N/A: Me he animado a escribir este fanfic porque 1) soy una sadomasoquista en mi época de examenes y 2) tenía una idea en mente que podría solo podría gustar.
Recalco que he leído muy poco Naruto, apenas un capítulo o dos, por lo que esta historia (que será multi-shot, no one-shot, como el último) la mantendré algo lejos de conceptos canon.
O, TL;DR, me centraré básicamente en los personajes y no sé cómo saldrá.
Tampoco sé cada cuanto subiré capítulo porque estoy tremendamente ocupada. Bien puedo tardar una semana, como dos días o un mes (aunque no me suelo permitir un mes, es demasiada tardanza). Eso sí, meteré bastante contenido en cada capítulo. De hecho, el prólogo va muy cargado para ser un maldito prólogo.
Espero que los próximos capítulos salgan menos apresurados y más largos que esto. Lamentablemente, las prisas son mi método de vida. Todas las meteduras de pata en cuanto a ortografía serán corregidas pronto.
AAAAH, y si Sasuke es algo OOC, podéis matarme. Soy muy torpe para eso.
"¡Papá, papá!"
Sasuke paró en seco en la entrada de la villa al oír la dulce voz de su hija acercándose a él. Tomó aire, preparado para recibir a su hija con brazos abiertos. Pero nada de eso sucedió.
En vez de eso, la pequeña de los Uchiha cayó de bruces contra el suelo presa de la emoción de ver a su padre de nuevo. Y, bueno, eso no era una sorpresa: Sasuke llevaba dos meses fuera de Konoha y su hija le había echado de menos.
Aun así, el que se cayese ya era extraño dado las grandes habilidades que Sarada había demostrado a muy temprana edad. Será la emoción, pensaba Sasuke, pero seguía sin estar del todo contento.
"¡Sarada!" se apresuró para ayudarla a levantarse. "¿Estás bien?"
"Ou..." murmuró ella a la tierra. Su padre le levantó con facilidad mientras ella se frotaba la frente.
Sasuke sonrió levemente con algo de superioridad. "Solo te he visto dos segundos y ya puedo decir dos cosas." golpeó su frente con el dedo índice. "Uno, que llevas la chaqueta del revés."
Sarada se ruborizó y no tardó en ver que era cierto al comprobar que las costuras estaban hacia fuera, no hacia dentro.
"Y, dos, que estás algo distraída hoy."
Sarada se ajustó las gafas. "Oh."
"¿Pasó algo en la escuela?"
La chiquilla negó con la cabeza. "Oh, no. Nada de eso. Es que últimamente voy de un sitio a otro todo el rato y no puedo parar."
"Ocupada, ¿eh?" asintió. "¿Por qué?"
Comenzaron a andar el sendero hacia casa. Como era invierno, había poca gente fuera. La poca gente que caminaba por ahí estaba abrigada hasta las cejas. Sasuke ya se relamía de saber lo calentito que estaría al llegar a casa.
"Estamos organizando un mercadillo en la escuela. Necesitamos dinero para reconstruir uno de los pabellones." explicó su hija con una sonrisa emocionada. "Hubo una tormenta muy gorda hace un par de semanas, ¿lo sabías?"
"Aa. Me lo contó tu madre por una carta." respondió Sasuke. Al mencionar a la doctora, sus ojos se iluminaron un poco. Sarada lo notó. "¿Cómo está Sakura?"
"Oh, mamá..."
Ese silencio... no tenía buena pinta.
"¿Hn?"
"Está algo decaída estos días. Trabaja muy a menudo atendiendo a todos aquellos heridos de la tormenta. Había mucha gente en misiones ese día." los hombros de la pequeña se hundieron. "Está muy cansada."
Si el ex-delincuente estaba preocupado, no lo mostró. Se limitó a asentir y revolverle a su hija el cabello para quitarle las penas. A pesar de ello, algo en su corazón se retorció violentamente al oír las palabras de su hija.
"Ya sabes lo trabajadora que es tu madre." dijo Sasuke. Su voz arrastraba algo de remordimiento. "Lamentablemente un hospital no tiene días libres, sobre todo si hay tormentas merodeando por aquí."
"Aun así... me gustaría que descansase un poco." la niña arrugó la nariz, concentrada. Tenía el ceño fruncido, gesto que, de nuevo, no agradaba a Sasuke. "No hace más que trabajar y llega a casa rendida."
Ambos suspiraron. Esa mujer era un misterio para la humanidad.
Y, aun así, tenía ganas de verla.
"¿Está en casa ahora?"
