Abrió pesadamente los ojos mientras oía algunas voces provenientes del cuarto contiguo mientras se revolvía en su cama moviéndose pesadamente entre sus colchas, realmente no tenia ganas de levantarse y mucho menos de enfrentarse a las caras de los dueños de aquellas voces.

Estiro sus brazos a lo ancho de la cama topándose con algo suave y peludo que pudo notar al tacto, apenas abrió sus ojos para ver que era su pequeña gata quien dormía cómodamente en su almohada acurrucada mientras esta bostezaba e intentaba dar un maullido, no pudo evitarlo y a pesar de lo mal que se sentía sonrío, realmente esa pequeña gata era la única que lograba sacarle una sonrisa en medio de su tristeza. Una ves mas se puso boca arriba en su cama y observo ahora el techo, nunca había notado las manchas de este provocadas por la humedad y ahora que lo pensaba probablemente ya era hora que lo pintara; una ves mas escucho algunas carcajadas provenientes de la misma habitación seguramente su amiga Lilian a quien consideraba casi una hermana ya había llegado a hacer su visita dominical tan acostumbrada en donde la acompañaba su "novio" con el cual mantenía ya desde hacia meses una relación.

Volvió su vista al techo preguntándose que hora serian?

Busco en su mesita su reloj y pudo observar que ya eran las 12 a.m., se había dormido bastante y no recordaba tener tanto sueño como para justificar el dormir tanto así. Comenzó a recordar la noche anterior a pensar que es lo que tanto había hecho y hasta que horas había estado levantada, recordó el haber limpiado y barrido algunas áreas de la casa e incluso recordó el haber tomado uno o dos cafés pero eso no le provocaba insomnio sino que al contrario esto le provocaba aun más sueño del que ya tenia y terminaba por dormirse mas pronto aun.

También recordó haber usado su computadora como siempre y haber entrado a paginas de internet a las que siempre entraba, haber colocado algunas opiniones en algunas y otras simplemente las reviso pero no realizo cambios o siquiera termino de leerlas por considerar que sus comentarios no serian muy significativos y por ende dejaba que el tema continuara avanzando sin hacer comentarios de él.

Nuevamente miro el techo y esta ves su mirada se perdió en las estrellitas, planetas, satélites y otras figuras luminiscentes que coloco en el techo hacia ya tiempo, las había pegado con su "hermana" y aun recordaba que durante el día absorbían la luz y a la noche daban una extraña luminiscencia dándole cierta luz al cuarto y en sus momentos de insomnio las observaba hasta quedarse dormida. Definitivamente le encantaban y considero importante despegarlas antes de pintar el techo para luego pegarlas un poco más prolijas e incluso colocar unas cuantas decenas más.

Entre uno y otro pensamiento se fue una media hora sumada a los quince minutos que le había costado llegar al punto de poder abrir sus ojos.

Una ves mas miro el reloj ya eran casi la una de la tarde y aun no se levantaba y como iba seguro aun no se levantaría, continuo tratando de recordar por qué era que tenia tanto sueño? E incluso por qué no se quería levantar? Se sentía sumamente triste y no recordaba haber tenido algún problema nuevo en su casa o en su nuevo trabajo que la pudiera afectar de esa forma.

De pronto recordó que no sabia nada acerca de él en casi una semana, a duras penas y supo que aun estaba vivo y respiraba en alguna parte del globo pero él no se había dignado a tan siquiera escribirle o muchos menos mandarle un mail a su correo o algo así, simplemente se entero de que aun respiraba por él echo de que lo vio conectado a su messenger durante un poco mas de una hora pero ni siquiera se había dignado en hablarle o algo así.

Una ves mas escucho risas e incluso carcajadas y considero que quizás todos ellos sabían algo que ella no y posiblemente se estaban burlando de su suerte... de su muy mala suerte.

Su gata se movió en su almohada estirándose y moviéndose para buscar a su dueña hasta encontrarla; esa si era una minina inteligente! Al parecer pudo percibir algo de la tristeza de su dueña y decidió regalarle una caricia con su pequeña garra a manera de reconfortarla y darle ánimos a la pobre chica. La joven observo el pelaje de su mascota y abrazo a su oso de felpa, aun con sus 24 años dormía con uno y si no lo tenia al alcance lo buscaba porque sin él no podía conciliar el sueño.

Momentáneamente recordó el haber llorado y recordado todas las razones que su lógica, muy sabiamente, le había dado para no enamorarse de él pero que sin embargo su tonto corazón no quiso entender.

"El corazón tiene razones que la lógica no entiende" se había dicho y favoreció al primero en lugar del segundo.

"Que tonta he sido!" pensó con una sarcástica media sonrisa en su rostro.

Considero entonces que las sonrisas burlonas que oía eran las de su lógica que se burlaba de esta por creer que realmente el amor era para ella y que algo así de bueno podía sucederle.

Sacudió su cabeza de esas ideas y se levanto de un salto, luego pensaría en eso ahora debía levantarse como primer paso de esa cama y encargarse de defender a su "hermana y cuñado" de las continuas interrogantes y presiones que su madre ejercía.

Se vistió rápidamente sin pensar mucho en que tan bien o mal se vería, ahora tenia que abrir esa puerta luego se encargaría de saber porque él le había aplicado el infalible "Muro del silencio" y de no tener una respuesta pronta ella se encargaría de romper la relación antes que él rompiera su alma porque su corazón ya presentaba cuarteadas que posiblemente jamás podrían ser sanadas.

