Han pasado dos largos meses desde que Tachibana fue expulsada de Toy-Gun-Gun.

Dos meses donde trato, rogo he imploro a Masamune para que la dejase en entrar, pero la respuesta siempre era la misma. Una negativa que ella no aceptaba.

Por primera vez en su vida experimento el dolor de una traición y en su inocente mundo creía que la culpa era suya.

Aquel día su bondad, su justicia desaparecieron en un abismo agonía. Sus ojos-verdes llenos de vida se transformado en frialdad pura.

Ni Kanae su mejor amiga no podía hacerla sonreír. La oscuridad poco a poco se apoderaba de ella.

Los Survival-Games eran cosa del paso y Tachibana lo sabía. Ella no volvería a jugarlos más. No sin su equipo. Pero como iban las cosas jamás volvería a Toy-Gun-Gun.

Ese día Masamune-Matsuoka destruyo la bondad de su corazón.

Ese día Tachibana-Hotaru perdió su luz.

Ahora solo le quedaba olvidar su pasado y empezar nuevamente, se iría a Norte-América con sus padres para olvidar todo lo ocurrido.

Con cuidado salió de su departamento llevando su maleta. Y en su mano derecha sostenía una bolsa donde estaba lo que una vez fue lo más preciado para ella. Sin cuidado alguno lo tiro en el suelo. Dejando ver un arma de corto alcance junto a un uniforme negro y naranja.

No le dio importancia a la punzada en su cuerpo al haber hecho eso.

Pero el destino estaba empeñado en interponerse en su camino.

-¡Tachibana-San!.-Escucho una voz a sus espaldas. Se sorprendió al ver al integrante de Hoshishiro, Fujimoto-Takatora.

-Fujimoto-San.-Hizo una reverencia al tenerlo frente a frente.

-¡Tu equipo de juegos, Tachibana-San!, ¿Por qué lo tiras?.-Pregunto aquel hombre mientras trataba de calmar su respiración.

-A lo siento, olvide que la basura solo se debe depositar en el basurero, disculpe las molestias.-Contesto indiferente.

Con aquellas palabras dejo congelado a Fujimoto.

-¡Exijo una respuesta!.-Grito a todo pulmón.

-¿PERDOOON?.-Rebatió la niña, molesta ante la impertinencia de aquel doctor.

-¡Ningún jugador del TGC tiene el derecho de votar su uniforme y mucho menos su arma!-Fujimoto perdió su habitual calma.

-Ya le dije que es basura Fujimoto-San, sin tanto lo quiere se lo regalo.

Aquello fue la gota que derramo el vaso, Fujimoto. De forma agresiva le arranco la maleta y ahí metió las cosas, para luego levantar a Tachibana en su hombro y llevársela a su casa. En todo el trayecto patadas y puñetazos fueron recibidos por el gigante.

Una vez dentro del departamento la soltó, para luego ser atacado por la niña.

-¡Tachibana-San, cálmese por favor!-le suplico, mientras lograba sujetarla y abrazarla de manera protectora.

La calidez del peli-Gris inundo el corazón de Hotaru, logrando desmoronar el muro en su corazón.

-Yo no quería dejar los Survival-Games, se lo juro.-Dijo en voz baja mientras sus lágrimas descendían por sus mejillas, las cuales estaban rojas debido a la vergüenza de verse expuesta.

-¿Eh?, ¿A qué se refiere Tachibana-San?-Pregunto el mayor, mientras se sentaba en el suelo con la niña en sus brazos.

En medio de su llanto le conto a la verdad, dejando ver claramente su dolor, rabia y decepción que Masamune le había causado.

Fujimoto no lo creía, pero al ver el estado de esa niña sabía que era cierto.

Sintió mucho dolor al no poder ayudarla, Tachibana era una digna oponente que el respetaba y apreciaba, nadie ni siquiera Haruki o Haruka le llegaban a los talones. Tachibana-Hotaru era especial. Incluso el propio Midori lo reconocía.

-¿Mi vu..uelo va salir pron..to Fujimoto-San, po..podría soltarme…e?.-Pregunto la pequeña de ojos verdes, hipando y temblando como una hoja. Las manos del rey de asalto solo la abrazaron con más fuerza.

-Yo te llevo.-Contesto sin más.-Tu uniforme y arma las guardare, hasta el día que decidas regresar, aunque me digas que no volverás, sé que lo harás. Amas los Survival-Game y no puedes negarlo.-Dicho esto, el cumplió su palabra guardo aquel equipo. Minutos después salieron de ahí, tachibana aun sollozaba un poco, pero poco a poco empezó a calmarse al sentir que Takatora tomaba su mano y le transmitía sus fuerzas. Tomaron un taxi al aeropuerto y ahí se despidieron con una educada reverencia.

-Fujimoto-San, mis más sinceras disculpas por como reaccione con usted, espero pueda perdonarme.-Agacho su cabeza en señal de perdón.

-No te preocupes Tachibana-San, soy más fuerte de lo que aparento.

-Es verdad, Fujimon-San es muy fuerte y amable, fue un honor competir contra usted en el TGC.-Dijo Tachibana mientras le dedicaba una tierna sonrisa a su amigo y rival.

Fujimoto solo se puso rojo hasta las orejas, jamás nadie le había dicho esas palabras tan dulces. Su corazon latió con fuerza y sin dudarlo se agacho para darle un abrazo a Hotaru.

-El honor fue mío.-Contesto.

La hora llego, Tachibana por primera vez en su vida, le dio un beso en la frente a un amigo. Este sonrió y ella también, cada quien tomo su camino.

Tachibana abordo su avión, mientras Fujimoto se dirigía a los departamentos del sur, ahí buscaría al responsable del llanto de Tachibana.

Una vez frente al departamento de una patada tumbo la puerta y a zancadas camino a Masamune, que lo miraba como si estuviera loco.

-¿POR QUE VOTASTE A TACHIBANA-SAN DE TOY-GUN-GUN?.-Grito seguido de un puñetazo que impacto a Masamune, este solo se quedó ahí sorprendido, mientras el sabor metálico de la sangre inundaba su boca.

Lo que no sabía ninguno de los dos es que Midori estaba afuera de la puerta escuchando todo.

-Una sonrisa sádica se formó en su rostro, al momento que sus ojos verde-oliva se oscurecían, las cosas no podían ser mejor, ahora esa preciosa niña estaba desprotegida y sería más fácil hacerla caer. Después de todo Tachibana-Hotaru era su suya desde el primer momento que la vio.

Él se encargaría de corromper aquella inocencia y justicia que tanto deseaba.

Continuara.

Nota de la autora.

en esta Masamune y Yukimura no saben que tachibana es mujer, solo fujimoto y midori lo saben.