La pregunta llamó la atención de Sarada, pero no la hizo olvidarse de la situación de su madre. Esta asintió con una pequeña sonrisa. "Tiene ganas de verte, aunque creo que estará dormida."
Sasuke alzó una ceja sospechosa. "¿Dormida? Son las seis de la tarde. ¿Ha trabajado mucho?"
Sarada paró en el camino, dejando que el viento moviera sus cabellos. La chica se puso un mechón detrás de la oreja, muy pensativa. Demasiado, quizás. Y su padre se empezaba a cansar de tanto misterio.
Si no la hubiesen llamado desde el otro lado del camino, habría preguntado por su extraño comportamiento. Pero no le dio tiempo a reaccionar tras ver a Sarada ponerse de puntillas para besar a Sasuke en la mejilla e irse corriendo tras Boruto. Gritó una pequeña despedida a sus espaldas y se fue corriendo.
Y, dado que Boruto seguramente le había visto, Naruto pronto vendría de visita al hogar Uchiha para, o bien ir a comer o bien hacer cualquier otra cosa estúpida. Estaba tan cansado que ni le importó la idea. ¿Cómo podía ser que aunque fuera Hokage tuviese tiempo para estar por ahí haciendo el tonto?
Sasuke optó por arrastrarse hacia casa. Como siempre, solo se dio cuenta de lo cansado que estaba cuando pensó en Naruto. Pero, como siempre, luego pensó en que Sakura le esperaba en casa y ya no le importaba tanto recorrer las calles hasta llegar a ella.
Quince minutos más tarde, se encontró con tanto la calle como su propia casa sumida en las tinieblas. Entró lentamente para no despertar a su mujer y susurró un pequeño saludo a la oscuridad. No se atrevió a encender la luz por miedo a despertarla, pero sí dejó su capa y sus zapatos en la puerta.
Después de dejar todo su equipaje en su sitio, se deslizó como el viento hasta su habitación. No hizo nada de ruido cuando abrió la puerta, y tampoco lo hizo cuando avanzó hasta la cama. Sin embargo, Sakura se percató de su presencia, dado que cuando Uchiha padre iba a tocar su brazo, ella reaccionó.
Sasuke se sorprendió ante esto. "¿Sakura?"
Ésta gimió un poco, incómoda. Parece ser que, si no estaba dormida, ya poco le había quedado para estarlo. Y Sasuke debía haberla despertado. O igual Sakura le había estado esperando pero estaba muy cansada como para aguantar la noche en vela.
De nuevo, Sakura Haruno –Uchiha, se corregía él con satisfacción – era un mundo de sorpresas.
"Oh, Sasuke-kun..." murmuró ella a la almohada, sin girarse. Debía de estar muy cómoda si no saltaba de la cama para abrazar a su marido.
"¿Te he despertado?" preguntó él, ahora algo preocupado. Tampoco se le notaba en el tono – nunca se le notaba –, pero lo estaba.
Más se de lo que uno cabría esperar.
Ella se reajustó en el colchón. "Ah, no. Estaba... estaba a punto de dormirme, pero no estaba dormida."
De nuevo, no se giraba para ver a su marido. Y, de nuevo, él se preocupó.
"¿Día duro?" preguntó, tumbándose detrás de su mujer e incorporándose para verla. Desgraciadamente, ella estaba en una postura que no le permitía verle la cara.
Hmm...
"Semana dura, más bien." respondió Sakura cortamente. "No he dormido mucho."
En una muestra poco habitual de cariño, Sasuke se inclinó y besó la sien de su mujer, notándola extrañamente decaída y, sobre todo, poco receptiva. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, ¿no? Al menos así nadie le tacharía de marido poco comprensivo.
Que bueno, era relativamente poco comprensible.
Pero al menos se esforzaba por no parecerlo y demostrar que había cambiado.
Él acarició su antebrazo. "Descansa. Voy a cenar y luego vendré a la cama."
Oyó la puerta de la casa abrirse para luego cerrarse. Se levantó del colchón con urgencia para recibir al invitado en su morada. De nuevo, no hizo ruido al salir para no turbar a su mujer, quien parecía demasiado cansada para su gusto. Le preguntaría sobre ello la mañana siguiente.
Sasuke fue a la cocina. Vio a Sarada comiendo un trozo de pan con glotonería. Le costó reprimir la risa ante la carita de niño travieso en el rostro de su hija.
"Hola, papá." saludó tragando el pan de golpe. "¿Ya fuiste a ver a mamá?"
"Hn." respondió, volviendo a su estado emocionalmente catatónico después de ver a Sakura tan agotada. Algo no iba bien y lo sabía, pero lo atribuyó a su propio cansancio y lo dejó escapar. "Parece cansada."