Termino de vestirse con un pantalón sport y una playera de con la figura de Mickey Mouse para luego buscarse un cepillo de cabello y cepillar su larga cabellera, realmente adoraba mantener su cabello de ese largo y había considerado dejarlo crecer aun más. Cada tanto concurría a una peluquería a recortarse las puntas o hacerse algún tratamiento reconstructivo o solo por él echo de ser algo coqueta y querer verse mucho mejor en alguna ocasión especial o solo por capricho.

Guardo la ropa que no usaría por ese día y dejo fuera la que debía poner en la lavadora mientras oía gritos y risas que venían de la misma habitación de antes. Definitivamente su "hermana" había llegado y al parecer su madre se encargaba de acribillarla a preguntas de todo tipo y clase, mas le valía apurarse en terminar y salir en defensa de la pobre pareja porque seguramente que con el carácter que tenían, tanto su madre como su amiga, el pobre chico se iba a terminar viendo en medio de una guerra campal.

Tomo las colchas, aun tibias de su cama y se encargo de doblarlas prolijamente para luego guardarlas en el closet destinado a ello quitando luego las sabanas y dejar el colchón parado para que tomara aire durante el día.

Su gatita ya había visto a su dueña entrar en movimiento rápido así que lenta y perezosamente se había levantado de su almohada para ahora sentarse graciosamente al lado de la puerta y acompañarla en su caminata a través de rostros deformes en los cuales aprecian formarse sonrisas burlonas e hirientes.

Una nueva carcajada de su "hermana" la saco de sus pensamientos y divagaciones trayéndola de un solo tirón a la realidad: tenia que abrir esa puerta y volver a fingir que todo en su mundo estaba en perfectas condiciones aunque por dentro de estuviera muriendo, tenia que sonreír aunque más fueran las ganas de gritar y llorar.

Se acerco a su gata y se agacho para acariciar su pequeña cabeza mientras el pequeño animal disfrutaba de los mimos que le regalaban sin entender a que se debía tal premio.

La joven se puso de pie y puso su mano en el pomo de la cerradura para girarla suavemente y lograr abrirla, dio un paso al frente y logro cruzar el umbral que dividía a su habitación del comedor en donde se encontraban su amiga con su "novio" además de su madre quienes veían un programa muy entretenido en la televisión así que podría cruzar entre toda esa gente y llegar al baño sin ser notada por nadie al menos eso es lo que pensó, era una pena que se equivocara.

Al aparecer en el bullicioso comedor el "novio" de su amiga la saludo afectuosamente y al instante una lluvia de saludos cayo sobre ella, la joven saludo tímidamente a todo el grupo con hola general y un pequeño movimiento de su mano al tiempo que salía deprisa con dirección al baño para poder cepillarse los dientes además de cambiarse ciertos productos femeninos que necesitaba.

Apenas fue llegar al baño para que esta sintiera una extraña seguridad, como si estuviera a salvo de alguna bestia que pretendía dañarla o matarla; con tan solo haber pasado llave a aquella puerta ya se había sentido mejor era una lastima que no podía quedarse en ese lugar. Bueno después de todo no podía quejarse porque ya eran las dos de la tarde y faltaba menos para que terminara el domingo.

Abrió el botiquín y busco una crema maquillante para las ojeras realmente estaban oscuras y algo grandes y no le gustaba como le quedaban en su cara, las disimulo lo mejor que pudo para luego guardar la crema y pasar a cepillarse sus dientes y hacerle unos pequeños toques en el moño que llevaba en su cabello.

Se miro en el espejo y estudio la imagen que este le devolvía, allí parada había una joven con una mirada triste y algo opaca, con una gran tristeza que se podía adivinar en las ojeras un poco disimuladas bajo aquella fina capa de maquillaje, pudo observar el cansancio reflejado en aquel espejo y por un segundo odio a la chica del espejo, realmente la detesto.

Considero que ese espejo la engañaba de la forma más cruel al mostrarle una imagen que no era la de ella sino más bien de un ser sin vida y agotado por los problemas que otros creaban para luego venir a ella con lagrimas en los ojos y pedirle consejo o incluso que los ayudara a que los resolvieran por ellos a costa de su tiempo o incluso de su propia salud. Como prueba de ellos estaban aquellos extraños síntomas que venia sintiendo hacia unos meses como mareos o nauseas y haciendo ya varios meses en los que no sabia ya lo que era sentarse a comer un plato de comida entero; ya ni eso podía hacer y al ir al médico solamente había conseguido obtener un puñado de pastillas que no solamente no le quitaban los malestares sino que le provocan un sueño atroz.

Contemplo en su reflejo las "ventanas del alma" o como ordinariamente los llamaban las personas sus ojos azules algo tristes y acuosos, cansados, hartos de preguntarle a la noche él porque de las cosas que en su vida pasaban. Estas eran tantas y extrañas que ni ella las comprendía, por un momento en algún momento de su vida considero que era producto de su Karma y que debía estar pagando pecados atrasados o incluso los venideros.

Debió haber sido una persona sumamente mala y perversa en alguna vida anterior para que ahora la vida o incluso alguna súper potencia divina le estuviera pasando tan enorme y abultada factura.

