Second Chance to Love
Chapter 1: Friendship and deception
Narradora POV
Esta era la segunda vez que se mudaba.
El asiento del bus de larga distancia era pequeño y realmente poco cómodo, pero no importaba. Yuuri recostó su cabeza contra el frío vidrio de la ventanilla y contempló el lluvioso exterior, se sentía en paz. Al fin podría tener ese nuevo comienzo que llevó durante mucho tiempo anhelando. Podría simplemente dejar toda su vida de preparatoria atrás y comenzar de cero en su nueva Universidad lejos de Hasetsu, su ciudad natal. Podría experimentar nuevas experiencia, hacer nuevos amigos y aprender de ellos. Cerró los ojos y se repitió a sí mismo que no dejaría que se aprovecharan de él simplemente por su condición, que esta vez haría las cosas bien. Pelo despues el sueño lo venció y cayó rendido en los brazos de Morfeo.
Cuando por fin el bus llegó a destino Yuuri se encontró con su amada tía que lo esperaba con los brazos abiertos en la estación.
- ¡Yuuri! Cariño, si no fuera por tu madre no sabría a qué hora esperarte. Me envió un mensaje hace una hora más o menos.
- Mari-chan... -La abrazó sintiendo que hace un siglo no la veía- Disculpa, es solo que no tenía recepción en la ruta.
- No importa, ¡la verdad es que me emociona tenerte aquí! Ven, sube las maletas al auto y te mostraré la casa. Te va a encantar el vecindario, ya lo verás. Además los vecinos son súper amigables.
- ¿Sí? Eso es asombroso...
En realidad poco escuchó de lo que decía su tía y Yuuri se sintió mal por no poder prestarle total atención, estaba cansado a pesar de la siesta que había tomado durante el viaje y sentía los músculos entumecidos por la mala postura. Así que simplemente se dedicó a asentir y a mostrar una amigable sonrisa durante todo el trayecto.
El viaje fue corto, y pronto se encontraron frente a la puerta de lo que sería su nueva casa. Yuuri estaba realmente nervioso aunque no entendía por qué.
- Yuuri, tu madre me dijo que el resto de tus cosas llegarían mañana por la mañana así que estate atento y no duermas hasta tarde. Aquí están las llaves y creo que encontrarás todo lo que te sea necesario a dentro.
- Espera ¿Tú te irás?
- ¡Cierto cielo! Había olvidado avisarte, tu tío y yo nos iremos en un viaje de casi dos meses, nuestro avión sale mañana a la mañana.
- ¡¿Qué?!
- Sí, sé que es repentino pero a tu tío le ofrecieron un viaje de capacitación en instrumentaría robótica ¡y le dijeron que podía llevar un acompañante! Sabes, salir con un cirujano a veces tiene sus ventajas.
- ¿Pero dos meses no es demasiado? –Sentía su corazón corriendo como loco, sería la primera vez que estaría completamente solo- ¿Me quedaré solo todo ese tiempo?
- Estoy segura que lo harás bien. Cuida la casa por nosotros ¿sí? –dijo sonriéndole de una manera casi maternal- Y recuerda, siempre que necesites algo llámame.
Ella lo abrazó y se despidió diciendo que lo visitarían a la mañana antes de irse. Aparentemente se estaba quedando en el departamento de su pareja desde hace ya un tiempo por lo que la casa frente a Yuuri estaba deshabitada.
Tragó en seco, se sentía minúsculo en comparación a la inmensa vivienda de grandes ventanales que tenía en frente. Tomó las llaves que Mari-chan le había dejado y entró conteniendo la respiración. Era espaciosa, ridículamente espaciosa para una sola persona.
Envió dos mensajes, uno a su novio y otro a su madre, diciendo que había llegado bien y que luego los llamaría. Guardó su celular y subió para dejar sus cosas en la una de las habitaciones de la segunda planta.
A medida que recorría la casa su asombro solo incrementaba. Tenía por lo menos 4 habitaciones de las cuales una era para invitados, dos baños en distintas plantas, cocina, comedor, un estudio y una sala de estar.
Suspiró, sentía que una carga de responsabilidad se había aplicado a sus hombros desde el momento que le dijeron que todo ese espacio era completamente suyo.
Pasaron un par de horas y Yuuri comenzaba a adaptarse al lugar. Ya había deshecho las maletas y ordenado la ropa en la gran cómoda que tenía en su habitación. Recién eran las 17:38 PM, pero estaba cansado por lo que se desplomó en su nueva cama e intentó dormir un rato más.
