Hola como algunas personas saben este no es mi primer ni segundo y mucho menos tercer fic… asi que en esta área llevo desde que inicio inu y hace aproximadamente 4 años…
Les traigo ahora esta historia y espero que sea igual de exitosa que Siete Mares y los demás fics que he hecho…
Es una idea original que NO he copiado y espero que me digan que les parecen… bueno aquí les dejo el
Summary…
Inuyasha un príncipe de Tebas, cuidad de Egipto, Kagome una plebeya de aquella cuidad, ambos se conocen por azares del destino, después de todo en los escritos de una lamina se dice que una plebeya y un príncipe se enamoran claro sin descartar que ese amor será puro y verdadero, terminando aquella historia de amor en tragedia... pero lo que ambos no sabes en que una chica será elegida para el sacrificio del dios ramus y aquella joven es nada menos que Kagome ¿que aran ambos al enterarse de la verdad, ¿Inuyasha será capas de matar a Kagome?...
Capitulo I.- una chica misteriosa
Tebas, la cuidad de los vivos… desde tiempo remotos, hasta ahora en que Egipto aquel gran imperio solo la tiene como cuidad principal, al norte se encuentra la cuidad de Coptos, al sur la cuidad de Asuán, al este el rió Nilo y al oeste el Mar Rojo.
Después de todo Tebas al estar ubicada en Egipto, no era como las otras ciudades de su alrededor… extensos terrenos de verdes prados y todo gracias a el río nilo y al mar rojo, vegetación abundante, edificios y pirámides elegantes de oro puro, al igual que las perlas… su arena muy fina como si fuera un segunda piel para los habitantes.
Pero en medio de todo aquel resplandor, un palacio ubicado casi en el centro de la cuidad, tal ves ni tan el centro por las cuestiones del poblado y las casas de lujo, claro que eso quería decir que solo gente de la nobleza podía vivir ahí y a las a fueras plebeyos…
Aquel palacio de gran plenitud y tamaño, riquezas y joyas a su alrededor adornándolo, al igual que las grandiosas estatuas de los dioses Ra y Ramus, este ultimo el fundador de tal cuidad.
Un joven se ve paseando por aquel enorme palacio, tal ves con una preocupación, una duda o una emergencia había llegado hasta sus oídos, después de todo el era el príncipe solo faltaban unos dos años mas y el se convertiría en el príncipe de Tebas, siendo el sucesor de su padre el gran Inutaisho, claro solo faltaba la aparición de su hermano mayor… pero el nunca le importo el titulo en realidad el quería luchar y asi era… por eso el era el capitán y único jefe de sus tropas en ejercito.
Tan solo su corta edad de veinte cuatro años tenía que ya saber y tener relaciones con su exterior representando ya a su padre con los demás en las clases sociales importantes claro esta, en los banquetes y desfiles.
Bah! Que mas daba después de todo el desde chico quiso ser igual que su padre y sabiendo que Sesshomaru su lindo hermano no le interesaba en lo mas mínimo el trono, lo educaron desde los cuatro años con su educación como perfecto gobernante… asi que nunca tubo amigo, bueno solo uno y, siempre su mejor amigo y primo Miroku Tashio.
Primo!.- se escucha una voz desde el pasillo
Si era aquel primo del que tanto se molestaba en estar con el, pero de cierta manera se sentía bien a su lado aunque a veces no podía negarlo se sentía solo y desorientado.
¿Qué sucede?.- lo pregunta aquel chico de la estancia
Mmm… venia a decirte si no se te apetece salir esta noche.- lo sugiere ya el primo delante de el
No sonaba mala idea salir a divertirse aquella noche, pero no sabia bien si era correcto esta misma noche le tocaba cenar con los amigos de su padre, gente importante en el circulo social… pero aburrido, tal ves tenia una idea mañana el estaría libre y asi podía salir con su primo todo el día, por lo menos desaparecer y convertirse una gente normal y ordinaria.
Que te parece si mañana.- lo sugiere el – tengo todo el día libre para mi.-
Bien… pero debes de prometer que nada de escándalos.- lo dice su primo, sabiendo bien de que es el capaz
Si lo que sea.- sin darle importancia al asunto
A diferencia de el su primo era totalmente diferente, ojos cafés… tal vez al mismo color que los árboles, piel bronceada ligeramente, su cabello negro y amarado a una minicolita de caballo, sus cejas algo pobladas y estatura razonable, claro que el era mucho mas alto que el… tal ves por la familia de su madre y padre.
Ambos jóvenes vestidos de sus elegantes trajes, tal ves por ser de la realeza eran lo único que podían tener… y claro con aquellos lujos quien no… ropa de seda, pantalones de la tela mas suave, y una playera ajustada a su pecho y espalda dejando ver aquellos finos rasgos de belleza masculina.
