"Hime no Ryu"
Disclaimer:
Fairy Tail le pertenece a HiroMashima
Magnolia, año X777
Aun recuerdo la primera vez que me la arrebataron…
Era una noche vívidamente fría, lo único que se podía oír era el ensordecedor sonido de una torrencial lluvia que se cernía cada vez con mayor fuerza. Las altas horas y las inclementes condiciones del clima hacían imposible que alguien se aventurara ya por las calles.
*A NO SER QUE…*
Ese alguien sea un completo idiota.
Y como era normal en esas ocasiones, todos los habitantes de Magnolia se habían refugiado del imperante frió en la calidez que proporcionaban sus hogares. Si, todo el mundo estaba en casa. Salvo, una jovencita que no poseía tal cosa, ella caminaba con pesadumbre por una calle colindante al rió que atravesaba dicha ciudad.
Por lo que se veía, llevaba un viejo camisón negro que apenas y alcanzaba para cubrirle su malherido cuerpecito. Su largo cabello rubio llegaba hasta un poco mas arriba de la cintura. Caía sobre la mitad de su rostro un flequillo, que rozaba sus finos labios cada vez que el viento azotaba contra ellos. Con la mirada baja se esforzaba por continuar.
—A-Aun no… debo… alejarme… o el.— Le escuche murmurar al tiempo que sus temblorosas rodillas cedían haciéndola caer sobre el duro empedrado.
Pese a lo lúgubre de su situación. Había conseguido escapar…
*UN PEQUEÑO DETALLE SOBRE MI*
Tal vez te estés preguntando "¿Por qué no la ayuda?" O "¿Quién eres en primer lugar?"
Pues bien te lo diré. En primer lugar yo no soy el tipo del que huye. En segundo lugar, algún día... te seguiré de cerca tal y como hago ahora con la rubia… cuando llegue el momento estarás tumbado, dando tus últimos alientos de vida…
Así es. Yo soy el ángel de la muerte.
Un relámpago resonó con fuerza, el oscuro firmamento fue iluminado permitiendo ver por un instante el rostro de aquella pobre miserable, por sus mejillas resbalaban lágrimas de amargura que se entremezclaban con la lluvia.
—No es justo, no lo es…—pensó apretando débilmente sus dientes. Y aunque tú no lo creas, yo puedo ver con facilidad los pensamientos de los moribundos.
Después de todo lo que le vi sufrir con tal de obtener su ansiada libertad, jamás lo hubiera imaginado… a "Hime no Ryu" ya no le quedaban fuerzas para hija y Dragón Slayer del poderosísimo Acnologia moriría ahí,completamente sola. Sin la mas mínima importancia y en el mas triste anonimato, como un perro abandonado en medio de la peor tempestad.
La lucha contra los otros siete guardianes que la celaban había sido demasiado incluso para ella…
*LA VOZ DEL CHICO, UNA VOZ LLENA DE CRUELDAD*
"¡¿Por qué te interesa tanto el mundo de los humanos, eh?!
Deberías comprenderlo ya… la única razón por la que existe se debe al poder que reside dentro de usted…
Y no ponga esa cara Hime, ya tendrá su "momento". Es mas debería alegrarse, no será solo una mera herramienta que hará realidad los planes de nuestro rey…¡Usted pronto se convertirá en la "salvadora" de ese retorcido mundo!"
Esa voz, perteneciente a un maldito bastardo que respondía al nombre de Rogue. Eran palabras que se repetían una y otra vez dentro de la cabeza de la rubia hasta el punto de abrumarla.
Tosió algo de sangre antes de que su respiración comenzara a volvérsele dificultosa…
Yo por mi parte, me acerque hasta arrodillarme frente a ella, sentí lastima y cuando me disponía a realizar mi faena diaria, mejor dicho acabar con su sufrimiento…un murmuro me detuvo.
—Es mejor así…—hablo mientras vi una leve sonrisa dibujándose en su rostro.
Por un momento creí que mi rubiecita, a la cual conozco muy bien ya que siempre vivía rodeada de muerte, al fin me había visto, Lucy al fin me había dirigido la palabra…
Lo mínimo que hice en ese momento fue devolverle la sonrisa. Y si, hace tiempo decidí ponerle Lucy. Me parecía injusto que mi niña no tuviese un nombre decente y que todos esos miserables a su alrededor se limitaran a llamarla solo "Hime no Ryu"
Pero,¡Ay… idiota yo! grande fue mi sorpresa y desazón cuando note que ese adorable gesto no estaba dirigido a mi.
La vida se le iba a terminar pronto, ella se alegraba de eso. Al menos no vería de nuevo la hipócrita sonrisa de aquel mocoso que le juro una amistad que jamás existió.
Una vez muerta, ya no escucharía esehorrible rugido que le taladraba los oídos.
Acnologia, su padre,cada vez que volvía de sus fallidos intentos por asesinar a un tal Ignnel, convertía a Lucy en blanco de crueles castigos. El monstruo era un sádico capaz de, con tal de verla sufrir y entre comillas volverla mas "fuerte", le traía niños… niños de la misma edad a los cuales era obligada a matar.