Odio su reflejo y sinceramente pensó por un segundo en romper el espejo, en hacerlo polvo pero contuvo sus ganas al pensar en todos los vidrios que debería levantar y ahora no tenia ganas de eso. Un golpe en la puerta la saco de sus pensamientos y opto por dejar todo y salir del baño.

Miro al gentío que ahora estaba en plena conversación entre ellos mientras los comerciales pasan en la tele, lo mejor que podía hacer era ser una hermosa y adorable muñeca al menos mientras el sol no se ocultara por el día de hoy porque luego ya seria otro su comportamiento.

Ya eran mas de las cinco de la tarde y su madre le había pedido que fuera a comprar un refresco para acompañar el almuerzo, es que por ser fin de semana y más aun por ser domingo su madre cocinaba tarde y terminaban comiendo a esas horas tan inusuales.

Paso por el comedor y llego al living para ver encontrarse con su padre desparramado en el sofá como todos los domingos.

"Papá dice mamá que me des dinero para ir por un refresco, de dónde consigo?" pregunto esta al hombre moreno de mas de 40 años, cabello negro y corto, con un extraño bigote sobre su labio superior.

"Tomalo de mi mesa de luz" le contesto este sin dejar de mirar el enorme el televisor.

El Living era una habitación no muy amplia que constaba de un sofá para tres personas con enormes cojines que su padre mando a hacer especialmente además de dos sillones que se colocaban a cada lado de la habitación y una enorme televisión de 29 pulgadas sostenida en un precioso rack de madera pulida en el cual también podía verse claramente un muy buen equipo de audio y adornos como jarrones chinos y otras chucherías que su madre adoraba.

La joven paso detrás de su padre y abrió la puerta de madera de color claro que daba al living apenas entro pudo ver que su madre aun no arreglaba aquella habitación y pensó que con la excusa de ordenar pudiera desaparecer del bullicio en aquel lugar.

Era un cuarto con una enorme ventana y debajo de esta un somier de dos plazas, hacia la izquierda un enorme placard y enseguida un escritorio con la computadora de su padre.

Camino presurosa a la mesa de luz abriendo el cajón para tomar el dinero que necesitaba ya que podía oír a su madre llamándola y la verdad no estaba de ánimos el día de hoy.

Salió del cuarto de sus padres, paso por delante de su padre y salió en la búsqueda del tan anhelado refresco que más bien era su excusa para salir ya que por ser domingo seguro todo estaba cerrado e iba a tener que caminar mas lejos aun para encontrarlo. Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro. Por lo menos durante 30 minutos se vería libre de toda esa gente.

Las horas pasaron y así llego la noche, ya eran las 20 p.m. de la noche y la joven se sentía feliz al ver que ya nadie la miraba raro o le hacia preguntas extrañas de que porque no comía algo.

Es que en realidad no se había sentido bien del estomago y por mas que quiso no pudo pasar un bocado mas, al llegar a comer ¼ plato se sintió llena como si hubiera comido dos o tres platos seguidos y abundantes y si tomamos en cuenta que ese día se había salteado el desayuno en realidad ella debería de estar famélica y no llena no?

Despidió al ultimo de sus invitados aunque más bien eran los de su madre pero como siempre ella hacia de anfitriona fijándose que nada faltara o sobrara, que todos estuvieran cómodos y todas las cosas normales de cuando alguna visita llega a casa.

Ya eran las once de la noche y se sentó en su maquina con la renovada esperanza de que él le hubiera escrito aunque sea un mísero mail o por lo menos esa noche le hablaría, se disculparía y asunto arreglado después de todo ella no había hecho nada malo o incorrecto para merecerse la aplicación del "Muro del silencio" o sí?

Mientras esperaba que su computadora iniciara preparo su cafetera exprés para tomarse un café bien cargado ya que había descubierto que ese era un excelente somnífero, con su taza humeante apoyada en su amplio escritorio de madera lo revolvía con una cuchara para que el azúcar se diluyera mientras que con la otra escribía su correo en su messenger para luego darle a la tecla del tabulador y escribir su contraseña para terminar dándole enter mientras veía como el programa comenzaba a conectarla al único medio de comunicación mas directo que tenia con él.

Observo como el muñequito primero la marco como "no-conectada" así que antes hizo los arreglos de siempre como cambiar su frase o nick del messenger y luego la imagen o fotografía que enseñaba, luego se fijo quienes estaban conectados y pudo observar que el culpable de su desconcierto aun no estaba en línea aunque cabia la posibilidad de que se hubiera puesto como "no-conectado" (como ella había echo) o que simplemente la hubiera puesto "sin-admisión" al no tener ganas de tan siquiera dirigirle la palabra; por un segundo considero la segunda idea y se dijo a si misma que si era eso entonces ese chico era un grandísimo cobarde para luego fijarse la idea de que si antes del Martes no le hablaba aunque fuera por señales de humo entonces ella le aplicaría no solo el "Muro del silencio" sino que lo haría tan fuerte y resistente que ni una bomba atómica podría derribarlo.

Eso sí, bajo ningún concepto volvería a llorar ya que eso no le traía soluciones a sus problemas más inmediatos y tampoco le daba respuestas a sus preguntas.

