Bien otro fic nuevo y trata de muchas cosas en particular el ¡Crimen y espionaje! nOn
.-To go off ¡Haney!-.
Advertencias: Fic Yaoi (Como siempre) Shounen ai (besos, caricias) etc, etc, etc.
Notas: Los personajes principales están entre los 17-19.
Capitulo 1: ¡Vamos! Jala el gatillo.
La agencia seguía funcionando, durante las 24 hrs. Del día. Nada raro en la organización más grande en el mundo; como así también lo era de secreta. Todas las personas que trabajaban allí dentro iban de un lugar a otro entregando y recibiendo papeles de suma importancia así como también algunos solo con mensajes dirigidos hacía el dueño y creador de la organización. Los ultra secretos llegaban con agentes especiales en tal caso. Dicha organización era llamada como "OMPH" o "Organización Mundial de Protección Humana", de cualquier manera lo que importaba era que solo le servía a cualquier gobierno, mientras este tenga buenas intenciones, contra otras agencias criminales. De seguro quien sea pensaría que estar allí atareado todo el día a de ser aburrido, en parte era así. Pero la parte positiva era que si tenías un puesto especial en la agencia como espía profesional la pasabas fenomenal y además de tener que estar atrapando pillos todo el día, mañana, tarde y noche te divertías visitando lugares nunca antes pensados. Si, era divertido. Aunque se ponía en riesgo la vida y la integridad de uno mismo, pero eso lo hacía más atractivo y entretenido. Como sea de todos modos los días viviendo como alguien importante alguna vez en tu vida, aunque de todas formas no te reconozcan en una portada de revista. Era lo más excitante.
Ya eran como las 09:30 a.m. y parecía que tenían mucho trabajo, no era raro puesto que estaban a casi mitad de año y las cosas se ponían duras durante ese período. Mientras en una oficina muy moderna estaba sentado en su silla negra justo detrás de su mesa de cristal transparente, en ella estaban unos papeles, unos escritos y otros en blanco que debían entregarse rápido. Tomó el intercomunicador y llamó a una de las secretarias. – Susan¿podría venir a retirar estos documentos? -. Pregunto, aunque más sonó como una orden. La chica entró y se llevo lo que se le pidió y se retiro. El joven sentado dio vuelta su asiento y miro la puerta por donde había salido la chica ignorando las pantallas que estaban detrás de él. Poso sus codos sobre la mesa y junto sus manos entrelazando sus dedos y siguió observando con seriedad.
De pronto una sonrisa apareció en su rostro, ni siquiera sabía porque lo hacía; tal vez un reflejo condicionado. El joven parecía tener unos 22 años, era muy guapo, era el nieto del verdadero dueño de la organización, su cabello era un poco largo de color azul, algunos mechones caían en su frente. Mientras esos ojos caoba seguían abiertos, su tez estaba bronceada. Era alto, como de 1,85.
Estaba vestido con una gabardina gris oscuro su pantalón igual, vestía también una camisa blanca y una corbata azul oscuro. Los zapatos de cuero negro. – Susan ¿sabes donde está Tala? -. Pregunto, pues no sabía donde se había metido ese pelirrojo tan interactivo. Siempre le sorprendía la actitud jocosa del chico. Pero eso iba a cambiar, había encontrado a alguien perfecto para ser su acompañante. – Disculpe señor, pero no eh podido localizarlo -. Respondió a la pregunta. – Hmmf, ya veo. Hazme el favor de seguir buscando, no debe estar muy lejos -. Explico el peliazul, sabiendo donde podría encontrarse el joven. – Muy bien. Lo mantendré informado -. Dijo y corto la comunicación. Estuvo unos momentos en silencio hasta que se decidió y se puso de pie, y se dirigió hacía una persiana que se mantenía baja. Con un solo chasquido de sus dedos esa persiana se abrió dejando ver la cuidad, desde el último piso del edificio.
'Jm tengo muchas formas de encontrarte Tala, sabes que si te escabulles así te vas a meter en problemas.' Pero ¿Por qué me preocupo? Sus padres también eran así -.
Dicho esto dio un largo suspiro cerrando sus ojos aún de pie y con sus brazos detrás de su espalda. – Aunque es más divertido -. Dijo calmándose un poco.
Por mientras esto no molestaba para nada a un pelirrojo que caminaba por la ciudad.
Tenía puestos unos anteojos negros, que le quedaban a la perfección. Pero lamentablemente cubría sus lindos ojos celestes, aunque retocaba su piel pálida y su rojizo cabello. Tenía puesto un pantalón negro con pequeños tirantes que terminaban en hebillas doradas, con algunos bolsillos y en su pierna derecha poseía una correa de cuero marrón en la cual tenía una pistola envuelta en su cubierta de cuero, también tenía en la cintura una especie de correa que bajaba un poco hasta su cadera y en la parte izquierda de esta había un pequeño bolso marrón también con hebillas doradas.
En sus pies unos tenis negros pero no eran grandes sino al tamaño del pie, también tenía una camiseta de mangas largas con cuello del color de sus ojos más clara incluso y con alguno que otro adorno sobre esta y en su muñeca derecha tenía un reloj digital muy bonito.
Todo lo que llevaba puesto era algo ajustado y lo hacían lucir muy sexy a los ojos de cualquiera. Su contorneada figura no pasaba inadvertida para algunos peatones que lo miraban con la baba por el suelo. Otros incluso se le acercaban para sacar comunicación, él solo los evitaba o los ignoraba; otros trataban de robarle un beso e incluso lo acosaban y le proponían muchas cosas indecorosas y morbosas. Pero no lo molestaban solo eran un estorbo en el camino.
Hola ¿cómo te va? -. Le saludo un chico. - Oye ¿salimos juntos? -. Dijo uno de sus seguidores. – Sabes, dicen que las bellezas no andan solas (XD) -. Dijo otro.
Uno por uno todos se iban quedando atrás decepcionados y tristes por no haber cumplido sus objetivos. Tala solo miraba alguna que otra cosa en la calle pero no lo suficiente como para recibir su aprobación. Pero no se rendían, otras personas se ofrecían a llevarlo a donde fuese que se dirigiera. Pero sus intenciones eran otras más comprometedoras. Yuriy solo pasaba de largo, como ese día no había salido en motocicleta; porque las razones eran más que obvias: debía tener la marca registrada al ingresar a la agencia y eso significaba. Tener otro día aburrido recibiendo órdenes que según él era innecesario para su oficio. Así que ese día tomaría el autobús, pero antes pensó; lo más lógico, de seguro lo andarían buscando por todas partes así que desactivo su micro transmisor el cual llevaba detrás de su oreja izquierda. Espero en la parada y subió al transporte mezclándose entre los civiles para no ser localizado. Se sentó en un asiento de uno, no le gustaba estar junto a un extraño que quizá lo tratara tal y como el resto de las personas de afuera. Se quito las gafas y abrió un poco la ventana para respirar un poco de aire fresco, mientras el viento jugaba con sus dos mechones rojos de su frente, tan característicos de él.