Si, ya se, ya se. Te sorprende que yo cuente cosas como estas ¿verdad? La muerte, aunque lo parezca, no es para nada más, te diré que soy bien parecido, mi personalidad es casi siempre la de alguien tranquilo o hasta afable. Pero no soy para nada simpático, esa cosa no va conmigo.
El viento comenzó a soplar con más fuerza, transformando la lluvia en tormenta. El rió cada vez se llenaba más y mas, y al paso que iba amenazaba con desbordarse en cualquier momento…
Un temor se apodero de sus ojos chocolate cuando noto todo esto, la pequeña sonrisa se le desvaneció en un santiamén fuerte vacío se apodero de su corazón, el miedo por no haber cumplido el sueño por el cual se propuso escapar de ese infierno…
"Olvidarse de su oscuridad. Conocer el mundo, encontrar un hogar, un lugar al cual pertenecer."
—Ayuda…—Trato de gritar, aunque lamentablemente fue en vano. Su voz apenas alcanzo a ser un débil susurro. Eh de acotar que aunque hubiese logrado gritar nadie la hubiera escuchado ya que a esas horas todo el mundo estaba refugiado en el calor de sus casas,salvo Lucy que no tenia uno… o tal vez el idiota que prefirió mojarse hasta lo huesos…
—Alguien por favor… ayúdeme… ayuda.—Ni yo puedo recordar por cuanto tiempo repitió esas palabras, tal vez por algunos minutos o tal vez por algunas horas. Lo único seguro es que no me moví, solo me dedique a observar en silencio a mi niña.
Y siéndoles franco, en verdad me encontraba algo molesto con Lucy quien seguía ignorando mi presencia. A modo de venganza,me deleitaba viendo como la llama de algo que ustedes conocen como esperanzase apagaba a paso lento pero seguro.
— "Todo fue inútil. Se acabo"—pensó cerrando con resignación los ojos. Al fin había aceptado su cruel destino mientras sentía como su cuerpo era arrastrado lentamente por una fría corriente de agua…
*ERRORES*
Todos los cometemos.
En mi caso, fui muy lento o tal vez muy engreído.
Justo cuando me dispuse consumar mí responsabilidad y llevármela conmigo. Vi una de sus manos siendo sujetada con fuerza por otra, al tiempo que una voz resonó con fuerza, algo infantil tal vez, pero denotaba una clara determinación:
—¿¡ESTAS BIEN!? Resiste un poco. Voy a sacarte de esta como sea ¡No voy a permitir que MUERAS!—
—¿Huh? —Lucy abrió levemente los ojos, aunque no pudo ver con claridad el rostro de su salvador, ese chico tenia el pelo color cereza y una bufanda a cuadros alrededor del cuello.
Por alguna razón que ella aun no llegaba a comprender, las palabras exclamadas por ese pelirosa, el cual estaba dando todo de si para poder sacarla de ahí, hicieron que su pecho sintiese una calidez que jamás experimento.
—¿Quién eres…?—Pregunto con esfuerzo la rubia.
—¡¿Ah?!...Eso…— Se tomo unos segundos antes de contestarle ya que estaba cargándola entre sus brazos—Mi nombre es… NatsuDragneel, mago de Fairy Tail.—
—Arigato… —Susurro débilmente la rubiecita que no pudiendo más simplemente se quedo dormida.
Algunos días mas tarde…
En una cabaña perdida entre lo mas profundo de un bosque, Lucy yacía acostada sobre una amplia y al parecer cómoda cama hecha de plumas naranjas.
De manera sutil, los rayos de un nuevo amanecer atravesaron la fina tela de la cortina hasta posarse sobre su angelical rostro. Parpadeo un poco antes de despertar. Aunque en un inicio vio todo blanco, poco a poco su visión fue aclarándose permitiéndole ver el techo de lo que parecía ser una habitación.
—¿Dónde… estoy? —
Se sentó con algo de lentitud sobre el tálamo ya que tenía el cuerpo aun medio adolorido. Observo su alrededor… ciertamente estaba en medio de lo que parecía ser una habitación, pero muy desordenada. Varios frascos vacíos de medicina, latas de conservas y algunos platos con sobras de comida estaban regados por todo el lugar.
—¡¿Cómo acabe aquí?!—Lucy se sentía desorientada, había perdido completamente la noción del tiempo y lo que es peor no podía recordar nada.
—¿Mmm…? Aun es temprano…quiero dormir. —
—Aye… —
—¡¿Quién dijo eso?! — Se asombró no obstante, gateo por la cama hasta llegar al final de la misma, y… ¡ADMIRACIÓN! Un chico con el pelo rosa se hallaba acurrucado en el suelo, en posición fetal, abrazando como un peluche al pequeño minino azul en sus brazos…
*¿HAY ALGO PEOR QUE UN CHICO QUE TE DETESTE?*
Un chico que te quiera.
Y bien…que les pareció este NaLu medio raro? Díganmelo mediante un review =D
Tal vez actualize pronto XD
