¡hola!¡soy Andromedaaiorossayita! Otra vez, bienvenidos a mi saga de saint seya este es el primero de unos cuantos trabajos por allí vendrá otro fic llamado simplemente "mi saga de Poseidón" lo que debió haber pasado en lugar de lo que pasó ¡tranquilos!¡no mataré la trama de Kurumada allí! Solo haré el cambio de guerreros, los de bronce por los de oro respetando para poder pasar al hades (en mi opinión, esa guerra la debieron haber peleado los dorados) así que espérenlo con ancias…bueno…con las ancias de las que espero que sean capaces mis followers.

Todo pertenece al gran Masami Kurumada, yo solo lo uso para entretenerme y lo que no conozcan ¡es mío!.

¡ah!otra cosa! En mi universo de saint seya las constelaciones tienen 2 partes, es decir, la misma constelación tiene una armadur masculina (la ya conocida) y una femenina (como las armaduras de las amazonas pero adaptadas a su respectivo signo) y ellas son encargadas de otras cosas que iré desarrollando en el fic.

Y siguiendo la cuestión de la frase de Misao: "aceptaré sus críticas en cuanto sean civilizadas y constructivas!

¡que lo disfruten!

29 de agosto: es sorprendente como el tiempo pasa, ya tengo que irme de mi amado Yamir otra vez, que fastidio, si no fuera porque tengo que cuidar de la futura reencarnación de Athena, francamente me quedaría en el pueblo un poco mas, mis amigos del pueblo me han preguntado sobre mi viaje, he alegado que mi padre desea darme una mejor educación –cielos, el auto ya llega y yo, no quiero ira Grecia, dejaré a mi querida Yun, esto tiene que ser una pesadilla. De repente oigo, alo lejos a alguien que me llama –Mu, Mu Arian. Llamó mi padre por segunda vez, suspiré resignado mientras me incorporaba, miré con resignación mi amada torre mientras pensaba en el amor que había dejado, iría lejos, para que retardar el momento, caminé lentamente y crucé la cerca, miré el auto en el medio del puente, mi padre me apresuró adentro suspiré y resignado me introduje dentro del auto, miré mi añorada torre por última vez, quien sabe cuando regresaría allí, pero, esperaba fuera pronto.

Miro a Canon que alegremente ojea una revista de autos, me parece que está jugando a ser el chico interesante otra vez, eso hace cuando nuestra prima Saldery viene de visita, su voz me distrajo de mis reflexiones –Saga, Saga, otra vez estás pensando en eso. –no puedo evitarlo Canon, no me agrada la idea de comenzar otro año. Canon se paró de la silla y rió, eso era señal de que el no estava preocupado, según el, nadie debería estarlo, menos nosotros que éramos los chicos mas populares del colegio, lo miré no sin antes reprender esa actitud - ¡oh Saga! dijo divertido –no me digas que te preocupa que lleguen tus queridos compañeros novatos. En realidad no, lo que me preocupa es lo inflada que está tu cabezota. Canon rió algo entusiasmado –tómatelo con calma hermano, después de todo, tu ya sabes tu destino. –no es por eso Canon, es porque no creo que se necesiten mas caballeros dorados de los que ya estamos. Canon se hechó a reír –ten calma hermano, quizás, descubras que si hacen falta y además, tenemos que tener amigos. Vufé, no es que los amigos no me parecieran importantes, sinó es que Athena ocupaba mis prioridades enteras,no había pensado en ese tema, solo quería servirle, darme por entero a ella, solo - ¡Saga!¡corre!¡Amaranta y Minerva nos esperan!¡y tu!¡estás sentado allí como un idiota! Resignadamente, me incorporé de la silla dejando mi diario ala mitad, el viento pasó las páginas y esta se perdió entre las blancas, parecía borrar un pasado para reescribirlo con un gran futuro.