Mantenía los ojos semiabiertos para que ninguna basura de las calles se metiera dentro de ellos, después de todo el mundo no podía vivir sin ver esos ojos tan bonitos. Para estar más cómodo puso sus su codo y resto del brazo en la orilla de la ventana.
Todo parecía como un día normal en la ciudad de Tokio, nada fuera de lo común. O al menos eso pensaba, pero alguien lo había estado vigilando durante casi todo el día, se había ocultado en las sombras para no ser visto, para fortuna de ese sujeto así fue. Yuriy seguía sin presentir algo malo, hasta que algo hizo que se extrañara. Pudo ver por el espejo retrovisor del autobús un auto que había estado detrás, era rojo último modelo estilo deportivo, lindo diseño pensó. Pero eso no importaba le parecía raro que ese auto haya estado siguiendo a ese ómnibus, más bien que lo hayan estado siguiendo a él. Entrecerró los ojos y se mantuvo viendo al auto que iba detrás.
Estuvo así un rato cuando el autobús y el auto se detuvieron, luego vio un destello provenir de dentro del auto detenido. – '¿Qué intenta hacer?' -. Se pregunto.
Solo se escucho el sonido seco de un disparo y seguido de este los alaridos de la gente tanto en el autobús como los que estaban afuera. Tala por su experiencia se oculto dentro del transporte porque al parecer la bala iba directo hacía él.- Rayos -. Maldijo en voz alta, puesto que casi sale lastimado.
Joven ¿esta usted bien? -. Pregunto uno de los que iban en el ómnibus, porque Tala se había tirado a un lado y tal vez se había golpeado.
Llamaré al 991 -. Yuriy escucho y dio un salto mirando por la ventana. El sujeto del auto rojo estaba sonriendo, entonces si quería dispararle a él. – Cielos, adiós a un buen fin de semana -. Sarcasmeó ante la situación. Luego otro disparo, pero este fue al aire. De nuevo se escucharon los gritos de la gente desesperada. Algunos intentaban salir por las ventanas.
Nos van a matar. -.
Hay que salir de aquí -. Explico otro.
Mami tengo miedo -. Dijo un niño pequeño al borde del llanto abrazando el pecho de su madre. Tala vio la escena, no podía permitir que personas inocentes murieran si lo perseguían a él. Por algo servía a la comunidad.
Las personas seguían gritando algo que irritaba al joven. – Todos ¡SILENCIO! Mantengan la calma, todo va a salir bien. -. Dijo tratando de que no cunda el pánico.
Las personas solo miraron sorprendidos por la orden dada entonces un hombre que volvía de trabajar se levanto.
¿Cómo rayos quieres que nos tranquilicemos? Además �¿Quién eres y por qué nos dices esto! -. Pregunto exaltado. Yuriy no sabía que hacer o responder en esa situación. No podía llegar y decir "¡Hola soy de la OMPH y quieren matarme!". Simplemente no podía, pero estaba poniendo en peligro muchas vidas.
Si dinos quien eres. -. Dijo otra mujer. – Y tú ¿quien eres para dar órdenes muchacho? -. Cuestiono un joven de la preparatoria.
Si. -.
Así es. -.
A Ivanov se le estaba acabando la paciencia así que trato de ponerle un alto a todo.
Miren si quieren vivir hagan lo que les digo -. Ordeno sacando su arma para que no lo molesten más con sus estupidas preguntas. – Y usted, sigua conduciendo ¿O qué, también quiere morir? -. Pregunto apuntándolo con su arma calibre 22 de caño mediano y grueso. – Pero jovencito yo no... -. Pero antes de que pudiera terminar sintió el caño del arma en su pecho. – No es un petición sino una orden ¡Hágalo! -.
S-si como diga -. Tartamudeo antes de sentarse de nuevo en el asiento del conductor y arrancar. – Y esto va para todo el mundo, nadie sale. Y tampoco entra �¿Entendido! -. Todos guardaron silencio y asintieron mientras tomaban asiento otra vez.
El del auto rojo siguió los movimientos del transporte y lo persiguió otra vez. Comenzando una nueva persecución. Después ese sujeto abrió más la ventanilla de su auto y saco la mitad del cuerpo mientras que con la mano derecha seguía manejando, apunto y disparo una vez más.
Diablos. -. Se quejo el pelirrojo.
Las balas cada vez destrozaban más ventanas, así que les dijo a los pasajeros que se juntaran en medio del transporte. – Oiga ¿qué no puede ir más rápido esta chatarra? -. Le pregunto al conductor. – Hago todo lo posible jovencito -. Dijo y sintió de nuevo el arma, pero esta vez en su cabeza. – Pues hágalo mejor -.
Dijo esto mientras seguía mirando hacía la ventana de atrás, la cual todavía sorprendentemente no se había roto. Luego se alejo del conductor y también saco la mitad de su cuerpo del transporte. Puso el arma en posición y dio un disparo en el espejo retrovisor del auto en persecución.
El hombre que iba detrás supo lo que iba a hacer y rápidamente volvió a entrar. – Rayos la reparación va a ser muy cara -. Dijo para si más que para su acompañante.
Yo que tu no me preocuparía por eso y me ocuparía más en nuestra misión. -.
Si lo se, lo se -. Dijo algo intranquilo. – Al menos la paga es buena -. Dijo con una sonrisa antes de volver a salir. – Toma el volante ¿Quieres? -.
El otro accedió y condujo por su amigo, más disparos era lo único que se oía. Las personas al sentir que más ventanas se rompían ponían las manos en sus cabezas y cerraban los ojos con fuerza. Mientras arriba de ellos había un helicóptero filmándolo todo para las noticias en vivo. Algunas patrullas se unieron a la persecución intentando ayudar pero era inútil, el segundo sujeto que ahora tenía le volante en sus manos lo sujeto con la derecha y disparo a la ventana de atrás y le disparo a las patrullas, dejándolas sin movimiento otras explotaban porque las balas daban en el motor.