Se juro a sí misma que si él estaba jugando con ella, que si en verdad las palabras de amor fueran todas falsas ella jamás se volvería a enamorar de nadie mas y aunque su más grande sueño era ser madre siempre podría adoptar o algo así, después de todo niños sin hogar es algo que lamentablemente sobraba en el mundo y ella tomaría a uno o dos como hijos suyos y de no poder adoptar pues para esos existen los famosos Bancos de donantes de esperma, algún buen candidato habría seria madre y sin necesidad de casarse o algo así.

Mientras divagaba entre ideas no tan sensatas y otras un poco extrañas no se dio cuenta cuando cambio su estado al de "Conectado" para minutos mas tarde escuchar el sonido de su messenger avisándole que uno de sus contactos había entrado en línea, no lo pudo evitar y al instante reconoció ese nick.

"Bueno al menos sé que vive y tiene conciencia además de no haber perdido la memoria o algo. Hay se te van las excusas razonables" pensó la chica mientras deicida que hacer.

Bueno esto no era tan fácil como lo había planeado pero tenia que apegarse a su plan y exactamente cual era?

Rayos! Su lógica le gritaba "Mándalo al diablo por idiota insensible, eso no se le hace a nadie!"

Mientras su razón... bueno era más razonable y le decía "Espérate que te hable y te explique seguro tiene una buena razón para hacer lo que hizo. Sé paciente, no lo juzgues pero sobre todo no pierdas la paciencia porque si te enojas uyyyy! Yo me voy pero bieeen lejos..."

Ahora su enojo y su orgullo herido o más bien su corazón mal tratado gritaba "Mátalo! No le des chance y ponle un tiro entre sus enormes y estúpidos ojos! A nosotras nadie nos hace esto, no importa las excusas córtale #&$$& y dáselo de comer a los perros por idiota no mas que es! Que aprenda a como se trata a una mujer!"

Ningún plan era bueno es que ser de un signo taaan cambiante como Géminis no ayudaba y mientras se pensaba que hacia pudo ver como el messenger de él paso del estado de "conectado" a "No-conectado" en menos de un minuto.

Definitivamente seguiría una ruta trazada.

Si para el Lunes no tenia una explicación lógica, razonable o meramente aceptable para el Martes no solo le haría caso a su lógica y a su corazón herido y mandaría al diablo a su razón sino que encima la ley del silencio que ella aplicaba y tan bien ejercía seria aplicada al máximo del rigor luego de decirle un par de cositas a ese... "chico".

Porque algo era seguro ella esta situación no la toleraría mas pero mientras por un par de días mas le daba la oportunidad de salvar su pellejo, si era inteligente el pobre idiota la tomaría antes que el plazo venciera.

Había pasado ya casi una semana de ese silencio incomodo de ese molesto no saber el porque de algo, es que si hemos de ser sinceros a la joven realmente siempre le había gustado tener cierto control sobre las "consecuencias" de sus actos o sus omisiones.

No todos somos perfectos pero esta chica realmente se esmeraba por conseguir ciertas virtudes ajenas a ella, por ejemplo cada ves que decía, hacia o no hacia algo que pudiera lastimar a un tercero pedía disculpas en el acto de ser necesario pero jamás se rebajaba al hacerlo y eso pocos son los que lo hacen. El poder admitir que nos hemos equivocado y que con ese error hemos lastimado a alguien mas pero sabemos que el pedir disculpas no arregla el daño sino que mas bien le da la certeza a esa persona herida de que no lo volveremos a hacer nunca mas.

Paso el domingo leyendo cuentos que encontró en Internet y nuevamente hizo sus pequeños aportes en estos foros a los que suele entrar.

Recordó entonces como es que lo había conocido en una pagina de Internet para ser mas exacta en uno de los pocos foros en los que aun revisaba con frecuencia, no sabia si maldecir su suerte o solo alabarla por haberlo conocido.

Realmente fue muuy extraño porque al principio no se llevaba muy bien con ese chico en particular, de echo lo considero un amargado, una persona que posiblemente había sido lastimado anteriormente y que por desgracia aun no se recuperaba de sus heridas.

Con el pasar de los meses intercambiaron sus correos y comenzaron una "amena" amistad o algo que se le parecía bastante, hablaban casi siempre y realmente ella disfrutaba de esas extensas charlas aunque aun consideraba que el joven necesitaba ayuda psiquiátrica o algún tipo de medicamento para dejar de ser taan amargo.

La joven siempre supo que tenia una personalidad bastante rara y solía hacer amigos con muchísima facilidad, en algo de segundos podía hacerse amiga de dos o tres personas aunque podría pasar que luego no las viera nunca mas en la vida pero lo importante para ella era que por ese breve instante contaba con varios amigos mas.

Tenia grandes defectos como todas las personas aunque extrañamente para otros eran virtudes maravillosas y para ella solo eran signos de debilidad, de esa debilidad que varias veces le costaba ocultar bajo una sonrisa falsa y un maquillado rostro.

Muchos habían sido los años y las veces que por evitar problemas o disputas o el tan solo una mirada reprobatoria la chica había callado cosas que veía o sabia de confiables fuentes: todo por evitar problemas, todo por su salud mental, todo por la salud de su padre, todo por una falsa tranquilidad que en realidad no existía. Todo era una gran mentira.

Años habían sido los que le tomo recuperarse de los fuertes golpes que le habían tocado sobre llevar, mucho fue el tiempo que invirtió en solo aparentar ser feliz, y que bien le salía.

