Los personajes de Ranma ½ son propiedad de la gran Rumiko Takashi.

Aviso: Este fic no es mio, le pertenece aMarySaeba92 està solo traducido con la autorizaciòn de la autora. Este fic es un UA (univeso alterno).

LA ESPOSA REBELDE

Capitulo 1

Llevò el cigarro a la boca, dibujò una arruga en su frente, observò sus cartas. Las lanzò en la mesilla.

Se decidiò a rendirse, finalmente, el pesante humo le nublò los sentidos, no tenìa nada de bueno entre las manos. Si bien odiaba hacerlo, fuè obligado a tirar la toalla.

-Se que està en busca de una esposa, conde- dice ocultando una irònica sonrisa –En efecto, eso dicen- responde mezclado las cartas –Estarè dispuesto...a ofrecerle mi hija- Se apresurò en decirle Mamoru Tsumani.

Ranma Saotome frunciò el ceño –Porque justamente a mi, baròn?-... - Sabe, ahora ya mi hija es grande y yo pienso que ha llegado la hora de que se case, disputamos esta ùltima ronda...si serè yo a obtener la carta con mayor valor, usted se casarà con mi hija. En caso contrario, se lo pagarè profundamente...-

Sacudiò sobre la mesa una bolsa tintineante, lleno de monedas de oro.

Ranma posicionò el mazo de cartas al centro. Mamuro tomò una carta, Ranma lo imitò.

En el rostro de Mamuro se dibujò una mueca de satisfacciòn. Rey de corazones.

Ranma suspirò. Mujer de flores

-Va a ver, Akane le encantarà-

Un fresco aire nocturno aspirò en una habitaciòn del palacio.

Se mueve entre las tibias sàbanas que la envolvìan, descubriendo sus lisas piernas.

Estaba inquieta. Los ojos cerrados y el ceño fruncido, no podìa encontrar alivio.

Tratò de buscar una posociòn que pudiera tranquilizarla. El cabello largo y rebelde, desaparece por la almohada, creava un lànguido oceano que contenìa su rosado rostro, brillante por el sudor, los labios rosados y sus pestañas curvadas.

-Vamos Akane, levantese- La suave y lijera voz de la fiel camarera la desperò de sus torpes movimientos. –Kasumi? Es todavìa noche- ...-Lo sè, pero su padre desea que usted vaya a la capilla. La està esperando- Kasumi le ofrece los vestidos a la joven.

Su padre raras veces le dirigìa la palabra, y en la mayor parte de los casos en una manera poco cortès, y entonces por que la habìa echo levantarse en el corazòn de la noche para encontrarse en la capilla de abajo?.

Lo vè. A lado de èl estaba un hombre, pero estaba algo obscuro como para poderlo ver bien.

Abriò de par en par sus ojos azul-grisàceos. Las voces que giraban èran ciertas. No habìa nunca creìdo demaciado de lo que decìa la gente. Pero esta vez estuvo obligado.

La doncella Tsumani èra de verdad la mujer màs hermosa que èl havìa visto.

La cabellera obscura cubrìa su delgada espalda, y grandes ojos color nuez lo miraban primeron a èl, luego al padre, estrechaba sus brazos entorno al cuerpo, temerosa, pero se podìa igualmente distinguir la curva de sus senos, endurecidos por el frio, y sus torneados muslos debajo del vestido blanco que se adquirìa a su cuerpo insinuoso e inocente.

Momuro riò sarcàsticamente. Akane hace poco habìa cumplido 18 años. Era de casi un mes que no la veìa. Y si bien no le gustaba admitirlo, èra esplèndida.

Se habìa convertido en una mujer, siempre habìa sido una graciosa niña, despuès una adolecente fèrtil y ahora una maravillosa flor abierta en todo su esplendor. Y finalmente podrìa librarse de ella.

