Scootaloo mira desde su alcoba, el cielo estrellado que se ve en la ventana… ella no desea estar sola, no quiere sentirse mal. Ella quiere tener una compañía, una hermana… su única hermana, Rainbow Dash, quien es adoptiva, la hace feliz.

Nada más hermoso que estar con ella, para Scoot es como que sea llevada a otro mundo, a un lugar que ella ama, con cada abrazo de Dash ella irradia positivismo.

Aunque el vivir se le sea difícil, sabe que su hermana estará ahí, e incluso pasaran meses y semanas donde no la vea. Quizás sienta miedo, una angustia corrompiendo su espalda…

Su "ciudad mágica", como ella suele llamar, ya no existiría y solo sería una noche eterna, donde hasta la piedra más chica se agranda como una montaña indomable. El final se hace el comienzo, y el comienzo nunca llega, vive superada por la frustración de no sentirse segura.

Perpleja ante esta situación, no tiene opciones, solo recostarse y seguir viendo esas estrellas que parecen indicarle un mensaje, uno muy oculto y hermoso.

"Tu hermana nunca te olvida…"

Sonríe, Scootaloo sonríe, porque le parece una cosa muy absurda para que sea real, pero ¿y si no fuera así?, realmente su deseo de vivir con su hermana, el no separarse nunca, le genera también preocupación.

Entrando en sueños, sabe que no podrá superar el caos de la vida, si vive bajo la tutela de RD. ¿Acaso necesita que todos los días que estén juntas, ande en su Scooter? ¿Porque no hacerlo por si misma?

Finalmente cuando duerme, sueña… dulces sueños son, donde esta con su amiga Applebloom, junto a Applejack, y como no, Rainbow Dash. No hay nada relevante, solo un disfrute nocturno, donde aparecen en un parque de dulces y no paran de recorrerlo.

Incluso en la misma ilusión, alejarse de su idola es difícil, es casi imposible, como si un imán no pudiera separarlas… pero claramente, el mismo está siendo implementado por la misma Scootaloo.

Un nuevo día llega, un nuevo viernes. Con lluvia, que recuerda mucho más a su hermana, a quien le encanta este clima, como bien dice, "la lluvia es 20% más genial".

Mientras se va despertando, y arreglándose para comenzar el día, reflexiona sobre si hoy todo tuviera que ser diferente… si ella se corriera de esa posición de hermana menor indefensa, y sea solo una hermana a quien quiere mucho a la otra hermana mayor.

Las escaleras que bajan no ayudan a la situación, su corazón se acelera cada vez más y más, ¿realmente lo está pensando?

Una breve depresión entra en escena, pero se corre por la firmeza, ese monstruo que cualquier ser humano puede sacar en momentos de la vida que se necesite, con pasos firmes, ella desayuno… se alisto… y salió con su Scooter hasta la casa de su hermana.

Cansada de tener que renegar con su caos, de la espera… de porque solo podía ver a su querida amiga, hermana, ángel… solo cuando ella podía venir… ¿Por qué no acercarse a la meta?, si tan cerca esta, es solo cuestión de esforzarse…

Unas cuantas curvas, algo de tráfico y voluntad, a esa distancia estaba de su hermana, unos kilómetros que en su cabeza le parecía menos. Siguiendo con su largo trayecto, pudo conseguir su objetivo…

Jadeando por la falta de aire, le costó levantar la cabeza, pero lo hizo y vio la meta. La casa… "La ciudad de ángeles", "Las nubes". Solo bastaba con tocar la puerta, con demostrarle a su hermana que ella también podía hacer cosas por sí mismas, aun ahogada en una depresión grande y autoestima pobre, ella podía…

La puerta se abrió, los brazos se extendieron…

"Te quiero mucho hermana… sos mi alegría, y sos la que me genera fuerza para enfrentar mis miedos…"