Era un día normal de escuela, la hora libre había llegado, algunos alumnos salían del aula para ir al patio o al comedor, otros se quedaban en sus salones, entre ellos Shoto e Izuku, ambos se quedaron en el salón.

Shoto se sentía realmente nervioso, después de tanto tiempo sintiendo ese profundo amor por Momo, ha decidido finalmente confesarle sus sentimientos, pero no estaba acostumbrado, era la primera vez que sentía tales sentimientos por alguien, pero después de compartir tantas cosas por Momo, su amabilidad, su inteligencia ¿y para qué negarlo? Su belleza, eran una mezcla perfecta que convertía a Momo en una persona maravillosa, además la pelinegra no dejaba indiferente a otros chicos, lo celos lo carcomían no podía evitarlo.

Por suerte contaba con el apoyo de Izuku para ayudarle a practicar.

—Muy bien, entonces quieres practicar el cómo declararte a Yaoyozoru ¿verdad? —dijo el peliverde.

Shoto asintió.

—Muy bien, cuenta conmigo—apoyó Izuku con una sonrisa.

Momo iba directo al aula tras olvidar un pequeño libro que quería leer tranquilamente en el patio trasero, al llegar, vio a Shoto y a Izuku en el aula, que extraño, ambos se miraban fijamente y ella no quería molestar, quizás estaban discutiendo algo importante, pero realmente quería leer su libro, bueno, entraría y saldría rápido.

Estaba a punto de entrar cuando…

—Te amo

Momo se detuvo en seco, sus ojos estaban como platos ¿había escuchado mal? ¿Acaso Shoto le dijo "te amo" a Izuku? ¿Qué significaba esto?

—Hace tiempo que tengo estos sentimientos, lamento no haber sido capaz de decirte esto antes, pero no tenía el valor, es la primera vez que me siento así, no soy un experto en esto, pero…realmente espero que aceptes mis sentimientos.

No había duda alguna Shoto se estaba confesando a Izuku, pero… ¿Por qué? ¿Será que dentro de esa gran amistad había un sentimiento más fuerte? Momo miró la reacción del peliverde.

Él…estaba sonriendo, Izuku estaba sonriendo ¿significaba que le correspondía?

¡No podía creerlo! Shoto está enamorado de Izuku.

No, no debía reaccionar así, amor es amor sin importar nada…pero entonces… ¿Por qué se sentía tan mal?

Claro, la respuesta es obvia.

Momo también está enamorada de Shoto, pero nunca tuvo el valor de confesarle sus sentimientos, se conformaba con ser su compañera, pero gracias a su cobardía Izuku ganó el corazón de Shoto.

Momo tapó su boca, impresionada y derrotada.

¿Por qué? ¿Por qué las cosas tuvieron que terminar así?

No, no debía estar triste, debía estar feliz por ellos, apoyarlos.

Sin esperárselo una lágrima cayó por su mejilla, no, no debe llorar, definitivamente no debe llorar.

Tenía que ir rápido al baño y lavarse la cara, tenía que calmarse y pensar con claridad.

Dispuesta a ir al baño, se da media vuelta sin fijarse a su alrededor y termina chocando con cierto rubio.

— ¡Oye mira por dónde caminas!

Momo levantó la vista encontrándose con la irritada mirada de Bakugo.

—L-Lo siento…

— ¿Eh? ¿Por qué te disculpas? Normalmente me regañarías, eres una mandona después de todo.

—Tengo que ir al baño—Momo sentía un gran dolor en su garganta.

— ¿Por qué hablas raro? ¿Qué mierda te pasa? ¡Mírame a los ojos cuando te hablo!

—Por favor Bakugo, enserio…tengo que ir al baño.

— ¡Me vale una mierda y mírame cuando te hablo!

Furioso, Bakugo toma bruscamente el rostro de la pelinegra haciendo que lo mire, el rubio abrió los ojos con estupor, se esperaba cualquier cosa, incluso un reclamo por ser brusco con ella, pero nunca esperó verla con lágrimas en los ojos.

— ¿Por qué…lloras?

Momo frunció el ceño y rápidamente apartó las manos de Bakugo para irse corriendo, dejando al rubio estupefacto.

¿Qué rayos pasaba con esa chica? Siempre se mostraba firme y estricta, pero ésta vez se veía…débil.

—Tks, como si me importara.