Un policía frustrado golpeo el capo del auto con su puño cerrado y le dijo a un oficial de menor rango. – Dile al Jefe, fallamos -. Dijo con un aire de deje en su voz. – Si señor -. Respondió. – Demonios -. Fue lo que dijo luego el mismo oficial que le dio la orden a su subordinado. – Espero al menos que la OMPH se encargue de esto -. Dijo sabiendo que podían contar con la agencia. Aunque esta no trabaje en conjunto con la policía, las fuerzas armadas, aéreas, marítimas, etc. Solo para el gobierno, pero si se revelaba sería la perdición. Solo contaban con que siguiera su servicio.
Mientras en las agencias, el dueño de la corporación miraba la televisión en su oficina. Era aburrido solo estar viendo las pantallas llenas de los reclusos que eran vigilados con máxima seguridad, así que ¿Por qué no algo de diversión? Todo estaba bien hasta que. - ¿Ah? -. Hizo una mueca torcida al ver la persecución en cadena que se realizaba en las calles un poco fuera de los limites de la ciudad. – "Señores televidentes, les informamos que esto esta ocurriendo en las afueras de la ciudad. Se estima que ambos vehículos lleguen hasta el muelle o un poco más. El suceso ocurrió esta mañana cuando un auto modelo deportivo rojo, de matricula desconocida; comenzó a seguir al transporte como hace una hora. Poco después de la persecución se escucharon varios disparos, ambos provenientes de los dos vehículos. Todavía se buscan algunos heridos donde ocurrieron los primeros disparos, la policía intento hacer que el conductor de la Ferrari roja se detuviera pero este respondió enviando más balas, según las pericias al parecer dispararon con un rifle de tiro largo para mayor puntería. Gracias a un periodista enviado a la escena del suceso pudimos saber que las personas que efectuaron tales disparos eran dos hombres, de porte fuerte y musculoso. Con gafas negras y trajes negros, de cabello marrón y rubio y ambos de edad superior a los 20 años. Mientras que los provenientes del autobús serían de un joven de unos 17 años, cabello rojo, de ojos celestes y piel blanca pálida. Por el momento es todo. Seguimos con más noticias internacionales en instantes, ahora sigamos con cortes comerciales." -. Dijo la locutora antes de que el noticiero pasara a las publicidades. Estaba viendo la televisión con la boca abierta al ver y escuchar que cuando dijeron pelirrojo enfocaron a su agente de elite.
Luego sonó el teléfono. – Oh disculpe¿estoy hablando a las oficinas de Kinomiya Hitoshi? -. Pregunto otro hombre. – Ah¿River? -. Respondió con otra pregunta reconociendo de inmediato la voz de su amigo y compañero. – Hiro, viejo ¿viste las noticias? -. Pregunto. - ¿Qué si lo vi? Por supuesto Ayúdame a atrapar a Tala, ese mocoso se escabullo otra vez y mira lo que provoco. Le dije que eso solo trae más problemas -.
Claro, no te preocupes. Ahora mismo estoy enviando algunos agentes al lugar. Aunque no creo que sea tan difícil para Tala, después de todo es tu mejor agente ¿no? -. Dijo seguro de que a Ivanov no le sería muy dificultoso este trabajo.
Mmm, como digas. Pero tráelo aquí cuando lo encuentres. -. Dijo y colgó. – 'Rayos, Yuriy ¿Cómo le haces para meterme en estos líos?' -. Pensó rascando la parte trasera de su cabeza con una de sus manos. – Idiota -. Lo insulto pensando que podía escucharlo. Luego miro un portarretratos en donde aparecían el y el joven pelirrojo ojiazul. El chico lo abrazaba con su brazo pasando por detrás de su codo y el del mayor hacía algo similar, estaban como enroscados. Mientras el joven tenía en su mano derecha la pistola que siempre solía usar, una idéntica a la que había usado su padre cuando trabajaba allí al igual que su madre, mantenía un ojo cerrado y el otro abierto y también una linda sonrisa seductora, seguía con la misma ropa que tenía puesta en la persecución; ese era su vestuario de trabajo y aunque estuviera de civil le gustaba usar ese atuendo él pensaba que lo hacían ver lindo. En tanto se apoyaba en el otro cuerpo. Hitoshi solo permanecía quieto y serio aunque también se divertía como el pelirrojo, tenerlo así de cerca y oler ese rico aroma era devastador. Delicioso.
Pero una escena diferente se mostraba en la calle donde se veía a los vehículos en carrera. Tala seguía preocupado puesto que la gasolina se iba a acabar.
Vamos, vamos. Ahora que necesito de esos entrometidos no están aquí para darme una mano -. Se decía furioso. Luego cuando vio el momento perfecto salió de nuevo y disparo directo a las ruedas del auto, estas se pincharon en segundos luego uno de los pasajeros se levanto, era el que más protestaba y dijo. – Eso estuvo genial -.
Si tú lo dices, acabo de fallar. Quería dispararle a su motor -. Dijo mordiéndose la punta del dedo gordo, después de decir eso las personas que estaban viendo por la ventana junto con él lo miraron extrañado. Y había fallado puesto a que el autobús daba muchos giros y no podía enfocar bien a donde quería disparar. Así que solo tuvo que tragarse las ganas. – Hey, deténgase. -. Le dijo Tala al conductor el cual hizo caso. El pelirrojo abrió más la ventana y salió de un salto por esta.
El resto de los pasajeros, incluyendo al conductor salieron por las puertas opcionales para ver que había pasado con el auto. El chico blanco se acerco corriendo al auto pero aún con precaución, mantenía sus manos en el gatillo de la pistola y espero cuando estuvo lo suficientemente cerca. La Ferrari había dado un mal giro y había chocado contra una pared, algunos restos de goma y metal estaban esparcidos por la calle mientras el auto tenía algunas llamas en el techo. Se mantuvo en posición por segundo hasta que de pronto salió un disparo el cual evito sino hubiera dado en su frente.
Demonios -. Maldijo estando tirado en el suelo. Luego al ver que estaban apunto de dispararle otra vez se levanto y esquivo las balas mientras se escondió detrás de un poste de luz usándolo como escudo mientras miraba de reojo a su atacante, saco un poco la cabeza y dispararon más, se oculto más rápido. Luego cuando sintió que su agresor se quedó sin municiones salió para atacarlo.
Pero no sabía que había otro más.
