Este es el primer fanfic que escribo de Gravitation en español, bueno sin contar uno que incluia a personajes de la realidad y a un cierto personaje de pelo rosado, pero volviendo al tema.. es el primero asique no prometo nada (
Ni Gravitation ni ninguno de sus deliciosos personajes (jeje) me pertenecen.
Por último, pido disculpas por mi ASQUEROSA ortografía, en este momento no tengo word asi que.. nose, es mala.
CAPITULO I
Caminaba lentamente por los pasillos, con una gracia encantadora. El brillo de aquella mañana de estío denotaba sus bellos ojos dorados y sus labios rojizos. Su cabellera parecía bailar la bella música de la naturaleza a un ritmo seductor. Parecía un sueño, un príncipe de belleza encegesedora. Shuichi no creía que tanta belleza pudiera existir en un solo hombre.
Mientras se cuestionaba quien podría ser aquel joven, su amigo, Hiro, le hablaba de manera ya insoportable sobre algo dificil de decifrar; estaba demasiado perdido en sus sueños.
"¿Quien es él?" preguntó Shuichi, mientras seguía con la mirada al joven que pasaba a su lado.
"Emm, no sé -respondío su compañero y luego de meditar al respecto añadió-, creo que es un profesor nuevo."
"¿Cómo sabes? -dijo Shuichi, con un poco de esperanza en su voz-, ¿Cómo sabes que no es un compañero nuevo?
Hiro consideró aquella pregunta estupida, por lo que no la respondió. Efectivamente, aquel misterioso personaje podría ser perfectamente su compañero, no parecía lo suficiente mayor como sus profesores, pero a la vez, demasiado maduro para su edad.
El día concurrió al igual que siempre, las mismas clases aburridas, los mismos compañeros aburridos, e inclusive los mismos profesores aburridos. Al parecer no tendría la oportunidad de toparse con aquel magnifico personaje. De pronto, sonó la campana e interrumpió sus pensamientos. Era el término del receso y tenia clases de literatura.
"Hiro... faltemos? -dijo Shuichi con cierto nerviosismo-, sabes que el viejo de literatura me odia."
"Quien no lo haría en su lugar... le dijiste que su hija era un hipopotamo." dijo Hiro.
Shuichi recordó con cierto placer aquel insidente. Es que, de hecho, ¡había pensado que era un hipopotamo! Se preocupó tanto porque la tenían en cautiverio asi que llamó a las autoridades acusando a su profesor de abuso de animales.
"Bueno...nos vamos?" dijo Shuichi, ansioso.
"Nah... ve tu, yo te cubro"
Shuichi se desepcionó por la decisión de su amigo, pero en fín, no iría a clases por él.
Caminó lentamente a las graderías que daban a las canchas de futbol. Era un día maravilloso y el sol brillaba como nunca. Se echó a tomar sol y disfrutar del tiempo libre, posiblemente pensar en aquel joven misterioso...
En la sala de clases.
El aire estaba tedioso, tanta gente comprimida en una sala tan pequeña era inhumano. La sala era un desastre total, jóvenes hiperactivos gritando efusivamente cuando de pronto, entró aquel joven misterioso. Por su vestimenta todos supieron de inmediato que era profesor; provablemente remplazaría al profesor habitual de literatura por algun problema médico. Todos permanecieron en absoluto silencio. Las chicas sorprendidas, ya que reconocieron de inmediato al famoso escritor de novelas románticas: Yuki Eiri. Se presentó como tal y anunció ser el nuevo profesor. Al parecer el antiguo había renunciado.
Comenzó su clase de igual manera que los demás profesores, sin prestar mayor atención a las jovenes cuyas hormonas se revoloteaban desesperadamente. Pasó la lista para ver la asistencia, como de costumbre, cuando notó que Shuichi no estaba.
"Alquien sabe dónde se encuentra Shuichi Shindou?" preguntó de la manera más seria posible.
"Ehh, creo que esta en la ...mm.. enfermería. Sí, en la enfermería. Tenía... malaria" respondió nerviosamente Hiro. Sabía que la escusa que había inventado era ridícula.
"¡Malaria! Pobre Shu! Pero si yo lo vi tomando sol en las graderías!"
Una estúpida compañera lo delató. De todas maneras, el profesor jamás habría creído que sufría de malaria.
"Iré personalmete a buscarlo, vuelvo en 10 minutos. Nadie se mueva -amenazó a los jovenes con su agresiva mirada y luego, dirigiéndose a Hiro, añadió-, respecto a usted jovencito, hablaremos más tarde.
Su primer día como profesor y ya un niño se había fugado. Estupidos adolescentes...
Fue entonces cuando lo vio; un engendro con la mitad de su cuerpo absolutamente bronceada y la cabeza rosada, tirado en medio de las desiertas graderías.
"Hola... oye, que haces aquí?" preguntó lo más amablemente posible.
"Ehh yo... es que..." Shuichi enmudeció cuando notó que aquella voz comprensiva provenía de aquel joven de quien había estado soñando. No podía ser un profesor, lo estaría retando... de seguro, como todos.
"Yo vine aca a descansar porque tenía clases de literatura pero le dije al profesor que su hija parecía hipopotamo porque un día se me acercó y me dijo hola cómo estas y yo pensé que era un hipopotamo que hablaba y pense que quizás él abusaba del hipopotamo y lo acusé a la policía y estuvo en la cárcel por una noche mientras se solucionaba el caso hasta que supieron que no era un hipopotamo si no su hija y que no abusaba de ella ni nada y entonces me suspendió y ahora me odia y yo a él ¡es taaaan malo! ¡Odio literatura!" Mientras hablaba y lloraba a una velocidad increíble Yuki miraba atónito. Aquel joven tenía la extraña y alarmante capacidad para hablar sin pausa alguna.
"Ah, pero supe que el antiguo profesor renunció. He escuchado por ahí que el nuevo es muy bello".
Apenas dijo esto se marchó. Qué persona mas misteriosa.