Metiendo sus manos a los bolsillos del pantalón, se dio media vuelta dispuesto a continuar su camino, pero antes de dar el segundo paso se detuvo.

Maldición, haber visto a Momo llorar despertó su curiosidad, le molestaba demasiado ese sentimiento.

Shoto respiraba hondo, después de haber practicado con el peliverde se sentía con más confianza, quizás hablaría con Momo al terminar la escuela.

—Gracias de nuevo por tu ayuda Midoriya.

—Para eso están los amigos, además, haber practicado contigo me ha dado el valor de confesarle por fin mis sentimientos a Uraraka, debo dejar del miedo a un lado o nunca seré capaz de avanzar.

— ¿Y cuándo se lo dirás?

—Quizás…mañana en la hora libre o al terminar la escuela, debo pensarlo bien.

—En ese caso, buena suerte Midoriya.

—Gracias, buena suerte para ti también.

Después de un pequeño rato de lavarse la cara, Momo respiraba profundamente, se miraba en el espejo sin poder evitar sentir vergüenza de sí misma, ¿por qué lloraba? ¿Por qué era tan débil? Sus sentimientos por Shoto eran más fuertes que sus intentos por mantenerse firme.

Y para colmo Bakugo la había visto llorar ¡Que humillante!

No importaba nada, lo importante es que Shoto sea feliz y si Izuku le puede dar esa felicidad ella los apoyará sin dudarlo.

Dio un último suspiro y salió del baño, decidida a no llorar de nuevo.

Para su sorpresa, Bakugo se encontraba apoyado en la pared con los brazos cruzados precisamente fuera del baño de chicas.

Momo parpadeó desconcertada, furioso, Bakugo se acerca a ella.

— ¿Ya dejaste de llorar como magdalena o todavía te falta?

— ¿Por qué estás parado frente al baño de damas?

— ¡No me respondas con otra pregunta maldita sea! ¡Responde!

Momo estaba sorprendida, ¿por qué de pronto Bakugo se mostraba tan interesado en ella? Lo normal sería que él pasara de largo.

—Lo siento Bakugo, pero no te incumbe.

— ¡Me hiciste verte llorar joder! ¿Sabes lo incómodo que es eso?

—Pues…

— ¡Responde ya!

Momo lo miraba pensativa, ¿por qué Bakugo insistía tanto? No es propio de él, ¿sería una señal? ¿Bakugo es digno de confianza? ¿Podría desahogarse con él?

—Prométeme que no comentarás nada.

— ¿Me estás jodiendo?

— ¡Prométemelo!

— ¡Bien! Lo prometo ¿contenta? ¡Ahora habla!

Momo suspiró antes de hablar.

—Todoroki y Midoriya tienen una relación más allá de la amistad.

Momo miraba el suelo, aun sintiendo un dolor en su pecho al decir esas palabras, esperando escuchar lo que el rubio diría.

Pero los segundos pasaban y todo era completo silencio, levantó la vista encontrándose con un Bakugo pálido y la mirada estupefacta.

— ¿Deku…y…Todoroki? ¿Me estás jodiendo?

—No, escuché a Todoroki confesarle sus sentimientos a Midoriya y por lo que vi él aceptaba sus sentimientos.

Esto tenía que ser una broma, si bien Izuku nunca le pareció muy masculino jamás imaginó que le gustara los hombres, y mucho menos a Shoto.

Unos recuerdos invadieron la mente del rubio, cuando eran pequeños y Deku lo acosaba porque lo "admiraba", admiraba su valentía y lo fuerte que era… ¿Enserio era sólo eso o…?

¡Mierda!

Además, quizás eso explicaba por qué pasaban tanto tiempo juntos, nunca se le pasó por la cabeza que ellos tuvieran esa clase de gustos, sinceramente a él le daba lo mismo los gustos de los demás…pero ahora se sentía atormentado.

La dulce voz de Momo lo sacó de sus pensamientos.

— ¿Estás bien Bakugo? ¿Te ves pálido?

— ¡Claro que estoy bien maldita sea! Sólo que nunca imaginé que Deku tuviera esos gustos.

—Pues sea como sea, hay que respetarlos, confío en que no se lo dirás a nadie y no quiero saber que los tratas mal sólo por tener sentimientos el uno por el otro.

Bakugo sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

— ¡Joder ya sé! Mientras no se acerquen a mí no habrá heridos, a todo esto, ¿por qué te afectó de tal manera que te hizo llorar?

