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¿Somos un equipo?
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Regalo para Alinekiryuu. ¡Esto es para ti, nee-chan!
¡Feliz cumpleaños!
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Disclaimer: Ningún personaje me pertenece. Solo la trama de esta historia es mía.
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Miss Choco-chips
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-No quiero.
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-No es pregunta. Debes aprender a trabajar en equipo.
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-Tks. ¿Para qué? Yo solo puedo contra cualquiera.
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-Oh, cállate ya, enano presumido del demonio.
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-¿A quién le dices enano, reemplazo de Jason Todd?
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-Basta, los dos.
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-…Comprendo la inutilidad social del mocoso, ¿pero porque tengo que ir yo con él? Sé trabajar en equipo.
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-Alguien debe vigilarlo.
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-¡Eh! ¡No necesito niñera!
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-Buajajajaja, ¿El bebé no puede cuidarse solo y necesita a su hermano mayor?
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-No eres mi hermano, tu, tonto adoptado.
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Batman miró a sus hijos entrar en una nueva discusión y suspiró. Ahí venía la migraña.
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"Amo Bruce, si me permite preguntar, ¿Está seguro que esto lo hace por el bien de sus hijos y no para escapar de sus peleas?"
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Batman, a.k.a (as known a; también conocido como) Bruce Wayne, apartó la mirada de los niños al oír la pregunta de su fiel mayordomo, Alfred, atreves del auricular de su máscara.
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-Deben aprender, Damian el trabajo en equipo, y Tim…
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"¿A cuidar a su hermano menor?"
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-Sí.
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La conversación con el más sabio de la casa Wayne hubo de cortarse cuándo los dos "niños" amenazaron con pasar a las manos.
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-Quietos.
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"Amo, sí sabe que son niños y no perros, ¿verdad?"
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-… Sí. Recuerda que yo pago sus caprichos. Un perro sería mas económico.
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Tim miró sobre su hombro a su padre adoptivo y frunció el ceño.
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-¿Hablas con Alfred?
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-…
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-Siempre es un gusto charlar contigo.
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-No te responde porque no te quiere. Tú y Todd son solo tristes reemplazos del idiota Grayson. Llenaban temporalmente el hueco que dejó cuando se fue. Ahora estoy yo aquí, tapando con creces el agujero en su interior, y tú eres inservible.
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El adulto suspiró y masajeó sus sienes. La respuesta de Tim, en un alto tono de voz, le produjo puntadas en la cabeza.
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-Alfred, ¿Falta mucho para llegar?
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"No, señor. Poco mas de un kilómetro."
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Aunque la distancia era corta, lo sería aún más de poder ir en algún vehículo motorizado. Pero no. Acercarse a una Aldea Oculta con algo así sería inmediatamente reconocido como intento de ataque, y ellos iban en son de paz. O al menos esa era la intención.
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Era realmente una fortuna que la Mujer Maravilla conociera a Tsunade Senju, la actual Hokague de Konoha. El cómo ambas damas habían hecho buenas migas, nunca lo sabría. Pero agradecía a Diana, ya que sin ese vínculo, él ni siquiera sabría de la ubicación de la Villa. Las Aldeas Ocultas eran algo paranoicas respecto a dar a conocer sus secretos, pero supuso que el ser ninjas exigía sigilo. No salían en ningún mapa. De hecho, a parte de la Aldea escondida entre las Hojas, no tenía idea de donde se hallaban las demás. Algo incómodo para él, cuya cualidad especial parecía ser siempre saberlo todo.
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-Batman, ¿Ya estamos cerca?
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-Si, Robin.
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No importaba que estuvieran absolutamente solos. Al usar los trajes, sus nombres cambiaban por sus alias. Además, Bruce no confiaba plenamente en la intimidad que ofrecían los árboles. Después de todo, estaban cerca de una aldea ninja, quien sabe si no había alguno oculto bajo una roca.
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Aunque a la hora de discutir, los niños parecían olvidar guardar las apariencias y usaban cualquier insulto (mezclado con nombre, apellido o relación sanguínea suya) que pudieran.