Shura estaba sentado en la plaza de las palomas, labrisa agitó su cabello –he tío, mira para acá. –he Aurora,que bueno verte. Se paró del banco –he Shura, que alergía verte por estos lares, tu madre me ha dicho que has estado empacando ¿ya te vas a ir a Grecia? –me temo que si. Respondió sin mucho ánimo –o Shura, no quisieras que te vayas pero la buena noticia es, que no te irás solo ¿recuerdas a mi prima Shaleska? –claro, la que vive en Barcelona, como no recordarla, fue el mejor verano de mi vida. –fue este verano. Reclamó –vale, vale. Dijo Shura animadamente –ha sido escojida para representar la parte femenina de una constelación, no se de cual todavía. –que emocionante. Dijo Shura animado –así que te la encontrarás allí. –si, cuando regrese seré el caballero de Capricórnio. –estoy segura de que serás un gran caballero. Dijo Aurora animadamente –espero lograrlo. Dijo Shura mientras ella reía –ven Shura, vamos a tomar un helado. –vale, vamos por el helado. Dijo y ambos riendo, se alejaron de la plaza.

¡hermano!¡por última vez!¡no me harás ir! –Aiória, no hagas que mi paciencia se pierda. - ¡pero hermano!¡no quiero entrenar! Aióros suspiró resignado, era lógico que las vacaciones en Aruba huvieran hecho de Aiória el vago mas encantador de toda la isla, pues se la pasó con mas chicas de las que Aióros pudiera recordar –padre. Llamó, su padre (la copia fiel de Aiória) bajó tarareando con una franela playera –Aiória, no quiere cumplir sus obligaciones de aprendiz. - ¡papá!¡dile que es demasiado pronto! Gritó Aiória por toda respuesta, su padre lo miró sonriente y dijo:

-bueno hijo, ya que no quieres mi armadura, tendré que decirle a Todd, que la gane. - ¡a ese mequetrefe ruso!¡ni en pesadillas!¡papá!¡parece nasi! –los nasis son de alemánia. Dijo Aióros entre dientes claramente molesto por el comentario inoportuno de su hermano, su padre sonrió –Aiória, no quiero que seas un racista idiota ¿me has oído? –pero padre. Protestó Aiória enérgicamente –hijo mío, tu naciste para ser caballero por tu corazón noble, no dejes que se mancille por esos sentimientos, las personas malas de esa nación, han pagado sus maldades, nuestra sabia diosa se ha encargado de ello, por eso, tu debes amarlas a todas, porque sinó, no podrás proteger con ella este sagrado mundo. –además Aiória, no todos son malos. Dijo su hermano orgulloso por las palabras de su padre que sacudieron a Aiória –de acuerdo papá, empezaremos mañana. Su padre sonrió y se alejó canturreando –al fin, alguien pone algo de diversión. Dijo Aióros mientras salía a respirar el aire fresco, vió alos gemelos salir al lado de las chicas –vaya. Dijo, Sagha volteó a mirarlo –no es lo que piensas. - ¿ha no? Entonces lo que dijo María y Alfredo eran patrañas. Canon se rió mientras su hermano y Minerva se ruborizaban –Aióros, pero tu. –yo jamás he hecho lo que tu hiciste en el vaño. - ¡deja de ventilar eso! Rugió Saga –seguro, pero solo lo haré si me aceptan en su grupo. - ¿Qué esperas? Le preguntó Canon, Aióros sonrió y salió –vamos al cine, quizás, haya algo interesante para ver. –estoy de acuerdo. Dijo Saga que se adelantó - ¡descuida Saga!¡tu perfecto historial no se manchará por ese beso robado en el baño de las chicas! Saga miró a Canon - ¡me las vas a pagar!¡grandísimo invécil! Canon salió corriendo mientras Aióros y las chicas suspiraban –andando señoritas. Dijo, ellas rieron y los 3 siguieron atentamente alos gemelos que se perdieron por la calle principal en una carrera frenética.