Momo se sorprendió, no se esperaba esa pregunta, con una sonrisa triste respondió cabizbaja.

—Porque…desde hace tiempo que estoy enamorada de Todoroki.

Oh que bien, lo que le faltaba, una chica enamorada de un homosexual, que historia más barata.

— ¿No te pudiste haber fijado en un hombre de verdad?

— ¡El que le guste su mismo sexo no le quita el que sea hombre! —exclamó la pelinegra molesta.

Bakugo rodó los ojos.

—Como sea, ¿él sabe que te gusta?

—No, nunca tuve el valor de decirle mis sentimientos, pero…sí él es feliz, yo soy feliz, y sé que Midoriya será un gran novio.

Bakugo tenía un tic en el ojo, en primer lugar ¿por qué rayos estuvo tan interesado en saber el porqué del llanto de esa mandona? Hubiera preferido evitarse esa revelación, la verdad él ya sospechaba que Momo estaba enamorada de Shoto, pero él estaba casi seguro que Shoto le correspondía, quizás sólo era que el chico bicolor era demasiado amable y eso despertó ese fuerte sentimiento en Momo.

¡Arg! Demasiada cursilería para su gusto, que horror.

—De alguna forma, ahora que te conté esto me siento más tranquila.

— ¿Eh? ¿Qué mierda dices?

—Eres la última persona a la que le hubiera contado esto…pero…sin embargo eres el único que lo sabe, y eso me hace sentir tranquila, es difícil de explicar pero…gracias por escucharme y lamento haberte preocupado—dijo Momo con una dulce sonrisa.

¿Eh? ¿Qué pasaba? ¿Por qué el corazón del rubio de pronto comenzó a acelerarse? ¿Y por qué sentía calor en sus mejillas? ¿Qué rayos sucedía?

— ¡No me preocupé por ti! Sólo me pareció fastidioso verte llorar joder.

Pero incluso dicho eso, la sonrisa de la pelinegra no se borraba.

—Está bien, no me retracto, gracias por escucharme Bakugo, sé que puedo confiar en ti.

Algo no estaba bien, su mente estaba en blanco, ¿por qué su cerebro no estaba trabajando como es debido? El rubio desvió rápidamente la mirada.

—Mierda, las mujeres se ponen sentimentales por cualquier cosa, si ya estás mejor entonces quita esa cara de fracaso y muestra el carácter de siempre.

Bakugo tenía razón, no debía dejarse caer, ella se conformaba con ser compañera de Shoto, aunque no correspondiera sus sentimientos, platicar como dos compañeros la hacía realmente feliz, eso era todo lo que necesitaba, se prometió a sí misma apoyar la relación de Shoto con Izuku.

Tenía que aceptar su destino.

La hora libre había acabado, los alumnos regresaban a sus salones.

Shoto e Izuku se sentaron en sus lugares, sus compañeros iban entrando, todo iba bien hasta que…

Momo entró junto a Bakugo, que raro, ¿por qué esos dos entraban juntos? Normalmente Bakugo siempre era el último en llegar, más importante, Momo tenía una sonrisa, una dulce sonrisa, dedicándosela a Bakugo quien hacía todo lo posible por evitar la mirada de la pelinegra.

Shoto apretó los puños con fuerza, un sentimiento de incomodidad empezó a apoderarse de él, movió la cabeza hacia los lados, no, no era momento de dudar.

Momo era amable con todos, le sonríe así a todos, eso no hacía a Bakugo especial, debía tranquilizarse, no debía dar un paso atrás, tenía que avanzar y alejar su miedo al rechazo.

Las clases continuaron con normalidad, aunque no para todos.

Shoto seguía confundido y molesto, preguntándose aún por qué Momo y Bakugo entraron juntos, quería pensar que sólo era casualidad, pero algo en su mente le gritaba que no era así.

Bakugo tampoco estaba tranquilo, se sentía extraño, la sonrisa de Momo no se borraba de su mente por más que lo intentara, algo no estaba bien en su cabeza ese día.

Momo seguía triste, no podía negarlo, pero ya no había nada que pudiera hacer, tenía que respetar los sentimientos de Shoto, si él estaba enamorado de Izuku no había nada más que hacer.

No pudo evitar preguntarse qué hubiera pasado si ella le hubiera confesado sus sentimientos, ¿él le correspondería o no? Suspiró, el "hubiera" no existe de todas formas.