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-¿Ya cansado, mini-demonio?
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-No soy tú, inútil aburrido.
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-¿Cómo me llamaste, piojoso?
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Ahí iban de nuevo. De no ser tan "Bruce/Batman", hubiera gritado de alegría al ver las grandes puertas de la villa.
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Damien y Tim detuvieron su discusión al ver lo mismo que él, pero ninguno tuvo tiempo de pronunciar palabra, pues cuatro hombres y dos mujeres los rodearon, katanas/kunai/shuriken en mano. No llevaban máscara, asique el mayor supo que no se trataban de Ambu (Diana se había tomado la molestia de platicarle sobre la cultura y los estatus ninja, bendita fuera).
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-Identifíquese –ordenó uno con voz fría y firme, en japonés. Por suerte, tanto el jefe de la familia Wayne, como todos los que en algún momento fueron sus hijos, habían sido educados en varias lenguas, incluyendo esta.
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Cuando vio a sus hijos buscar sus armas, posó una mano en el hombro de cada uno para frenarlos.
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-Batman, Robin y RedRobin. Tsunade Senju nos espera.
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Los seis intercambiaron miradas y guardaron sus armas, mas no relajaron sus posturas. EL que había hablado antes asintió en su dirección y giró, comenzando a caminar hacia las puertas.
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-Síganme.
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Aún desconfiados, mini Wayne y Drake siguieron a su padre (detrás de ellos, sentían al resto de los ninjas "escoltándolos"), quién se adelantó para ir cerca del que parecía líder e interrogarlo. Aunque Diana había dado su mejor esfuerzo, los detalles no eran su fuerte, y esta era una oportunidad de oro para seguir con su filosofía "yo lo sé todo" y llenar los espacios en blanco que Mujer Maravilla no supo completar.
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Ir de preguntón no era su estilo, pero teniendo en cuenta el secretismo de la Aldea (y la falta de tecnología que pudiera hackear), ¿Qué otra opción tenía?
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-¿Qué rango eres?
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-Clasificado.
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-¿A qué edad puede un niño convertirse en ninja?
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-Clasificado.
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-¿Qué es un "Jinjuriki"?
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-Clasificado.
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-¿Cuál es el más poderoso ninja en la actualidad?
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-Clasificado.
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-¿Puede un civil normal volverse ninja?
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-Clasificado.
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Bueno, había que admitir que Bruce no se rendía. Pero el shinobi estaba entrenado para soportar interrogatorios más duros. Sería gracioso ver quien perdía la paciencia primero.
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Tim miraba, divertido, los inútiles intentos de su padre de conseguir información. Supuso que los ninjas no hablarían libremente sin permiso de su jefe. Por lo que Batman le había contado, eran bastante secretistas. Más la charla pronto le aburrió, y comenzó a admirar, igual que Damian, sus alrededores.
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Ambos se encontraban asombrados por lo simple del lugar. Casas sencillas, calles de tierra, sin ningún edificio alto o vehículo. Nada que mostrara el avance tecnológico que acostumbraban. Era, además de chocante… relajante. La gente caminaba sonriente, sin preocupaciones, charlando y comprando cosas en los mercados callejeros, como si no hubiera villanos por ahí. Nada parecido a Gotham.
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Tan distraído iba Damian que, raro en él, chocó con una niñita que corría en dirección contraria a él. La pequeña, de ojos café y lindas marcas en sus mejillas, se disculpó y siguió su camino... hasta llegar a uno de los ninjas que los guiaban.
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-¡Prima Hana!
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La gente a su alrededor se reía de la emoción de la niña y algo dentro de Damian se sintió incómodo. Supuso que lo mismo para Drake. No estaban acostumbrados a eso. Es decir, la pequeña hablaba con su prima sin usar ninguna identidad secreta, sin preocuparse por que la relacionaran con ella (Una ninja, que debía ser para los aldeanos lo que Batman para Gotham). Tal relajo, tal confianza en que allí estaban a salvo… no era normal para ellos.
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-Ya casi llegamos –habló la otra mujer, caminando junto a Tim, en tono impersonal, sin dejar de mirar al frente.
