Hey!
Primero les quiero dar la bienvenida a esta nueva historia y pedirles paciencia porque hay muchos detalles y cada uno es importante así que presten atención a la lectura no se desesperen porque todo tiene un motivo y conforme avance la historia lo irán descubriendo, segundo quiero darles las gracias por leer he disfrutado mucho escribiendo y sin lugar a dudas es una historia tierna, llena de momentos importantes y sobre todo de un mensaje que de a poco lo irán descubriendo.
También aprovecho para darles las gracias por los mensajes que me han llegado se que disfrutaron de mi anterior historia y eso me hace muy feliz :')
Disfruten, sonrían y sean felices
Att: Caro
no se olviden de comentar y muchas gracias!
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A los 5 le dejo su primera cicatriz
A los 13 la vio aparecer en su salón de clases.
A los 15 comprendió lo que era un corazón roto.
A los 18 se convirtió en su compañera de dormitorio
A los 21 entendió lo que es perderse a uno mismo
Aun ahora ella no entiende en que momento fue en el que se enamoró perdidamente de aquella niña ahora convertida en toda una mujer, quizás fue el mismo día que la conoció pero no lo quiere aceptar ya después que de todo son amigas o algo así.
¿Serias capaz de enumerar los momentos cruciales en tu vida?
1: Nuestro Comienzo
Lima, Ohio
Rachel Berry, 5 años.
Lucy Quinn Fabray, 6 años.
La vida está llena de momentos cruciales que no son más que puntos en los cuales todo a nuestro alrededor cambia ya sea para bien o para mal, esos momentos se convierten en parte esencial de nuestra historia y si de algo podemos estar seguros es que marcaran un antes y un después en nuestra forma de ver las cosas, es por eso que son tan importantes en la vida de cualquier persona, no todos los vivimos de la misma forma ni compartimos las mismas experiencias, esta es la historia de cómo esos momentos cruciales cambiaron la vida de dos chicas para siempre.
Rachel Barbra Berry caminaba junto a su padre hacia su primer día de clases, estaba emocionada ya que su papá le había comentado que tendría nuevos amigos para jugar y que las clases serian divertidas, pero obviamente sentía miedo, no quería alejarse de sus padres ya que estaba muy acostumbrada a pasar en casa con sus juguetes y sus cosas la pequeña no había ido a la guardería así que esa sería su primera experiencia lejos de casa, como le decía su papá era momento de comenzar una nueva etapa. Su padre la inscribió en la escuela que quedaba cerca de su casa lo que haría más fácil sobrellevar el cambio, además le había contado que la escuela no era mala, que iba a aprender cosas y sobre todo iba a hacer nuevos amigos.
-Papi – dijo antes de entrar al salón de clases - ¿Estás seguro de que será divertido?
-Cariño te aseguro que la pasaras bien, además todos los niños aquí están igual de nerviosos así que tranquila solo se tu misma y diviértete.
-Pero papi ¿qué pasa si no les agrado?
Rachel sentía un miedo muy común, el miedo a no encajar, ese miedo a sentirte fuera de lugar y cuando eres pequeño ese miedo se agudiza. No sabes si vas a sentirte cómoda rodeada de gente que no conoces ni tampoco entiendes porque no les agradas o simplemente no encajas. La pequeña no tenía muchos amigos de su edad por lo que esa sería la primera vez que estaría cerca de tantos niños.
-Bueno en ese caso ellos se pierden la increíble oportunidad de conocer a una niña hermosa como tu mi amor.
-Está bien, pero ahora ya soy una niña grande papi - decía orgullosa, así era Rachel de a poco iba aprendiendo lo que significaba crecer.
-Lo eres amor – la miro sonriente - ahora ve – señalo el salón de clases en donde los niños entraban – es hora Rach, vendré por ti en unas cuantas horas. Cuídate mucho amor.
-Te quiero papi – se acercó y le dio un beso en la mejilla – nos vemos luego.
-Hey amor – le dijo su papá antes de que se marchara – ¿recuerdas lo que siempre te digo?
