Esta es una pequeña idea loca que se me ocurrió hace un par de días, :)

+No soy dueño de Naruto, desgraciadamente... (llora).

Este Fic sera demasiado corto.

Sakura estaba harta.

Se había casado con el Kazekage hacia seis meses, no con un matrimonio de conveniencia, si no por amor. Sakura se había enamorado de Gaara, desde la misión de rescatarlo después de ser secuestrado por los akatsuki. Gaara se había portado bastante normal con ella, le prestaba mucho atención, incluso le daba de vez en cuando algunos obsequios.

La pelirrosa se había enamorado. Le encantaba la forma en la que el pelirrojo la miraba, no la miraba como a los demás, tenia algo especial. Jamas creyó que el joven Kazekage podría decir tantas palabras de amor a una mujer, no siendo el tan frio, tan calculador y con las ansias de sed de sangre... pero el era totalmente distinto con ella.

Gaara la invitaba a salir, algo nervioso, Sakura se daba cuenta de eso, el joven jamas había invitado a alguien a salir por lo que prácticamente ella tenia que adivinar lo que el kazekage trataba de decir. A pesar de vivir lejos, Gaara buscaba cualquier excusa para ir a visitar a la joven, estar cerca de ella lo hacia sentir... humano. Después de estar dos años así, el le pidió que fuese su novia. Por supuesto que ella acepto.

Después de un año le pidió matrimonio. Gaara estaba sudando, sus manos empezaron a temblar y empezo a tartamudear. El jamas se había visto casado con alguien, así que el pedir matrimonio no era algo que tenia preparado. Sin embargo busco en una Joyería de Suna un gran anillo de diamantes, con el cual iba a proponerle matrimonio a la kunoichi. Sakura casi se desmaya de la emoción. En su rostro se formo una sonrisa y salto a los brazos del pelirrojo aceptando su propuesta. Gaara nunca se había sentido tan feliz en su vida... creo que ella también.

Su boda fue espectacular, estuvieron las personas mas preciadas para ambos, y por supuesto, Naruto. Después se fueron de Luna de Miel, hasta que se establecieron en Suna.

Sus primeros 2 meses fueron grandiosos, el siempre salia temprano e iba a buscar a la pelirrosa para pasar su tiempo libre con ella. Se iban a cenar fuera, llegaba con un ramo de rosas, ambos estaban muy felices, todo mundo lo podía notar. Mas en ella, el chico casi no mostraba emociones ante los demás, solo ella... ella era su vida.

Los siguientes dos meses no fueron tan buenos como los primeros, debido a que Suna estaba pasando por algunos problemas con los alimentos, que solo el Kazekage podía solucionar. Sakura sabia que esto era algo importante, así que no lo molesto por el hecho de que lo miraba llegar un poco mas tarde a su casa.

El quinto mes, el tiempo se fue acortando, apenas y le daba tiempo de atender a su esposa... y cuando digo apenas es verla si acaso una o dos veces a la semana. Sakura lo veía cansado, el llegaba tan tarde que ella prácticamente estaba dormida, y se despertaba tan temprano que ni ella se daba cuenta. lo empezó a extrañar. Deseaba tenerlo todo el tiempo como los primeros dos meses. Cada día lo miraba menos.

Hasta en el sexto mes, ella duro todo el mes sin verlo... no había dejado una sola nota, no había dicho nada... En todo el mes es como si el hubiera desaparecido del planeta. Sabia que estaba ahí debido a que escuchaba hablar de los aldeanos de el. Ella nunca se atrevió a buscarlo en la Torre del Kazekage.

Estaba harta.

Estaba harta de no verlo, de no tocarlo, estaba harta de pasar todas las noches esperándolo y que nunca apareciera... y el pareciera que no le importara dejar a su esposa desatendida.

Eso la molesto.

Gaara no daba indicios de que quería ver a su esposa, ella se canso, era una mujer paciente, pero el ya había sobrepasado el limite. Cansada de soportar esto, ella fue a buscar ayuda a una persona habitante de Suna.

Después de hablar con esa persona, ella se dirigio a la Torre donde se encontraba Gaara, su rostro no se veia muy amable. Llevaba una carpeta en sus manos, Llego a la puerta de la oficina de Gaara y la secretaria la saludo amablemente y con sumo respeto.

La secretaria le dijo que el Kazekage estaba ocupado, pero que en un momento mas iba a salir la persona que estaba adentro y tendría por lo menos dos minutos para verlo antes de que entrara alguien mas. Sakura asintió.

Luego de quince minutos salio un señor alto, delgado, ojos azules y cabello castaño. Al darse cuenta que estaba la esposa del Kazekage frente a el inclino y beso su mano respetuosamente. Luego siguió caminando. Sakura se sonrojo un poco y sacudió la cabeza, metiéndose a la oficina de Gaara.