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El edificio blanco se veía desde lejos, más alto que cualquier otra construcción. Decenas de personas entraban y salían de allí, algunos con máscara, otros sin, pero todos con esa banda con placa metálica que sus "guías" usaban. Bruce había dejado sus preguntas para adoptar el aura que le caracterizaba como "Batman".
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Entraron a paso veloz, subieron los cientos escalones (uno de los ninja masculló que sería más rápido si los "civiles" que guiaban supieran usar chakra para trepar paredes y entrar por la ventana), cruzaron varios pasillos y, finalmente, pararon ante una puerta de madera.
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El que parecía líder tocó dos veces.
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-Pase.
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La habitación tenía toda la apariencia de ser una oficina, con cajoneras para archivos bien cerradas, lapiceras en el suelo y papeles de aspecto importante llenando el desordenado escritorio. Tras este, una mujer rubia de notables atributos bebía un líquido, desconocido para los niños, en un vasito de vidrio. Una botella a medio vaciar estaba a su lado.
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-Tsunade-sama, estos son Robin-san, RedRobin-san y Batman-san. Dicen ser sus invitados.
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La mujer parpadeó y sonrió amigablemente.
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-Ah, sí, los amigos de Diana. Tranquilos, los esperaba –calmó a sus subordinados.
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Ante sus palabras, los seis serios hombres y mujeres cobraron un gran cambio. Se relajaron y sonrieron a los héroes de Gotham.
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-Perdón por nuestro trato. No sabíamos si eran o no de fiar.
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Batman asintió a modo de aceptación, entendiendo porque no contestaba sus preguntas.
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-Kotetsu, Izumo, Asuma, Gai, Hana, Kurenai, pueden retirarse.
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-Hai, Hokage-sama.
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Con esto, y para sorpresa de los Wayne, los seis desaparecieron en una gran nube de humo.
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-Bien, bien. Bruce, pueden quitarse las máscaras. Aquí nadie conoce sus verdaderas identidades, asique no es necesario protegerlas. Para todos en las Aldeas Ocultas, el apellido "Wayne" no significa nada.
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-Preferiría no hacerlo. Pero ustedes –indicó a sus hijos- estarán aquí un tiempo, si Tsunade-sama acepta. No tiene sentido estar disfrazados todo este tiempo.
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Obedientes, ambos revelaron sus auténticos rostros. La líder de Konoha sonrió: eran una ternurita.
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El mayor de los hermanos sonrió- Soy Tim Drake Wayne, 17 años. Mi alias es RedRobin. Un placer.
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-Damian Wayne, 14, Robin.
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La sonrisa de la rubia se ladeó, interesada en el más pequeño. Había algo en sus ojos… Sacudió la cabeza.
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-Bien. Pasemos a lo importante, Bruce. Explícame a que viniste, Diana apenas me contó lo básico.
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-Necesito que Damian aprenda de trabajo en equipo, y que ambos se acostumbren a pelear lado a lado, no uno contra el otro. Mujer Maravilla me dijo que aquí podrían aprender eso.
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Asintió- Entiendo. ¿Cuánto tiempo planeas dejarlos?
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-Hasta que aprendan.
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-Bien, de acuerdo. Teniendo en cuenta lo que quieres, creo que lo más lógico será ponerlos en un equipo –viendo la confusión de los menores, explicó- Cuando los jóvenes de 11 o 12 años cumplen los requisitos más básicos para ser ninja, se gradúan de Gennin y son puesto en equipos de tres integrantes, generalmente de una mujer y dos hombres. Juntos hacen misiones, entrenan, etcétera. A cada equipo se le asigna un maestro, que los acompañará en misiones, hasta que al menos uno de los miembros del grupo llegue a Jounnin. Para ser Jounnin primero hay que pasar los exámenes Chunnin, que serán dentro de unos meses.
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Damian y Tim parpadearon. Eran buenos en japonés gracias a su estricta educación, pero no tenían la fluidez de Bruce, por lo cual procesar toda la información llevó un tiempo.