Camus miraba con la mirada empañada, el cartel que anunciaba su vuelo a Grecia, su padre, había peleado con el y las palabras que le dijo, lo hirieron como un cuchillo clavado en el centro del corazón - ¡estoy avergonzado de ti!¡te convertirás en un asesino!¡no te importa dejarnos!¡saviendo que eres el que tiene que procurar substento ala casa!¡maldita perra griega!Camus por primera vez, le había levantado la mano a su padre, sea lo que fuere, jamás lo había hecho pero meterse con ella, con ella, a pesar de que la promesa hecha ala diosa por la recuperación de su madre fue cumplida, su padre no lo entendía ¿Por qué el?¿por que siempre el?¿que acaso sus hermanos no podían colaborarle? Claro, ellos si tenían derecho a hacer sus vidas, no mas, miró una foto de la familia, su hermana Giselle, súper modelo y su hermano Fransois, dueño de la mas grande cadena de comida francesa de Europa, ellos se habían olvidado de sus padres, porqué tenía que quedarse el, no entendía su padre que eso era una promesa que tenía que cumplir, el no se iba a atar a cuidarlo, si no hubiera regresado jamás, hubiera podido llevarse a su madre, ahora, le tocaba dejarla con ese infeliz, con el mismo infeliz que la había hecho llorar tantas noches atrás, con ese mismo, que había sido capaz de humillarla, de golpearla yde pisotearla, los recuerdos acudieron a el llenándo sus ojos de silenciosas lágrimas que salían sin contról, se las secó y aplacó la frecuéncia de sus respiraciones, justo cuando el alta voz anunciaba su vuelo –voy a encontrar mi destino ¡voy a encontrarte Athena! Dijo para si mientras se incorporaba y se dirigía ala fila –adiós, amada Francia, espero regresar a ti, siendo todo un hombre de bien y hombre de Athena. Dijo y hechándole un último vistazo al aeropuerto, se dirigió al avión que lo llevaría a su destino.

En una escuela de Sanba, un corpulento chico bailaba artísticamente - ¡Aldebarán!¡Aldebarán! llamó una chica - ¿Qué pasa Izaura? Preguntó el llegando hasta ella –te ha llegado, por fin te ha llegado. Dijo ella alegremente abrazándolo –oh, es el boleto del santuario. –si hermano. Dijo sonriente, el lo tomó y la levantó, ella era tan liviana como una pluma y tan delicada como una flor de liz –hermano, estoy tan orgullosa de ti ¡por fin podrás seguir a nuestro abuelo! Aldebarán asintió –te prometo que cuando me convierta en caballero, te irás conmigo. –te esperaré aquí hermano. Dijo ella y sonrió –hermano, no olvides que esta siempre será tu tierra. –jamás lo haré, mi amada hermana, vamos por una caipiriña. - ¡pero hermano! –no le digas nada a mamá. Dijo guiñándole el ojo –de acuerdo. Dijo ella y sonrió alegremente mientras salían de la escuela de samba.

Un chico sentado ala orilla de la playa, miraba el mar, le parecía haber visto algo –Milo, Milo, Milooooooooooooooooooo. –ha, hola Kaera. - ¿estás pensando en ese sueño otra vez? Milo asintió sin mirarla –no se por que te estás martirizando amigo mío. Dijo Kaera –ya sabes lo que es. –lo se, pero, me encantaría poder saber cuando se dará. –quizás pronto Milo. Dijo ella y rió pesarosamente, el se dio la vuelta para mirarla –me voy a Palestina. Dijo ella sin rodeos pues, el era su mejor amigo y nada mejor que contárselo a el, abrió sus ojos sorprendido - ¿Cómo? Preguntó –así como lo oyes. Respondió ella llorando de repente, el la miró mas asombrado y le puso la mano en el hombro –tus padres quieren separarte de Artemis. –solo por que el no es islámico, parece que ya me consiguieron marido. –espero que no. Dijo el nerviosamente –porque eres demasiado joven para casarte. –lo se, ni siquiera querían que hablara contigo Milo. - ¿Qué? –dicen que eres, mala infuéncia, por creer en una blasfema. Milo se paró y la miró fríamente –yo no creo eso de la señora Athena. Dijo la chica mientras buscaba en los azules ojos de Milo, la tranquilidad que el mar quería brindar –yo se, que ella es la encargada de proteger este mundo, pero nadie mas lo comprende, oh Milo. Dijo estallando, el confundido no sabía que hacer, cuando de repente, alguien llamó a Kaera - ¡oh por favor Alí!¡no le digas a nuestro padre! Zollozó Kaera destrozada –no le diré Kaera, pero tenemos que irnos, nos esperan. Ella asintió y se paró –hasta pronto Milo. –hasta siempre Kaera. Dijo Milo mientras la miraba alejarse en compañía de su hermano –hasta siempre. Susurró y se metió en las frías aguas para aliviar su extenso dolor, Kaera, fue la chica que le enseñó que las religiones no importan, solo importa la amistad y el cariño entre los hombres.

