~ La primera conversación.~
Un día normal, ni muy normal, porque a Eren lo llevaron a una celda, por ser culpado de ser un peligro para la humanidad por poseer un poder de transformarse en titán. Así que, como siempre, se encontraba en su celda. Pero por alguna extraña razón, un apuesto joven llamado Levi Rivaille, al que se dirigían la mayoría como "cabo", siempre iba a la celda en la que se encontraba el muchacho de ojos verdes cuando notaba que no había guardia alguno. No faltaba ningún día el cabo en ir a buscar a Eren. Aunque Rivaille nunca le hacia una conversación, siempre se quedaba en silencio y Eren se la pasaba mirando su rostro, que por cierto, era hermoso.
Pasaron varios días iguales y Eren con el tiempo, sin saber la causa, se enamoró de él, después de todo Rivaille tenía ese no sé qué, que te atrapa con la mirada y quiso tratar de comenzar una conversación con él, y lo hizo.
-Etto... usted es el cabo rivaille, ¿cierto?- con un tono de voz tembloroso ya que no sabía cómo reaccionaría el cabo.
Rivaille lo miro un tanto detenidamente, y respondió.
-Sí, eso es correcto.- se acercó al lugar en el que se encontraba Eren, quedando de frente a él, ahora lo único que los dividía eran los barrotes de metal frio de la celda.
Y Eren un poco emocionado, porque al fin pudo iniciar una conversación con Rivaille, lo miro acercarse algo confuso.
-Cabo Rivaille, yo, desde el día en que comenzó a venir aquí.-trago saliva.- q... quería hacerle ¡una pregunta! -con un tono más firme que el de hace un rato, algo así como, seguro de sí mismo.
-Y qué esperas mocoso, que es lo que quieres preguntarme.-con una voz de superioridad y algo de molestia por todo ese maldito nerviosismo del ojiverde.
-¡Sí! Quería preguntarle, ¿porque siempre viene a este lugar?-con un pequeño rubor en sus mejillas, como esperando una respuesta cursi.
Rivaille lo miró nuevamente, después lanzo un suspiro. Y se dio media vuelta quedando de espaldas de eren.
-Es porque…-respondió Rivaille y antes de que pudiera completar la frase, ambos escucharon pasos que provenían del pasillo y se acercaban a donde se encontraban.
-Esto es malo. ¡Maldición!- recito Rivaille en un susurro.
Ambos miraron hacia donde se alcanzaban a escuchar los pasos acercar, Rivaille casi a punto de correr por la salida e irse de ahí para que nadie lo viera, Eren lo detiene.
-¡Cabo rivaille! ¡Espere...! ¿Qué es lo que decía?-gritó un poco.
-¡tsk!.. ¡Te lo diré la próxima vez mocoso!-corrió y se fue.
En eso Eren respondió -E...está bien cabo, estaré esperando su respuesta.- sin más se fue de ahí Rivaille sin que los otros cadetes lo vieran, no tenía ganas de darles explicaciones a esos tipos, ya que estaba prohibido entrar a ese lugar donde se encontraba el ojiverde, y si lo vieran andar por aquí estaría en problemas con los superiores.
En cambio, Eren tenia tantas ganas de saber el porqué de las visitas de Rivaille. Quería escuchar la respuesta, y en lo que se hunde en pensamientos y dudas, llegaron un par de cadetes que venían a vigilarlo cada noche, claro, Eren ni siquiera les prestaba atención, lo único que tenía en su mente, pensado una y otra vez, era a su amado cabo y la conversación que tuvieron hace un momento.
-Cabo… Lo esperaré hasta su nueva visita.- pensó, a continuación se recostó en la cama de la celda, seguido de que le invadió el sueño al poco tiempo de recostarse y durmió con una leve sonrisa junto con un leve sonrojo.
