Disclaimer: Todos los lugares como personajes pertenecen J.K.R Este fic participa en el reto temático de mayo del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
Ojo por ojo y diente por diente
Realmente ella no merecía algo como eso, todo menos aquello, debía ser una broma y tenía que serlo, es que acaso nadie recordaba quien era y de quien era hija. Si los viera su abuelo Pollux, seguramente que serian ellos quienes se estarían pudriendo tras aquellas rejas fétidas y pegajosas en la asquerosa y maloliente celda a la cual, por designios estúpidos de aquellos magos del tres al cuatro había ido a parar.
Era que, ¿Acaso su familia no valía nada para la sociedad?, como se atrevían siquiera, a ponerle un dedo encima, ¿Donde se había visto? ¿Cómo era posible que hayan llegado hasta ese punto los hechos?. Que el mismísimo Cornelius Fudge se halla dejado intimidar por, aquellos magos mestizos e hijos de muggles que ni llamarse así debían pues, no eran más que sanguijuelas trepadoras que, hacía ya varios años atrás se habían implantado en las hormas pulcras de los zapatos de los verdaderos magos hasta el punto tal de profanar aquella sala con, sus culos y bocas llenos de mierda.
El tampoco merecía llamarse mago, realmente nunca hubiera esperado que ocurriera algo como aquello al fin y al cabo, habían sido su tío, padre y abuelo, junto con muchos otros dignos magos los que habían orquestado hacia diez años atrás su llegada al poder para que hoy día, ostente el cargo que ocupaba de Ministro de Magia. En verdad no tenia honor, ni siquiera de cuna, dado que con su sola existencia manchaba el titulo otrora intachable de los sangre limpia.
Si todo hubiera sido como cuando ella era una niña pequeña, jamás se permitiría aquel ultraje dado que, los sangre sucia y mestizos no serian admitidos en cargos como aquellos, sin pasar de la recepción los segundos y los primeros limpiando pisos y cloacas. Otros hubieran sido los tratos para gente como ella pues nadie hubiera osado nunca tocarle siquiera un rizo de su cabello. Así debía de ser.
Mas ahora, la cruda realidad la golpeaba pues, era ella quien se encontraba en esa pútrida celda rodeada de esas malolientes paredes de granito negro que se cernían en derredor de su figura, la cual se marchitaba borrando rastro de su antigua belleza poco a poco.
Pero, aun en lo más inexpugnable de su ser, recordaba quien era y albergaba un único deseo, que tarde o temprano se cumpliría y cuando eso sucediera deberían empezar a rezar. Pues ella se vengaría de todos los que la difamaron y denigraron hasta el punto tal de, ir a parar a aquel lugar y de Fudge con ellos, haciéndoles sentir en sus carnes y huesos todo el dolor y la humillación que le hicieron sentir, hasta que ellos mismos imploren morir. Ya que les haría pagar ojo por ojo y diente por diente como la Black que era. Y ellos debían entender que nuca se debe desafiar a un Black como ellos lo hicieron, dado que si se hace, se deseara no haber nacido para contar semejante ofensa, hacia dicha familia.
