Por Siempre Tú
Capitulo 1
Historia Que Se Repite
De un momento a otro, al estar en esa situación un recuerdo llego a mi mente, fue hace varios años, estaba en la secundaria, tenia doce años, podría decir que en ese tiempo era igual, aunque claro la adolescencia me hacía pensar y actuar de una manera un poco distinta, ¿y por qué no?, algo inmadura, ¿y quién no ha sido así en la juventud?, negarlo serias señalado como un ser raro venido de otra civilización muy lejana, mi escuela era como muchas en Japón, publicas, con su clásico uniforme de marinera en colores azul rojo, medias blancas, en realidad me encantaba, salí a la hora del receso, sola, ya que mis amigas en ese tiempo, Rei y Lita, se habían quedado en el salón a terminar una tarea que habían olvidado realizar y yo con suerte había una noche anterior, sufri de insomnio y aproveche a hacer mi tarea que raramente hacia, camine un rato por las instalaciones hasta que me tope con la malla ciclónica que separaba la escuela secundaria y la preparatoria, los alumnos estaban jugando básquet, entre ellos el chico que era dueño de mi mirada, Armand, alto, piel blanca, cabello oscuro, una sonrisa de ensueño, dueño de una mirada que cautivaría a cualquier mujer, todo un atleta, ingles de nacimiento, tenía en claro que al le gustaba a alguien de su país, eso por supuesto me desalentaba, pero mis ánimos de algún día hablarle parecían no desvanecerse a pesar de la difícil posición en la que me encontraba, cada vez que mi mirada se posaba en él, me hacia la misma pregunta, ¿Algún día se fijara en una mortal como yo, de complexión esbelta, cabello rubio que se extendía a media espalda , piel clara, ojos color celeste y además parecía aparentar 10 años de edad con mi actitud ?, lo admito me gustan demasiado los videojuegos, era inútil, nadie me respondió, no debería preocuparme de eso, si quería pasar mis materias y no hacer extraordinarios al final del semestre, suspire en señal de derrota.
-Mina-Escuche mi nombre fijando mi vista a uno de mis compañeros del salón, Andrew y parecía no estar solo, a su lado estaba Nicholas y otro muchacho que parecía estar algo asustado
-Hola-Mencione con una sonrisa mientras que se ponían a mi lado, ubicándome en medio de los dos, mientras que Andrew que estaba al lado aquel tímido joven a acercarse
-¿Por qué estás sola, donde están Rei y Lita?-Cuestiono Nicholas con interés hacia la primera de ellas, sabía que desde hace tiempo le gustaba, pero no suelo ser de esas personas que hacen burla de eso, solo me limite a sonreír el claramente había captado el mensaje
-Auhmm están en el salón terminando la tarea de historia-Conteste, sin querer volvía a mirar la cancha donde el partido parecía estar reñido y Armand parecía estar impecable a pesar que el sudor adornaba con molestia su frente
-Mira te presentamos a Kaitou Ace , es nuevo en mi salón-Argumento de repente Andrew, ya que de mis amigos era el único que recibía clases un grado más que nosotros, tanto él como el joven asustadizo se captaron mi atención, interrumpiendo mi vista hacia el partido, trate de no enojarme, me fije bien en él, un muchacho alto, complexión extremadamente delgada, enemigo de las pesas deduje de inmediato, tez pálida, enemigo del sol quizá, induje para mí misma, una cara no lograba distinguir muy bien por su cabello rubio algo largo que ocultaba su rostro aunque pude distinguir unos gruesos lentes, debe ser algo influyente para permitirle esas libertades pensé, por lo poco que vi, observe que los efectos de la pubertad había hecho muchos estragos en él, eso o la mala alimentación, aparte de ese cabello que apenas si escuche que era copiar a cierto artista que desconocía por completo, lunático, esa palabra fugazmente cruzo mi juicio, parecía sudar como si hubiera corrido el maratón, no entendía el porqué si el clima era algo fresco al ser verano, época de diluvios, note su reacción cuando temblorosamente hizo una reverencia, algo que también imite pero con firmeza.
