Ella quería sujetar su mano y apretarla contra la suya, tenerla cerca de su boca y besar sus dedos uno por uno, quería abrazarlo por la cintura y aspirar el aroma de su cabello negro.

Quería quitarle los lentes, para que no le estorbaran, besar su frente y llenar su rostro de suaves besos.

Dib se mostró nervioso cuando se sentó a su lado, su cama se hundió por el peso de amos y ella le miro sonriendo ligeramente. Él se restregó la parte trasera de su cuello notablemente ruborizado. Eso la hizo recordar cuando ella era la que se ponía nerviosa cada vez que salían.

Le tomo la mano libre y se acercó a su rostro frotando su nariz con la de él logrando que la mirara.

-Yo… –balbuceo Dib mientras se iba acercando a ella-… nunca he hecho algo como esto.

Sintió temblar cuando la tomo de la mejilla, rozando sus dedos sobre su rostro, asintió mientras cerraba los ojos y oía su respiración más cercana. Entonces sus labios se tocaron.

Cuando se besaban pasaban por unos momentos de quietud, oyendo el palpitar de sus propios corazones golpear contra sus pechos, sus mejillas enrojecían y luego, y solo luego, se atrevían a tocarse.

Tímidamente ella rodeo sus brazos en su cintura y lo estrecho contra sí misma, permitiendo a Dib el utilizar sus dos manos para tomar por completo su rostro y acariciarlo, topándose con algunos mechones fucsias que se colaban entre sus dedos, moviendo torpemente los labios.

No habían aprendido lo suficiente esto de besarse, era abrumador y se podía decir complicado si se ponían a pensar demasiado en ello, pero luego seguía la dulce sensación de sentirse así. No podrían expresarlo correctamente, nunca podrían.

Explicar esta reconfortante felicidad que les llenaba el corazon. Era indescriptible.

-Por Mercurio –suspiro Dib cuando se separaron- Gretchen… eso fue…

-¿Tan increíble? –sonrió suavemente ella con las mejillas ardiendo.

Dib sonrió y bajo sus manos recorriendo cuesta abajo tocando la piel de su cuello hasta alcanzar sus hombros, acariciándolos por encima de la ropa como sabía que a ella le gustaba, tan suave era ese tacto que jamás podría cansarse de él.

-Sí –asintió asía a Gretchen atrayéndola asía a él- sí, así es.

Gretchen asintió de vuelta y el tomo su rostro nuevamente para besarla, ella le apretó la espalda y perdiendo el equilibrio cayeron en la cómoda uno sobre el otro, sin dejar de besarse.

Sintiendo la ternura de ser tocados por primera vez, ser llamados por sus nombres en medio de caricias, susurrar sin palabras cuanto se querían.

Pues esta era su dicha.

Y no podían pensar en otra manera mejor para gozarla.


Urgentemente tenía que escribir algo de esta pareja que me gusta tanto, intentare crear otro y espero que sea más largo y más interesante =)

Lo escribí a noche acompañada de mi lamparita, escribiendo a lápiz a la una de la madrugada, así que disculparan por qué no lo colgué antes

Algo dulce antes de San Valentín (no estaba planeado pero estaba desesperada por escribir algo dulce sin palabras con sabor a limón)

Espero sus comentarios!

Kedakai-Kokoro se va! XD