Uhm, hello. Primero que nada esta será la primera historia de Rurouni Kenshin que hare, asi que pido me sean un poco pacientes. Si realmente gusta este espisodio es la forma en que decidiré si seguirlo o no. Esta no será una historia feliz, tendrá mucha angustia de por medio y mucho drama.


Capitulo: El nuevo sol naciente

"Si las paredes pudieran hablar, te dirían lo mismo que yo… Nada es lo que parece"


Japón siempre fue un país lleno de éxitos, los caminos se abrían poco a poco y en grandes cantidades al pasar de los años. Aun en la austeridad de lo que ha sido del mundo, siguen dominando. Ya en muchos años, muchos para ser cierto. Tantos que se ha olvidado en qué año se está, el mundo ha cambiado.

La tecnología solo estaba a la mano de los más poderosos y esa tecnología solo podía ser adquirida por los más grandes. Pues ya el mundo dejo de ser un mundo lleno de presidentes, elecciones y decisiones, este nuevo mundo era reconocido y tomado por aquellos con poder. El mundo había cambiado sus balanzas, tras la cuarta ¿o era la quinta? Guerra mundial. Donde se dieron cuenta que no importaban los grandes discursos que profetizaban los líderes para aquel momento, sino la cantidad de poder que se tenía para permitir ganar. Y tristemente, el poder demostró todo a su alcance. Europa ahora era trozos de tierra sin control, dividido por rebeldes, por aquellos que querían su propio pedazo de poder, América era un país en potencia, donde solo el norte era habitado y el sur que no tuvo ni la fortaleza para luchar es habitado por aquellos que ya no tenían ningún lugar al cual ir porque la tierra en donde estaban eran casi inhóspita. África se convirtió en el infierno para la tortura, ahí era donde las almas malditas donde existía la boca del diablo, era a donde iban a parar aquellos que eran considerados grandes amenazas, en lo cual no era suficiente matarlos, porque debían sufrir. Oceanía y la Antártida en su caso se unieron y son los que proveen a todo el mundo con alimentos puesto debido a su ubicación se volvieron hábiles en lo que nadie más pareció prestar atención: El mar. Eran una gran corporación que surtía y alimentaba gran parte de los continentes ese era su forma de controlar y por ultimo estaba Asia, cuyos países cayeron bajo el poder de Japón y eran ahora conocidos como El nuevo sol naciente. Todo gracias a un hombre de poder.

Un hombre que se le considera inmortal, traído del mismísimo infierno por su rojo cabello y sus ojos flameantes. Su nombre: Kenshin Himura, conocido mejor como Hitokiri Battousai. Había escalado rápidamente entre sus contrincantes, haciéndose de poder y más poder logro conquistar rápidamente Japón y con sus tácticas de batalla y alianza con Oceanía lograron absorber rápidamente el resto de Asía. A Oceanía le convenía tener a ese hombre bajo su mira, ya que sin chistar y para probar su poder había declarado la guerra a aquellos que no quisieran estar a su lado y es así como con su mano derecha, una hermosa mujer de cabellos negros, una tés tan blanca como la del mismo hombre demonio- cuyo conocimiento en la química- logro hacerse con el uso de armas biológicas, que sin ser detectados lograron destruir a China, arrasando a su población por completo. De la faz de la tierra.

Ahora el mundo parecía contener una paz, una paz mucho más extraña. Por muchos años, los habitantes del mundo habían logrado conciliar un poco de paz pero, esa paz pronto se vio quebrantada tras las amenazas de América para con Asía. Su líder: Makoto Shishio era un hombre frio y calculador que había escapado de China cuanto tuvo la oportunidad, pero no logro salir ileso. Grandes efectos yacen en su cuerpo debido al arma biológica que azoto en ese país. El renació como el fénix, su cuerpo siempre estaba hirviendo puesto ya no tenía piel. Este fue un hombre que empezó desde las sombras y en poco tiempo, logro convertirse en otro líder uno por el cual América y el resto del mundo temían.

"Si no hacemos algo pronto Himura-san, América se pondrá contra nosotros y la guerra volverá a explotar… Debemos aplastarlos antes que ellos lo hagan con nosotros" Un hombre de cabellos blancos hablaba con franqueza en la mesa, su atuendo figuraba completamente descubierto, y bebía algo frio para calmar su calor. Retiro sus lentes y se acomodo mejor en la silla para volver a girar su vista a aquel, la cabeza de esta reunión.