Un sonido insistente lo despertó. Se levantó y acomodó sus lentes, luego con la mirada busco el origen del sonido. Era su madre llamándolo al celular.
- Hola Yuuri! ¿Cómo te adaptas al nuevo lugar? ¿Comiste algo?
- Hola mamá. –Contestó bostezando- Ojalá me hubieran avisado que Mari-chan se iba de viaje.
- Estarás bien, no eres ningún niño. Recuerda que tu padre y yo confiamos plenamente en ti.
- Gracias. –Yuuri casi podía sentir que la presión de vivir solo se liberaba aunque sea un poco.-
- ¿Estás tomando tus supresores? Hemos oído rumores no muy buenos de los alfas de ahí.
Yuuri revisó en sus cajones, le quedaban pastillas para unas semanas más.
- Sí, yo también estoy al tanto. Tranquila, no me olvidaré de tomarlos.
- Ay, todos ya te extrañamos tanto. ¡Hasta Vicchan que duerme en tu habitación desde que te fuiste!
- Pero solo me fui ayer –Yuuri sonrió ante la idea de su mascota durmiendo en su cama- Yo también los extraño, me sentiré solo sin el ruido del Onsen y tus deliciosos katsudons.
- ¡Cuando vengas a visitarnos te prepararé un tazón extra grande! –Ambos rieron para luego soltar un suspiro de nostalgia-
- Mamá, creo que tocan la puerta, te llamo mañana ¿Sí? -Dijo Yuuri notando el ruido que venía desde la planta baja-
- Cuídate mucho cariño, si necesitas algo llámanos. Te queremos.
- Yo también los quiero.
Colgó y bajó las escaleras hasta la puerta de entrada. Cuando la abrió se encontró con dos extranjeros tan bellos que casi se quedó sin palabras.
- ¡Hola! Vimos que eras nuevo en el barrio y pasamos a saludar. Me llamo Victor y él es Yuri. Somos los vecinos de la casa de al lado, vamos Yuri saluda tú también. –Dijo codeando al menor-
¿Inglés?
- Tsk. –Fue la respuesta de éste- parece un cerdo.
- ¡Yuri te dije que no insultes a la gente! Él no es muy amistoso, me disculpo por eso. ¿Cómo te llamas?
- Soy Katsuki Yuuri...
- ¡Wow! Sus nombres son idénticos. Aunque, Katsuki... ¿Japonés? – Asintió- ¡Nosotros venimos de Rusia!
Yuuri seguía impresionado por la presencia de Victor, había algo en él que lo hacía increíblemente atractivo. Tenía el cabello largo y color plata, era alto y sus músculos estaban bien tonificados. Y el azul de sus ojos era simplemente hipnótico. Por otro lado, aunque Yuri era igual de bello, con sus ojos verdes y su cabello rubio dorado, su actitud tosca hacía que fuera difícil tratar con él.
Hablaron durante un rato en la entrada y luego se despidieron.
¿Serían pareja? Se preguntó Yuuri, realmente no lo parecían. Pero hay algo que era claro, Victor era Alfa y su acompañante era un omega.
*un mes después*
La relación con sus vecinos fue mejorando progresivamente.
Al menos Yuri le dirigía la palabra sin insultarlo demasiado y Victor pasaba cada tarde para conversar y tomar el té. Yuuri comenzaba a sentirse cada vez más cómodo junto a ellos y aunque no hablaran más que de cosas triviales, por lo menos no se sentía solo. Todavía faltaba un mes más para que volviera Mari-chan pero casi no importaba.
Se dedicó a preparar los formularios necesarios para entrar en la universidad, a estudiar y aprender a cocinar porque era realmente pésimo en eso. Y a pesar de lo ocupado que estuvo, se dio un tiempo para seguir conversando con su novio por internet.
Yuuri POV
Estoy realmente emocionado, ¡por fin lo voy a poder conocer! Llevamos un tiempo ya hablando a través de la página de citas pero nunca nos vimos en persona. Reviso mi celular, faltan todavía unas 3 horas para que me pase a buscar. ¡Ya sé! Iré a preguntarle a Yuri, quizá pueda darme algunos consejos.
Dos golpes en la puerta fueron suficientes para que el joven ruso atendiera.
- Yuri, necesito hablar contigo un rato ¿Podemos?