-Mucho gusto Kaitou-sempai, mi nombre es Minako Aino pero me puedes decir Mina- Parecí ver una sonrisa en su rostro mientras agachaba la cabeza, al mismo tiempo que Andrew ponía una mano en su hombro, parecía que lo hacía en señal de apoyo, ¿es acaso que doy miedo?, me pregunte un tanto preocupada, sin embargo todo tenía una explicación lógica, a las semanas posteriores, recibía detalles, entre los cuales eran, una rosa roja en mi taquilla al llegar a la escuela, una caja de chocolates cada viernes en el mismo lugar que la rosa y una nota con una frase diferente, con el objetivo de elogiarme, locamente en mi cabeza se cruzo la idea que el autor de esto era Armand, error, imposible yo no existía en su mundo, de un momento a otro pensé que era una broma, el objetivo, desconocido, sin embargo esto no había terminado allí, ahora había mensajes en mi celular, yo ignoraba el origen, no obstante deduje que tendría que ser alguien cercano, ya que mi numero no solía dárselo a cualquiera, trataba de que esto no me distrajera de mis asuntos en la escuela, el año por fin estaba por terminar y mis notas apenas alcanzaban para pasar mis materias y no ir a algún curso durante el invierno, el ultimo día salimos temprano, el sol todavía no anunciaba su huida, por cuestiones del destino me quede sola, ninguno de mis amigos estaba allí, lo mejor era irme a casa y empezar a disfrutar mis vacaciones sin poder ver a Armand que para mí era algo lamentable, no contaba que en la puerta estaba el joven que me habían presentado casi al inicio del ciclo escolar, sentí su insistente mirada, no sentía miedo pero si incomodidad y preferí seguir mi camino sin embargo escuche por primera vez su voz
-Oye, ¿Puedo hablar contigo?-Me detuve en seco, al principio creía que le estaba hablado a otra persona pero me di cuenta que ya no había nadie, intente estar lo más calmada posible, no estaba acostumbrada a ese tipo de eventos, con lentitud di media vuelta para mirarlo, estábamos a un dos metros de distancia, tenía sus manos metidos en los bolsillos de su pantalón que era del mismo color que mi falda.
-Auhmm, esta bien-No era habitual quedarme a solas con un muchacho a excepción de mi hermano y mis amigos, él para mi era un desconocido, por lo que me comporte un poco seria
-Vamos al jardín-Sugirió, parecía estar mas tranquilo a comparación de la primera vez que lo vi, asentí y nos dirigimos en silencio hacia un parque que estaba a varias calles de la escuela, había varios alumnos entre ellos Armand que trataba de no quitarle la mirada, sin embargo me condujo a un lugar más tranquilo, nos sentamos en una banca, segundos después comenzó a hablar- Hay algo importante que quiero decirte- No tenía idea de lo que se trataba a pesar de los sucesos que había sido objeto
-¿Es algo grave?-Pregunte, pensé que necesitaba a alguien con quien platicar y desahogarse, muchos de mis amigos me consideran alguien de confianza, algo enamoradiza pero de confianza al fin y al cabo, siempre he pensado que es bueno tener a alguien con quien puedas platicar cosas que te pesan y que sin embargo no puedes divulgar a los cuatro vientos, la discreción es una cualidad que pocos poseen, desvió un poco su mirada hacia el piso
-No se, depende de cómo lo tomes-Hubo un momento de silencio, con mi mirada trataba de hallar la continuación, al final obtuve éxito- Desde la primera vez y hasta ahora me he dado cuenta que me gustas- Mis ojos se abrieron ampliamente, entendía lo que decía pero sin embargo era una incrédula por naturaleza- Me gustas mucho- Dijo en tono fuerte para que esas palabras nunca las olvidara, misión cumplida.
