Éste fanfic es sin ánimo de lucro, Sonic y cía son propiedad del Sonic Team, Lara-su es de Ken Penders, cualquier parecido con otro fanfic o historia real es mera casualidad. La historia principal es sobre Lorien, personaje creado por mí, a parte de nombrar personajes ya creados sale Light, también personaje mío, el resto de secundarios también son de mi invención, si alguien quiere saber más o usarlos que se ponga en contacto conmigo.
Aclaro que hago bastante referencias a la letra de la canción que le sirve de "tema" a Lorien, "Memories Fade" del grupo "Tears for fears" un grupo de los 80 que fue mi inspiración en este personaje, en la portada de su disco "the hurting" aparecía un niño pequeño sentado llorando y le hago homenaje en una escena de este fanfic, a parte de eso lo que pongo no es literal de la canción ni se ponen los personajes a cantar.
Espero disfrutéis leyendo esto como yo disfruté escribiéndolo, un saludo de Tete-chin Spacestone, la viajera de dimensiones.
http:Tete-chinXSonic.iespana.es

Prólogo
"¿Por qué no me quieres?" se preguntaba una y otra vez a sí mismo. Miró las cicatrices en su piel, ramificándose hasta el infinito partiendo de las esquinas más alejadas hasta unirse en el centro de su pecho, brillando en tonos dorados para luego desvanecerse en la nada, pero aunque las cicatrices se habían ido sus recuerdo seguían ahí, martilleando su cabeza, rasgando su corazón.
-Mamá...- Susurró el pequeño erizo.
Se abrazó a sí mismo, no entendía nada, no quería entenderlo, paralizado como lo había estado hacía ya 5 años, y aunque el tiempo había pasado, ni su cuerpo ni su mente habían crecido, seguía igual, preguntándose por qué, y una vez más sin hallar la respuesta. Abrió sus ojos marrones, de nuevo aquel ruido, aquellos molestos inquilinos, ese no era su lugar, debían irse de ahí de inmediato, él debía encargarse, así que comenzó a caminar saliendo de las sombras, dejando que la luz de la sala iluminase su cuerpo, de un tono azul tirando a gris.
-Ésta es mi casa y de mi familia.- Su cuerpo se desvaneció ante los ojos de aquella pareja que estaba empacando sus cosas sin que llegasen a verle realmente.
Y como ya había hecho en otras ocasiones, una vez apagadas las luces por su mano, usó las sombras a su antojo, la falsa percepción de las personas, el miedo a lo que no eran capaz de definir para que aquella pequeña sombra de ellos mismos se transformase en un colorido y brillante dragón que abrió sus fauces delante de los inquilinos, aterrorizándoles, era el ver y a la vez no querer creer en lo que estaban viendo con sus propios ojos, increíble, imposible, pero el olor pestilente del aliento del dragón y el calor que éste les daba fue suficiente, huyeron despavoridos con tiempo sólo a recoger la cartera de la entrada. El niño lo había logrado, todo volvió a la calma, encendió la luz y se sentó junto a las cosas que habían dejado, comenzó a abrir paquetes, a seleccionar cosas, lo que no le gustó lo sacó fuera, sabía que el dueño de las cabañas de alquiler pasaría a buscarlo. Era algo estúpido, si sabían que esa era la única cabaña que daba problemas, ¿por qué seguían intentando alquilarla?
Al día siguiente, el señor Yamaguchi se acercó a la cabaña nº15, era la más alejada, estaba dotada de unas vistas magníficas, un lugar de espeso bosque, la llamada Mori Zone, con varias cabañas preparadas para alquiler, de eso se había encargado aquel anciano mapache. Dio un suspiro de agotamiento al acabar de subir la cuesta, ahí estaban la mayoría de cosas de la pareja que había alquilado aquella cabaña, entró dentro, inspeccionó el lugar, por dentro tenía el aspecto de una casa típica japonesa pero con algunos añadidos modernos.
-¿Hay alguien ahí?- Gritó Yamaguchi al pasillo.
Pero nadie respondió, no había las voces que le había dicho la última pareja que alquiló ese sitio, recordaba otras ocasiones idénticas, incluso una vez llamó a un exorcista, pero entonces no encontraron nada, ni una pequeña manifestación de lo que había asustado a todos los que osaron poner los pies en aquella cabaña. Pero sabía que ahí tenía que pasar algo fuera de lo normal, con una grabadora recogieron sonidos de que alguien estaba ahí, pero nada más, y siguió esperando, alquilando la cabaña nº15 con la esperanza de que alguien no se echase atrás, esperando a alguien capaz de desenmarañar aquel asunto.

continuará...