Summary: Un villano no nace, se hace. El primer paso es nombrar a un niño Malachai.

Disclaimer: The Vampire Diaries no me pertenece, es de L. J. Smith y The CW. Solo la trama es mía.

Aviso: Este fic participa en el Reto Drabble "Kai Parker" del foro The Vampire Diaries: Dangerous Liaisons.

Palabras: 499.


Malachai Parker siempre fue un niño activo, alegre y divertido. Se llevaba especialmente bien con su hermana gemela, Josette. Ella era más tímida que él, así que aunque tenían la misma edad, él la cuidaba.

Era un buen chico, al menos, hasta el primer día de colegio. Malachai tenía seis años.

— Bienvenidos a todos. Yo seré vuestra profesora, podéis llamarme Lisa. Lo primero que vamos a hacer es presentarnos todos. Vamos a ver, la primera será Violet Ambers.

Poco a poco, todos los niños de la clase fueron diciendo sus nombres y lo que más le gustaba hacer. Cuando llegó el turno de su hermana, ella se levantó, muerta de la vergüenza y roja como un tomate para decir su nombre y que de mayor quería ser doctora.

Finalmente, llegó su turno.

— Hola a todos. — Saludó levantándose y sonriendo abiertamente. — Me gusta mucho jugar con los animales y jugar a juegos. Me llamo Malachai Parker. — Anunció el chico, convencido de que sus aficiones le habrían conseguido muchos amigos.

Sin embargo nada más decir su nombre, algunos de sus compañeros estallaron en carcajadas. Mientras hacían comentarios en voz alta.

— Que nombre más feo.

— Parece nombre de niña.

Kai se puso rojo de furia y contuvo las ganas de llorar por la humillación. La profesora no reaccionó al principio, pero rápidamente se recompuso.

— ¡Silencio! — Los niños callaron de golpe al verla enfadada. — Lo primero que tienen que aprender es a respetar y no reírse de sus compañeros. Ahora quiero que todos le pidáis perdón a Malachai.

Los niños aguantaron las carcajadas mientras se disculpaban, pero él seguía viendo sus burlas.

Cuando terminó la clase, las burlas hacia él habían hecho que un grupito de tres niños, los más grandes se hicieran amigos. Al salir del aula pasaron por su lado, empujándole con sus hombros.

— Cuidado por dónde pisas, niñita.


Al llegar a casa, Malachai subió a su cuarto directamente. No tenía hambre. Se sentó en el suelo y cogió uno de sus muñecos. Lo retorció enfurecido.

— ¿Malachai? — Preguntó su madre dando unos golpecitos en la puerta para entrar.

— No me llames así.

— Tu hermana me ha contado lo que ha pasado. — Dijo ella, arrodillándose para quedar a su altura. — No les hagas caso, cariño.

— Han dicho que era nombre de chica.

— Eso es una tontería. Tu nombre significa ángel. — El niño frunció el cejo, nada convencido. — Sino te gusta, siempre puedes hacer que te llamen… ¿Kai? —Sugirió ella.

El niño, se quedó un momento pensativo. Kai le gustaba, era corto, un nombre de chico.

— Me gusta más.

— Perfecto. Baja a comer, Kai, he hecho pasta.

Su madre salió mientras él se disponía a guardar su juguete. Nadie volvería a reírse de él. Sin darse cuenta estrujó tanto el muñeco que acabó arrancándole la cabeza. Kai miró lo que había hecho y sonrió. Si pudiera hacerles eso a los niños, no se volverían a reír de él.

Pensando en su venganza, bajó corriendo a cenar mientras silbaba, pensando en el día siguiente.