Todos los personajes pertenecen a Rick Riordan, la historia es mía.
Este fic participa del desafío de Septiembre de "Captura la bandera" del foro El Monte Olimpo.
Cuando Chris se dio cuenta de que la hija de Ares no iba a luchar en la batalla final, no pudo hacer mas que quedarse para intentar convencerla. Él se lo debía, por todo lo que ella había hecho por él. Y porque sabía, que, si la chica se quedaba sin luchar, y encima impedía a todos los de su cabaña participar en la batalla, se arrepentiría. Al igual que sabía que necesitaban a la cabaña de Ares para tener posibilidades de ganar la lucha.
Y a demás, el tenía la sensación de que se lo debía.
El laberinto. Paredes. Claustrofobia. El tridente de Poseidón. Anteo. María. Antorchas. Fuego. Midas.
Tenía recuerdos borrosos de ese lugar, en su mente poco quedaba de aquel extraño viaje. Pero tenía un claro recuerdo. Clarisse, guiándolo hacia la salida. La hojas de otoño cayendo por encima de sus cabezas, y ella asegurándole de que ahora todo iba a estar bien. Consolándole en sus peores momentos, pesé a su tozudez y su estado de locura.
Ella era su claro recuerdo.
Clarisse le había salvado, y ahora él iba a ayudarla en todo lo que pudiera.
En su ronda, no tuvo mucho éxito intentando razonar con ella, la chica no entendía a razones. Su orgullo la estaba cegando, de una forma inmensa. ¿Qué no se daba cuenta de que el carro no serviría de nada cuando hubieran destruido el mudo? Pero en el fondo, Chris también sabía que Clarisse tenía miedo. Miedo de perder a sus seres queridos en la batalla, a sus hermanos y amigos. De ver caer su ciudad, el Olimpo, y todo el mundo que ella conocía, ante sus impotentes ojos. Eran sentimientos muy humanos, y Chris lo entendía, de verdad, y la respetaba. Él estaría de acuerdo en lo que la chica decidiera hacer, y la apoyaría en lo que pudiera.
Por eso, cuando al volver de su ronda de vigilancia no vieron a nadie en el campamento, y sin embargo, notaron que se habían llevado un montón de armas y armaduras, no dudó en seguir a la hija de Ares a la batalla, contento de que por fin hubiera entrado en razón y se estuviera enfrentando a uno de sus miedos.
Espero que, pese a que es cortito, os haya gustado.
¡Animo equipo azul!