"Yukishiro-san tiene razón Himura. He escuchado por mis espías que los planes de Makoto Shishio se hacen cada vez más grandes, ha logrado conquistar y reunir a varios países de Europa, inclusive logro una fuga masiva de condenados que se encontraban en África" Esta vez, hablaba un hombre alto de figura esbelta, cabellos negros y ojos afilados que conversaba tranquilamente mientras leía unos papeles que eran entregados.

"Shimonori ¿Qué han sabido de Hajime?" Fue lo que propicio tras un largo silencio el hombre de cabellos rojos cual fuego. Mientras unía sus manos entrelazando sus dedos.

"Esta en la búsqueda de aquellos condenados sueltos, sabes bien lo que esto hará a su reputación puesto el es el Lobo de África, el mismo decidió irse para allá y tomar el mando… Lo sabes bien Himura-san" hablo exasperado aquel que respondía por el apellido de Yukishiro.

Himura apoyo sus codos sobre la mesa sin retirar la unión de sus dedos y miro a cada uno de los presentes, incluyendo a aquellos que no han hablado. Y se mantuvo ahí en un gran silencio pensando que hacer y cómo proceder. Le interesaba más conquistar tierras sanas que dejar tierras inexistentes como había sido con China y parte del sur de América. Sabía que su mano derecha era la mejor en la tecnología biológica pero hacer movimientos masivos sobre sus planes, solo haría que Makoto acelerara los suyos. Debía ser más cauteloso. Por eso la reunión no estaba llegando a ningún lado.

"… Ano… Himura-sama…" todos los presentes se giraron a una voz femenina que se encontraba en la habitación en una esquina. Su mano derecha, la joven mujer se puso de pie y acomodo su traje violeta con gracia mientras retiraba cabello de sus hombres y se dirigió hasta quedar al lado de su señor.

"Hai… Megumi-san"

"… Creo que tengo la solución a tu problema… Es una nueva arma que…"

"No más armas biológicas Megumi-san ¿Acaso no prestabas atención a la actual reunión? Si hacemos mucho movimiento, Shishio podría notarlo" Vio como la joven arrugaba su rostro indignada y volvía a retomar la compostura.

"Por supuesto que se bien todo lo que aquí hablan Kenshin Himura…" Todos los presentes sabían que esa mujer era una de las pocas personas que podían decir el nombre completo de Battousai y no salir herido o muerto en el proceso "… Creo que es hora que te presente con mi socio… Lo que él tiene para ti será algo que ni Makoto Shishio en muchos años podrá desarrolla, ni siquiera con la tecnología que tiene ahorita podrá" Ahora si tenía la atención de todos.


"Kirei…" Fue casi como un susurro, una pálida mano estiraba sus dedos para alcanzar lo que parecía ser un árbol de cerezo. Gruesas pestañas parpadeaban con emoción sutil, mientras que su cabello negro en una cola alta parecía flotar con el viento. Tomo un pétalo que parecía querer desprenderse y lo sostuvo entre sus dedos llevándolo a la vista de unos hermosos ojos azules, profundos cual mar "¿Habías visto un árbol de cerezo en mucho tiempo Misao-san?"

A su lado estaba una joven de larga trenza, quien chequeaba su reloj de pulsera constantemente, subió la mirada y pudo detallar a la mujer frente a ella, siempre amo los kimonos y era uno de los pocos privilegios que se le otorgaban y realmente se le veían muy bien, sonrió al verla tan tranquila pero volvió a borrar su sonrisa cuando volvía a observar su reloj de pulsera "Hai, Kaoru-sama… Mi abuelo tiene uno en su jardín" Se poso a su lado y miro el frágil pétalo en sus dedos y luego a la persona frente a ella, sintió un poco de tristeza pero decidió ocultarla, lo que menos quería era desestabilizar emocionalmente a Kaoru "Pero ahorita no está floreado ¿Cómo puede estarlo este?"

"Eso se debe a que este árbol, esta genéticamente modificado para que siempre este floreado" Las jóvenes dieron un pequeño brinco y se giraron para toparse con la voz de un hombre con lentes, su rostro era alargado y su cabello caía a la mitad enmarcando el resto de sus facciones.