- Hablemos afuera, cerdo. Victor está durmiendo y no quiero que se levante a molestar.
- No me gusta que me llames Cerdo.
- Y... ¿De qué va todo esto? – Preguntó mientras nos sentábamos en el pasto del jardín frente a su casa-
- Esta noche tendré una cita con un Alfa que conocí por internet hace tiempo.
- ¿No te parece algo peligroso?
- Espero que no. Es de la zona así que supongo que está bien. Se llama Jean-Jacques
- Espera... ¿El estúpido canadiense JJ? –su cara cambió a una cara de disgusto total, casi como si estuviera asqueado-
- ¿Lo conoces?
- Por desgracia sí, es un maldito imbécil. Hace tiempo tuve un amigo que salía con él y no terminó nada bien.
- ¿Qué le pasó? –Realmente tengo algo de miedo de preguntar pero necesito saberlo-
- Preferiría no hablar de eso. Solo diré que es el típico playboy con el que no deberías juntarte.
El ambiente se tornó un poco incómodo por lo que decidí cambiar de tema. La verdad hace tiempo que tengo una duda.
- Oye Yuri, Victor y tú... ¿Son pareja?
- ¡¿Qué?! Nunca saldría con alguien como él. –Respondió poniendo nuevamente esa cara de asco provocando que suelte una carcajada- No te rías, además, somos hermanos.
- ¿En serio? -No pude ocultar mi cara de asombro- Bueno, digo no se parecen en nada.
- Hermanos pero no de sangre. Su padre se casó con mi madre hace por lo menos 10 años y desde entonces hemos vivido juntos.
- ¿No tienes miedo de que tu hermano sea Alfa?
- ¿Qué diablos te pasa por la cabeza, eres un pervertido o algo? –Dijo golpeando suavemente mi brazo-
Me sonrojé ante su comentario y ambos estallamos en carcajadas.
- Victor siempre ha cuidado de mi, por su puesto que no le tengo miedo.
Por su tono de voz pude darme cuenta de la admiración que le tiene. Yuri debe haber pasado por muchas cosas junto a Victor y aunque no lo demuestre realmente parece querer a su hermano.
*Horas después*
El tiempo pasa volando y cuando veo a JJ estacionar en el frente de mi casa no puedo evitar pensar en las cosas que me contó Yuri. ¿Qué habrá sido tan trágico para que no quiera ni siquiera hablar sobre ello?
- Yuuri, eres incluso más atractivo que en las fotografías.
- Gracias –Digo y me sonrojo- Tú... tampoco te quedas atrás.
- ¿Vamos yendo? Quiero que conozcas mi departamento, te va a encantar.
- ¡Vamos! -Exclamo sin intención de ocultar mi emoción.-
Para mí sorpresa su departamento quedaba más cerca de lo que creí. Cuando entramos veo que tiene posters suyos colgados por todos lados con los títulos "The King!" o "It's JJ Style!" seguido de una pose muy peculiar en la cual forma sus iniciales con sus manos; y aunque sé que es cantante de su propia banda, me parece un poco excesivo.
- Sientete como en casa.
- Gracias.
- ¿No tienes calor con el abrigo aquí adentro?
- Oh, realmente no. Suelo tener mucho frío.
- Jaja eres algo extraño, honey.
La noche transcurre sin problemas, y comienzo a pensar que quizá Yuri exageró un poco en su descripción. JJ es romántico y parece una persona sincera.
- La cena estaba deliciosa JJ, gracias por invitarme.
- Te quiero, no tienes nada que agradecer.
- También te quiero. -pensé.
Mi cuerpo de repente se sintió caliente y pesado. Mi respiración se agitó y mi cabeza comenzó dar vueltas. Oh no, esto no puede estar pasando, no ahora...
- No me siento bien ¿Puedo pasar al baño un segundo?
- Adelante. Segunda puerta a la izquierda.
Entré al baño y se me cayó el alma al los pies en el momento que bajé mis pantalones... ¡¿De todos los días por qué hoy?! Oh dios, esta mañana estaba tan emocionado que olvidé tomar mis supresores.
- ¿Todo en orden? –Preguntó en cuanto me vió salir-
- Sí, pero creo que ya es hora que vuelva a casa. ¿Podrías llevarme?
- Espera un rato más ¿Cuál es el apuro? Después de todo todavía no nos divertimos del todo.