-¿Entonces?- Empecé atar cabos- ¿Tu fuiste el que me ha dejado detalles en mi taquilla y mandado mensajes en mi celular? – Cuestione con asombro, ya que no me imaginaba que se trataba de él, no era porque no lo tomaba en cuenta si no porque no habíamos convivido lo suficiente para decir tal declaración hacia mí, el asintió aun con los nervios encima para formular la siguiente pregunta
-¿Y….que piensas?-Reflexione ante esa cuestión, en ese momento mis pensamientos se dirijan hacia otra persona, tenía que ser sincera
-Lo lamento- Dirigí mi mirada hacia mis manos que se posaban en mi falda- Pero a mí me gusta otra persona, espero me comprendas-Levante nuevamente mi mirada y note que no estaba asombrado, parecía ya saber la respuesta desde hace tiempo
-Entiendo, sin embargo quería que lo supieras- Se levanto del lugar, me sonrió con tristeza y resignación
-En serio que lo lamento- Insistí, no quería lastimarlo es horrible cuando te rompen el corazón, es un dolor que no le deseo a nadie, sin embargo en algún momento de la vida suele pasar
-No te preocupes, bueno, creo que será mejor que me vaya, cuídate- Decidí no detenerlo parecía que quería escapar de allí lo mas pronto posible, ya no lo volví a ver, Andrew me dijo que se había ido a otro país, cuestiones familiares, mientras que Nicholas me culpaban de forma burlesca que se había marchado porque le rompí el corazón, nada gracioso, al final Armand tomo un camino desconocido para mí y yo tome otro, en el cual parece que la historia se repite, pero con diferentes personajes, ocho años después parecía que no aprendía la lección, me ubique nuevamente a mi vida actual, frente a mí en una mesa de un café de la Universidad , estaba el que minutos antes consideraba mi mejor amigo, Malachite, diciéndome aquellas palabras que alguna vez dijo aquel joven que nunca volví a ver, ambas situaciones eran similares y mas la contestación que le otorgue, sin embargo fue más difícil, quería pasar de una amistad a algo más, pero no podía, no sentía nada que no fuera amistad hacia él, era muy guapo, eso era cierto, pero no sentía algo mas, había un culpable, Yaten Kou, para mi pesar era muy popular con las mujeres, ¿y cómo no?, era un hombre inteligente, atractivo, responsable, caballeroso, buen conversador, un excelente amigo y un gran cantante, sin embargo tenia uno que otro defecto, tenia novia, era bastante coqueto y no parecía tomarme en serio a pesar de que ya tenía en claro mis sentimientos, me gustaba, pero después de lo dicho por Malachite, repetidas veces deseaba que la persona que pronunciara esa palabras fuera Yaten y nadie mas y me di cuenta de algo que ya no podía negar, estaba perdidamente enamorada de él como una idiota
-Mina-Malachite me llamo tomándome de la mano con ternura y yo sintiéndome la peor persona del mundo por no corresponderle, ¿Qué podía hacer?, mi corazón no responde a mi juicio, más bien parecía una pequeña niña caprichosa y al parecer no se calmaría hasta obtener lo que deseaba, algún día se resignara como mi razón ya lo hizo trate de convencerme con cierto anhelo, mis ojos querían llorar por sentirme una inútil al no poder alterar mis sentimientos hacia ambos-No llores, me vas a sentir mal-Trataba de animarme pero era inútil- No quiero presionarte, sin embargo quiero que sepas que siempre tendrás mi apoyo y que esto no vaya afectar nuestra amistad, ¿de acuerdo?-
-Está bien-Asentí mientras intentaba calmarme, no sabía qué hacer ni cómo actuar, no podría fingir como si nada hubiera pensado, eso me hacía sentir inhumana, de repente deje de sentir el contacto de su mano y note que reviso la hora en su celular
-Ya es hora de que empiece tu clase-Comento, sin embargo ya no podía mirarme de frente, no desconocía esa reacción, se paro, de un momento pensé que sucedería lo mismo y nunca lo volvería a ver, no deseaba eso-Vamos te acompaño a tu salón- Argumento un poco distante, asentí y nos dirigimos en silencio hasta mi aula, la maestra aun no llegaba- Nos vemos después- Se tuvo que retirar a su clase hasta el área de ingeniería, entre a mi salón y allí estaba, me acerque justo cerca de él mientras tocaba algunas notas en el piano, es un poco más alto que yo, delgado, pelo largo plateado pero amarrado a una coleta, ojos color esmeralda, piel clara, no tenia de otra era la única persona a la que le hablaba en esa clase, solo éramos diez, parecía tranquilo, ¿cómo alguien así me puede poner de esa manera?, con algo en mi pecho y mi estomago, en conjunto, extraño, pero es una emoción que hace que actué de manera enérgica con él, siempre que está cerca, mi atención intenta desviarse por otra parte pero al parecer él quiere que le tome atención, ¿por qué?, aun es un misterio, quien sabe si para el también lo sea, es un hombre misterioso sentado enfrente de un piano, tratando de componer alguna melodía en donde la incertidumbre empezaba a surgir al querer saber si la maestra llegaría a dar la clase, se paró de su asiento, él y yo frente a frente, de repente lo demás me dejo de importar, todo lo anterior paso a segundo plano.
