Disclaimer: Los personajes no pertenecen, son propiedad original de Masashi Kishimoto

Aviso importante: Esta es una adaptación del libro Sputnik, mi amor de Haruki Murakami. Es parte del capitulo cinco, el título de o e-shot fu creado por mi, este es un one-shot con insinuación yuri (pareja conformada con la relacion/atracción de una mujer por una mujer). El narrador es Naruto.


Deseos irresistibles.

Hinata apoyo la cabeza en mi hombro. Llevaba el pelo recogido hacia atrás, sujeto por el pasador, una pequeña y bonitas orejas quedaban a al descubierto. Unas orejas preciosas, parecían recién hechas. Suaves y sensibles. Podía sentir su aliento sobre mi piel. Ella lleva va unos pantalones cortos de color rosa y una sobria camiseta azul marino descolorida . Por debajo de la camiseta se perfilaba unos pequeños pezones. Un ligero olor a sudor flotaba en el aire. A su sudor, al mío, o a una sutil mezcla de ambos. Me entraron ganas de abrazarla. Me salto un impulso irrefrenable de tumba la contra el suelo. Pero sabía que era inútil. Desearlo no me lleva a ningún sitio. Se me hizo difícil respirar, mi campo de visión se redujo violentamente. El tiempo se detuvo y empezó a dar vueltas y más vueltas. Bajo mis pantalones, el deseo se volvió turgente y se endureció como una piedra . Me sentí confuso, turbado. Pero me sobrepuse. Me lleve los pulmones de aire fresco, cerré los ojos y, sumido en aquella oscuridad incoherente, conté despacio. El impulso que había sentido era tan violento que incluso mis ojos se anegaron en lágrimas.

—Tú también me gustas—dijo Hinata—. Más que nadie en el mundo.

—Después de Sakura, claro.

—El caso de Sakura es un poco distinto.

—¿Distinto? ¿De que modo?

—Lo que siento hacia ella es diferente de lo que siento hacia ti. Es decir…, no sé, ¿Cómo te lo explicaría?

—Nosotros los vulgares estúpidos heterosexuales, tenemos una expresión bastante útil—dije—. En estos casos basta con decir sencillamente: 《Me la pone dura》.

Hinata río.

—Dejando aparte mi deseo de ser novelista, yo Hasta ahora no había anhelado nada en la vida. Siempre me había contentado con lo que tenia, no necesitas nada mas. Pero ahora deseo a Sakura. La deseo con todas mis fuerzas. Quiero poseer la. Hacerla mía. Tiene que ser así. No hay alternativa posible. Como he llegado a esta situación, ni yo lo sé. ¿Me entiendes?

Asentí. Mi pene aún no había perdido su abrumadora dureza. Rece por que Hinata no se diera cuenta.

—Grouch Marx tiene una frase muy buena—dije—. 《Estas locamente enamorada de mi y, por eso, ya no entiende nada de nada. Esta es la razón por la cual esta enamorada de mi》.

Hinata río.

—Espero que te vaya bien—dije—. Pero es mejor que te andes con cuidado. Tu todavía eres vulnerable. No lo olvides.

Sin decir palabra, Hinata me tomo la mano y me la parto suavemente. Su mano era pequeña , suave, estaba cubierta por una fina pátina de sudor. Imaginé aquella mano sobre mi pene erecto. Pero fue inútil. No podía apartar aquella imagen de mi mente. Tal como había dicho Hinata, no había alternativa. Imaginé como mis manos le quitaban la camiseta, los pantalón cortos, las bragas. Imaginé el tacto de sus pezones duros y prietos en la punta de mi lengua. Como luego le separaba las piernas y penetraba en su interior húmedo. Despacio, hasta lo más hondo de la negrura. Ella me invitaba, me engullir, me expulsaba… No pude frenar aquella obsesión. Volví a cerrar los ojos con fuerza y deje que pasara aquel espeso grumos temporal. Baje la cabeza y espere pacientemente aquella ráfaga de aire cálido soplar a través de mi cabeza y se desvanecerá.