Siempre considero que se merecía el Oscar por saber jugar a la muñeca taan bien, realmente ese había sido un rol echo por y para ella. No represento un gran reto luego de haberlo actuado durante casi doce años en los que fingía una felicidad inexistente y sonreía a un mundo que le era completamente indiferente, oscuro, peligroso, retorcido, malvado, injusto y cruel pero aun así sonreía, tan ampliamente como podía aunque su cara le doliera por fingir y forzar una expresión que no acompañaba su pensar y sentir. Alguna que otra ves se sorprendió observando como otras jóvenes de su edad eran banales, chicas tontas que se preocupaban solo de salir al club de moda con ropa de marca a la ultima moda y siendo por supuesto el "adorno" que colgaba de algún brazo masculino, chicas que fácilmente caían en ser zorras bien arregladas, que paseaban de brazo en brazo, de mano en mano y porque no ...de cama en cama.

Así había pasado el domingo y le había dado paso al lunes, entre pensamientos que alguna ves había tenido.

En algún momento considero que ella podría intentar a jugar ser un "adorno" mas de la larga colección de algún hombre pero ya le habían echo daño el día que luego de dar su primer beso se entero que todo había sido una vil apuesta entre dos dizque "chicos" porque esos en realidad no eran mas que escoria.

Cerro su maquina a eso de las 2 AM entre pensamientos que no la convencían mucho pero tampoco la hacían feliz y se preparo para ir a la cama.

Mientras esperaba que Morfeo la envolviera en su dulce manto tomo la decisión de que lo mejor que podía hacer era no ser un "adorno" pero que efectivamente necesitaba nuevamente aquella coraza súper protectora.

Lamentablemente para ella había vuelto el tiempo de jugar a ser una muñequita y sé había hecho la firma promesa de que nadie la volvería a lastimar ni siquiera... él.

Había intentado dormirse apenas toco la cama pero no le fue posible.

Se removió en sus colchas y como siempre se aferró a su oso de felpa en busca de algún consuelo para minutos después quedarse dormida.

Era Lunes pero gracias a sus arreglos de horario ese día no tenia clases en la facultad sino hasta el martes y luego el jueves, abrió pesadamente sus ojos y escucho el griterío fuera de su habitación proveniente de su ventana.

Hoy era día de clases para las hijas menores de sus vecinos y posiblemente estaban armando terrible escándalo en busca de cosas que necesitaban pero no habían tratado de ubicar el día anterior

"Tontas" pensó la chica en su intento de abrir sus ojos pero su intento fue en vano y casi sin poder evitarlo se cerraron otra ves dándole paso a los sueños. Sueños en los que él estaba.

Comienzo del Sueño

Se vio sentada en una sala de espera con una expresión de aburrimiento y artaza en su rostro vestida con una falda lila estampada con corte en diagonal dando la parte mas corta a pocos centímetros sobre su rodilla mientras que el extremo opuesto quedaba justo en su tobillo, una blusa de tirantes con escote en V que acentuaba su no muy esbelta figura cuyo borde inferior constaba con tres largos picos que comenzaban desde su cintura para caer unos 10 cm después de su cadera en color lila, unas sandalias de tiritas forradas en tela negra brillante con un taco de 5 cm cada una, dejando su cabello suelto y con algo de maquillaje en su rostro pero sus labios lucían un intenso color chocolate nacarado que los hacia ver mas provocativos e incluso mas antojables.

"Cómo demora? A qué hora se suponía que llegaba su vuelo?" - dijo la joven mientras pasaba nerviosamente las paginas de una revista

"Me dijo que a eso de las cuatro de la tarde, qué hora es?" - Contesto la joven de lila

"Bueno, ya son las cinco, cómo que esta un poco demoradito el asunto no?" - contestó esta mirando el fastidio de la otra

"Uff! Bueno supongo que algo habrá pasado, ya sabes como son los vuelos y le costo conseguir un pasaje para acá en tan poco tiempo"- contesto la joven de ropas lilas mientras rodaba sus ojos con fastidio

"Y a qué se debe que los consiguiera así? Hubo ultimátum de alguna parte?"- trato de indagar la amiga de la chica que no tenia mas de 21 años vestida con un pantalón de jean color negro, camisa rosa abotonada al frente complementada con un cinto de la misma tela de la camisa atado aun lado en una moña y zapatos de taco.

"No, la verdad no mande ultimátum. Aunque... las ganas no me faltaron no lo hice por el echo de que quiero que venga por deseo propio y no porque sino me perdía"- contesto esta resignada

"Bueno me parece bien, porque eres un tanto... mmmm... impredecible y la verdad que en lo que te enojas no hay quien te aguante jajajaja!"

"Muy chistosa la nena" -contesto esta a lo que su amiga solo sonrío mientras se levantaba al tiempo que tomaba su cartera.

"Adónde crees que vas? No pensaras dejarme aquí sola no?"

"Las ganas no me faltan, la verdad es que estoy muuy aburrida pero no. Solo voy al baño por ¨un problema femeninos¨"- contesto esta al tiempo que desaparecía en dirección a los baños

"Bueno cualquier cosa me avisas al cel si necesitas algo, creo que tengo algo en mi cartera"- contesto esta mientras veía a su amiga desaparecer

La joven volvió por unos minutos la vista a su revista y ojeo el reloj de su celular ya eran mas de las 18 p.m. y aun ni rastro de él. Cerro su revista con cierto fastidio para luego pasar su pierna derecha sobre la izquierda y reclinarse un poco sobre aquel incomodo asiento mientras su mano derecha busco los lentes de sol de su cabeza para quitarlos soltando así del agarre a los cabellos frontales que cayeron libres sobre su rostro. Cerro las patillas de los lentes y lo coloco entre sus manos que reposaron en forma relajada en su regazo mientras cerro los ojos por un instante imaginando un sin fin de posibilidad que fueron evaporadas en el instante que su celular sonó.