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Tim ladeó la cabeza- Dijo que nos pondría en un grupo, pero si los grupos ya están formados con tres integrantes… ¿Cómo hará? Porque si nos pone con una niña recién salida de la academia, cuando nos vallamos estará sola, sin equipo…
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Tsunade afirmó- Sí, ya lo pensé. En realidad, hay una –por sus ojos cruzó una sombra de tristeza-, de 14 años, que actualmente no tiene compañeros.
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Antes de que pudieran preguntar otra cosa, la puerta se abrió.
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Lo primero que los hermanos Wayne vieron fue rosa. Un rosa suave, como algodón de azúcar, como las nubes del cielo al ponerse el sol. Tardaron unos segundos en darse cuenta que se trataba de una chica.
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-Tsunade-sama, ¿Está lista para el entrenamien/?
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La voz sonó delicada, respetuosa, pero con firme determinación. No acabó la pregunta, pues sus ojos se cruzaron con los de Damian y, posteriormente, pasaron a Tim. Ambos niños se quedaron sin hablar ante la visión de los irises más verdes, puros y brillantes que hubieran visto jamás. Nunca en sus vidas habían visto unos más bonitos.
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-… ¿Tsunade-sama? –no hizo faltar decir nada más, se sobreentendía la pregunta "¿Quiénes son estos extraños?".
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-Sakura, este hombre se llama Bruce. Llámale Batman. Es amigo de una amiga mía.
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La pequeña, cuya cabeza llegaba apenas a la nariz del único hijo sanguíneo de Bruce, caminó hasta pararse junto a la silla de la rubia y se inclinó respetuosamente, con la curiosidad brillando en sus ojos.
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-Un placer, Batman-sama.
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-El gusto es mío –respondió cortésmente, en una actitud más "Bruce" que su alias.
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-Y ellos son sus hijos, Tim y Damian.
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Los tres intercambiaron miradas, analizándose entre sí. A ellos no les resultó fácil, pero notaron el brillo de melancólica tristeza, guardado bien en el fondo de sus hermosos jades.
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-Mi nombre es Sakura Haruno, un placer –se presentó, inclinándose nuevamente.
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Timothy iba a imitar a su padre, pero la dama mayor se le adelantó al tomar la palabra.
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-Ellos entrenarán contigo unos meses, y serán tus compañeros en el examen Chunnin de este año.
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Notas de Autora.
¡Hola! Bueno, antes que nada, soy nueva en este fandom, asique muy seguramente encontrarán errores por doquier. Jamás había escrito de los hermanos Wayne, asique espero su comprensión.
Mi intención inicial era escribir un one shot, regalo de cumpleaños de Alinekiryuu, mi querida nee-chan/sempai. Ella fue la que me introdujo a este fandom, con mucha paciencia para explicarme todos los aspectos (cabe recalcar que, si no fuera por ella, yo seguiría creyendo que solo existe y existió un Robin, Dick. No tenía idea de Stephany, Tim, Jason, etc) de la batfamily, incluyendo batgirls. Le estoy muy, pero que muy agradecida por ello.
Pero a medida que iba escribiendo, me di cuenta que tenía dos opciones: Hacer un inhumanamente largo one-shot, que probablemente no acabaría nunca, o decantarme por un sencillo y limpio two/three-shot. Asique elegí esta última. A menos claro, que la cumpleañera prefiera quedarse con lo que tengo hasta aquí. Es su decisión si quiere que su regalo se expanda.
Quizás aparezcan los otros BAtiBoys, nada es seguro. Pero primero díganme: ¿Qué les parece? ¿TimSaku o DamSaku? ¿O solo amigos los tres? ¿O DickSaku – JasSaku? Ahh, tantas posibilidades…
Besos, Miss Choco-chips.
Y como siempre, les pido que colaboren con salvar al mundo:
Sin RR, no hay autoestima para autoras.
Sin autoestima para autoras, no hay ganas de escribir.
Sin ganas de escribir, no hay fanfics.
Sin fanfics, es el fin del mundo.
Salva el mundo: comenta.