Antes de que siquiera pudiera jalar el gatillo vio al otro sujeto y le disparo a este, dejándolo tendido en el suelo. Las personas ajenas al incidente solo miraban aterradas. – Oh no, lo mató -. Dijo el conductor. – Mami ¿qué esta pasando? -. Pregunto el niño, incrédulo ante todo. – Nada hijo, nada -. Le respondió su madre abrazando a su hijo para reconfortarlo y para que no se asuste. Yuriy veía como ese tipo caía al suelo inconsciente, y el otro irradiaba en furia porque pensaba que su amigo estaba muerto. – Maldito ¡DESGRACIADO! -. Grito aventándose encima del pelirrojo, pero este por la experiencia solo se corrió y le dio un rodillazo en el estomago dejándolo respirando a bocanadas porque el aire le faltaba y se retorcía en el duro asfalto. – Eres un... -. Dijo intentando tomar el arma de su compañero, pero Tala fue más rápido y piso su mano.
Seguía con uno de sus brazos en su abdomen, mientras hablaba con dificultad, y al intentar tomar el arma Tala le piso la mano. – Ni lo pienses -. Dijo Tala, el sujeto de cabello marrón sabía que ya nada podía hacer así que desistió. – Descuida tu amigo estará bien, era una bala de aire comprimido -. Dijo con aires de superioridad, ante esta acción el tipo se enfado. - ¡CALLATE! -. Grito otra vez.
A Ivanov no le gusto para nada que le diera una orden y menos gritando así que disparo cerca de su cabeza provocando que el sujeto que tenía sometido tuviera un zumbido dentro de su oído. – Ah, ah, aha. Esa era de plomo. -. Dijo intentando que el miedo invadiera al hombre, y no fallo. Por fin desistió y se entrego. Prontamente llegaron algunos policías más pericias y agentes en cubierto.
Yuriy seguía viendo como se llevaban a los criminales, uno en una ambulancia y al otro en una patrulla. – Muchas gracias joven, hemos estado persiguiendo a estos dos. -. Le agradeció un oficial. – No creo que vuelvan a escapar en mucho, MUCHO tiempo. Stan llévatelos -. Ordeno – Si señor. -. Luego las autoridades se fueron.
Jovencito, disculpe por haber dudado de usted -. Se disculpo en conductor.
No hay de que, es mi trabajo -. Dijo cerrando los ojos y resguardando su arma. Estaba por irse con los agradecimientos del resto de las personas cuando un helicóptero aterrizó en plena vía de transporte. – 'NO, Hiro' -. Pensó asustado pues le esperaba un buen castigo por su desobediencia.
¡IVANOV YURIY¡Se le ordena quedarse en el lugar ahora mismo! -.
'Esa voz no' -. Ahora si que tenía problemas. Escaparse fue fácil, pero hacerlo en las narices de Hiro. Tenía que ser un fantasma si quería volver a huir de nuevo.
¿Yuriy Ivanov¿Así te llamas? -. Pregunto el mismo joven que lo había molestado durante todo el viaje. Tala reaccionó, cuando le hablaban con su nombre civil y no de agente solo le esperaba algo malo. – Eh bien. Fue un placer ayudarlos pero debo irme...deje la plancha encendida ¡Adiós! -. Dijo y salió corriendo antes de que lo atraparan. Pero oh sorpresa, alguien más lo esperaba del otro lado de la carretera. – 'Diablos ¿Qué hace River aquí? Hiro' -. Pensó frustrado. De esta si que no escapaba.
Hmm, hmm, hmhm, hmm -. Negó con la cabeza y cerrando los ojos. – Yuriy sabes que es malo desobedecer. -. Le dijo el otro joven.
También de 22 tal vez unos meses mayor, de piel blanca, de ojos café o cabello negro el cual llegaba hasta un poco por debajo de su nuca.
Mientras el helicóptero que seguía al pelirrojo dejo que una escalera bajara a Hiro.
Este salto y se dirigió a donde estaban los otros dos. – Al fin, aquí estas eh -.
Tala solo volteó para ver el rostro enfurecido de su jefe y con una risa nerviosa hablo. – Ho-hola Hi-ro ¿Cómo estas? Te ves...enojado... -. Dijo ahora muy nervioso.
Trato de controlar su miedo así que intento hablar lo más natural posible así que... – Oye sabes...si sigues de gruñón se te va a arrugar el rostro...haber una sonrisita... -. Dijo acercándosele y con sus dedos creando una sonrisa forzada en la cara de Hiro.
Kinomiya cerró sus ojos y estaba a punto de que le diera un tic nervioso por la rabia, y el solo escuchar los cinismos del chico pelirrojo lo hizo perder el control. - ¡Yuriy! -. Grito su nombre enfurecido.
Si- si...mande... -.
Te dije que... ¡NO PODÍAS SALIR¡QUÉ ESTAS LOCO O QUÉ? -.
Ante tal demostración de furia Ivanov se fue hacía atrás con pasos veloces y se quedó detrás de River, quien estaba riendo ante la situación. Yuriy asustado y a Hitoshi se le estaba por reventar la venita de la frente (XP). Pero Hiro se calmo y se dio la vuelta mirando por el rabillo del ojo al chico que le causaba problemas y estragos cada dos por tres. – Bien, como atrapaste a esos dos prófugos, no te voy a castigar. -. Un suspiro lleno de alivio escapo de los labios de Yuriy. – Pero -. Continúo, helándole la sangre al pelirrojo. – Tendrás que preparar un informe sobre los últimos años en la agencia -. Terminó yéndose hacía el helicóptero, el cual esperaba para subir a los otros dos jóvenes. – Rayos¿Por qué tiene que ser tan mandón? -. Hizo un puchero.
Deja de quejarte quieres. Pero es porque se preocupa por ti. -. Le explico el pelinegro ante un infantil Ivanov. – Jm, pues yo no lo veo de ese modo. -. Se respaldó a si mismo, y camino hacía la nave seguido de un sonriente River. Subieron y se quedaron callados, poco después llegaron a las instalaciones.
Bien ya llegamos -. Dijo ya más clamado Hiro. – Vaya si que ha cambiado todo desde que fui transferido. -. Mencionó feliz el de ojos cafés.
Por dentro deseaba ver cuanto había cambiado su anterior lugar de trabajo desde que lo llevaron hacía Hokaido. – Pero todavía no me dijiste porque volviste -. Dijo Hiro.
Ah eso. -. Dijo desviando la vista de la ventana. – Lo que pasa es que como me dijeron que necesitaban más personal por aquí yo me ofrecí a darles mis servicios. -. Dijo con una sonrisa, Yuriy se mantenía distante a la conversación. – Entonces ¿vienes para quedarte? -. Pregunto curioso el otro nipones. – No, alguien más vino conmigo es a él a quien traje para que se estableciera. -. Dijo provocando que Hiro le pusiera más atención. En tanto "alguien más vino conmigo" escucho que mencionaban el ojiazul, así que miro con interés al joven pelinegro. No le gustaba la idea de que algún extraño viniera y se quedara con su puesto. Eso no lo iba a permitir. Solo bufo por la noticia.