-Padre...porquè me ha echo venir aquì?- murmurò la chica temblando –Quiero presentarte a tu esposo, Akane- La jòven tuvo un estremecimiento de desagradable sorpresa –Que..que cosa? Se..se està burlando de mi?-...-Nunca lo harìa, mi tesoro...èl jòven a mi lado es el Conde Ranma Saotome y le prometì tu mano. Se casaràn aquì, ahora- ...- Pero..pero yo ya estoy prometida con el conde Hibiki...no pueden hacerme esto-...-Debes olvidarte del conde Hibiki, te convertiràs en la Condesa Saotome-

Akane se derrumbò sobre sus rodillas, mirando exhausta el brillante suelo. Su Ryoga ...èra èl quien tenìa que llevarla al altar...èra con èl quien soñaba ponerse un hermoso vestido inmaculado, con mechones adornados con dulces francesillas, el bouquet de rosas blancas y...y el amor que rebotaba su corazòn...pero en cambio tenìa que casarse con el Conde Saotome ...un desconocido que le habrìa puesto un sucio anillo en el dedo anular de su mano izquierda..

Olvidarse de su amado Ryoga? Como podìa hacerlo?

Una tibia mano le tocò a espalda, alzò la mirada llena de perlas mojadas, y encontrò el rostro de ese extraño que querìa desgarrar sus sueños.

Pudo verlo mejor, ayudada de la flèbil llama que provenìa de los candelabros dorados.

El cabello negro, recogidos en una trenza que le tocaba el cuello y esos hermosos ojos, le hubìera sonrreido, si se encontrarìan en una situaciòn diferente.

-Vamos, querida, levantese del suelo-

Estaba ya dandole ordenes, justamente como un buen marido. Pudo sostenerse sobre sus piernas temblorosas –Quisiera que pongamos en claro un asunto: yo me casarè con usted solo porquè me lo ha ordenado mi padre. No se haga ilusiones, conde, y no se espere de mi una esposa diligente. Yo no lo amo y nunca lo amarè, espero que lo tome en cuenta-

Ranma quedò sorprendido del fervor que la jòven mujer mostraba. Otra se hubìera puesto a llorar. Gritando e insultando...ella no. Habìa alzado la cabeza, fiera, con la mirada de fuego, las manos indefensas en la temida noche.

-Como lo desee- El tono de voz atrevido de Ranma, provocò en ella una rabia mayor , y no creìa que podìa enojarse aùn màs. El conde toma la mano helada de Akane, que se envaraban. Y el obispo comenzò con el ritual.

-Vendrà a vivir conmigo, Condesa- dice sublineando el nominativo –Veo que ya decidiò todo, sirve si me opongo a una cosa?- comentò Akane, la voz tambaleante. La mirada de Ranma se llenò de ternura. Pero poco despuès se volvìo arrogante y pedante. –Es usted una doncella inteligente. Le pido que suba a la carroza-

Akane observò a Kasumi y luego a Nabiki, quienes la habìan echo crecer. –Y ellas? No vienen a ocuparse de mi?-...-Mi palacio dispone de onesta y buena servidumbre, que no le harà falta nada. Le pido que se suba a la carroza- Repite sin cambiar expresiòn.

Akane abrazò a sus queridas asistentas, que le susurraron palabras de consuelo, acariciando su suave cabellera.

-Està todo listo, baròn. No le harà falta la doncella?- Momoru emitiò una desagradable sonrisa, llena de sarcasmo e satisfacciòn. –Akane solo ah sido una espina a mi costado! Finalmente puedo deshacerme de ella, le deseo mucha suerte, Conde!-

Ranma no pudo hacer nada màs que quedarse impactado. Tenìa asì de tanto odio por su hija?

Esa criatura hermosa como el cielo e incontrolable como una yegua salvaje le causaba tantos problemas hasta el punto de buscar y darsela al primer hombre que quisiera casarse con ella? Que ser umano se hubìera opuesto ante este hermoso esplendor?