"Takeda-sama…" Misao se inclino en manera de respeto hacia aquel hombre.

"Mah Mah Misao-chan, sabes que eres como una hija para mi, levántate… He venido a avisarte que Himura-sama acaba de llegar, así que debes preparar las cosas de Kaoru… "Y sin más que decir, se retiro. La chica sabía perfectamente a lo que se refería, miro a Kaoru que seguía entretenida con la flor, tras haber escuchado a Takeda hablar. Soltó un suspiro.

"Kaoru-sama, iré a buscar unas cosas ¿Prometes no moverte de aquí?" Ella asintió con suavidad y volvió a mirar la delicada flor. Camino hasta una pequeña banca y se sentó, con los segundos que pasaban su rostro fue pasando de calmado a triste, y sin decir más soltó el pétalo entre sus dedos

Odio estar sola.

Fue lo único que su mente logro pronunciar, Misao le traía tranquilidad por eso cuando ella se alejaba, su mente empezaba a quebrarse. Cerró los ojos por un momento y respiro. Ella volverá pronto, calma. Se dio ánimos a sí misma, abrió los ojos y miro al frente; dispuesta a ir a buscar a su Misao, pero de pronto su impulso se detuvo al notar un hombre de cabellos rojos mirarla fijamente, su mirada se paseo por su atuendo. Viste un gi y una hakama tradicional. Qué extraño. Ella parpadeo un poco sin saber qué hacer.

El pelirrojo frente a ella, solo se dispuso a observarla ¿Quién era esa mujer? Vio como esta misma se puso de pie, y el suavemente se inclino en señal de respeto ante la misma señal que la joven estaba haciéndole, una reverencia. Estaba solitaria en ese jardín, su jardín nada más y nada menos.

Siempre antes de una reunión, venía a este sitio para meditar y poder tener control sobre su Ki y sus emociones, más cuando llego, no pudo ni siquiera sentir el Ki de esta joven frente a ella y lo que le hacía más extraño era que vestía un kimono tradicional. No esperaba que más personas mantuvieran tal tradición. Su cuerpo iba a dar un primer paso para exigirle el por qué estaba en su jardín privado, pero sintió otro Ki presentarse al mismo tiempo que el rostro de la chica se giro para ver como una chica un poco más pequeña que ella se acercaba con una carpeta y le indicaba caminar. Ella sin mirarlo de vuelta, se dispuso a caminar y poco después desaparecieron entre uno de los pasillos.

Himura camino hasta el centro de su jardín y observo el hermoso árbol. Pero una nueva fragancia parecía mezclarse en el ambiente.

Jazmín.


Himura se encontraba con los brazos detrás de su espalda, recién había llegado y observaba como habían varios médicos escaneando monitores y haciendo anotaciones. Miro a su alrededor y observo a Megumi hablando con un hombre de lentes, los dos solo veían anotaciones y asentían de vez en cuando. Siguió observando y pudo notar como Shinomori y Yukishiro se acercaban a él, con la misma mirada de intriga.

"Nadie dice nada por lo visto… Es la primera vez que veo a Megumi tan concentrada" Sintió una mano apoyarse sobre su hombro y se giro para observar a un hombre de cabellos de punta de color castaño, con una cinta roja que arropaba su cabello. Himura retiro su mano con cierto desprecio y se giro para observar al nuevo llegado.

"Llegas tarde Sanosuke…"

"Gomenasai Kenshin, demo… unas lindas chicas me entretuvieron toda la noche" puso una mano detrás de su cabeza mientras le restaba importancia al asunto.

"Faltaste a la junta también…"

"Hai hai…" Vio como llegaban el otro par.

"Aoshi, Enishi… Tanto tiempo"

"Es Yukishiro-san para ti, Sagara"

"¿Y eso por qué?"

"Yukishiro-san es el nuevo diligente de Oceanía" hablo secamente Himura

"Oi! Eso quiere decir que derrocaste a su líder ¡Bien por ti!" golpeo el hombro del hombre de cabellos blancos como muestra de felicitaciones, este solo arrugo el rostro y se giro a Himura.

"Himura, específicamente ¿Qué hacemos aquí?"

"Veremos la nueva arma de Kanryu Takeda el socio de Megumi-san. Más no he tenido más detalles al respeto… Al parecer quieren… sorprenderme… Supongo que tienes algo para mi ¿Shimonori-san?"

