Este fic participa en el Reto #46 "Nunca doblegado, nunca roto" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".


Disclaimer: los personajes pertenecen a GRRM.


Al mirar ese rostro afilado y aquella tez canela, sus más profundas fantasías empapaban su mente de lujuria.

Esos ojos castaños la incitaban a pecar ante los dioses y entregarse al más sublime de los placeres, donde sus cuerpos se unían en un remolino de caricias y la sutileza de la pasión.

Lo amaba a su manera. De una manera poco comprendida por el mundo común.

Su unión iba más allá de satisfacer sus deseos, porque se trataba de hacer el amor como un ritual sagrado donde el calor de su ser acariciaba su alma.

Podía deleitarse con las caricias de los hombres; conocer nuevos horizontes en las manos de múltiples mujeres, pera jamás tocarían su corazón como aquel príncipe dorniense lo había hecho.

A sus ojos era más que una simple bastarda, puesto que él solía susurrarle que era su diosa.

«Eres mi mayor placer» piensa al sonreír, embriagada de un veneno llamado amor.