-Que la vida es más bonita si sonreímos si lo se papi – sonrió Rachel y se despidió de su papá. Sujeto su mochila y un tanto nerviosa entro al salón de clases, los niños corrían por todos lados y había juguetes tirados en cualquier lugar además una infinidad de carteles con los nombres de las frutas o las letras del abecedario adornaban las paredes.
-Hola – la saludo amablemente – soy la maestra me llamo Verónica pero puedes decirme Vero – le sonrió agachándose para estar a la altura de la pequeña niña.
-Yo soy Rachel Barbra Berry – sonrió.
-Hola Rach bienvenida – tomo de su mano y le pidió a todos los niños que tomaran asiento – bueno chicos bienvenidos a su primer día de escuela les aseguro que nos vamos a divertir y también vamos a aprender muchas cosas.
La maestra comenzó a escribir algo en el pizarrón y escucho que alguien golpeaba la puerta inmediatamente todos los niños miraron hacia dónde provenía el ruido para ver de quien se trataba.
-Adelante – dijo y una chica un tanto apurada entro, se notaba que había corrido por un largo tiempo ya que estaba agotada.
-Vero lo siento mucho pero mi hermana es una lenta – decía tratando de recuperar el aliento – te prometo que no volverá a suceder, ya sabes cómo somos los Fabray, pero que se le va a hacer, es la primera y la ultima de verdad lo siento Vero.
-No te preocupes Frannie – sonrió amablemente – sé que no pasara nuevamente y además Lucy debe estar emocionada por su primer día de clases.
Detrás de ella se escondía una pequeña chica de cabello rubio con una pequeña mochila azul y una lonchera del rey león. Rachel trato de observar mejor a aquella niña pero desde el lugar en donde estaba sentada lo único que podía ver con claridad era su cabello rubio.
-Así es – tomo la mano de la pequeña y le indico que se sentara con los demás niños – te la encargo mucho Vero muchas gracias nuevamente – decía la muchacha saliendo rápidamente del salón
-Está todo bien, no te preocupes ahora si vamos a continuar con la clase – dirigió su mirada hacia el pizarrón.
Rachel se acomodó mejor en su asiento y de esa forma pudo observar de mejor forma a aquella niña con cabello rubio y ojos claros no podía descifrar de qué color exactamente eran pero si de algo estaba segura en aquel momento era que aquella niña era muy linda, la clase continuo y los niños lo disfrutaron Vero se esforzó para que todos participaran y de esa manera la clase fuera más dinámica, Lucy no participo mucho pero Rachel fue una de las niñas que más veces respondió las preguntas que hacia la profesora, finalmente la hora del almuerzo había llegado y Rachel observo el enorme patio lleno de juegos que tenía a su disposición, la escuela tenía un sitio dedicado para los más pequeños de esa manera todos podían divertirse y usar cada uno de los juegos. Rachel se sentó en una mesa un poco alejada a pesar de que los niños habían sido amables con ella prefirió comer sola.
Los primeros días son difíciles ¿Quién no a los ha vivido? Pero es algo por lo que todos deben de pasar, para algunas personas es muy sencillo hacer amigos, a otros les cuesta un poco más, para algunas personas las cosas resultan un poco más sencillas y otros deben esforzarse, pero a final de cuentas las primeras veces nos dejan enseñanzas y lecciones. Si hay algo que se debe tener en claro es que no todos tenemos la facilidad de hacer amigos inmediatamente y eso precisamente era lo que sucedía con Rachel.
Después de un momento Vero noto que la morena estaba un tanto alejado del grupo de niños que se divertía en la resbaladera o jugando con una pelota en el patio, lo mismo sucedía con Lucy así que primero se acercó a la pequeña rubia para preguntarle qué pasaba ya que durante toda la mañana había permanecido muy callada.
-¿Cómo estas Lucy? – se sentó a su lado.
-Aburrida, este lugar es aburrido – respondió un tanto irritada.
-Pues que te parece si jugamos algo...
-Estoy cansada de los juegos – suspiro.
-Está bien – rió - ¿Qué te parece si conversas con alguno de los chicos? Mira parece que todos se están divirtiendo
-Los niños de aquí son asquerosos mi hermana dice que te pasan los piojos si los tocas.