- JJ hablo en serio, quiero ir a casa. No me siento cómodo.
- Yo también hablo en serio. ¿Crees que te dejaré irte ahora que he descubierto tu dulce aroma? –Dije acorralándome contra la pared y olfateando mi cuello- Podría volverme adicto.
Sentí su lengua pasar por mi cuello y me estremecí del asco. Debería haberle hecho caso a Yuri cuando me lo advirtió. Es como si se hubiera transformado en un animal salvaje.
- Aléjate JJ esto no es gracioso...
- Vamos, solo un poco. No me sobrepasaré, lo juro. – Dijo a medida que una de sus manos descendía hacia me entrepierna-
- ¡No!
Intenté apartarlo pero era imposible, es mucho más fuerte que yo. Me siento asqueado y sucio a medida que JJ acaricia mi cuerpo a su antojo.
- Eres muy suave Yuuri, ¿Lo sabías? -Dijo colando una de sus manos por debajo de mi camisa-
Su voz me dio escalofríos, estoy asustado. Sus palabras suenan tan desagradables que me dan ganas de huir lo más lejos posible.
JJ logra sacarme el abrigo a la fuerza y lo arroja en el piso para volver a mí con intenciones de hacer lo mismo con el resto de mis prendas.
¡Piensa rápido Yuuri! Creo...creo que para ganar tendré que jugar su mismo juego.
- Tienes razón.- Peino mi pelo hacia tras para despejar mi cara y poder verlo perfectamente- Aun no nos hemos divertido lo suficiente JJ.
Mi voz sale más áspera de lo que esperaba y parece más un susurro que una voz sexy, pero JJ parece caer de todas maneras.
- Por fin entras en razón, sabía que no te resistirías por mucho tiempo. Tu cuerpo sabe lo que quiere...
- Te quiere a ti... -Digo intentando sonar lo más eros que puedo-
Paso mis manos sobre su cuello y lo atraigo hacia mí de manera provocativa. Sus ojos se encuentran con los míos y solamente veo lujuria en ellos. Intento contener mis ganas de vomitar a medida que lo seduzco y espero el momento exacto para huir. En el momento que mi rodilla accidentalmente roza contra su entrepierna y lo escucho gruñir, entiendo que el momento llegó.
- ¿Lo quieres? -Pregunto mordiendo mis labios-
- Oh, sí que quiero...
- ¡Entonces ten!
Aprovecho la oportunidad para pegarle un rodillazo en esa zona tan sensible y a medida que se tira al piso de dolor, salgo corriendo por la puerta. Bajo las escaleras lo más rápido que mis piernas me lo permiten y me entro en la oscuridad de la noche pudiendo aún a lo lejos escuchar los gritos y maldiciones de JJ.
La calle está desolada y hace frío, las lágrimas nublan mis ojos y dificultaban mi visión. Realmente me cuesta créelo. ¡Maldito! Yo confiaba en ti...
A medida que pasan las calles los músculos de mis piernas comienzan a arder, pero no me importa, solo quiero llegar a casa de una maldita vez. Solo un poco más. Mi mente está hecha un desastre, sabía que no debería haberme involucrado con un alfa tan pronto.
¡Soy un completo idiota si pensaba que esta vez sería distinto!
Corro tan rápido y tan sumido en mis pensamientos atolondrados que no noto la piedra que hay en el camino hasta que caigo sobre ella. Intento moverme pero un dolor punzante en el tobillo me detiene en el momento que intento ponerme nuevamente de pie, me lo había torcido. Me siento tan impotente que lo único que puedo pensar es en golpear el asfalto con mi puño cerrado y gritar. Las lágrimas todavía no cesan y siento una fuerte opresión en el pecho. Intento levantarme pero pierdo el equilibrio rápidamente. No puedo ordenar mis pensamientos de manera coherente, solo me siento herido y angustiado ¡Casi me viola!
- No deberías estar solo afuera tan tarde, Yuuri.
Levanto levemente mi mirada para encontrarme con la cara preocupada de mi vecino.
- Víctor... -Sequé rápidamente las marcas saladas de mis mejillas y oculté mi rostro que debía estar hecho un desastre- Lamento si te desperté.
- ¿Qué te ocurrió? ¿Te encuentras bien? –Su preocupación se hizo más y más evidente-
Sentí como se me iba el aliento. Víctor también es un alfa me recordé.
Necesito llegar a casa como de lugar y encerrarme hasta tomar mis supresores.