Un niño rubio estaba parado tras una cerca de lindos maderos, su madre, lo miraba desde allí –Shaka, hijo. –madre. Dijo el dándose la vuelta, su madre, mujer de largo cabello del mismo tono del suyo y ojos esmeraldas, lo miraba amorosamente, el le sonrió –madre, sabes tan vien como yo. –Shaka querido, se lo que tienes que hacer, no se te olvide que soy sacerdotiza de Athena, hijo mío. –madre, yo se que tuya es la armadura del buho sagrado de Athena, insígnea de la sabiduría, me has advertido de que debo cuidarme de la soledad que puedan ocasionar seres tan perversos como Eris y Ares, madre. –Shaka, se que mi querido amigo, el patriarca, hará todo correctamente, solo procura ser bueno y disfrutar del amor, mientras te dure. - ¿madre? Ella sonrió y negó –todo a su momento, sabio aprendíz de Virgo, te amo. El se dio la vuelta para mirarla salir, ella salió con su maleta detrás –Shaka, hijo mío, se que enaltecerás tu casa y has comprendido todo lo que te he querido transmitir, no pido mas que siempre sonrías. El asintió mientras caminaban ala estación de trenes –te acompañaría a Grecia, pero, mi deber es quedarme aquí, lo sabes hijo mío, debo quedarme aquí. El asintió mientras ella lo miraba –te adoro, sabes que te adoro, confía en tu don, en el poder que sabes que tienes y recuerda, que tu padre está esperando por ti. –madre, yo no se porque el se fue, madre, ahora que me voy, es tiempo que me lo digas. –cariño. Dijo ella mirándolo en frente de la estación –como bien sabes, tu padre es la parte masculina de mi constelación, eso quiere decir, que si a mi me llegase a pasar algo, el tendría el sagrado deber de cuidar el… - ¿madre? –Shaka, no me pidas que te lo diga. –madre, necesito, quiero. –Shaka, todo a su tiempo, te lo prometo. –madre, no entiendo porque el se fue hace un año. –querido, tu padre se fue hace un año, para procurar que lo que está pasando, ocurra. –madre, tu tienes que decirme. Ella sonrió y negó –tu maestro lo hará por mi pero, lo único que puedo decirte, es que 12 estrellas están destinadas a unirse y reunirse. el asintió –espero que sepas lo que haces, MADRE. –claro que lo se hijo, sinó no te mandaría tan lejos de casa. –mamá. Que Shaka le hubiera dicho, después de los 7 años, mamá, era señal de que estaba asustado –Shaka Andrew, se lo que hago, y tu también tienes que saber lo que haces, ya que es importante, sumamente importante que siempre tengas clara tu misión. –si madre. Dijo mientras suspiraba –estoy segura de que podrás, recuerda, este tren te llevará al aeropuerto, allí, tienes que buscar la aerolínea que indica el billete, al llegar a Grecia, te estará esperando Ailein de Ofiuco, hasle caso, recuerda, que ella es tu madrina Shaka. –si madre. El tren se asomaba por el andén –te amo tesoro. Dijo ella dándole la maleta, 2 besos y un fuerte abrazo –te amo mas que nada. Dijo mientras el se montaba en el tren, lloraba mientras contemplaba a su hijo llorar desde la ventanilla –te amo Shaka, cuídate, hijo. Dijo mientras el tren se perdía en la distancia, de repente, una sombra la rodeó –así que has mandado a tu retoño lejos. Dijo una voz de rana aterradora –no podrás infestar a Shaka, Irión del odio. –no me detendrás, Amile de Lechuza. –eso lo veremos ¡bandada de lechuzas! -Tu diosa te ha abandonado. Dijo el riendo –ten esto ¡jardín del odio! Ella saltó para repelerlo - ¡plumas cortantes! - ¿eso es lo mejor que tienes? Mujer ¡no me haces ni cosquillas! Ella rió –no lo creo. El se miró, todo su cuerpo, tenía cortaduras grandes y comenzaba a sangrar profusamente –maldita santa de la lechuza, tienes suerte de ser el pajarito de Athena, te dejará tal como dejó a Deilión de Sagitario, después de que le salvase la vida, para ella poder destruir a Hades y después, de ser feliz con Ashcón de Virgo, regresar al Olimpo. –podrás decir lo que quieras, pero al final, todo será regresado ala normalidad ¡cortina de plumas doradas! Una cortina comenzó a aprisionar al santo del odio, que luchaba por liberarse –maldita mujer, ya has podido conmigo pero ahora, yo ¡yo tengo la ventaja sobre tí!¡porque conozco todas tus técnicas!¡espina del rencor! Una espina roja, emergió de la mano del santo del odio, y traspasó la dorada armadura de Amile de Lechuza que cayó inmediatamente –hijo mío, ya he cunplido mi misión, he mostrado donde estaban ustedes, 12 hermanos, 12 ángeles, 12 amigos y ahora, podré regresar al Sangard en paz, para cuidar el alma de mi señora Athena de los ataques de los dioses malignos, preservarla de todo peligro espiritual, es mi misión y lo he logrado. Cerró sus ojos, no sin antes dejar caer una lágrima - ¿madre? Preguntó Shaka al sentir la cosmoenergía que lo arrullaba - ¡madre! Gritó desesperado.