Claro, èl serìa quien hubìera robado no solo el cuerpo, pero tambièn el corazòn de la condesa, que de hace poco se convirtiò en su esposa...y como... puede hacer puede hacer eso..

-Le rogarìa que sea menos hostil conmigo.Usted es mi esposa ahora y exijo al menos respeto de su parte-

Akane sonrìe, una sorrisa triste de escarnio

-Respeto? Usted quiere que lo respete? Despuès de que usted y mi padre me usaron como trofeo, quiere que me comporte cordialmente con usted!! Si es esto lo que desea, serìa mejor que este...matrimonio, mas bien, que esta absurda comedia venga anulada- Responde afrontando sus ojos penetrantes.

-Si hay una cosa que absolutamente no harè, es anular el matrimonio, ponga su ànimo en paz, condesa, ahora usted me pertenece- Susurrò determinadamente

Una vibraciòn recorriò su espina dorsal –Es solo la ley que afirma esto...usted tendrà mi cuerpo, es verdad...pero mi corazòn no serà jamàs suyo-

Regresò a mirar por la ventanilla, apartando la cortina color celeste

Sintiendo sobre ella la mirada àvida y para nada preocupada de Ranma Saotome.

-Basta que lo crea usted, Akane-

-.-

Seis meses, seis meses recorridos en una 'jaula' dorada. Una hermosa prisiòn, aùn asì seguìa siendo una prisiòn.

Atada a un hombre que no conocìa, que no daba razones de vida casi nunca. Pero el hecho de que no se veìan no èra algo negativo. Pensò a Ryoga, su querido Ryoga..quizas si se recordaba de ella...hubiera querido verlo...perderse en sus ojos obscuros.

Akane tenìa algo que aclarar. Debìa aclarar esa absurda situaciòn.

Se envolviò en un mantel azul y saliò del palacio.

-Condesa Saotome...es de mucho tiempo que no la veo. Se ha convertido en una esplèndida doncella.A que debo el honor de su visita.-

Genma Misako acomodò sus gafas en su narìz, recibiendo a la jòven con una gentil sonrisa.

-Gracias Genma, eres siempre gentil. Necesito hablarte..sobre el partido que mi padre y el Conde Saotome han disputado el 5 de Marzo, exactamente hace seis meses-

-Recuerdo esa noche como si fuera ayer-

-Bien, entonces cuentame que ocurriò precisamente-

-El Conde Saotome tiempo atràs, tenìa problemas econòmicos, talvez pensaba que jugando, ahorrarìa algo, esperava que la suerte este de su parte. Vino aquì, y ordenò algo de beber ...sabìa que su padre. Conoce al Baròn y a su pasiòn por los juegos de azar, imagino.

El rostro de Akane no traicionò el sentimiento de desprecio que sentìa –Claro que sì-...-Jugaron por toda la noche, pero no concluyeron en nada. Y asì llegaron a una propuesta- Sus ojos se abrieron, Akane tartamudeò: -Y en què consistìa?-...-Uno de los dos tenìa que tomar la carta con el valor màs alto, si èra el Conde a cogerla, su padre le tendrìa que dar una lauta suma de dineron...viceversa..- Genma observò con ternura a la chica –Que?, que pasarìa si el ganador serìa mi padre?-...-La tendrìa que dar como esposa al Conde...ha ganado el Baròn-

Las irisadas brillantes lagimas, la rabia contenida, la desilusiòn que la cegaba...Akane se levantò en silencio de donde estaba sentada, con las manos aferradas a la falda de valiosa seda, no apartaba la mirada del vacìo total enfrente a ella.

Su vida èra equivalente a un saco de piel lleno de dinero chispeante.

-Condesa...-dice Genma –Gracias por la ayuda Genma, saludame a tu esposa- Pronuciò la chica en un tono neutral, dirigiendose hacia la salida.

-.-

-Ukyo- Akane llamò a su camarera personal, una docella dulce pero de fuerte temperamemto.