Pero tendrás que vestirte de otra forma primito.- lo dice Miroku
Bah! Como fastidias eso lo se, y también un caballo decente, ¿no lo crees?.-
Bien, entonces nos vemos hasta mañana.- dándose una vuelta para salir del lugar
¿Qué, ¿no piensas venir conmigo a la cena?.- lo pregunta este
Ni soñarlo, serán amigos de mi madre, pero yo se como safarme de esta primo, claro a diferencia de ti.- sonriendo ampliamente
Eres un cobarde Miroku.- lo murmura el chico, pero bastante alto para que su primo el cual ya esta saliendo del salón lo escuche
-.-
Veo primito que todavía no te despierta y eso ¿por que será?.- lo dice un chico ya en la habitación de su primo, después de todo el ámbar estaba apunto de verse por los cielos y aquello era perfecto para su pequeña desaparición.
Feh, ya cállate Miroku, la cena fue aburrida y una pesadilla.- lo murmura el chico, después de todo en aquella cama amplia quien no quería quedarse dormido.
Ya apararse Inuyasha, no tarda en que se despierten todos… asi que mejor es que nos demos prisa.- lo dice el chico, mientras toma entre sus manos la sabana de este y la jala dejando ver aquella pijama de seda que traer su primo.
Bien, bien tu ganas.- levantándose de la cama- pero esta me la pagas primo.- yendo hacia el baño tal ves a asearse.
En cambio Miroku el cual trae una mirada de susto, no en vano su primo lo amenazaba… siempre se cobraba con el sus desgracias y de una forma horrible, conocía su carácter y no era muy hermoso que digamos y aquello que si asustaba
-.-
Bien vamonos.- lo dice ya el chico puesto arriba de aquel caballo sin más chiste que su belleza.
Inuyasha, cuantas veces tengo que decirte que es mejor que no lleves a Colmillo.- refiriéndose a su caballo
No Miroku eso si que no, Colmillo es mi fiel amigo y con el no voy a un sitio sin el.-
Bien, no me opondré… esa es tu decisión.- montando a su caballo
Bien… pues partamos al bosque.- señalando al este.
Supongo ¿que traes tu espada?.- lo dice el príncipe
Claro, nunca salgo sin ella, como tu comprenderás.- insinuando lo mismo
Bah! Partamos, queda claro.- echando en marcha su caballo, para que después su primo lo siga.
Ambos jóvenes de la misma edad queda claro, salen de la cuidad de tebas, bueno de aquella civilización de la cual ambos están tan acostumbrados.
Los verdes árboles se pueden, al igual que las verdes hojas en ellos y los frutos maduros y algunos verdes de aquellas ramas, pero lo que mas llama la atención es que un árbol es el mas grande de todos, tal ves también el mas viejo de ellos… es como si en el se pudiera escuchar una pequeña voz… pero eso quedaba demasiado lejos, después de todo eso era casi en medio de todo aquella vegetación.
Ambos chicos solo se detienen a escuchar la voz tal vez de una bella chica cantando y murmurando una bella canción.
Mmmm… yo opino que tal vez es una bella damisela.- lo dice su primo.
Bah, para ti todas son hermosas… como las tres que van por ahí.- señalando a su lado, era cierto para su adorado primo Miroku toda doncella era hermosa, claro siendo el mujeriego de la familia, pero todo mundo aplaudía aquello.
Voltea de nuevo a ver aquel paisaje, lleno de paz, si se podía ver la cuidad de tebas a los lejos, pero diminuta, su palacio si se daba a ver y con gran honor… pero el cielo azul, nueves blancas y aves cantando al igual que el sol iluminando en todo su resplandor.
Pero que bellas damiselas.- puede escuchar la voz de su amigo y primo cerca de el girando su cabeza para verlo debajo en tierra firme, a lado su caballo y rodeado de aquellas damiselas, bah! Plebeyas
Podía ver las sonrisas de aquellas tres chicas y la de su primo, después de todo ahí se encontraba el en medio de ellas y a su lado su hermoso caballo, haciéndolas reír y sonrojarlas por los mismos comentarios, bah! Después de todo era mejor dejarlo ahí… quien iba a interrumpir al conquistador si aquella era su verdadera profesión.
Iba avanzando entre los árboles, dejándose guiar por aquella voz que no dejaba de cantar, una hermosa melodía después de todo lo que expresaba era hermoso.
"en palabras simples y comunes yo te extraño"
"en lenguaje terrenal mi vida eres tu"
Si aquellas palabras que le llegaban en el fondo del corazón, después de todo ya faltaba poco para llegar y eso lo podía asegurar al ver aquel árbol de tamaño colosal enfrente de el haciéndose mas grande y extenso de ancho.