Sarada sonrió comprensivamente. "Dejémosla dormir. Últimamente duerme poco o nada entre una cosa u otra."
Un segundo.
"¿Como que duerme poco?"
La de pelo moreno se encogió de hombros. El ver lo poco que le sorprendía y, por tanto, lo habitual que era que aquello pasara encendió algo en el corazón de Sasuke.
"Bueno..." Sarada se quitó las gafas y las limpió con los bordes de su chaqueta– chaqueta que, por cierto, ahora estaba bien puesta. "Ella no sabe que lo sé, pero la suelo oír levantarse y quedarse leyendo cualquier cosa en la cocina o en el salón. A veces me he asomado a verla."
"Pero-"
"No sé si se duerme leyendo porque suele darme la espalda desde el ángulo en el que la espío, pero el caso es que duerme poco o nada. Si no se queda dormida mientras lee, puedo asumir que no duerme muy a menudo."
Muchas ganas debía de tener de contarlo si había interrumpido a su padre. Y eso nunca pasaba.
Algo estaba mal.
"Sarada," Sasuke se sentó en una silla y se apretó el puente de la nariz. Ya se le había quitado el hambre. "¿sabes si ha pasado algo en el hospital, ha tenido Ino un accidente o algo?"
"¿Estás preocupado?"
Le dolía que su hija se sorprendiese por ello. Ya debía de haber asumido que Sasuke quería a su madre, que quería a Sakura y que le importaba mucho – demasiado – su bienestar. Como Sasuke era emocionalmente deficiente, sólo asintió con un gruñido insatisfecho.
Aparentemente, Sarada se dio por satisfecha. Pero eso no quitó de que Sasuke dejara de preocuparse.
"No ha pasado nada especial, que yo sepa. A no ser que Ino-san, Naruto-san o Hinata-san fueran heridos en la tormenta, cosa que dudo, no ha pasado nada."
"¿Y Boruto y Himawari?"
"Están bien."
"¿Kakashi?"
"Perfectamente."
"¿Tsunade y Sai?"
"Sanos y salvos." recalcó Sarada. "De hecho, Tsunade-sama fue la que llamó a mamá al hospital el día después de la tormenta."
Sasuke suspiró. "¿Y en el hospital? ¿Pasó algo allí?"
"No." respondió ella, algo seca.
"Entonces no debe pasarle nada." concluyó Sasuke, ya muy harto del tema. "Probablemente sea eso, cansancio de tanto trabajar."
"Papá..."
"Deberíamos irnos a dormir, Sarada. Debes estar cansada de tanto corretear por ahí todo el día." argumentó Sasuke. Casi por arte de magia, la niña bostezó, como para darle la razón. "Además, mañana tienes escuela, ¿me equivoco?"
"Hai." suspiró ella, derrotada. "Pero... ¿crees que lo de mamá es solo cansancio?"
Notó la tensión en su hija, principalmente porque era lo mismo que él sentía.
"La conozco desde que tenía tu edad– o igual incluso de antes." Sasuke se permitió sonreír para sus adentros amte la imagen de una pequeña Sakura. Luego se acordó de todo por lo que la hizo pasar y se amargó completamente. "No te preocupes."
Pero eso no la destensó, sino que la hizo estirarse más y más hasta que no pudo contenerse. Soltó un buenas noches apresurado y corrió hasta su habitación.
Dos horas más tarde – una en la cual Sasuke se quedó dormido leyendo el periódico –, el Uchiha se fue a la cama echando de menos la plana superficie de la mesa, aquella tan cómoda y suave para su cara que necesitaba una siesta.
Silencioso como el ninja que era, se metió en la habitación, cerró la puerta y fue al lado de su mujer. Parecía dormir plácidamente, implacable ante todos los días de maltrato laboral en el hospital. En la oscuridad podría pasar por cualquier otra persona.
Pero Sasuke sabía que Sakura era única. Solo alguien como ella podía maltratarse tanto en el trabajo. Lo que no sabía era si sentirse orgulloso de lo trabajadora que era u odiarla por preocuparle tanto.
Se limitó – porque en él, era todo limitarse a hasta que tocaba luchar – a abrazarla un poco, permitiéndose beber de su presencia después de meses fuera de casa. Había añorado su esencia, el pelo rosado, sus ojos verdes que vería mañana y aquella piel de pocelana.
Honestamente, con su presencia había bastado.
Sin embargo, justo cuando se iba a dejar llevar por Morfeo, notó algo impactante en la figura de su mujer que le hizo abrir los ojos al instante.
Sakura no respiraba.
N/A: ¡FELIZ NAVIDAD! :D
