deseaba con todas mis fuerzas ser de esas personas con pérdida de memoria selectiva y dejar todo eso en un sueño permanente, en una fantasía convertida en una pesadilla.

El dolor sigue siendo latente en mi corazón, cuando vienen a mi todo eso me doy el lujo de ser masoquista para pensar en que falle y como es que los sentimientos se pueden convertir en dolor y rencor.

Edward me ofreció un auténtico cuento de hadas pero cuando lo podía alcanzar con tan solo rozar los dedos lo desvaneció, lo borro, lo destrozo, dejándome sumida en un abismo que por un tiempo se me hizo eterno y por poco me llevo a todos ahí conmigo, todos pedían por la antigua Bella, pero como traerla de vuelta cuando solo había dolor al hacerlo, lo más fácil fue tomar a la Isabella de Fénix, recupere el cascaron pero todo lo que en ella habitaba me fue imposible sacarlo del abismo, me fue más fácil enterrarlo, sin importarme que al hacerlo se llevara una gran parte de mí.

Me di cuenta que solo perdía el tiempo divagando en el pasado, eso no dejaba nada bueno, lo sabía de sobra, me colgué la mochila al hombro y me dispuse a bajar a la cocina, si no perdía el tiempo podía darme el lujo de probar lo que Charlie había preparado.

Hola buenos días -. Entre a la cocina y me serví un vaso de jugo, podía observar que había un plato de huevos con tocino que por supuesto había preparado Charlie para mí, estaban en mi lugar, tome asiento delante de él donde estaba leyendo el periódico.

-¿Cómo amaneciste Bella? Te prepare el desayuno porque hoy se cumple un año de que llegaste aquí, no quería dejar pasar la fecha -. Charlie había cambiado mucho, se preocupaba por mí, no es que antes no lo hiciera solo que a hora lo demostraba.

Si gracias, tiene muy buena pinta, la verdad, pero te deberías de apurar papá no deseo que llegues tarde-. Le conteste sentándome en la mesa.

- claro tienes razón, no te preocupes nadie puede detener al jefe de la policía ¿verdad? ¿Va a venir Jacob por ti?-. Se paró y dejo su taza en el fregadero.

- No creo, lo más seguro es que pase por mí en la tarde-. Conteste cuando estaba colocándose la chamarra del uniforme.

-bueno me lo saludas, te cuidas-. se acerco me abrazo y se fue, termine lo mas rápido posible, subí a mi cuarto a lavarme los dientes, tome mi mochila y me dirigí a la escuela era un poco tarde.

A la primera hora me tocaba literatura, corrí lo mas rápido que pude cuando llegue al estacionamiento, ya no había alumnos por ningún lado, una clara señal de que llegaba tarde, camine por el pasillo desolado, vi que la puerta del salón se encontraba cerrada, toque y entra abrí la puerta.

-se puede-. Lo último que quería era ganarme un reporte por llegar tarde

-claro-. dijo el profesor, dándome una seria mirada, cuando entre vi lo imposible estaba Edward sentado en mi mesa junto a mi lugar, pensé que era una de mis tantas ilusiones, no le tome atención y tome asiento.

-hoy tendrán que hacer un resumen de lo que es para ustedes el amor, no quiero divagaciones señor Newton, ni fantasías señores, lo real les haya o no pasado, me entienden-. dijo el maestro

-perfecto-. no pude evita decir entre dientes, saque de mi mochila mi cuaderno, cuándo ya estaba dispuesta a escribir, paso algo que derrumbo mi mundo, mí ilusión me hablo, la gran broma que me había jugado mi subconsciente cobro vida

- Hola, cuanto tiempo sin verte bella, no sabes cuanto tiempo desee volver estar así contigo y a hora que ha pasado no sé cómo reaccionar -. El tono era el mismo el que me despegaba de la realidad y me hacía soñar, ese que tanto añoraba, ese que me había obligado a odiar por todo lo que significaba, ese que una vez utilizo para decirme te amo y también para dejar en claro que era un error que cometió, me provocaba dolor y repulsión al recordar que había sido algo insignificante que se le cruzo en el camino.

-oye no quiero ser descortés Edward pero tengo que trabajar-. Me costaba mencionar su nombre eso era más que obvio, pero no le iba a dar el gusto de que me volviera a usar, mi corazón no se emocionó, no hubo un cambio en su palpitación como me llego a pasar alguna vez en su presencia, ¿acaso si lo había olvidado y ya no sentía nada por él? Era mi ego el que me había hecho fuerte, para sanar y dejar ir.

-cierto, perdón por la imprudencia-. dijo con tristeza en la voz y volteándose, que se creía que iba a volverme loca y correría a sus brazos a rogarle por un beso, que me tiraría al piso dando gracias a los dioses por su regreso, que yo era algo que dejo en pausa para regresar y aparentar que nada había pasado.

-no te preocupes es normal después de tanto tiempo sin vernos, pero si quieres platicar cuéntame ¿por qué volviste, no es que me importé pero da curiosidad?-. le conteste con mucha seriedad y volteándome para verlo, estaba igual, más que obvio era un vampiro, se veía perfecto tal y como lo recordaba en mis sueños, eso me hacía recordar la felicidad que hace mucho no la sentía, todos esos momentos a lado de él, él que me destrozo el corazón cuando más lo amaba, ese momento volvía una y otra vez a mi mente, malditas palabras "YA NO TE AMO"

-no sabes cuánto te extrañe, sé que parece una eternidad desde la última vez que te vi ,pero volví por ti, rompí mi promesa-. dijo y tomo mi mano yo la quite, no deseaba que me tocara, además que sus palabras me parecían mas que mentiras, solo dichas para quedar bien

-no te he equivoques Edward nada entre nosotros ha cambiado te pregunte por cortesía y por qué tu decisión me afecta tanbien a mí, yo al menos cumplí mi promesa pero al parecer tu no-. conteste con toda la rabia que podía, porque tenía que venir a complicarme más la vida, ya me la había destruido una vez y no deseaba que eso volviera a suceder

-ya veo que al menos uno de los 2 cumplió lo que prometió, como tú que seguiste tu vida como si yo nunca hubiera existido -. comento inevitablemente volteando a ver la mano que había soltado


Hola me han traido de regreso los dioses jaajaja

volvi como 10 años despues pero ya esta editado el finc, disfrutelo gracias