-¿Hiciste la tarea que nos encargaron?-Pregunto de repente mientras fijaba mi auto controlada mirada sobre el
-Si, lo hice-Mencione mientras de manera ya acostumbrada ponía mis manos a la altura de la cintura
-¿Pásamelo no?-Uff, era siempre lo mismo, tenía que olvidar que era responsable, descartado, ¿acaso no sabe decir o pedir otra cosa?, me hace sentir utilizada
-No lo hare-Conteste con un notable enojo, solo le quedo verme con cara compasiva, para luego llegar a rogarme por esa tarea y como siempre negándosela de mil maneras-Además el ultimo día para entregarlo era hoy-Justifique para que desistiera con aquella petición absurda, es un flojo, pensé, desviando mi mirada a otra parte, pero ese aroma, rayos, por dios, tengo que cruzar mis brazos para no abrazarlo impulsivamente enfrente de todos y quedar como una loca, bueno admito que estoy loca, pero no una loca rogona, de repente sentí esos acostumbradas palmadas en mi brazo izquierdo-Deja de hacer eso-Pedí de manera molesta-Algún día me vas a sacar un moretón-Mencione mientras sobaba mi brazo, claro el no me había lastimado, pero aun si no es la manera de tratarme, algún día de estos me sacara de quicio
-Ay no es cierto-Comento como si yo estuviera exagerando, ¿qué es ese algo en mi que lo incite hacerme eso?, ni idea, molestarme, ¿pero que buscan con eso?-Solo son cariñitos-JA ¿CARIÑITOS?, ¿Que acaso soy su mascota?, no me quiero imaginar cómo trata a su novia
-Ja, en ese caso, no quiero nada-Conteste indignada mientras le quitaba su mano de mi brazo, iniciando un contacto con él, de repente hizo una mueca de dolor
-Me rasguñaste- Ja, ¿a quién quiere engañar?, pensé, mientras calmada, revisaba su mano, me imagino que desde otro ángulo, eso se hubiera visto extraño
-No exageres -Argumente mientras seguía tocando sus manos, eran tan cálidas y tan suaves, obviamente no lo había lastimado, hace que de repente me ponga enojada a compasiva, ¿qué es eso?, me volverá mas loca de lo que estoy
-¿Recuerdas nuestro saludo secreto?-Cuestiono mientras recordé tal acto, hace tiempo me enseño ese saludo que solo pocas personas según él. sabían, wow, ya pase de ser su mascota a su mejor amiga, JA-JA-JA, con algo de esfuerzo recordé como era, pero sentí que mi rostro no tenía una mueca de felicidad, mientras que el estaba sonriente, es una de las cosas de las que me volveré adicta, pero de su aroma definitivamente quisiera sentirlo más de cerca, de repente el tomo uno de los extremos de mi bufanda color café claro, que tenía en mi cuello, ¿que acaso volvía a ser su mascota?, ah ya se su sirvienta
-Hazme un favor,¿ pondrías mi nombre en la lista de la clase que sigue después de esta?- no pregunto, es como una orden ¿o algo así? y volví a mirarlo a los ojos mientras quitaba sus manos de mi bufanda, nuevamente ese contacto con sus manos
-¿por qué?-Pregunte ante tal petición
-Porque no voy a entrar-Me dijo como si yo tuviera 6 años
-¿Porque no vas entrar?-Volví a preguntar en una pose de mamá regañona
-Porque me voy a ir-Allí no quise indagar mas, cruce mis brazos y sentí en el interior una tristeza, en verdad no quería que se fuera, pero no le iba demostrar eso, sus manos tocaron las orillas de mi chamarra de mezclilla con el ademan de cerrarla- ¿por qué no te cierras la chamarra?-
-Porque no quiero-Volvía a tocar su manos con la acción de quitarlas de mi chamarra al mismo tiempo que lo miraba de forma retadora, ¡rayos!, ¿Qué tipo de conversación es esa?