Por fin era hora de salida, Shoto respiró hondo, era ahora o nunca, al salir de la escuela Shoto vio a Momo caminando hacia el portón, tenía que darse prisa y llamarla, tenía que ser valiente e ignorar los fuertes latidos de su corazón.

— ¡Yaoy…!—la iba a llamar pero se interrumpió a sí mismo cuando vio a Bakugo acercarse a ella.

— ¡Oye tú mandona! Olvidaste tu tonta lista de alumnos.

—Oh, gracias, lo siento, estuve un poco distraída.

—Tks, sólo pon más atención y listo, no me digas que sigues pensando en ese chico bicolor.

—No puedo evitarlo Bakugo, es…algo que no puedo explicar con palabras.

Bakugo suspiró, definitivamente no comprendía ese molesto sentimiento llamado "amor", ¿por qué era las personas se complicaban tanto? Nunca había experimentado algo así y esperaba nunca experimentarlo, se veía muy problemático.

—Me da igual esa mierda, sólo quita esa cara deprimente que molesta, tienes carácter así que no te dejes derrumbar sólo por no ser correspondida.

—Je, sí, tienes razón, tengo que seguir adelante y apoyar a Todoroki y Midoriya, por cierto Bakugo, sé que quizás te fastidie, pero una vez más te doy las gracias por escucharme, lamento si te molesté.

De nuevo esa tonta sonrisa, el corazón del rubio volvió a acelerarse, ¿qué rayos pasaba? ¿Así iba a estar cada vez que Momo sonriera? Algo no funcionaba con él ese día definitivamente.

Desvió rápidamente la mirada.

—Maldición, tampoco soy un estúpido peluche, ya deja de darme las gracias y sólo vuelve a tu fuerte carácter de siempre, es aburrido y molesto verte derrumbada por ese tipo.

Era extraño, Momo siempre miró a Bakugo como un chico problemático que le daba igual sus compañeros, pero al final es diferente, y aunque sea una masa de orgullo es realmente un gran chico.

Esa escena no pasó desapercibida para Shoto, ¿entonces no era su imaginación? ¿Por qué ambos parecían llevarse tan bien? ¿Por qué Momo le sonreía tiernamente al rubio?

Algo pasaba y definitivamente no le gustaba.

Una mano en su hombro lo sacó de sus pensamientos, se dio media vuelta encontrándose con Izuku.

—Hola Todoroki, ¿qué tal te fue? ¿Ya hablaste con Yaoyozoru?

—Yo…no…no he podido.

— ¿Eh? ¿Por qué?

—Es extraño, pero es como si Yaoyozoru y Bakugo se volvieran…cercanos de repente.

— ¿Qué? ¿Kacchan y Yaoyozoru? ¿Estás seguro?

Shoto miró en dirección al dúo que aún seguía platicando, Momo seguía sonriendo mientras Bakugo seguía con su cara de amargado, pero…pese a verse enojado algo en él se veía diferente.

Izuku siguió la mirada de Shoto, mirando al dúo, abrió los ojos con estupor.

—Vaya, podría pensar que Yaoyozoru está regañando a Kacchan como siempre lo hace pero…realmente es extraño.

—Midoriya, tú crees que…

— ¡Ánimo Todoroki! No te eches atrás ahora, confiésale tus sentimientos a Yaoyozoru, ella es agradable con todo el mundo, seguro sólo está siendo amable con Kacchan, no los veo teniendo sentimientos el uno por el otro, y aunque así fuera lucha por Yaoyozoru, la amas ¿verdad? ¡Lucha por ella! —exclamó el peliverde con una gran sonrisa, tomando de los hombros a Shoto.

Shoto lo miró sorprendido, Izuku tenía razón, no debía dejarse vencer, sus sentimientos por Momo son verdaderos, sinceros, había planeado por un mes cómo expresarle sus sentimientos a la pelinegra, ese valor no debía dejarse caer.

A lo lejos, Momo miró a Izuku y Shoto juntos, sintió una repentina opresión en su pecho.

"¡Sé fuerte!" pensó.

—T-Tengo que irme, hasta mañana Bakugo—rápidamente la pelinegra se fue desconcertando al rubio por su repentina prisa.

Bakugo se masajeó la nuca, ha sido el día más raro que ha tenido, sacudió la cabeza, necesitaba calmarse y pensar con claridad.

Sentimientos confusos y malos entendidos, la mezcla perfecta para complicarse la vida.

Continuará…