¿Ah? -. River se dio cuenta del malhumor de Tala pero no sabía por que, así que se acerco al oído de Hiro y le susurro. – Oye ¿Qué le sucede a Yuriy? -.
Hum, bien lo que pasa es que no le agrada la idea de que alguien más venga a la asociación y forme parte en ella, bueno...al menos en esta sección. -. Dijo también en un susurro muy bajo. – A ya entiendo -. Menciono el pelinegro mirando de reojo al chico, decidió mejor no hablar más del asunto.
'Jm creen que no me di cuenta de lo que se murmuraban. Al menos este estupido entrenamiento me sirve de algo, pero no permitiré que nadie me quite mi trabajo' -.
Claro que había oído cada palabra, Ivanov no era tan tonto como para no saber que lo mencionaban a él y encima en sus narices. Eso fue el colmo del atrevimiento, pero ahora mucho ni importaba ya que restaba ver quien seria el infeliz que lo retaría.
Ahora era el pelirrojo quien efectuaba la acción de ver por la ventana del helicóptero. – Estamos a punto de aterrizar señor Kinomiya ¿Dónde los dejo? -. Pregunto el piloto. – Si, aterriza sobre el edificio -. Le pidió el peliazul – entendido -. Afirmo antes de que tocaran suelo y las alas del helicóptero se detuvieran. – Muy bien, llegamos señor. Que tenga un buen día. -. Dijo y se fue. Los tres entraron a las oficinas y pasaron entre mucho ajetreo y gente apurada que trataba de entregar informe y hacer varias copias para el plantel central, como refuerzo. Yuriy estaba de brazos cruzados mientras los otros dos intercambiaban información. – Cielos, vaya que ha mejorado estos últimos años. -. Decía el impresionado River. – Y eso que no has visto los instrumentos de avanzada que tenemos, es más otros equipos de último modelo nos están por llegar esta semana. -. Decía enorgullecido por lo que había logrado en 7 años, claro gracias a la ayuda de su padre, su abuelo, su pequeño hermano y el fuerte deseo de crecer y mejorar. – Bien y estas son las últimas instalaciones, ahora a mi oficina. -. Dijo y los guió hacía una puerta enorme de titanio reluciente y muy plateado.
Hitoshi marcó una clave secreta en la puerta y esta se separó en dos dejando que entren por una cinta transportadora. Esa sala subalterna estaba llena de más empleados pero estos solo trabajaban en procesos más complejos y secretos.
Luego otra maquina sofisticada se plantó frente a ellos y leyó su visión ocular, los tres fueron aceptados, después siguió la lectura de huellas digitales. Consistía en colocar la palma de la mano en una plantilla para eyección de ADN.
Todos fueron identificados por la base de datos. – Hitoshi Kinomiya ADN identificado, Yuriy Ivanov ADN identificado, River Tetsua ADN identificado. -.
Los tres pasaron por la cinta y se encontraron con la puerta de acero, ingresando una nueva clave entraron. – Bonito lugar eh, veo que hiciste algunas remodelaciones Hiro -. Dijo River admirando el lugar, era muy moderno pero no dejaba de ser acogedor. – Si, pero hubiera preferido tener otra televisión de pantalla plana, sabes que me enloquecen los plasma -. Comentó poniendo su mano en su barbilla y mirando hacía las otras televisiones que tenía detrás del escritorio. – Je veo que no has cambiado, eres muy exigente -. Dijo cerrando los ojos de alegría. Yuriy solo escuchaba pero se mantuvo distante y viendo por la ventana hacía la ciudad, era una vista impresionante pero más lo era en el techo del edificio.
Yuriy ¿Qué sucede? -. Pregunto su jefe al verlo tan silencioso, o era normal en el chico. – Hmm -. Fue su respuesta para Hiro. – Me refiero a que has estado muy callado dime... ¿Qué te pasa¿Es acaso sobre el nuevo agente? -. Cuestiono curioso.
Hmm -. Respondió de igual manera que antes. Eso era de algo que no quería hablar, pensar que te reemplazarían por alguien que de seguro era un presumido. Era horrible.
Vamos... ¡Siempre te pones como niño remilgoso cuando se trata de tener un nuevo compañero, podrías decirme ¿porque diablos no quieres entender! -. Grito queriendo razonar con el menor, este solo hizo un respingo luego pensó y se armo de determinación para responder – Si quieres que te diga que me pasa tu más que nadie debería ya saberlo sin tener que preguntar, no me agrada que traigas nuevos reclutas es molesto. Se que estas pensando que actúo de manera caprichosa pero así soy yo y no puedes hacer nada para evitarlo. Odio pensar que esa persona me... -. Cortó.
¿Qué, que¿Qué te reemplace¿Es eso acaso? -. Pregunto irónico, Yuriy solo cerró los ojos. – Hmmf, no puedo creerlo. -. Fue lo que dijo a continuación.
Sabes -. Prosiguió. – Siempre creí que eras lo suficientemente maduro como para poder superarlo pero creo que me equivoque contigo Yuriy. Si tanto te molesta entonces renuncia y ya, así no tendremos más problemas. -. Dijo tratando de ponerle un punto final a esa discusión tan infantil.
Oye¿no crees que fuiste muy duro con él? Es decir...es solo un adolescente... -. Mencionó Tetsua tratando de no hacer que los dos pelearan. – Hmm si tú lo ves así, pero entiende tiene que ver las cosas con la cabeza y no con el corazón. Sabes perfectamente que aquí no están permitidos estos infantilismos -. Le dijo a River.
Si comprendo pero... -. Volvió a hablar mientras volteaba su rostro para ver al chico, quizá era verdad eso pero no por eso no dejaba de ser humano y pensar así.
Bien... -. Se escucho la voz de Tala mientras los otros dos reaccionaban y lo veían extrañados y confundidos. – Acepto, no se quien sea ni me importa. Pero...no por eso renunciare a mis sueños entiendes Hiro. Yo no voy a dejar a la agencia eso ni pensarlo, preferiría trabajar con cualquier compañero que tenga pero yo me quedo y eso es todo. -. Dijo seguro de sus palabras. – Perfecto, así esta mejor Yuriy -. Le dijo su jefe. Hubo un gran silencio después de hacer las pases hasta que – Oh casi lo olvidaba -. Dijo Hitoshi. – Y ¿Qué era? -. Pregunto con inocencia el pelirrojo.