-Oh vamos – sonrió - sé que Frannie puede decir cosas locas pero te aseguro que no te pasan los piojos – reía – los niños no son tan malos pero también hay niñas muy bonitas aquí que te parece ella –dijo señalando a Rachel que comía su emparedado sola a unos cuantos pasos de ella.
-Ella es bonita –dijo Lucy de inmediato – además en clase respondió a todas las preguntas debe ser muy inteligente
-¿Por qué no vas y le preguntas como es que sabe tanto?
-Está bien – dijo confiada y comenzó a caminar hacia ella, Rachel era diferente a todos los niños de ese lugar y Lucy lo noto muy rápidamente, Rachel tenía el cabello castaño y su piel bronceada, usaba un pequeño lazo en su cabello que combinaba con su vestido.
-Hola – dijo Lucy sentándose a su lado - ¿Cómo es que sabes tanto?
-Hola – respondió un tanto confusa - ¿Qué es lo que se?
-Las respuestas de cada pregunta que hace la profe Vero - se sentó a su lado.
-Bueno es que mi papi sabe leerme mucho, por eso yo ya sabía algunas cosas.
-Tu papi debe ser muy inteligente – sonrió - ¿Puedo probar tu emparedado?
-Claro es mantequilla de maní – le ofreció un poco de su emparedado y observo como la pequeña niña rubia lo saboreaba.
-Está buenísimo, mi hermana no sabe prepararme cosas tan ricas dice que siempre le falta tiempo.
-¿Y tus padres? –le pregunto mientras le daba otro mordisco a su emparedado.
-Siempre tienen que trabajar, pero está bien al menos siempre tenemos dinero para comprar golosinas y eso me gusta.
Con muy pocas personas logramos tener una conexión inmediata, es algo que solo sucede no se planea ni mucho menos existen pasos a seguir para conseguir sentir esa conexión, es algo muy natural, espontaneo y de inmediato te sientes a gusto con esa persona, si has tenido la oportunidad de sentirlo sabrás que es una de las mejores sensaciones que alguien pueda experimentar, además es muy difícil encontrar a alguien con quien puedas hablar de cualquier cosa sin aburrirte y compartir tu tiempo con esa persona.
Las niñas continuaron conversando durante todo el recreo al decir verdad el día paso muy rápido para ambas, desde aquel instante comenzaron a ser amigas, la profesora estaba feliz de que ambas se estaban integrando al grupo por lo que permitía que las niñas hicieran siempre sus trabajos en grupo.
Ese fue el día que Rachel y Quinn se conocieron, ese fue el día que quizás marcaria para siempre sus vidas ya que indirecta o directamente sus vidas estarían relacionadas por años, nunca puedes saber cuándo va a suceder, simplemente para y te encuentras en un punto de inflexión en tu vida y puede ser una persona la culpable de cambiar todo para siempre.
El primer mes de clases había terminado y Lucy invito a Rachel a su casa para enseñarle algunas de sus películas favoritas. Las niñas eran muy buenas amigas por lo que la mayor parte de tiempo la pasaban juntas.
-Amo esta película – dijo Lucy señalando hacia el televisor – el rey león es mi película favorita de todos los tiempos.
-Es muy linda me gusta Nala.
-Yo tengo un peluche –se acercó hacia su closet y se lo enseño – mírala es perfecta siempre me acompaña a donde vaya – en efecto era un pequeño peluche de aquel personaje, estaba muy bien cuidado sin ninguna mancha, se notaba que Lucy lo cuidaba mucho
-Está muy bonita yo también tengo peluches – sonrió – me gustan mucho.
Lucy sonrió y le pedio a Rachel que continuaran viendo la película, luego de casi una hora Lucy se dio cuenta de que la pequeña morena se había quedado profundamente dormida en su cama. En ese momento su hermana entro a la habitación para preguntar si querían comer algo.
-Parece que tu amiga estaba un tanto cansada – sonrió al ver a la pequeña profundamente dormida mientras abrazaba el peluche de Nala – Tu nunca le prestas a nadie tus peluches y mírala ahora hasta dejas que duerman con ellos – se rió.
