Disclaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto.

Aviso: Este fic... iba, a participar en el "Reto: No Homo, bro." del Foro Secreto en el Valle del Fin.

Summary: Naruto nunca ha sentido incomodidad hacia la homosexualidad de Sasuke, es mas, su "amistad" no se dio de una manera normal. Pero las cosas dan un giro inesperado cuando comparten un departamento juntos y sus seguidores en youtube comienzan a shippear algo llamado "NaruSasu".

Advertencias: AU, Yaoi.

Delayed response

-The dense blond haired dobe.

Christmas Special ;-).

Jueves por la tarde en un pequeño café a la vuelta de la universidad. La música era movida pero suave. El volumen ideal para que se llevarán a cabo las conversaciones, y Naruto en especial agradeció esto.

Rodeado por algunos viejos amigos de la secundaria, nuevos conocidos, y personas que nunca había visto en su vida, se sentía cada vez más que atraído a la idea de usar la cámara de su teléfono celular para grabar la ocasión. Probablemente terminaría quedándose sin espacio en su tarjeta de memoria pero no había creído prudente traer consigo la costosa y nueva cámara de video que tanto esfuerzo le había costado conseguir.

Aunque en realidad fue Sakura la que prácticamente le hizo ver —a base de un par de golpes— que debería cuidar más sus cosas, especialmente si se trataba de algo tan valioso que planeaba usar con mucha frecuencia. El rubio ya lo sabía e insistía ser perfectamente capaz de evitar cualquier accidente o pelea que pudiera resultar en la inminente destrucción del objeto en sí, argumento que ganó la pelirrosa al remarcar como Naruto suele volverse más torpe —si no es que idiota— de lo normal al ingerir bebidas alcohólicas.

Y lo último era, en pocas palabras, el plan de esa noche.

—¡Hola a todos!

Varios "hola" provenientes por parte de los demás ocupantes de la mesa no se hicieron esperar. El rubio procuró que el grupo entero estuviera visible por un par de segundos antes de enfocar de nuevo la cámara a su rostro.

—Es veinte de diciembre. Ya falta poco para navidad y no sé si pueda hacer un especial así que ¡Feliz Navidad dattebayo!

—¿Tienes que hacer eso aquí? —El rubio se apresuró en enfocar al dueño de esa voz. Al ser todo improvisado nunca se sabía cuando algo sucedería así que Naruto había tomado como costumbre grabar todo lo que pudiera y eliminar las partes aburridas después—. Pudiste grabar la introducción en tu casa, que problemático.

—¡No seas un aguafiestas, Shikamaru! —Proclamó Ino con gran entusiasmo golpeándolo con demasiada fuerza en la espalda, ganándose así una mirada molesta por parte del genio y vago oficial del grupo. Mirada que tan solo duró un segundo antes de que este encontrara muy problemático permanecer molesto—. ¡Desde hoy somos libres!

Aquella proclamación llamó la atención de los demás presentes en el establecimiento y un grito de júbilo general no se hizo esperar. Naruto soltó una carcajada y volvió a enfocarse a sí mismo en la cámara, una sonrisa zorruna adornando su rostro.

—¡Por fin libres! !¡Llegaron las vacaciones de invierno-ttebayo! Iré a visitar a mis padres así que pueden estar ya esperando un nuevo vlog para año nuevo. —Naruto se detuvo un segundo para mostrarse pensativo—. O tal vez después de año nuevo, depende de cuanto tiempo me demoré editando el video-ttebayo.

Sakura soltó un bufido de exasperación.

—Eso dices todo el tiempo pero siempre terminas haciendo los deberes a un lado para editar tus videos.

—¡Hey! ¡Eso no es cierto Sakura-chan! ¡Soy un hombre responsable-ttebayo!

—¡Pero hay pruebas! —Se incluyó Ino de nuevo en la conversación—. Sé que el último video que subiste lo hiciste y editaste el día anterior a tu exámen de Historia del Derecho. Eso demuestra que te importan más tus seguidores que tu carrera universitaria.