"Hola" - dijo la joven ignorante de quien era que se atrevía a sacarla de forma tan brusca de tales sueños tan hermosos y agradables.

"Soy yo, creo que tengo un problemita-" contesto la voz un tanto aterrorizada- "Necesito que vengas y mientras mas rápido mejor"

"Hay voy"- contesto esta fastidiada al tiempo que cortaba la llamada y se encaminaba a los baños

Entro al baño y enseguida pudo oír la voz de su amiga llamándola

"Necesito cierto producto femenino que antes me habías ofrecido"

"No tenias mejor momento no?"- dijo esta algo enojada mientras colocaba su bolsa sobre la mesada del baño público y rebuscaba para encontrar dicho producto

"Qué? Ya llegó?"- pregunto la chica del otro lado de la puerta

"No pero estaba en un momento de relax"- contesto la chica de lila encontrando dicho producto- "Ten, aquí tienes"- dijo esta pasándolo por debajo de la puerta en donde una mano fina salió a su encuentro

"Deberías ir, no vaya a ser que llegue y contigo aquí no te vea y se nos pierda"- dijo la chica del otro lado de la puerta en tono burlón

"No te preocupes, no creo que ya llegué son las seis y cuarto y si no vino ya no viene, mejor vamos a casa o por hay a ver si me saco la mala onda del plantón que me estoy comiendo"- contesto esta mientras sacaba un labial de su cartera y retocaba un poco su maquillaje.

"Bueno ya salgo"- contesto la chica en tono neutro, su amiga ahora no estaba de ánimos para atender un nuevo ataque o broma y por eso mejor ya no hacer comentarios.

Fuera del baño de damas en una zona de sillas un joven y su madre se acercaban a un par de lentes negros para el sol que habían sido extrañamente encontrados solitarios, como en espera de su dueña o quizás en espera de alguien mas.

Salieron de los baños y tanto la chica de lila como su amiga se dirigieron raudas a la salida a pocos metros de llegar a las puertas la chica de lila subió su mano derecha en busca de sus lentes solo para notar que ya no estaban sobre su cabeza. Revolvió su cartera pero recordó que cuando había rebuscado en ella para hallar cierto objeto para su amiga no los había visto.

Su amiga percibió como se detenía y revolvía nerviosa en los bolsillos de su negro abrigo y luego en su cartera

"Qué perdiste?"

"Mis lentes de sol, no se donde fue que los tire"

"Piensa que seguro vas a recordar donde están"- dijo esta sentándose en unas silla del lugar- "Esto va a tomar tiempo"- pensó la joven mientras veía como la chica de lila y lacios cabellos la miraba fijamente pensando, recordando donde diablos los había dejado

"En las sillas!"- dijo esta dándose vuelta y caminando rauda a el encuentro del accesorio- " No demoro nada, espérame aquí"

"Si claro. Total no tengo nada mejor que hacer"

La joven camino apresuradamente mientras la ventisca que producía su rápida caminata abría su abrigo negro dejando ver su blusa y su falda lila mientras su cartera colocaba de una de sus manos luchando con la ráfaga creada en ese trajín, sus cabellos jugaron con el viento saliendo algunas mechas al encuentro de sus labios aferrándose estos al labial aun húmedo.

Mientras un joven tomo, los lentes entre sus manos mientras observaba como una chica de lila corría en su dirección

"Seguramente estos son sus lentes"- pensó el joven que no pudo evitar sentir que quizás su hermosa novia la opacaría en un segundo, una pequeña sonrisa adorno su rostro al tiempo que la joven de lila se paro frente a él

Increíblemente él estaba allí. No la había dejado plantada y por alguna razón extraña él tenia sus lentes en su mano. Qué extraño es el destino? Lo observo un segundo, fascinada por la situación y observo que unos pasos mas atrás se encontraba su "queridísima" suegra que le había jurado odio desde el instante que se entero de su noviazgo con él.

Casi sin creerlo una sonrisa divertida se dibujo en su rostro, el destino era algo definitivamente muuy extraño pero sumamente divertido y al parecer le daba la oportunidad de jugar. No había que desaprovecharla no?

"Disculpe señorita pero estos lentes son suyos?"- pregunto el joven en tono inocente mientras le extendió la mano son lentes en ella y una amable sonrisa en su rostro.

"Si lo son"- contesto tomando los lentes de su mano y devolviendo la sonrisa -"Están perdidos?"- pregunto ensanchando aun mas la sonrisa. Ninguno de los dos la reconoció y eso que él tenia toneladas de fotos suyas!