"Hai… Mis espías estuvieron buscando el perfil de Takeda, es un hombre nada ortodoxo, sus proyectos han llevado pocos experimentos, no tan remarcables como los de Takani. Se hicieron colegas hace ya más de 7 años pero aun así sus proyectos se llevan por separado. Este hombre al parecer trabaja bajo los ojos de Koshijiro Kamiya, él es el hombre que financia todos los proyectos de Takeda y actualmente es el dueño de varias empresas, las cuales se encuentran en la Antártida. No se sabe mucho de Kamiya desde hace mucho tiempo, su único contacto con el mundo exterior es Takeda"

"Eso es peculiar"

"Hai… Demo, aun así tras todo lo que se averiguo no pudimos encontrar nada fuera de lo normal, parece ser que tu mano derecha no anda con cosas raras Himura-san" guardo la información digital que tenía en su bolsillo y miro fijamente al grupo de médicos trabajar "Aun así, desconozco sobre este proyecto, los firewalls que existían eran callejones sin salida, realmente no quería que nadie supiera con lo que estaba trabajando y eso mejor de esa manera… Shishio no podrá descubrirlo tan rápido" vio como el pelirrojo asintió, y al poco tiempo observo como Takeda paro de hablar con Megumi y ambos se acercaron hasta el grupo.

"Himura-sama es un honor tenerlo en mi presencia, no tiene idea de cuánto me alegra que Megumi me haya llamado" hizo una leve reverencia, sabiendo que Himura no le gustaba ser tocado, por nadie, se giro rápidamente e hizo un ademan, uno de los médicos hizo un llamado "¿Comenzamos?" Antes de que el pelirrojo pudiera decir un sí, un camión llego haciendo bajar a un montón de lo que parecía ser criminales, aquellos que lo fueran eran claramente marcados en ciertas partes del rostro para demostrar cuál había sido su crimen "Permítame presentarme formalmente, mi nombre es Kanryu Takeda, de las empresas Kamiya… Y lo que está por presenciar Himura-sama es nada de lo que ha visto…" se dio la vuelta, dejando a Megumi en el sitio.

Jazmín. Otra vez.

Y sin poder reconocer, o detectar su Ki, vio como una joven con kimono se acercaba hasta donde Takeda se encontraba, siendo acompañado por aquella chiquilla que él vio antes. Era aquella chica, en su jardín hace un momento. Takeda tomo su mano y se giro para quedar de frente a Himura

"Himura-sama déjeme presentarle a Kaoru" Vio como la chica hizo una pequeña reverencia y levanto su mirada, acaso ¿Querían mofarse de él?, vio como el hombre estuvo a punto de retirarse, lo que hizo sobresaltar a Takeda, soltó la mano de Kaoru y la empujo indicándole a donde ir "Yoshi yoshi… ¡Assari Kaoru!" Takeda corrió rápido a tomar una tableta digital y con tocar unos botones los grilletes de los criminales se soltaron, al mismo tiempo que una plataforma salía a nivel de tierra con armas. Aquellos hombres sin pensarlo fueron corriendo a tomar esas armas.

"¡¿Acaso estás loco?!" Hablo rápidamente Sanosuke, pero fue tomado del brazo por Megumi, quien se veía sería "Suéltame mujer, ese hombre hará que nos maten"

Pero antes que pudieran decirse algo más, los hombres empezaron a disparar al público espectador, todos se agacharon al suelo menos Takeda, Megumi, Misao y Himura, quien daba un paso al frente manteniendo su mirada plana, cuando dentro de él estaba sorprendido.

Frente a él, aquella joven de cabellos azabache estaba emitiendo un resplandor que venía de sí misma, y diviso que ninguna de las balas parecían dar en el blanco, todos estaban apuntando a esa mujer y nadie más, otro paso al frente y puso notar como aquellas balas parecía desaparecer frente a ella como si fuera arte de magia.

"¿Increíble no le parece Himura-sama? Este es mi más reciente experimento, un arma completamente biológica" sintió su cuerpo tensarse ante las palabras de aquel hombre.

"Subarashi Kanryu…"hablo suavemente Megumi, luego se giro a Himura mientras que aquellos hombres que estaban en el suelo se volvían a levantar incluyendo los médicos "Kaoru es un arma creada desde cero, un arma que ningún hombre, líder, asesino o demás pensaría que existiría o bien que podría hacer daño… Kanryu logro la manipulación genética y física para poder crearla" Kenshin se giro y miro con rostro aun más serio lo que tenia frente a él.