Estaba el pelirrojo escribiendo en una hoja blanca cuando miro a su esposa que caminaba frente a el.

"Sakura?, que haces aquí?", pregunto confundido, su esposa nunca había ido a verlo.

El rostro de ella no parecía manifestar emociones. Sin embargo por dentro ella estaba feliz de poder verlo aunque sea unos minutos, aunque le dio un poco de lastima verlo, con unas ojeras que parecía que no había dormido en toda su vida, un poco mas delgado de lo normal y cansado... por supuesto.

"Ocupo que firmes esto", dijo secamente, mientras que le aventaba, prácticamente los papeles.

Gaara estaba aun mas confundido.

"Que es?" pregunto curioso, mientras observaba el sobre frente a él.

Justo en ese momento entro alguien mas y no le dio tiempo de contestar a la pelirrosa. Ella no se digno a despedirse de él y camino hacia la puerta de salida. Estaba entrando el mismo joven que ella había visto al entrar.

"Interrumpo algo?", pregunto el joven al ver a la pareja de esposos.

"No, en lo absoluto, yo ya me iba", dijo dándole una pequeña sonrisa forzada.

"Gusto en conocerla, el Kazekage tiene la suerte de tener una esposa tan hermosa como usted", hizo una pequeña reverencia y beso su mano. Luego camino hacia el Kazekage.

Gaara estaba enojado.

Nadie, nadie en este mundo podía besar la piel de su esposa. Nadie.

"Souka, quiero que sepas algo", le dijo Gaara a la persona que estaba frente a el, claro esta que su nombre es Souka, "Nadie, nadie toca a mi esposa... solo yo... así que si valoras tu vida, no quiero que la vuelvas a tocar... esta claro?", la voz de Gaara se volvió peligrosa.

El que no hubiera visto a su esposa no significaba que no la quisiera, si no que el ser Kazekage era un trabajo estresante, cansado, mas por que Suna estaba pasando por unos problemas muy grandes últimamente.

"Es-esta bi-bien señor", tartamudeo con miedo el chico.

Gaara se sentó mirando los papeles que su esposa le habia llevado. los veria mas tarde, ya que tuviera un poco de tiempo. Si es que lo tenia. Aun asi le extraño bastante ver a su esposa ahi, a decir verdad, tenia unas ganas inmensas de verla, quería en ese momento besarla, abrazarla, estar con ella como los primeros dos meses de casados. Solo que su esposa se comporto de una forma poco agradable con el. Una forma dura. Gaara trataria de llegar lo mas pronto posible a su casa para hablar con ella.

Pasaron las horas y eran las diez de la noche. El pelirrojo no tuvo tiempo de leer lo que ella le había llevado, así que se lo llevo a casa. Aun era temprano, así que decidió pasar un rato con su esposa después de todo el tiempo que la había dejado sola.

Empezó a gritar su nombre en repetidas ocasiones y ella no contesto. Camino hacia su habitación y noto la ausencia de muchas cosas. No estaba la ropa de la chica, Gaara frunció el ceño y camino rápidamente a la cocina, también estaba sola, camino a la sala de estar, a los baños, al patio, a la habitación de huéspedes... No había nadie ni tampoco había rastro de ella. ¿Que estaba pasando?.

Gaara se sentó en uno de los sillones, pensando que quizas la chica fue a comprar ropa nueva ya que no le gustaba la que tenia... ¿Pero tan noche?

Saco el sobre que Sakura le había dado y empezó a ojearlo.

De repente su corazón le dejo de latir. Su mundo se vino abajo... los papeles cayeron al suelo mientras que su cuerpo se quedo helado...

Eran los papeles de divorcio.

Ella lo estaba dejando... ella lo estaba dejando solo.

Si el odiaba algo en este mundo era estar solo...

No, si el odiaba algo en este mundo era estar sin ella.

Ella lo estaba dejando... el sabia por que era, debido a que el no tenia tiempo de atenderla, no tenia tiempo de demostrarle cuanto la amaba y cuanta falta le había hecho esos días, el quería liberar a Suna del problema del que estaba metido lo mas pronto posible para poder pasar mas tiempo con su esposa. Lo quería hacer tan rápido que se olvido de ella... ni siquiera un mensaje le había dejado para hacerla sentir que el pensaba en ella.

Gaara empezó a llorar.

El amor de su vida lo estaba dejando, y el tenia la culpa. Sintió una presión en el pecho que le dolía. Sintió que su corazón se le iba a partir en pedacitos...

El tenia que hablar con ella, necesitaba verla, hablarle, necesitaba tenerla entre sus brazos...

No, el necesitaba pedirle disculpas y traerla de nuevo a casa. Su hogar. Solo ella y el, juntos, ese era el plan desde un inicio y el quería que fuera así por toda la vida.

Entonces agarro sus cosas y empezó su viaje a la única parte a la cual ella iría, Konoha.


Eso es todo :p

Espero terminarlo pronto xD