En sus ojos habia incredulidad y sorpresa. Sus manos temblaban libremente en los bolsillos traseros de su pantalón y su boca se habia secado.

¿Enserio acababa de confesarle que aquellos besos "inocentes" de primeros años de secundaria no fueron solamente de practica?

¿Como podia reaccionar a las palabras que deseo oir durante años?

Cierto es que Emily habia pensado, en aquellas noches en las que su mente no podia mantenerse callada, lo que podia ocurrir si su amiga cambiaba el rumbo de las cosas.

Imaginaba escuchar las dulces silabas salir de sus rosados labios, mientras una sonrisa sincera se formaba en su rostro al haber terminado. La morena creia que luego de confesarse la rubia se iría, timida después del momento de osadía, y cuando tomara el pomo de la puerta, dejando su esperanza olvidada en la habitación, ella correría a deternerla y le daria vuelta, correspondiendo sus sentimientos y besandola por todo lo que valia la pena. Pero las cosas nunca salen como uno lo espera, y ahora que el momento habia llegado, era Emily la que estaba parada en la puerta, sorprendida y asustada que solamente sea un sueño más.

O quizás era solo otra mentira de la rubia para mantenerla de su lado, en la guerra que sus vidas se habian convertido desde el momento del "funeral". Ese pensamiento en concreto hizo que suss ojos lagrimearan y solo deseará irse del lugar.

-¡Dios mío! ¿He dicho algo malo?- Su voz realmente sonaba preocupada e hizo el intento de pararse para consolar a la castaña, pero esta nego conla cabeza.

-¿Como puedo estar segura que no me manipulas otra vez?- La sombra de la preocupación y desesperanza estaba cubriendo la voz emocionada de Emily.

-Simplemente se me hace imposible mentirte en estos momentos, Em- Dijo la rubia mientras se miraba sus manos descanzando en su regazo.

El corazón de la castaña latía ferozmente bajo su pecho y suspiro audiblemente. Era debil a todo lo dulce que fuera a salir de la boca de Alison y esta vez no sería diferente.

Dio un paso un paso atrás, mirando al techo de su habitación, y cerró la puerta despacio. Aria, Spencer y Hanna la matarian si llegaban a saberlo.

Giro en el mismo sitio, logrando ver la cara sonriente de la chica que la habia cautivado completamente.

Sin decir nada en absoluto, Alison pego un salto y se levanto de la cama. Ella tenia una segunda (o tercera) oportunidad para poder hacer las cosas bien con la nadadora, y esta vez haria su mejor esfuerzo para no arruinarlo.

Comenzo a caminar lento, timida. Porque Aun que parecia haber "ganado", Alison no quería tentar a su suerte y deseaba estar totalmetne segura con la respuesta de Emily.

-¿Te quedarás, Em?- Habia cierta duda en su voz y sus tremulos ojos miraban (o eso trataban) fijamente a la castaña.

-Si- sonrío debilmente y tomo la delicada mano de la chica de ojos azules- Pero que te quede claro, Ali, tendrás que hacer meritos.

-Haría lo que sea por ti, Emily- Inmediata fue su respuesta.- Lo que sea.

Y si hubiera sido posible, la morena habria muerto de un ataque al corazón en ese mismo instante. Muy en lo profundo, siempre habia deseado que en algún momento Alison llegará, le dijera que la amaba y luego besarse hasta el amanecer; su suerte habia cambiado definitivamente desde esa noche.

y aunque No estuvieron hasta el amanecer, ni tampoco bailaron bajo la lluvia (Era pleno verano aunque lo hubieran querido, aquella noche quedo claro que se querian y durmieron en paz, simplemente abrazandose hasta que alarma de Emily sonó.