Como has estado trabajando como loco toda esta semana te daré dos días libre para que descanses un poco. -. Dijo para el menor, era poco pero los aprovecharía al máximo – ¿De verdad? -. Pregunto con una sonrisa en el rostro – Claro jamás te mentiría -. Afirmo provocando que el ojiazul se lanzara sobre él para abrazarlo por el cuello sacándole un sonrojo por toda la cara a Hiro – Gracias Hiro -.
Luego de decir esto lo beso en la mejilla y salió corriendo de la oficina.
El de ojos caobas se quedó parado tocando con su mano la mejilla que recibió el dulce toque de los labios rosados de su hermoso y sensual agente. – Hiro, Hiro...Estas enamorado de Yuriy -. Dijo haciendo que el peliazul despertara.
Ah bueno yo...eso no te importa -. Dijo avergonzado, luego se dirigió a su asiento y le pregunto al otro joven -. Y oye ya dime ¿quién es? -. Curioseaba para poder saber quien seria el nuevo compañero del pelirrojo.
Recuerdas el chico del que te hable por teléfono la semana pasada...bien, él acepto con gusto... -. Dijo ante la sorpresa del peliazul. – Entonces él... -. Dijo y se detuvo Kinomiya. – Aja -. Fue como termino el comentario el joven de ojos cafés, ambos sabían que ese chico era un buen agente, quizás el mejor.
Bien pero a Yuriy le ¿agradara? -. Sabía que el chico no sería tan fácil de dominar.
No lo se, mmm tal vez si lo haga -. Dijo feliz, como era su costumbre algo que a veces sorprendía a Hiro. – Veo que tú tampoco cambiaste, sigues igual de gracioso -. Dijo el nipón al chico de Hokaido, este solo sonrió ante el comentario.
Yuriy estaba feliz al estar al menos con dos días libres, estaría libre de esa apretujada agencia. – Genial¿qué haré, qué haré? Quizá valla por algo de dinero al banco y luego diversión nocturna serpia divertido ir a un Antro, ya ni siquiera recuerdo cuando eh ido a bailar, mmm si eso seria bueno. -. Dijo alegre.
Pero tan alegre estaba que no se fijo si alguien estaba por la otra parte de la cuadra siguiente al edificio. Luego abrió los ojos y choco de frente, y cayó al suelo con el otro sujeto encima de él. Cuando entreabrió lentamente sus ojos vio a otro chico, del cual algunos de sus mechones azul claro caían sobre su frente confundiéndose con las rojos.
Pero eso no era todo sus narices rozaban entre sí y lo más gracioso era que se estaban besando en los labios, no voluntariosamente. Yuriy estaba más que asustado y el otro chico sobre él no despertaba y lo estaba aplastando.
Además tenían las piernas entrelazadas y parecía que quisieran hacerlo ahí mismo.
Pero las piernas del bicolor estaban rodeadas por las del pelirrojo. Tala intentaba quitárselo de encima pero no podía lo único que hizo para despertarlo fue gemir para que se levantara. Y así fue, el peliazul abrió los ojos y se sorprendió. Luego se levanto.
Yuriy seguía asustado y respiraba agitadamente, mientras un sonrojo se apoderaba de sus mejillas y enarcaba las cejas al ver al causante de ese problema.
Ah yo...lo siento tanto... -. Intento disculparse el ojisrojos.
No te...preocupes...esta...esta bien... -. Dijo más aliviado, luego vio que el otro joven le tendía una mano para que se pusiera de pie y así lo hizo. – Oye, seguro ¿qué estas bien? -. Pregunto pues creía que el chico lo golpearía o lo mandaría al diablo. Yuriy solo asintió y se le quedo mirando incrédulo, era un chico extraño. Con un lindo cabellos azul claro cielo al frente y azul oscuro noche detrás, combinando perfectamente con esos ojos de fuego. Dos lindos rubíes.
Si quieres puedo pagarte este mal entendido -. Le ofreció gustoso, en realidad deseaba oír más esa suave y dulce voz que había salido de esos labios tan sabrosos – Ah no ya te dije que no te preocupes esta bien. No estoy enfadado. De veras. -. Le dijo pero no podía evitar seguir viéndolo, fijamente era muy guapo el chico. Demasiado quiz�, pero es que era todo en esos momentos.
Bien mejor me voy. -. Dijo evitando su mirada fuego y dándose la vuelta para irse pero algo lo detuvo.
Ah oye, se te cayó esto. -. Le dijo y levanto su placa de agente en donde aparecía su foto, una linda foto que querría guardar como recuerdo y colocarla debajo de la almohada durante las noches, luego vio bien la credencial '¿OMPH? Este chico trabaja allí' pensó algo confuso y sorprendido a la vez aunque estaba un tanto curioso. – Ah si gracias, debo irme -. Dijo y quiso salir corriendo pero una mano en su hombro no lo dejo. – Oye dije que debía irme -. Le dijo tratando de apartarse pero el otro jovencito fue más rápido y lo atrapo contra la pared. Pared, Yuriy, el chico, demasiado cerca, y no había gente a la vista. Situación MUY MALA.
Trabajas en la OMPH ¿Quién eres? -. Le pregunto acercando más y más su rostro haciendo que los lindos mechones rojos golpearan contra su flequillo azul cielo claro. – Responde �¿Quién eres! -. Le grito esperando a que hablara pero estaba apretando mucho los hombros del chico y le provocaba dolor, físicamente era mucho más fuerte que el chico al cual tenía sometido.
Yo, si lo soy. Y mi nombre es Yuriy, Yuriy Ivanov ¿Por qué tanto interés? -. Pregunto retándolo, después de todo debía mantenerse firme.
Mmm, linda coincidencia -. Luego le mostró su placa era igual a la de él y en la credencial decía que el chico era Kai Hiwatari y tenía 18, algo que tomo desapercibido el ojiazul. Luego el ojisrojos se separó del joven pelirrojo. – Creo que te asuste, lo siento otra vez. No era mi intención solo... -. Un dedo en sus labios calló sus palabras.
Descuida está bien, otra vez. -. Luego abrió los ojos y lo miro con dulzura y le regalo una linda y reconfortadora sonrisa a su nuevo amigo. – Pero vamos, sabes me dieron dos días libres podemos ir a pasear por ahí un rato. No me gusta estar solo. -.
Kai no entendía mucho – Oye y que hay de tu trabajo, disculpa pero debo registrarme -. Le dijo e intento ir en dirección al edificio. – Espera, puedes hacerlo luego no te preocupes. Eres de nosotros estoy seguro que en la agencia ya se han de haber enterado de que llegaste -. Dijo ampliando su sonrisa y tomándolo delicadamente de la mano. - Pero -. Decía preocupado – hay vamos, no seas tan anticuado. Mejor vamos a tomar algo y luego vienes ¿si? -. Le dijo viéndolo con esos lindos ojos celestes.