—Honestamente no sé si sentirme orgullosa o enojada con él sobre lo último que acabas de decir Ino. —Expresó la pelirrosa soltando un suspiro y viéndose derrotada ante el incorregible actuar de su mejor amigo.

Naruto abrió su boca para preguntar cómo exactamente Ino podía saber eso solo para terminar cerrándola. A estas alturas había llegado a pensar que la Yamanaka simplemente tenía ojos y oídos por todas partes, cosa que le causaba escalofríos porque si sabía lo que hacía en su habitación ¿existía la posibilidad de que Ino también haya puesto cámaras en su baño?

Definitivamente no quería pensar más en ello.

—¡Tal vez me distraigo un poco pero me va bien en mis clases dattebayo!

—¡Ja! ¡Apuesto a que tiene D en todos sus cursos! —Dijo por primera vez Kiba, quien hasta ese entonces había estado ocupado acercarse no muy sutilmente a Shino, que por su parte tomaba en silencio su café y ignoraba la forma en la que la mano de Kiba se había posado en su muslo. O tal vez no lo ignoraba pero con Shino nadie nunca sabía con seguridad.

—¡Para que sepan tengo una A-ttebayo!

Inmediatamente todos le prestaron atención. Sus expresiones denotaban sorpresa.

—¿En que clase Naruto-kun? —Fue lo que preguntó Hinata con gran curiosidad.

Después de estar todo el tiempo callada y sonriendo de forma nerviosa ante la forma de actuar de los amigos de Naruto, su voz sonó más suave y baja de lo normal. Seguramente no la hubieran escuchado de no ser por el extraño silencio que cayó sobre la mesa.

Como si la expectación y poca fé de sus amigos no fuera suficiente, Naruto ahora sentía sus mejillas colorearse un poco al recordar la presencia de su novia.

Tosió un poco, aclarando su garganta aunque la verdadera razón tenía mucho que ver con la vergüenza.

Y finalmente lo dijo.

—En inglés-ttebayo…

—...Tu creciste aprendiendo inglés Naruto, aún no entiendo por qué escogiste tomar esa clase. —Dijo Sakura negando con la cabeza.

Era cierto, en algún momento de la época rebelde de su madre esta terminó tomando un avión a América. Conoció a un hombre simpático y volvió para darse cuenta que estaba embarazada. Por suerte Minato era… Minato, así que después de contactarse de nuevo con él no se necesitó mucho para convencerlo y casarse. A pesar de las raras circunstancias dignas de una película eran una familia muy feliz y estable.

Así es como Naruto —a diferencia de algunos— siempre ha sido naturalmente rubio, poseyendo un aire a su alrededor que lo hacía ver como un extranjero sin realmente serlo. Tal vez por eso normalmente se encuentra siendo el objeto de atención del sexo femenino en su ciudad natal. Desgraciadamente ese efecto bajaba considerablemente en la universidad, donde actualmente existían verdaderos extranjeros. Un ejemplo muy claro es Ino.

Es por eso que muchas veces se preguntaba ¿Qué veía Hinata en él? Claramente tenía muchos otros pretendientes pero lo terminó escogiendolo a él. Quién sólo se había acercado a ella el primer día para preguntarle si sabía como llegar a la clase de matemáticas de las ocho, había sido una gran coincidencia el que compartieran esa misma clase.

—Necesitaba los créditos extra-ttebayo. —Respondió a la clara pregunta de Sakura sobre su clase de inglés—. ¡Pero esto no se trata de mis notas! Eliminaré esta parte del video dattebayo.

—Eso es sucio Naruto, tus seguidores merecen saberlo. —Se quejó Ino con un puchero pero eventualmente dejó el tema pasar para cuando cada uno comenzó a contar sus respectivos planes para el corto feriado. Naruto terminó cortando el video en este punto.

Al comienzo del semestre se había sentido muy nervioso, pero no se encontraba solo, tenía a Kiba y a Sakura.