"Algo así. Creo que la persona que nos esperaba se aburrió de esperarnos y se fue"- hablo ahora su "querida" suegra mientras le sonreía a la chica

"Si supiera quien soy no me sonreiría de esa forma"- pensó la chica mientras ensancho aun mas su sonrisa si es que eso era posible, no podía ser mejor la situación ni mas divertida por mas que lo quisiese- "Bueno en ese caso los puedo ayudar? Díganme donde es que desean ir y seguro los puedo ayudar"

"Mamá seguro ella aun nos espera en algún lado"- contesto el joven -"Es muy terca y no se iría sin nosotros"

"Si claro y dónde esta?"- dijo la "encantadora" señora en tono burlón- "Mejor aceptemos la ayuda de esta niña preciosa, pásale la dirección"

El chico a regañadientes le paso un papel en que se podía leer una dirección... su dirección

"Casualmente vivo por esa zona, los puedo llevar si gustan?"

"Hay querida muchísimas gracias"- dijo la señora de unos 40 años cabello canoso -"Eres un amor, mi hijo debería fijarse en ti en ves de la chica esa que ni nos vino a esperar"- declaro la señora al tiempo que su hijo tomaba sus maletas y echaba a andar murmurando ciertas cosas inaudibles para la señora.

La chica camino al lado del joven y le sonrío muy contenta mientras que paso por las sillas para recoger a su amiga pero no se unieron al grupo hasta que le explico que no la llamara por su nombre o apodo ya que al parecer ni su "encantadora" suegra ni él la habían reconocido y quería jugar un rato.

Su amiga entendió el plan y en todo el camino jamás se llamaron por sus nombres mientras se echaban miradas cómplices y sonrisas burlonas.

"Bien esta es nuestra parada, bajamos aquí"- dijo la joven de lila mientras que con sus pequeñas manos y cortos dedos llego al botón para pedir la parada

La señora tomo algunas maletas mientras que la joven de camisa rosa tomo otras cuantas y el chico unas pocas mas.

"Muchas gracias por traernos hasta aquí. Discúlpanos las molestias que pudimos haberte causarte"- agradeció el chico con una sincera sonrisa, sonrisa que la joven devolvió

"Aun no me des las gracias todavía no llegamos a la dirección"

Camino por las tan familiares calles tratando de pedirle a dios que ningún amigo la llamara por su nombre, apodo, seña o santo.

Su "queridísima" suegra le hablaba encantada y cada por tres insinuaba su deseo de que su hijo se fijara en ella por ser preciosa además de muy alegre y amable en ves de la "chiquilla" esa que ni los había esperado en el aeropuerto.

Seguramente la señora odiaba a la novia de su hiajo pero era cierto que adoraba a la chica de lila que caminaba a su lado.

Llegaron a la dirección del papel, llegaron a la casa de la chica vestida de lila quien una ves mas miro a su amiga y le dirigió una sonrisa de triunfo y a la ves de derrota porque ahora se sabría quien era ella y sobre todo sus "nuevos amigos" también lo sabrían.

Tocaron timbre y mientras la señora se despedía de la chica de lila y de su amiga pero la joven solo busco en su bolso al recordar el hecho de que su padre no estaba y su mamá venia subiendo por el camino de piedra.

"Y bueno hasta aquí llego la diversión"- dijo esta riendo y sacando un manojo de llaves para luego buscar una en particular y hacerla entrar en la cerradura de la casa, girarla y luego abrir la puerta dejando entrar a su amiga y a los nuevos visitantes.

"Mi querida suegra bienvenida a mi casa"-dijo la joven en tono triunfante mientras él y su amiga entraban y la ultima caía sobre el sillón con un ataque de risa incontrolable

La chica de lila sonrío enormemente mientras entraba su madre por la puerta principal justo a tiempo para evitar una lluvia de preguntas que venían tanto de la madre como del hijo. Saludo cortésmente a los invitados de su hija y les ofreció algo de beber o comer luego de tan largo y extenuaste viaje mientras la chica de lila se quitaba sus sandalias de taco alto y las tiraba aun lado de su asiento

"No andes descalza"- le dijo su madre en tono de reproche

"Si ya se. Ya me calzo, dame un segundo que aquí alguien necesita el baño"- contesto la joven cansada luego de tremenda actuación levantándose de un salto y dirigiéndose hacia su amiga que se encontraba sentada aun lado de él.

Lo vio a los ojos con rostro divertido y por un segundo considero secuestrarlo pero antes estaba el hecho de solucionar el problema de su amiga además de que había oído cierto motor de un auto rojo metiéndose en el garaje, su "papi" había llegado y mejor huir aunque fueran por 15 min. y luego veía que hacia con el par indefenso.

Se acerco peligrosamente y de un tirón tomo la mano de su amiga y con la otra la bolsa de la chica.

"Vamos que tu taxi ya llegó y antes tienes que hacer una escala técnica, te acuerdas?"

"Si, mientras mas rápido mejor"- contesto la joven que se dejo guiar por su amiga

Logro salir victoriosa de la lucha de miradas asesinas que la señora de cabellos canosos le dirigía cada ves que podía mientras ella solo sonría burlonamente. Se había vengado en toda su gloria y ni esa mujer podía negarlo.

Acompaño a su amiga hasta la puerta del baño para luego entrar a su habitación y salir de él con unas sandalias bajas en su mano aun no se quería calzar y nadie la iba a obligar. Camino nuevamente al baño y golpeo la puerta para luego ver salir a su amiga unos segundos después anunciándole que adoraría quedarse y ver el resto de tan divertida escena pero que ya eran mas de 19:30 p.m. y más le valía volver antes que su madre le mandara un sms a su celular.