Ya había llegado a unos metros del árbol que sigue siendo cubierto por unos pequeños árboles a su alrededor, era mejor ahora seguir a pie, después de todo podía espantarla y aquello era lo menos que quería.
"en total simplicidad seria yo te amo"
Aquella voz haciendo cada ves mas fuerte, después de todo… el nunca se iba a rendir en conseguir lo que quería, y ella, conocerla no iba a ser la excepción en ese día y su vida.
"en un trozo de poesía tu serás mi luz mi bien"
Esa era la última frase que había escuchado de aquella bella canción después todo fue silencio total, pero al darse cuenta que una de sus botas, para ser preciso había pisado una rama, tal vez aquello alerto a la chica de modo en que se callara.
Inuyasha en cambio solo camina unos pasos hasta llegar ya un lugar donde solo enfrente se encuentra aquel árbol de tamaño colosal y a su alrededor un hermoso terreno verde, lleno de flores de mil colores.
De un momento a otro solo siente como se encuentra tirado, después de todo algo se encontraba encima de él inmutándolo a moverse.
Sus ojos estaban enfocados a lo que tenía arriba de el y era nada menos que una chica, de cabello azabache eso lo podía deducir, por la forma de su cabello negro, sus ojos marrones, con un brillo único y a la ves esencial en ellos, pero su vestimenta la de una simple plebeya.
¿Quién demonios eres?.- lo pregunta el
Esa pregunta debería de hacerla yo.- lo dice la chica en forma desafiante
Uuuyyy! No iba a permitir que una insolente plebeya se portara de esa forma con el, después de todo el era el príncipe de Tebas y merecía el respeto que el quisiera, a pesar de su carácter.
¿Qué hace aquí?.- lo pregunta a chica de la misma forma que le contesto.
Vine de paseo, o ¿esta parte del lugar esta prohibida?.- lo pregunta de forma burlona y desafiante a la vez.
No es ningún lugar prohibido, pero a usted no lo conozco y nunca lo he visto.- sin soltarlo y bajar de el.
¿No me conoces?.- lo pregunta asombrado, la mayoría de las personas lo conocían.
No.- lo contesta de una forma fría- ¿es que acaso debería?.- lo pregunta intrigada
De un momento a otro la chica se encuentra en el piso y el joven encima de ella, después de todo en aquel cambio ella se encontraba distraída y confundida.
Bájese!.- lo empieza a gritar la chica mientras se mueve tratando de que este se baje de ella pero no lo logra, mas bien logra que el la sujete bien de sus manos pegándolos al pasto.
Ahora seré yo quien haga las preguntas.- viendo fijamente los ojos de la chica, viendo su contorno, su delineada nariz, sus ojos marrones, su piel blanca… pero suavemente bronceada dándole un todo de suavidad, sus perfectas cejas, su pelo azabache y por ultimo sus carnosos labios.
En cambio ella podía ver aquellos ojos ámbar, eran únicos y aquello era cierto… nadie tenia el color de ojos de el, su piel bronceada, sus brazos fuertes, su pecho bien marcado y aquello se podía ver por la blusa pegada, sus fuertes piernas y aquello lo concluía con lo fuerte que la tenían sujetada, sus manos en las suyas y sin olvidar aquel cabello negro… tal ves como la misma noche.
¿Vas a decirme quien diablos eres?.- lo menciona el chico viéndola a los ojos.
Solo si usted me lo dice también.- lo dice la chica de forma desafiante, después de todo no se sentía intimidada por la posición entre ellos.
Eres valiente, pero tonta.- lo dice el chico, al ver la terquedad de esta
Y usted es arrogante y altanero.- defendiéndose de aquellas palabras de ataque.
Ambos chicos viéndose desafiantes, después de todo sus ojos solo mostraban fuego, pero de rencor… si aquello iba a ser divertido entre ambos, ambos obstinados, caprichosos y orgullos.
Podré ser arrogante y altanero, pero ¿quiero saber quien diablos eres?.- hartándose de que ella no le de una respuesta a su pregunta.
Y ¿por que tengo que contestárselo?.- lo dice desafiante
Te daré dos razones, primera por la posición en las que nos encontramos y segunda por que asi puedes saber mi nombre.- ya hartándose de aquel juego entre ambos
Era cierto no se había percatado de la posición en la que se encontraban y era demasiado comprometedora mas si era con un total desconocido, bien tenia que acceder ahora.
Bien, mi nombre es…-
Continuara!...
¡Hola, ¿Cómo están?... espero que bien, bueno vengo a traerles esta historia la verdad no se como se va a desenlazar por eso pido que me dejen sus comentarios, fue solo una idea que se me ocurrió y quería compartirlas con ustedes, pero si no quieren… puedo solo compartirla con las de mi escuela, que me obligan a terminarla T.T, bueno comentarios, criticas please.
Se despide
Su fiel escritora
Fesabi