Kiba se había decidido por seguir el negocio familiar y ser veterinario, mientras Sakura llevaba un par de años con la idea de ser doctora gracias a una convención de cuerpos humanos que a Naruto le causó pesadillas. Fue en una clase de química en la que Sakura conoció a Shino, un chico algo callado pero muy inteligente que sigue Biotecnología. Kiba y él no tardaron en hacerse amigos, aunque al parecer una cosa llevó a la otra y ahora son más que solo simples amigos.

Por otro lado estaba el grupo de Chouji, Ino y Shikamaru. Chouji es el mejor amigo de la infancia de Shikamaru, mientras que Ino conoció a Shikamaru gracias a uno de los viajes de negocios de su padre. Los tres planearon entrar a la misma universidad y se unieron al grupo de Naruto cuando Ino chocó con Sakura por casualidad en uno de los pasillos de la universidad. Las dos no se llevaron bien al principio, cosa no muy extraña cuando Ino hizo que Sakura dejara caer por error su proyecto para la clase de química. La rubia se disculpó y invitó a la pelirrosa un café como ofrenda de paz. Desde ese entonces han sido un par inseparable.

Había sido un día pesado pero emocionante a la vez. Pesado por la entrega de las notas finales, y emocionante por el comienzo de las vacaciones pero el tiempo pasó volando. Y al caer la noche las cosas no hicieron más que calentarse, a pesar que el clima nevado en el exterior demostraba todo lo contrario. Ese pensamiento hizo que Naruto ampliará aún más su sonrisa cuando el grupo dejó atrás la tranquilidad de la cafetería a favor de uno de los clubs nocturnos más concurridos de la zona.

Normalmente entrar sería difícil con tanta gente pero ese día el lugar no se encontraba tan lleno como siempre. La gran mayoría de estudiantes preferían irse con sus familias al apenas escuchar sus notas, como el ausente de Chouji. Quien había mencionado algo sobre no querer perderse la cena de esa noche.

Tembló ligeramente, sus mejillas coloreandose aún más debido al frío y el alcohol recientemente ingerido. Había pasado ya un buen tiempo en la pista de baile y tuvo que excusarse para ir al baño. Desgraciadamente no venía muy seguido como para conocer el lugar, sumado a eso el efecto de las bebidas hizo que ahora se encontrará en un callejón detrás del establecimiento.

Regresó sobre sus pasos hacia la puerta por la que salió pero esta no cedió en sus intentos. Seguramente era del tipo de puertas que solo se abren desde adentro, y el pensamiento no hizo que se sintiera mejor porque, ¿Cómo se supone que regresaría? Había dejado su abrigo y guantes adentro.

—Oye, ¿Tienes un encendedor?

Escuchar la voz de alguien más lo sobresaltó, sinceramente esperaba ser el único ahí. A pesar de ser un callejón algo oscuro y solitario —una voz muy en el fondo de su mente comentó algo sobre "el lugar perfecto para un asesinato"— no parecía ser muy diferente a una zona de fumadores gracias a las colillas que se podían ver en el suelo.

—Ah, sí claro.

Le tomó un par de segundos recordar dónde lo había puesto —no era suyo, tan solo se lo había confiscado en secreto a Sakura— y cuando lo encontró en el bolsillo de sus jeans no demoró en pasárselo al extraño.

Olvidándose de su problema con la puerta se centró en la apariencia del hombre que, bueno, ahora que lo veía mejor con la luz del encendedor era muy joven, tal vez de su misma edad. Con cabellos negros y ojos del mismo color, parecía ser todo lo contrario a su persona con esa ropa oscura y el piercing en la comisura de los labios.

Kushina siempre le decía que no debería hablar con extraños y si estos lo molestaban no estaba mal repartir algunos cuantos golpes —madre violenta y algo sobreprotectora—, Sakura no era tan estricta pero definitivamente no aprobaría el que hablara con un desconocido en medio de un callejón oscuro y sin ningún testigo en los alrededores.