Sabía que esa táctica podía hacer caer a cualquiera y no se equivoco ese chico cayó redondito ante ese dulce, inocente y a la vez sensual encanto que poseía el pelirrojo. Kai no pudo negarse y se dejo guiar por esa suave mano blanca nieve.
Se había quedado fascinado al encontrarse con alguien de un año menor que él pero que sabía divertirse y además de todo era una belleza andante.
Cabello rojo pasión, ojos celestes hielo ártico; cielo quiz�, con esa piel blanca y tersa. Más esos labios tan bien delineados y frágiles, finos y rosados. Y ese cuerpo atractivo más la voz sensual y esos movimientos seductores. Definitivamente ese chico era algo especial un bello ángel pelirrojo, y estaría con él por dos días enteros a solas.
Estuvieron corriendo de un lado a otro hasta que encontraron el lugar favorito de Yuriy.
Bien llegamos -. Dijo un sonriente pelirrojo mientras entraba con el otro chico, aún tomados de la mano, al centro comercial más grande de la ciudad. Caminaron un buen rato mirando vidrieras pero Yuriy no las veía quería llegar a la cafetería; la cual se había inaugurado hacía ya unos dos meses, Kai solo miraba toda la cantidad de personas que habían allí. – Vaya 'en Hokaido nunca vi cosas como estas' -. Seguía admirando tanto los colores como la alegría que se respiraba en el aire. A pesar de haber vivido rodeado de lujos nunca tuvo la suerte de ir a lugares como esos.
Muchas cosas pasaban por la cabeza del bicolor, luego trato de romper el silencio que llevaba con el chico que casi le sacaba el brazo por estarlo jalando. – Oye exactamente ¿A dónde vamos? -. Pregunto tratando de averiguar más sobre ese extraño mundo que nunca pensó ver. – Ya lo veras, solo debes ser paciente -. Le dijo corriendo más rápido entre las multitudes, el chico de marcas azules ya estaba más que mareado por dar tantas vueltas, pero tanto esperar tuvo su pequeño descanso. – Aquí es, ven entra -. Le dijo el pelirrojo sonriéndole y ahora jalando su brazo con sus dos manos. – Está bien, está bien. Ya voy -. Dijo todavía mirando para todas partes, habían entrado a una terraza en lo alto del centro comercial, puesto que el mismo solo contaba con tres plantas. Entraron y Tala dirigió a su nuevo amigo a una mesa cerca del borde del techo.
En breves momentos llego una camarera a la mesa diez, en donde se encontraban ellos y les pidió su orden. – Bien ¿qué quieren tomar? -. Pregunto la castaña, Yuriy volteo a verla y dijo sorprendido – Ah hola Sarah¿cambiaste tu cabello? Te ves bien -. Le dijo provocando un sonrojo en la joven, aunque ya sabía que ese chico siempre iba ahí, solo río por su comentario – Ay Tala, siempre me haces reír¿Cómo has estado? Hace ya mucho tiempo que no te veía -. Comentó feliz por ver a su mejor cliente – A eso, bien lo que pasa es que eh tenido mucho trabajo en la agencia ya sabes. Con el molesto de Hiro a mis espaldas estoy siempre ocupado -. Dijo recordando a su apuesto jefe de cabello azul y ojos caoba, ese comentario aturdió al otro joven ¿Cómo podía hablar así con otra persona ajena a la agencia? Para llamar la atención del pelirrojo aclaro un poco su garganta para darle a entender que no dijera más. Yuriy lo miro.
Luego el bicolor lo vio con seriedad porque pensó que estaba poniendo en riesgo su identidad '¿En qué diablos piensa?' se pregunto mentalmente por el atrevimiento del ojiazul. – ¿Sucede algo Kai? -. Pregunto con un tono confundido el ruso pelirrojo, Kai solo se limito a respingar – Ah ya se que pasa. Crees que esta mal que le hable a Sarah sobre la agencia ¿no? -. Kai abrió los ojos y lo miro todavía con seriedad – si es eso no debes preocuparte, ella también trabaja para la agencia y su nombre es Sarah Michelle, pero cuando no lo hace se dedica a su trabajo de medio tiempo aquí en esta linda cafetería. Es muy buena con las armas, es más ella fue quien me enseño un poco de lo que ya se. -.
La chica sonrió ante los halagos de su anterior estudiante y el más joven de ellos, se llevaban unos 5 años, al igual que Hiro con Tala ella también tenía 22. Kai se había quedado sin palabras, en verdad esa chica parecía más ama de casa que una agente con el puesto de artillería, más cosas como esas lo sorprenderían en un futuro cercano.
Creo que no se lo esperaba ¿No Yuriy? -. Lo miro sonriendo la castaña luego recordó – UPS el dueño del café me va a matar díganme ¿Cuál es su orden? -. Pregunto sacando su pequeño cuadernillo, Yuriy empezó – Bien yo quiero algo dulce, pastel y con muchas cerezas me encantan y un batido de fresas mmm eso seria delicioso. -.
Sarah anotaba los pedidos del chico y luego le pregunto al peliazul que quería este solo pidió un café sin mucha azúcar y nada más – Bien en seguida vengo con su orden. -. Se retiro del lugar y fue a pedirles la orden al resto de los clientes, luego se fue a la cocina. Kai solo seguía serio, si que este pelirrojo lo sorprendía y más lo hacían las personas que trabajan encubiertas en la agencia, en Hokaido eran muy estrictos.
Esperaron unos minutos mientras Tala comía algunos aperitivos sobre la mesa.
Kai estaba relajado y observaba los suaves movimientos del chico pálido.
Que linda vista ¿no te gusta? -. Le pregunto al ojisrojos, este solo asintió.
Sabes, me recuerdas a Hiro. -. Este comentario provoco que Kai volteara a verlo intrigado, ya había oído el nombre del famoso Hiro o Hitoshi Kinomiya pero aún le quedaba la duda de quien seria el – es tan apático como tú, no dice mucho, pero siempre me esta dando ordenes. A veces no las cumplo para hacerlo enojar aunque creo que le divierte comportarme así. -. Comento divertido.
Hmm y ¿Quién ese Hiro? Del que tanto hablas -. Pregunto el bicolor, a Yuriy le parecía algo extraño puesto que ese chico también trabajaba en la misma agencia que él. Aunque nunca lo había visto en su sección, la SECCIÓN 13. Pero siempre iba a visitar las demás solo para entretenerse un rato.