"Y eso no es todo Himura, mitte… Kaoru…" y sin decir más observo como la joven alzaba un brazo a su frente y lo bajaba rápidamente como si intentara espantar algo, acto seguido los hombres frente a ella bajaron sus armas y empezaron a gritar. La joven volvió a levantar su mano y a lo lejos pudo divisar como los hombres volvían a levantar sus armas pero esta vez, se apuntaron a sí mismo. Los gritos volvieron a empezar.

Y antes de poder registrar lo que ocurría, los hombres empezaron a dispararse mutuamente hasta que ningún grito se volvió a oír y ningún cuerpo quedo de pie. Battousai alzo una ceja, bastante intrigado.

"¿Y cómo esta chica puede ayudarnos a derrotar a Shishio?" fue la primera pregunta que paso por su mente, pero fue Aoshi quien la expreso. Takeda se echo a reír, mientras se acomodaba los lentes.

"Kaoru está diseñada para meterse en la mente de todo aquel que esté a su alcance y considere una amenaza o simplemente se lo ordene"

"¿A qué te refieres si se lo ordenas?"

"Kaoru…" vio como la chica se dio la vuelta y observo el vacio de sus ojos "Enséñale a Shinomori-san tu poder de capacidad" La chica dejo de 'observar' a Kanryu y miro fijamente a Shinomori, este rápidamente se paró en seco ante los ojos de la chica

"No puedo moverme" logro pronunciar entre sus dientes, Kenshin por otra parte volvió a poner sus manos detrás de su espalda, realmente intrigado. Se giro a Shinomori justo en el momento en que lo sintió gritar sin control, agarrando su cabeza y tirándose al suelo.

"¿Qué le ocurre?" Hablo Sanosuke asustado por el actual estado de aquel hombre.

"Este es el poder de mi Kaoru, verán ella puede penetrar la mente de los demás y obligarlos a hacer todo en contra su voluntad…" le hizo un ademán a Misao quien se encontraba disgustada, y camino hasta quedar frente a chica.

"Yamero, Kaoru-sama…" y sin decir más tomo la mano de la chica, quien automáticamente recobro la vida en sus ojos y observo a la chica que respondía a su toque con una sonrisa. Aoshi dejo de gritar y con la ayuda de Enishi se puso de pie, observo como su nariz estaba sangrando y saco rápidamente un paño para limpiarse.


"Estos son los términos para el contrato, ahí podrás leer el perfil de la chica y todas sus capacidades, Himura-sama" el pelirrojo observaba de reojo a la chica de cabellos oscuros, que solo miraba al suelo. Tomo el contrato entre sus manos y empezó a leer.

Nombre: Kaoru.

Edad: 26 años

Nacida: Japón.

Sujeto de prueba: 4.3

Miro nuevamente a la chica, e hizo una mueca.

Condición: Aceptable.

Catarsis: Misao Makimachi… Debe ser aquella chica ¿Acaso ella es la que mantiene a la joven Kamiya de no caer muy profundo?

"¿Qué tiene que ver la chica Makimachi en todo esto?"

"¡Oh! ¡Hai hai! Ella es como el seguro de sanidad de Kaoru, verá es la única manera de que ella no se desestabilice… El poder de Kaoru se maneja de manera mucho más ineficiente sin un sujeto de seguro, algo así como la funda de una espada" Hablo rápidamente Kanryu.

"Quieres decir que ¿Sin Makimachi cerca ella podía empezar a matar?" Hablo suavemente Enishi, quien miraba a la chica con una atención particular.

"No, no de esa manera. Ella tendría que estar activa para poder causar eso. Después de todo Kaoru es un arma, y solo activándola es como causas desastre y es gracias a esto…" puso sobre la mesa un control digital y se lo acerco a Himura "con esto podrá controlarla cuando usted desee Himura-sama" El pelirrojo estiro su mano y tomo el aparato, consistía en una pulsera muy sencilla, sintió la mirada de la joven sobre él y apenas la observo ella volvió a bajar la mirada. Se puso la pulsera y volvió a poner su mirada en los archivos que tenia frente a él, sin dejar de escuchar el fondo.