¿Pero Naruto hacía caso a lo que le decían?

Era fácil saber la respuesta.

—¿Sabes como puedo entrar-ttebayo? —Preguntó haciendo un leve gesto hacia la puerta, tropezando un poco con sus palabras. Pero aún se encontraba consciente de lo que hacía así que claramente no estaba borracho, nótese el sarcasmo.

Le pareció ver que el desconocido rodó sus ojos en un gesto de aburrimiento pero descartó la idea como un efecto de la luz.

¿A que luz se refiere? Ni él mismo lo sabía.

—No se puede abrir desde aquí, debes de dar la vuelta e ir por la entrada principal.

—Pero esta lejos, y hace frío-ttebayo… —Se quejó haciendo un puchero y abrazándose a sí mismo.

—¿Crees que me importa?

—Solo porque tienes un abrigo y no terminaras muerto de frío como una paleta helada no significa que debes de comportarte como un bastardo-ttebayo.

—…

—…

—…

—...No me ignores-ttebayo.

Normalmente no tenía dificultad haciendo amigos. Naruto era del tipo de personas que te transmitían confianza y te alentaban a verle el lado positivo de la vida. Sakura lo sabía, después de pasar por encima de la molestia que le causaba la bola de energía naranja encontró en él un buen amigo. Kiba también, el rubio lo aceptaba tal y como era, no sintiéndose intimidado por su homosexualidad.

—¿Y qué quieres que haga idiota? ¿Que tengamos sexo para entrar en calor? —El sarcasmo era muy palpable en las palabras del desconocido.

Tal vez fue el que estuviera acostumbrado a las bromas con ligeras insinuaciones homo de Kiba, el que se encontrara borracho o simplemente su hábito de llevarle la contraria a las personas. Sea cual fuere la razón nada cambiaba el hecho que, de un momento a otro, Naruto acorralara al pelinegro entre su cuerpo y la pared fría del callejón. Los ojos onix enormemente abiertos y devolviéndole una mirada llena de sorpresa.

Fijándose en la pálida oreja del extraño acercó un poco más su rostro para susurrar.

—Sería divertido ¿no?

Si Sakura estuviera aquí seguramente lo jalaría de la oreja para alejarlo, luego se disculparía por las acciones del idiota de su amigo antes de darle una paliza y enumerar las razones de porqué no debería acosar sexualmente a desconocidos —aunque este desconocido haya sido el primero en insinuar la situación.

Pero se encontraban solos, y le llenó de satisfacción sentir el leve temblor del cuerpo ajeno, como si hubiera ganado algo sin saber exactamente el qué.

Fue entonces que un viento frío arrasó el lugar.

— ¡Achu!

Y así los papeles se invirtieron. Ahora el que se encontraba temblando era Naruto, quien terminó escondiendo su rostro en el hueco entre el cuello y hombro del pelinegro. Agarrándose del abrigo ajeno con ambas manos en un terrible intento para protegerse del frío. Un silencio incómodo cayó sobre el callejón, pero ninguno se movió de su sitio.

—Hiciste que soltara mi cigarrillo. —Fue lo primero que comentó su víctima y el rubio no pudo evitar soltar una risa, tanto por la rareza de lo que acaba de pasar y por haber pensado en el pobre chico como su víctima. Víctima de su borrachera definitivamente, si es que acaso eso tenía sentido. Pero ya comenzaba a sentir como lentamente el efecto del alcohol pasaba y un ligero dolor de cabeza se instalaba en su lugar. Tampoco había bebido tanto esa noche.

—Te compraré una cajetilla nueva-ttebayo.

—Era un cigarrillo Treasurer.

—¿Un qué?

—Treasurer, me costaron cien dolares.

—¿Quién paga cien dólares por una caja de cigarros-ttebayo?

—Alguien con gusto.

De nuevo pasó el viento, más helado que el anterior y Naruto tan solo pudo tratar de reducir aún más la ya inexistente distancia entre ambos.

