Soy yo, otra vez, aquí, con otro Drabble. Lo sé, ultimamente cada cosa en mi casa parece tener historia.

Con Peras y Manzanas (Disclaimer):Ninguno de los personajes me pertenecen.


Llevaba toda la estúpida tarde escondiéndose en las pinturas de aquel museo de arte. Un momento era «La Mona Lisa», al siguiente la viva imagen de «El Grito», ¡Y lo peor era que los idiotas no la encontraban! Vaya trío más estúpido, ¿a quién se le ocurrió contratarlos como guardias de seguridad de su museo? Ah, claro; a ella.

Torpe Momoko, ¿quién le manda a hacerle caso a Miyako de que aquellos imbéciles necesitaban desesperadamente el empleo? ¡Era obvio que esos chicos nunca en su vida habían hecho un buen trabajo! O si no, ¿por qué estarían desempleados? Ella lo sabía, en el fondo lo sabía muy bien, es por eso que decidió hacer un simulacro improvisado.

Encendió las alarmas sólo para hacerlas saltar minutos después al lanzarse despreocupadamente contra uno de los rayos láser como quien no quiere la cosa, y luego correr como maniática hacia todas direcciones gritando cualquier clase de incoherencias.

— ¡Alto ahí, ladrón!

Sí, claro. Como si el inexistente ladrón se detuviera en seco y se entregara con las manos arriba como un idiota.

Luego de que corriera hacia todas las secciones de su museo (que ya conocía de memoria), terminó en la sala de pinturas famosas, deseando que al menos la atraparan en ese lugar que prácticamente era un callejón sin salida. Pero, claro, como ya dijo antes, ¡son un trío de imbéciles! ¿Cómo no se dieron cuenta de que una de las chicas del cuadro «Las Meninas» ya no era rubia, sino pelirroja? ¿O de que en «La Última Cena», Jesús ahora tenía ojos rosas y era mujer? O por último, ¿que una de las flores de la famosa pintura del «Jarrón con quince girasoles» tenía cara de Momoko? ¡Pero por supuesto que no!

—Oye, Brick, ¿qué no en esa pintura…Adán era hombre?

—Deja de hablar tonterías y sigamos buscando al intruso.

¡Mándenlos a la guillotina con Himeko! No, eso es ser demasiado cruel. En fin, era obvio que unos chicos que fueron involuntariamente criados por un mono no tuvieran ni una pizca de cultura general…o al menos algo de sentido común.

— ¡Ey, hay una cara en la onda de esa pintura!

Oh, la encontraron.


¿Adivinan de dónde salió esto? Pues de un cuadro en mi cuarto, solito vino a mi mente.

Como sea, es posible que siga subiendo Drabbles como estos.

¡Nos leemos!

¡Chao, chao!

—Do! Do! Do it again!—