La capilla de San Pietro lucía magnífica en esa noche de verano, dentro de poco, comenzaría el otoño y un chico moreno, estaba sentado solitario en la última grada de la iglesia –un cosmos ha caído. Se dijo para si –la lechuza se ha ido. Una niña se acercó –Máscara, hermano. –Cibel. –hermano, tengo que decirte algo. –ya sentí el cosmos de la lechuza caer y alzar el vuelo, al lugar donde se cuidan las almas. –no, no es eso hermano. Dijo ella y rió –no quiero que te vayas. Lo abrazó, el la soltó para mirarla ala cara fijamente –sabes que tengo que irme, si lo hago, el santuario proveerá a nuestra familia de una veca, no puedo renunciar. –hermano, he leído tu carta astral. –deja de hacer esas cosas. Dijo el molesto –se hermano, que no quieres que lo haga, pero para mi es necesario ya que te amo. El la miró y la tomó de la mano –yo también. Dijo en un susurro –porque te amo, lo hago, quiero que dejemos atrás a nuestro padre. –si el te ve aquí, te golpeará. Dijo ella –lo se, por eso he decidido tomar un vuelo nocturno a Grecia, promete que estarás bien. –te lo juro hermano. Dijo ella y sonrió, el hizo lo mismo, se paró y se fue –yo, la marina de la almeja, te lo promete. –Cibel. La llamó, ella se dio la vuelta –yo se, que eres marina, se también cual es tu deber. –hermano. Dijo ella asombrada, el sonrió –te pido que no te dejes matar hasta que haya obtenido mi armadura. Ella asintió y sonrió –te acompañaré al aeropuerto. El asintió y sonrió, la tomó de la mano y salieron juntos de la capilla.

Afrodita, miraba las rosas en compañía de su padre, quien parecía entusiasmado por algo, lo miró fijamente –este será tu legado de ahora en adelante, Afrodita. El asintió y sonrió –confío en que puedas seguir mis pasos. –padre, que malo que solo 3 armaduras hayan quedado en manos de los antiguos caballeros. –creo que te conté esa historia, en fin, te la repetiré, 2 de ellas, ya tenían sucesor, puesto que los caballeros de Leo y Piscis habían dejado sucesores con unas mujeres agenas al santuario, mientras que el de Aries, procuró su dinastía después para poder tener la armadura fija en su especie nata. –entiendo padre. Dijo el niño mientras miraba el lento desojar de una rosa –por eso es que desde hace 250 años, el niño interrumpió a su padre –nuestra familia tiene en su poder la caja con la armadura de piscis, ya lo se padre. –por eso, viajarémos al santuario, yo te entrenaré. - ¡quequé!gritó el pequeño Afrodita –no hagas tanto drama. Dijo su padre –después de todo, nadie mejor que yo para entrenarte. –si padre. Dijo Afrodita resignado –solo espero que me dejes conocer chicas. –lo harás. Dijo su padre, el chico se paró y lo siguió tristemente por la sala –alista todo, partimos esta noche. –pero apenas es 29 de agosto. –no te quejes. Dijo su padre –tienes que llegar temprano, para que puedas aclimatarte a todo. El chico asintió y tras suspirar, sonrió –tienes razón, padre. Dijo y se dirigió a su cuarto a empacar.