-Rach es especial – dijo sin despegar su vista de la pantalla donde continuaba proyectándose su película favorita.
-¿Muy especial? – Suspiro – oh me alegra mucho que hayas encontrado una mejor amiga.
-A mí también, podemos ser como tú y Vero.
-¿Vero y yo? - le pregunto sorprendida.
Frannie y Vero se habían conocido en los primeros años de Universidad si bien Frannie aún no terminaba de estudiar Vero concluyo sus estudios hacía ya casi dos años, ambas chicas participaban en el club de atletismo de la Universidad por lo que su amistad se fortaleció con el paso del tiempo. Después de casi seis meses de conocerla Frannie entendió que lo que sentía por Vero iba más allá de una simple amistad y le confeso sus sentimientos, ocho meses después ambas les dijeron a sus familias que eran una pareja.
La familia Fabray lo tomo de buena manera y Frannie no tuvo que lidiar con incómodos momentos de hecho todo se dio muy natural, pero explicarle a Lucy que apenas tenía seis años lo que estaba sucediendo fue algo difícil afortunadamente ella entendió la idea de que el amor no se basa en sexos, el amor simplemente se da, sucede la manera más inexplicable y sin previo aviso, al final Lucy comprendió que amor es amor en cualquier forma en que se manifieste.
-Si como ustedes...
-Lucy tu sabes que Vero es mi novia, no solo somos amigas.
-¿Novias? – la miro confundida.
-Ya hablamos de esto hace mucho tiempo boba – sonrió y se sentó al lado de su hermana – yo amo a Vero lo que siento por ella es mucho más profundo que el cariño que sientes por una amiga.
-¿Yo puedo sentir eso por Rachel? – dijo casi susurrando.
-Estas muy pequeña para pensar en esas cosas Lucy, pero tranquila que el tiempo dirá que es lo que tu corazón quiere, no te preocupes disfruta del tiempo con Rachel, ella es una niña divertida así que solo deja que todo siga su camino hermanita – se acercó y beso su frente – llamare a los padres de Rach para que la vengan a ver.
-Está bien – sonrió – eres la mejor hermana del mundo.
-Es un don – se rió – y tranquila Lucy tienes mucho tiempo para saber lo que es el amor.
Los días continuaron pasando mientras Lucy y Rachel continuaban con su amistad después de las clases solían ir a la casa de la otra para hacer sus tareas o simplemente jugar, aquella tarde las niñas estaban en casa de Lucy jugando en su jardín.
-Juguemos a las escondidas – decía Rachel.
-Está bien – dijo emocionada – tus cuentas y yo me escondo.
-Perfecto – la morena cerró sus ojos y comenzó a contar – uno – dijo y Lucy corrió a esconderse detrás de unos arbustos.
Para cuando Rachel termino de contar abrió sus ojos y corrió buscando a su amiga, en un mal movimiento la pequeña tropezó con uno de los juguetes que estaba botado en el jardín cayendo aparatosamente contra el pavimento, el golpe hizo que Rachel comenzara a llorar inconsolablemente en ese momento Lucy corrió rápidamente para ver lo que le había sucedido a su amiga.
-No llores Rach lo siento mucho no quería que te lastimaras
-Duele mucho – decía entre lágrimas.
-Pero no llores por favor – le decía limpiando las lágrimas que caían por su mejilla – todo va a estar bien lo prometo
-Hey niñas que sucedió – llegaba Frannie para ayudarlas - ¿Te duele mucho?
-Si – dijo y volvió a llorar mientras se agarraba su brazo, la caída había provocado un pequeño corte en su brazo así que Frannie tomo a Rach entre sus brazos y la llevo hacia el auto – vamos a ir al hospital para que te den algo así te dejara de doler.
El camino hacia el hospital fue largo y la morena se seguía quejando del dolor, Lucy estaba muy apenada al ver a su amiga en ese estado, de cierta manera se sentía muy culpable por lo que había sucedido. Al llegar los doctores llevaron a Rachel hacia una de las habitaciones para examinarla por lo que Lucy y Frannie tuvieron que quedarse en la sala de espera. La incertidumbre de saber lo que sucedía tenia a la pequeña muy preocupada.