—De todas maneras te compraré uno-ttebayo. —No la caja completa, tal vez pueda encontrar algún lugar en el que vendan por unidades. Era lo mínimo que podía hacer para disculparse por lo que acaba de pasar.

El chirrido de una puerta abriéndose los sobresaltó, y Naruto pronto se encontró siendo separado de su calefactor personal para gran decepción suya. El pelinegro lo había tomado de los hombros para obligarlo a alejarse.

—¿Naruto-kun?

El llamado hizo que se volteara en dirección hacia la puerta para encontrar a una joven de ojos perla, quien llevaba consigo su abrigo, menos mal.

—Hinata-chan. —En un par de pasos llegó a su lado y recogió el abrigo con gran alivio—. Por un momento pensé que se habían olvidado de mi, eres un ángel-ttebayo. —Dijo mientras se cubría los más rápido que podía, y cuando terminó le plantó un beso en la mejilla a la ya muy sonrojada chica, quien tan solo sonrió.

—Kiba bebió mucho y ahora no puede levantarse. Shino y Shikamaru intentaron levantarlo juntos pero aún necesitan ayuda de alguien más. —Comenzó a explicar en un tono de voz bajo y suave, tropezando de vez en cuando en sus palabras—. Shino fue a buscarte en el baño pero no estabas. Nos dividimos y encontré esta puerta, pensé que tal vez saliste sin querer así que regrese por tu abrigo.

—¿Eso quiere decir que la noche terminó? Pero si estuve casi todo el rato aquí-ttebayo. —Expresó con un puchero.

—En realidad solo fueron veinte minutos, Naruto-kun. —Corrigió la Hyuuga con una sonrisa divertida antes de temblar de frío—. ¿Entramos?

—Si, entra. Solo dame unos minutos. —Dijo el rubio para comenzar a buscar algo en sus bolsillos. Hinata asintió y entró procurando dejar la puerta abierta. Por su lado, cuando Naruto por fin pudo encontrar su teléfono celular, volteó en busca del pelinegro.

—Oye ¿no quisieras salir en…?

Solo para darse cuenta que este había desaparecido sin emitir sonido alguno, era como si se lo hubiera tragado la tierra.

—O tal vez no… Que bastardo. —Comentó ante la falta de despedida. Solo pudo encogerse de hombros y guardar de nuevo su movíl. Quería pedirle que hablara un poco para agregarlo más tarde en el video—. Él se lo pierde dattebayo.

Y sin más entró de nuevo a la fiesta.

Al día siguiente grabó un una pequeña explicación sobre lo qué pasó esa noche pero no pudo captar en video para sus seguidores. Principalmente el cómo Kiba terminó vomitandole encima cuando él, Shino y Shikamaru tuvieron que prácticamente cargarlo hasta el departamento que ambos compartían cerca del campus.

Pensó en comentar algo sobre el chico del callejón, pero Sakura suele ver todos y cada uno de sus videos así que prefirió no tomar el riesgo de que le jalaran de las orejas y por primera vez en su vida decidió ser discreto sobre el tema. En vez de eso le hizo caso a Ino y no corto la parte en la que hablaban de sus calificaciones, realmente no había nada de malo en que sus seguidores supieran lo serio que se tomaba subir videos.

Por cada persona que en la caja de comentarios decía algo contraproducente había otras diez personas más que lo alentaban y daban algunos consejos de cómo podría concentrarse y organizar de mejor manera su tiempo, agradeciendo la dedicación que le ponía a los videos pero mostrándose preocupados por sus estudios. La vida era buena.

Notas de la autora:

Debía ponerle una lógica a el que compartieran un departamento así que comencé relatándolo desde que se conocieron. Esto es todo lo que he escrito desde diciembre porque me mude y estoy en clases... bueno, también escribí como unas cinco ideas sueltas. Y sí, dije que lo pondría en rated M porque pensaba hacerlo algo picante, pero eso ha de venir de aquí en... mi inspiración sabe cuántos caps.

Con esto me auto-descalifico del reto, y no me arrepiento :).