Ukyo llega al frente a la condesa, haciendo una leve reverencia: -Necesita algo condesa?-...-Prepara mis maletas- Los ojos azules de la asistenta no escondieron su asombro –Las maletas?.tiene la intenciòn de irse?-...-Exacto, quiero ir donde el Conde Hibiki-...-Pero Condesa, ahora que dirà su marido-...-No deseo pensar en ese hombre..Por favor Ukyo prepara mis maletas- Repite Akane con un gesto desesperado.

Ukyo solo bajo su cabeza y obedeciò, sin decir una sola palabra màs.

Las botas de piel resonaban en el antro del corredor, revelando su entrada al palacio.

No advirtiò su presencia, aunque su perfume le molestaba la nariz.

-Akane! Akane! Akane! Donde estas? Akane!- la llamaba insistentemente. Entrò a su habitaciòn y encontrò solo a Ukyo quien ordenaba la cama a baldachino de su esposa.

-Ukyo- la muchacha puso el trapo lleno de polvo en el saco azul donde èra la basura.

-Señor Conde...-...-Donde està Akane?- Su voz firme y severo la intimida.-Ukyo, donde se encuentra mi mujer en este momento?- Su tono de voz aumentò y Ukyo diò un brinco.

El batido del corazòn se acelerò cuando Ranma agarra a la jòven por los hombros. –La..la..condesa ha ido...donde el Conde Hibiki...eso me ha dicho...intentè detenerla...Conde, pero no me ha escuchado.- Ranma retira las manos de la camarera que aùn temblaba de susto.-Ve a preparar la carroza Ukyo-

La mùsica ligera en el salòn, acompañaba el zumbido de las voces que alegremente llenaban la noche. Ranma evitò habilmente las miradas de las damas enjoyadas y las copas de cristal que los nobles señores les ofrecian.

Era como un animal salvaje en busca de su presa. Una chispa se enciende en sus ojos. La vè.

Hermosa de hacerle olvidar que debe respirara. Con un vestido color esmeralda, decorado en su pecho con gemas plateadas, y sus zapatos de taco que no hacian rumor. La banda verde sobre su cabeza contenìa esos hilos obcuros que formaban su meravillosa y lucida cabellera.

Su sonsira...dedicada a Rioga Hibiki.

Lo celos lo agredieron, apretando su corazòn dolorosamente. Se encuentra con la mirada de ella. Notò sus labios temblorosos, sus piernas que podìan caer.

Se acercò a ella –Akane, que haces aquì?- pregunta Ranma.

Ryoga toca el pulso de la jòven –Akane, quien es este hombre?- Esas preguntas, tan simples y lineares. La confundian increiblemente.-Ryoga-

-Akane no le ha informado, Conde?..Yo soy su marido, ella no es màs la doncella Tsumani, si no la Condesa Saotome.-

Ryoga podìa haber destruido la copa que tenìa en mano si hubiera podido –Co..como?-

-Estamos casados desde hace seis meses- dice Ranma

-S..seis meses?. Akane no...no me lo habìa nisiquiera dicho-

-No..no querìa que lo supiera asì- Sentìa un nudo en la garganta.

-Akane, usted sabe cuanto yo la estimo, y me ha engañado..me ha escondido una verdad asì de importante-...-Lo siento conde, Akane es mi mujer, y tengo la intenciòn de llevarmela de aquì- Ranma toma la mano de Akane, acercandola y girando un brazo por su cintura. –si, claro..le aseguro que no sabìa nada..no hubiera nunca galanteado una mujer casada-...-Es lo justo, vamonos Akane- Akane se sentìa asesinada de la mirada de Ryoga, cargado de remordimientos.

-Dejeme, puedo caminar por mi misma-...-No me lo parecìa, tu eres mi mujer Akane, que te guste o no...y a proposito, puedes ser menos formal conmigo, ya no soy un desconocido-...-Asì pasaran treinta años, usted para mi seguirà siendo un extraño- Ese caràcter tan valiente, tan vivo...lo excitaba, la deseaba...tiene que ser suya.