- Sí, yo solo... Salí a correr y me caí.
Los dos sabíamos que estaba mintiendo pero no lo comentó y se lo agradecí.
- ¿Te puedes levantar? La zona es peligrosa para un omega a estas horas. Y mucho más tomado en cuenta tú...Condición.
La sangre se me cayó por completo a los pies. Se había dado cuenta demasiado rápido. Me ofreció su mano como apoyo y pensé unos segundos antes de corresponderlo.
- Vamos Yuuri, no voy a hacer nada que no quieras. No tienes por qué temer.
Víctor se ve casi igual de sospechoso que cualquier otro alfa. Pero de momento creo que no me queda opción que confiar en él. Mi casa se encuentra a por lo menos media cuadra, quizá llegue corriendo antes de que intente algo. Una vez de pie veo que mi tobillo sigue negándose a cooperar, por lo que tengo que apoyarme en Víctor para caminar de manera decente.
A medida que nos vamos acercando hacia la puerta de entrada de mi casa el pánico se apodera nuevamente de mí. La llave, no estaba.
- Yuuri ¿Te encuentras bien? Estas algo pálido...
- No esta...
- ¿Yuuri...?
- ¡La llave no está!
Oh no...El abrigo que lleve a lo de JJ, estaba en uno de los bolsillos ¡Diablos! ¿Qué haré? Tengo miedo, las piernas no me responden.
- Tranquilo, puedes quedarte en mi casa hasta que las encuentres. –Mi cara de pánico debió ser muy evidente por lo que rápidamente agrega- Oh, no... no me refería a eso, Yuuri.
Volver hasta el departamento de JJ no es una opción, por lo menos no por ahora. Y todavía no me fío del todo en Víctor...
- ¿Víctor? ¿Cerdo? -Yuri se asomó por la puerta de su casa- ¿Saben qué hora es? ¿Que demonios hacen a fuera tan tarde?
- Eso, veo que todavía no confías en mí. ¿Por qué no te quedas con Yuri en su habitación?
- ¡¿EH?! -Soltamos Yuri y yo al mismo tiempo-
- Vamos Yuri, solo esta noche. Yuuri perdió sus llaves cuando salió a correr.
- Esto, yo... No quiero ser una molestia... No se preocupen ya descub...
- Tú vienes con nosotros. -Yurio parece haberse dado cuenta también de mi situación- La zona es peligrosa para andar rondando por ahí.
- Tiene razón -Agregó Víctor asintiendo- Además es ridículo pagar un hotel cuando tienes vecinos tan buenos como nosotros.
Víctor sonrió y me guiño un ojo, por otro lado la cara de Yuri era completamente seria. Quizá no sea tan mala idea, después de todo es un omega igual que yo.
Entre en la casa con ellos y me disculpe nuevamente. La decoración del lugar es sencilla pero muy cálida. La habitación de Yurio no es tan grande como las habitaciones de la casa de Mari-chan pero cabemos los dos sin problemas.
- Ten, tomate uno ahora y otro cuando te levantes. -Dice el rubio extendiéndome un blíster con dos supresores- Antes solía pasarme seguido, era muy irregular mi metabolismo debido a mi edad y tamaño.
Víctor se asomó por la puerta para dejar una muda de ropa insistiendo que me quedaría pequeño sea lo que sea me prestara Yurio, nos dio las buenas noches y se alejó a la habitación contigua.
- Suéltalo. No me creo ni de chiste que salieras a correr de noche por que sí. -Dice Yurio una vez que nos encontramos solos- Fue el estúpido de JJ ¿No?
Asentí en silencio.
- Es un maldito... Te lo advertí. -Pude sentir el odio palpable en sus palabras, realmente lo detesta- Todavía puedo sentir su apestoso olor sobre ti. Deberías bañarte, si quieres.
- Tienes razón. El único estúpido fui yo por creerle a un alfa como él. Me siento asqueado.
- Oye, no te desmerezcas. No fue tu culpa interesarte por un imbécil.
Accedí a usar la ducha y mientras me enjabonaba sentí mi pecho encogerse de nuevo. Era mi culpa, sabía que no iba a funcionar pero igual insistí. Debería haberme acordado de tomar mis supresores. Debería haberme dado cuenta de las intenciones de JJ apenas pisé su casa. Fui un idiota al creer que aquí sería distinto.
No debería haberme ido de casa.