-¿Entonces que, pones mi nombre en la lista?-Nuevamente pregunto con la misma petición, mientras le daba como imagen mi perfil izquierdo con los brazos cruzados
-Lo siento mucho pero no se falsificar tu firma-Dije de manera de burla, dándole a entender que de mi no sacaría nada, nada que no estoy dispuesta a dar, con el dedo de su mano derecho escribía algo en mi brazo izquierdo
-Te daré mi autógrafo, "Yaten"-
-Ja, ¿Y yo para que quiero tu autógrafo?-Pregunte aun con mi mirada desviada con un rostro lleno de burla, haciéndolo ver como un incrédulo
-Para cuando sea muy famoso y para que digas que lo tienes-No sabía si reírme en su cara o decirle de lo que se iba morir, a pesar de eso, en el fondo sabia que lo que decía era de cierta forma una realidad, había muchas chavas que suspiraban por el, al principio no entendía porque, yo lo miraba, un compañero mas, pero de repente algo hizo en mi que le diera mucha importancia, haciendo que hiciera cosas que no me imaginaba hacer
-Ja ni que fueras, "El AS misterioso" -Mencione entre burla y dejaba escapar un fuerte suspiro, recordando al mejor cantante del momento, revelación del año, era alto, con una blanca y delicada, su brillante color rubio, una sonrisa seductora y unos ojos que nunca me cansaría de verlos, era catalogado como Adonis, a lo cual totalmente estuve de acuerdo en cómo era relacionado, lo mejor de todo era joven y soltero, cada vez que había un de él programa varias amigas y yo procurábamos verlo, lo admiraba, era mi ejemplo a seguir para ser una gran idol.
-Mi imitador-Vaya que tenía la autoestima demasiado grande como pensar en esa idea, cruce mis brazos y me reí como si de un chiste se tratara
-¿Tu?, debes estar bromeando, en primera su voz es muy superior a la tuya-Conteste tratando de ubicarlo en la realidad- Además, él más guapo tú-Error, note eso al ver su sonrisa, me di cuenta de lo que había dicho, más guapo que él, rayos, de cierta forma le dije que era guapo, me arrepentí por ello ya no podría remediarlo, la maestra había llegado, me senté en algun lugar con el ceño fruncido y apretando mi dientes, era evidente mi molestia, mas sin embargo me sentí abatida por lo sucedido minutos antes, no esperaba que las cosas pasaran así y estuvieran pasando nuevamente como hace ocho años, ¿mínimo se acordara de mi?, recargue mi barbilla en mi mano, intentando poner mas atención a la maestra y no a mi corazón que parecía una desastrosa tormenta, pero había algo de lo que estaba segura, tendría que olvidarme de Yaten a pesar de que estoy locamente enamorada de él-Odio esto- Susurre por lo bajo
CONTINUARA…
Hola!, esta es una pequeña historia de Mina, el relato es original, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, espero que les agrade, ya tengo varios capítulos, son cortos, serán semanales y espero su opinión, solo me queda una cosa
Deseándoles el mejor romance de su vida
Chaito