-A donde estas yendo?-...-A mi habitaciòn. O tambièn quiere prohibirme de mi intimidad?- Le responde con su cabeza en alto.

Le acariciò el rostro con el pulgar: -Mañana me irè por un par de semanas...quiero que esta noche la pasemos juntos..creo que està en grado de comprender lo que quiero decir.- Murmurò inclinando sus labios en una sensual sonrisa.

Akane pone una mano a la altura de su cuello, queriendo ponerse a salvo de esa realidad. Tenìa que darle su inmaculado cuerpo...lo sabìa, desde cuando habìan celebrado el matrimonio, que ese momenti tenìa que llegar, pero acptarlo èra dificil.

Se acuesta a su lado, sintiendo la cama moverse debajo el peso. Podìa sentir su respiraciòn deseosa y ya advertìa el toque àvido de sus manos.

Le acariciò el cabello, siguiendo por su blanca espalda cubierta del vestido casi tranparente. Su comportamiento era delicado y dulce, pero ella continuava a rechazarlo. Estaba por sentir por primera vez la sensaciòn de un relaciòn carnal con un hombre al quien odia.-Eres hermosa, querida.-

Ella se levantò de golpe, las lagrimas listas para salir de sus ojos color nuez –Ya deje esta falsa, vamos, haga lo que tiene que hacer! hagame suya, estoy aquì por eso- Akane desechò su propia ropa, descubriendose en todo su orgulloso esplendor.

Ranma quedò encantado, completamente atrapado en su dulce seno. De su plano vientre que se alzaba y bajaba jadeante, sus piernas envueltas entre las frescas sàbanas, sus labios rosas.

Apartò algunos mechones de su rostro tenso. Su mano se detuvo en la mejilla escarlata, simbolo de pena.

La besò.

Hubiera querido alejarse, rechazarlo...pero su hipnòtica caricia la obligan a recibir su lengua hùmeda y suave en la cavidad de su boca.

Buscò de acceder màs facilmente a su dulce sabor, haciendola acostar debajo de èl. Sintiendo sobre los labios su perfume, su piel de seda, suspiraba contento...le parecìa de estar con una mujer por primera vez.

Ella, sin timidez, impedida en ese momento apasionado. Dejò que su instinto sea quien la guie, pasò las manos por su espalda, sobre su pecho, le sonrie.

Se estrechò a su espalda, cuando la fuerza viril encontrò su inocente niñez, dejandola sin respiraciòn.

Lo sentìa gustoso...el pequeño y agudo dolor abriò paso al grande e impensable gozo que animaba sus labios, que gemian y estaban acalorados, hinchados y llenos de besos por parte de èl.

Sale de ella, y no se tratiene màs.

Sus lagos castaños revelaron los torrentes que cubrieron su rostro. Habìa resistido demaciado...y ahora desahogaba su sufrimiento convivencia con ese hombre...a quien ahora le pertenecìa.

Ranma tocò su espalda con los dedos –Se lo pido...no me toque...le ruego-

Quedò a observar su perfil hipante, advirtiendo un sentido de vergüenza que le sujetaba el corazòn.

Su lujuria fue satisfecha...y su honor? Su buena fè?...Akane se durmiò con lagrimas que bañaban la almohada. Ranma la cubre, besandole la frente –Perdoname- Que es lo que sentìa ella?..en que cosa se convertiràn juntos?...

Continuarà...

Bueno aquì el primer capitulo de este fic traducido, bueno son 2 cap. Pero como eran muy cortos decidì poner 2 como 1 xD.

Espero les haya gustado este fic de MarySaeba92. He pensado en traducirlo para que ustedes tambièn lo lean en este idioma ya que el fic original està en italiano.

PD: Tendrìa que estar siguiendo con otro fic que tengo, pero hasta que vengan las ideas, traducirè este xD

Ranje.