El es mi jefe y el dueño de toda la organización, ha estado con ese cargo desde ya hace 5 o 6 años luego de terminar la preparatoria -. Dijo mirando los ojos rojos.
Mmm ya veo. -. Dijo luego de escuchar esa breve reseña sobre quien seria su nuevo jefe pero aún tenía sus dudas – y ¿podrías decirme como es él? -. Pregunto mientras lo veía comer más aperitivos.
Claro, tiene el cabello azul de ojos caoba, lindo cuerpo. Su personalidad es algo irritante algunas veces pero es muy amable con el resto solo que pide mucho. -.
Uh y que me dices de su trabajo¿es alguien que toma todo en serio? -.
Si hablamos de la misma persona entonces digo que si. Pero siempre busca la forma de que no odiemos a la agencia a pesar de ser duro allí -. Comentó bajando la mirada.
Yuriy aún estaba confundido así que decidió descubrir de una vez por todas quien era ese chico con el que se había topado hacía unos minutos.
Y ¿por qué quieres saber tanto? Si no mal recuerdo trabajas en la agencia ¿no? -.
Así es pero me transfirieron la semana pasada y vine con el otro dueño de una de las ramas de la organización ¿sabías de eso no? -. A Kai también le intrigaba que ese chico quisiera saber de él pero no lo molesto mucho solo quería saber.
Por supuesto, solo era curiosidad nada más. Se me hacía raro que no supieras sobre nosotros pero bien ¿de dónde eres? -. Cuestiono, ahora, el pelirrojo.
De Hokaido -. Finalizo, esto tomo por sorpresa al ojiazul River venía de allí y también venía alguien con él, otro agente, "alguien más vino conmigo" resonaba esa frase en su cabeza. Entonces era el Kai Hiwatari era ese agente a quien no deseaba ver.
Entonces eras tú -. Se dijo más a si mismo recordando una y otra vez esa estupida frase ¿Es que acaso no lo iba a olvidar?
Yo ¿qué? -. Le pregunto confundido, ese pelirrojo era extraño. Las preguntas y las respuestas iban y venían sin detenerse en algún punto fijo. Algo que hacía que se inquietara un poco más que antes.
Tú eres...mi nuevo compañero... -. Dijo en un tono afligido, triste y... ¿feliz?
Kai abrió mucho los ojos, ahora si que estaba más que sorprendido por la noticia.
Lo eres -. Repetía sin saber porque lo hacía – eso es... -. Tala mantenía la cabeza baja cuando por fin decidió hablar otra vez – GENIAL -. Dijo muy fuerte sobresaltando al peliazul – es perfecto sabes, seremos un buen equipo. Nosotros dos ¿qué te parece? -. Pregunto entusiasmado por saber que tendría ese chico guapo como compañero.
Kai se quedo pensativo cuando – Es buena idea, me gusta si. -. Acepto.
Bien, sabes creo que pensar que tener a alguien más que trabajara junto a mi era malo no era verdad después de todo. Ya deseo volver a la agencia -. Decía feliz esto provoco que Hiwatari sonriera de una manera tierna, algo muy raro en él.
Pasaron unos segundos de total felicidad cuando Sara llego con lo que fue pedido – Aquí traigo tu pastel, el batido y tu café. Que tengan un buen día. -. Se va.
Ah, mmm que delicioso. Adoro lo dulce ¿no quieres probar? -. Pregunto al ojisrojos.
Ahm no gracias. -. Dijo viendo con ganas de probar un gran bocado de ese pastel, pero no del plato o de la cucharilla sino de esos sabrosos labios, se veían tan inocentes e irresistibles, tuvo que usar todo su autocontrol para no saltar y besarlo.
Vamos es solo un poquito -. Dijo mostrándole el pequeño pedazo.
Mmm, esta bien ahhh -. Abrió la boca y el pelirrojo le dio un buen pedazo.
¿Qué tal esta rico? -. Pregunto sonriendo con los ojos cerrados.
Mmm delicioso, pero... -. Dijo y cortó luego levantándose de la silla y parándose a un lado del chico – creo que sabrá mejor así -. Dijo antes de llevar un poco del pastel a los labios del joven y besarlo introduciendo su lengua tratando de jugar con la de Tala.
Tala no sabía porque correspondía pero se sentía tan bien, cuando recordó ¡LA GENTE ESTA MIRANDO! Se grito mentalmente separando al peliazul.
¿Qué sucede? -. Pregunto muy cerca de su oído sacándole un suspiro al ojiazul, luego él también miro, las personas iban a pensar cualquier cosa de ellos así que se separó.
Mientras Kai tomaba asiento de nuevo Tala solo pensaba en lo que había pasado hace segundos¿de verdad él había besado a otro hombre? Fuera lo que fuera quería sentirlo otra vez. Sentir esos labios contra los suyos jugando con sus lenguas.
Claro para ello tendría que pasar por una nueva misión. La cual será...Ya lo verán...
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Bien, el primer capitulo nOn en lo personal a mi me gusto n.n
No se ustedes luego me dicen que creen o que les pareció n-n
K: nunca te cansas ¿vdd? ��
H: nop nunca lo hago o-ó MWAJAJAJA cof, cof, cof MWAJAJAJA xD
Y: bueno 1- Hika sigue con la locura porque tiene que estudiar de nuevo � - � 2- yo estoy feliz porque soy el PROTAGONISTA MWAJAJAJA cof coooof MWAJAJAJAJA -.- denme mi aspirador x.x...
H: se murió tu novio -.-u
K: la que se va a morir vas a ser tu maldita... (Censurado x.ó)
Bien como sea ya van a ver cual es la misión de Yuriy y de su inseparable compañero de trabajo, que una vez había odiado porque no sabía quien era pero que ya no lo odia porque se dio cuenta de que era un chico súper guapísimo que se las trae...a las ganas de hacer cositas con su nuevo mejor amigo y compañero de trabajo el cual no sabía quien era pero ahora sabe que es un súper pelirrojo sensualísimo al que se lo va querer chupar todito y no se va a dejar por nada ni por nadie porque él es ¡Kai Hiwatari! xD
K: solo tenías que decir Yuriy y Kai nada más -.- no tenías que andar con toda esa burrada de esto y lo otro pero creo que tuviste que decir que era un chico atlético más musculoso con encanto varonil y...
H: se claro, se me hizo tarde adiós nOn...
K: embustera
Y: dejen rr n.n
¨-°-Dedicado para GabZ-°-¨
�¡Do svidaniye!
-°¨.°.¨.°.¨°- Hikari Balkov -°¨.°.¨.°.¨°-