-Ya quita esa cara ella va a estar bien no te preocupes – le decía Frannie mientras abrazaba a su hermana.
-Pero es mi culpa. Ella lloraba mucho no me gusta que llore – dijo abrazando a su hermana.
-Es normal, tú también has llorado ¿Recuerdas aquella vez que te caíste en el parque?
-Si – susurro aferrándose a la chica.
-Bueno lloraste porque te dolía, y está bien llorar Quinn si algo te duele debes llorar en ningún lugar dice que está prohibido hacerlo, tranquila que todo irá bien, sabes que llorar nos hace bien es como liberarnos del dolor que sentimos, de esa manera nos sentimos mejor, Rachel va a estar bien ya lo veras.
Después de unos minutos los padres de Rachel llegaron para ver lo que había sucedido, afortunadamente el golpe no había resultado en una fractura pero si en un pequeño corte en su brazo que afortunadamente no era nada grave tan solo era doloroso.
-Todo está bien chicas quiten esa cara – decía Shelby la mamá de Rachel – no se preocupen porque en unos días volverá a correr y será ese pequeño terremoto que tanto adoro.
-Así es Lucy – llegaba Leroy su padre – Rach está bien, además está preguntando por ti mejor ve a verla – le indico la habitación y la pequeña simplemente asintió y se dirigió hacia ella.
Rachel se encontraba sentada en la camilla, tenía un pequeño parche cubriendo su herida además sus padres le habían traído su pijama para que estuviera más cómoda.
-¿Ya no te duele? – pregunto Lucy cautelosa
-Ya no Lucy – sonrió la morena – ahora ya me siento mejor.
-Perdóname Rach
-¿Por qué me pides perdón?
-Por haberte hecho llorar, no debí pedirte que jugáramos eso, además no debí dejar mis juguetes en el patio, no me gusta que llores.
-Lo hice porque me dolía pero ahora ya estoy mejor, no fue tu culpa.
-Lo fue – susurro.
-Mejor dame un abrazo – le pidió la morena – ven aquí.
-Te prometo que nunca vas a volver a llorar por mi culpa Rach, de verdad lo prometo, solo quiero que sonrías y te diviertas, tú te ríes muy lindo.
-Gracias - le regalo una sonrisa - ¿Promesa? – Sonrió – nunca volveré a llorar por ti Lucy, aunque esta vez no fue tu culpa – recalcó.
-Promesa – dijo volviendo a abrazarla - nunca más Rach.
Y de verdad hubiera querido cumplir esa promesa, lamentablemente no fue así y Rachel lloró por ella más veces de las que hubiera querido, pero cuando unos es más joven promete cosas que no puede cumplir, dice cosas de las cuales no está seguro solo para hacer sentir a alguien mejor, o simplemente promete cosas por ingenuidad, sea como sea una promesa debería ser indestructible y sobre todo debería ser cumplida, aquellas palabras no sirven de nada si se rompe la palabra y es en ese momento, en el que se rompe una promesa entiendes que en la vida lo que sirven son las acciones no las palabras. ¿De los errores se aprende verdad?
Y esa fue la historia de cómo su amistad comenzó y de cómo Lucy le dejo su primera cicatriz, una pequeña marca en su brazo que sería uno de sus tantos recuerdos, sería uno más de los momentos vividos junto a aquella niña de ojos verdes que adoraba ver el Rey León, pero sobre todo adoraba pasar tiempo a su lado, adoraba pasar tiempo junto a Rachel Berry.
Esta es la historia de los errores y aciertos que cometemos a medida que crecemos, es la historia de cómo una persona puede llegar a tu vida y hacer que todo a tu alrededor cambie, es la historia de un amor que comenzó incluso antes de que ellas tuvieran consciencia de lo que estaban haciendo, es la historia de momentos que marcaron su vida, es la historia sobre cómo puedes llegar sentirte perdido, es la historia de una conexión increíble entre dos niñas que no tenían ni idea de lo que el destino les tenía preparado, es la historia de una lucha interna por la felicidad, es la historia de cómo los miedos pueden apoderarse de ti, es una historia de perseverancia en fin es una historia de amor, no una sencilla pero si única.