"Y… ¿Que habilidades tiene?" inquirió rápidamente Sanosuke que no dejaba de mirar a la chica con cierto recelo.

"Oh muchas Sagara-san, como su poder de envejecimiento por ejemplo… En su archivo podrás ver que dice 26 años de edad, pero actualmente su etapa de vejez se quede en los 16…" acaricio la cabellera de Kaoru como si de su hija se tratara y ella no se inmutaba ante el contacto "Ella si lo desea puede hacerte muchas cosas, si así lo desea… Pero, para eso está el control, hemos instalado un mecanismo de auto bloqueo que evita que ella active su poder sin que usted lo deseo Himura-sama… De otra manera, ella podría sencillamente con solo pensarlo podría incendiarte, o hacer que tu cerebro explote, o tus huesos se quiebren en mil partes…"

"eso suena…"

"Aquí explica que si su mente lo imagina, ocurre en la realidad"

"Hai Himura-sama, así es como funciona realmente. Su mente funciona como una caja de ideas mortales a decir verdad, si ella lo imagina, ella lo crea. Por eso su poder no tiene limite… Es por eso que puede ser una buen arma contra quien lo desee"

"¿Y si piensa en cosas lindas, ocurren?"

"Hahahaha, ie… Si pensara en cosas lindas, su mente se confundiría por eso, decidimos solo enfocar su cerebro de un solo lado, de otra manera ella podría dudar en el campo de batalla…"

"¿Quieres decir que no tiene emociones felices?"

"¡Oh no! Ie ie, me mal entiende Sagara-san… Ella es una persona, sencillamente está diseñada para matar a voluntad" Soltó el cabello de la chica. Himura recordó su encuentro en el jardín, de cómo su rostro pasaba de ser uno triste a uno sorprendido y luego a uno calmado.

Un camino de sangre.

Me pregunto… ¿Si soñara como los humanos?

"¿Ósea que puede sonreír, hablar, enojarse y demás como un ser humano?" observo como Kanryu asintió ante la pregunta de Sanosuke, el chico parecía volverse loco ante la respuesta como si aun no pudiera creerlo.

"¡Hey! Jou-chan… Kaoru…" ella levanto la mirada y observo a la persona que le llamaba, se puso de pie y la miro fijamente como esperando que ella sencillamente decidiera hacer algo "Mi nombre es Sanosuke Sagara, un gusto" le extendió la mano y ella la observo dudando un poco, volvió a mirar al chico de cabellos locos, y sin dejar de mirarlo sonrió con tranquilidad mientras extendía y tomaba la mano del chico "Kaoru, un gusto Sagara-sama"

"No way!" Expreso en ingles el chico, echándose para atrás ante la respuesta de la chica, paró en seco cuando la sintió reírse suavemente y volvió a enloquecer saliendo por la habitación profanando muchas cosas más en ingles.

Un arma con emociones, interesante.

"Creo que me falto explicar algo muy importante sobre ella Himura-sama… "sonrió con algo de malicia, ella levanto la mirada y por primera vez observo fijamente a aquel hombre de ojos ámbar "como bien puede leer en el contrato, este servicio que le estamos prestando Himura-sama tiene ciertas clausulas especiales"

"Hai, proteger su empresa es una de ellas, a usted y a… ¿Koshijiro Kamiya?"

"Hai, Himura-sama… Este experimento no habría sido posible de no ser por Kamiya-sama"

"Supongo que invirtió mucho en ello ¿no es así?" bajo el contrato por un momento, y se inclino en su asiento con suavidad, mientras unía sus manos y apoyaba sus codos.

"Más que eso Himura-sama… Verá, ella es la hija de Koshijiro Kamiya"


Diccionario (palabras que quizás no conocias)

Mah Mah: Expresion usada para apasiguar, es como un calmate.

Assari: Rapido.

Yamero: Detente

Subarashi: Maravilloso

Mitte: Mira

[]

Bien espero, les haya gustado este prologo por asi llamarlo. La historia quizás se ira poniendo un poco más compleja, no se cuantos capítulos tendrá todo depende de la profundidad del tema. Por favor me gustaría saber sus comentarios, no suelo escribir muchos fics por la falta de reviews, y eso termina desmotivándome a seguir.

Me gustaría saber sus opiniones. Tengo este fic desde hace mucho en la mente.