Camino al living y dejo allí a su amiga en compañía de su "querida" suegra y su hijo que tomaban un refresco frío mientras oían a su madre enumerar una lista de preguntas interminables, se sentó en el brazo del sofá a pocos centímetros de él, el causante de sus noches de insomnio.

"Y papá?"- pregunto la chica con cara inocente evitando ver al chico que trato de tomar su mano

"Esta en su cuarto"- contesto su madre

"Gracias"- dijo la chica que sutilmente se levanto dejando una mano extraña sola vagando a un lado del brazo del sofá- "Fallaste"- dijo la joven sonriendo mientras golpeaba la puerta y se le concedía la entrada a la habitación.

"Papi llevas a mi amiga a su casa? Vas a salir con mamá?"- pregunto inocentemente, como un niño que pide permiso para comerse un chocolate

"La llevo y si voy a salir y sabes que no podes salir. La casa no puede quedar sola"- dijo el hombre mayor sin apartar la vista del monitor mientras buscaba las carteleras de los cines de la ciudad.

"Aja pero la tienes que llevar ya, su madre ya empezó con el celular a molestarla"- mintió a sabiendas que podía ser descubierta pero en verdad quería quedarse sola para arreglar algunas cosas.

El hombre mayor se levanto de su asiento tomando su abrigo y llaves para salir luego por la puerta principal con rumbo al auto.

"Bueno mamá ya se van, deja que yo me encargo de mis invitados además van a dejarla en su casa antes de salir a pasear"- informo esta mientras le daba un beso a su amiga y le guiñaba el ojo- " Bye que disfruten el paseo"- dijo la joven con una sonrisa mientras agitaba sus sandalias en el aire a modo de despedida.

Entro a la casa y cerro la puerta a sabiendas que ahora le tocaba interrogatorio tanto de la madre como del hijo. Ordeno el living quitando los vasos y platos sucios mientras sus invitados observaban a la joven ir y venir con vasos con dirección a la cocina o al menos eso creían.

La chica tomo el teléfono y disco un numero, hora de llamar a los refuerzos.

"Hola tía...si ya llegaron...estamos en casa...aja... no pasaron cosas divertidas y mis padres todavía no saben quienes son con exactitud...bueno supongo que algo a de sospechar...jajajaja tía!... ya vamos para hay un beso"- la chica colgó al tiempo que se calzo sus sandalias y camino en dirección a una oscura habitación, tomo nuevamente su saco negro y se lo puso mientras caminaba hacia la puerta y tomaba sus llaves.

"Ustedes se van a quedar en frente como estaba planeado, mi tía les arreglo un cuarto pero solo hay una cama es decisión de ustedes quien duerme en la cama pero ya arregle que llevaran un colchón que para bien o mal solo pueden tirar en el piso para dormir. Lo siento pero es lo mas que les puedo ofrecer, como verán mi casa no es a gran cosa"- termino esta con una pequeña sonrisa al tiempo que sus manos pasaron por debajo de la nuca para soltar su cabello atrapado entra la chaqueta y su espalda.

"Vamos"- abrió la puerta y sin mucho mas saco algunas maletas mientras sus invitados, aun en shock o furiosos, caminaron fuera de la casa con sus abrigos y maletas en mano.

La joven cerro la puerta y luego le dio dos vueltas a la llave tomo las maletas que cargaría encaminándose por el camino de piedras y bajar la vereda para luego cruzar la calle y subir los escalones, estiro su mano y toco el timbre en el que sonó una extraña melodía para luego ver como una mujer rubia le habría la puerta y los recibía con una sonrisa.

Paso las maletas primero mientras que su tía se adelanto con su suegra para enseñarle su nuevo cuarto, aprovecho el momento y antes del que joven pudiera avanzar mas de dos pasos la chica reclamo su presa, tomándolo por sorpresa y dándole un tierno beso en los labios que en poco segundos el joven convirtió en uno apasionado y casi salvaje.

"Para no haber besado en años lo haces bien"- contesto esta con una alegre sonrisa mientras giro y se adentro en la casa dejando al pobre muchacho con ganas de más.

Fin del Sueño

Su hermoso sueño fue interrumpido por un ronroneo insistente en su oreja derecha y una lengua rasposa en su mejilla, su gata reclamaba a su dueña por comida y el próximo paso serian sus pequeñas uñas si esta no se despertaba.

Abrió los ojos en forma pesada y molesta para luego soltar un bostezo y acariciar a su gata.

"Me tenias que despertar no? "- dijo la chica con cabello alborotado mientras acariciaba el lomo de su gata

"Miau... Miau"- fue lo único que su minina le pudo dar como consuelo

"Bueno los sueños no son para ser soñados sino para ser vividos porque bien pueden ser rotos por quienes mas dicen amarte"- dijo la joven al tiempo que apoyaba sus pies en el suelo y calzaba sus pies en unas zapatillas- "Aunque claro esta que a mi jamás se me a permitido nada mas que eso, soñar con lo imposible."- suspiro pesadamente al tiempo que se levantaba de su cama -"Definitivamente lo mío en la vida no es ser feliz sino mas bien el ser la persona que sufre, solo espero que en una vida pasada halla sido una verdadera perra, la mas mala de las mujeres y que realmente lo haya disfrutado en enormes cantidades" -pensó la chica al tiempo que una sonrisa traviesa se formaba en su rostro y salía del cuarto con dirección al baño para darse una relajante ducha de agua caliente.