Aclaraciones:

No se permite copiar está historia.

Es la primera vez que escribo, así que no sean muy duros (acepto comentarios constructivos)

Ni Glee ni sus personajes me pertenecen, estos son propiedad de sus creadores.

Esta historia es creada con motivos recreativos.

La canción tampoco me pertenece, también es de sus correspondientes creadores.

En negrita están los diálogos y en cursiva a letra de la canción.

Espero que disfruten.

Lo Aprendí de Ti

Había pasado un año desde su ruptura con Finn, y ahí estaba ella de nuevo en esa sala de coro con casi todos los ex miembros del Glee club, acompañada, por muy raro que parezca, por aquella rubia que le había hecho tanto daño, para luego volverse su amiga, y más tarde ser totalmente inseparables.

Quinn mantenía su mano apoyada en la espalda baja de Rachel y en su rostro había una sonrisa perfecta que los chicos de ese club solo le habían visto llevar cuando estuvo con Beth y ni ahí la veían tan feliz como ahora, bueno, en realidad cuatro personas de ese club hace meses que presenciaban esa ebullición de felicidad y solo a tres les faltaba confirmar la razón, quizás dos porque para la rubia de ojos azules no había nada que confirmar. Claro que eso solo le duro hasta que Finn Hudson entro en el aula y se dirigió derecha a la morena, porque desde que ella lo vio se tensó inmediatamente.

Rachel que se encontraba de perfil a la entrada no comprendió el cambio de la rubia hasta que alguien toco su hombro llamando su atención.

Hola Rachel, Quinn – saludo él con una gran sonrisa en su rostro. Quinn alejo su brazo y solo movió la cabeza en señal de saludo.

Finn – Dijo en cambio la judía.

Puedo hablar contigo – dijo Finn, para luego ver a la rubia y decir – A solas.

Mejor hablemos acá, pero si quieres nos alejamos un poco – contesto la morena sin percatarse de la mirada de desilusión y tristeza que se le quedó a la rubia. Cuando se apartaron a una esquina él tomo sus manos respiro y dijo:

Te extraño Rachel, te amo, eres y siempre serás el amor de mi vida y es por eso que quiero que nos demos otra oportunidad, ¿tú que dices? ¿quieres?

Quinn y el resto del club los miraban y escucharon lo que el chico había dicho, ya que todos estaban en absoluto silencio.

Rachel se soltó de las manos del chico, pero cuando iba a responderle, llego el profesor Schuster e hizo una de sus tan acostumbradas charlas, después de que todos tomaran asiento, pero nadie le prestaba demasiada atención (ya que estaban concentrados en los ex capitanes del club), para luego preguntar quién empezaba a cantar. Esa semana como en realidad era solo una reunión solo había la consigna de cantar algo que les gustase y que les sirviera para expresarse.

La judía se paró y camino hasta el centro del escenario para luego darse la vuelta y mirar a sus compañeros. Después vio como Quinn hacia el amague de levantarse para acompañarla, pero ella le hizo entender que no lo hiciera.

El plan era hacer un dueto con Quinn, pero cambié de opinión. Así que aquí voy. - dijo para luego caminar al piano para luego sentarse y tocar, dejando a la rubia confundida, triste, decepcionada y derrotada.

Los primeros acordes empezaron a sonar, y enseguida se les unió la melodiosa voz de la morena.

Te conocí un día de abril, un día común,

el día que menos lo esperaba.

Yo no pensaba en el amor, ni lo creía

y mucho menos lo buscaba.

Rachel recordaba cuando lo vio por primera vez, estaba con Quinn y al cruzarse con su mirada tuvo un "flechazo". Fue un sueño hecho realidad, había encontrado a su "Príncipe Azul".

Y de pronto apareciste tú,

destrozando paredes e ideas te volviste mi luz.

Yo no sabía que con un beso

se podría parar el tiempo y lo aprendí de ti…

Ni que con solo una mirada

dominaras cada espacio que hay dentro de mí…

Tampoco sabía que podía amarte tanto,

hasta entregarme y ser presa de tus labios,

descubrí que si…

porque lo aprendí de ti.

Si él había destrozado las convicciones y había dejado a la chica más popular, capitana de las porristas, por ella, la marginada del club Glee, volviéndose a si su salvavidas su "luz". Sus besos eran los mejores, la llevaban a otro mundo, y con solo mirarla la hacía flotar, lo amaba, si, él era el amor de su vida, su final feliz, o eso creyó.

De pronto algo paso y la pasión faltaba,

nuestras noches se alargaban,

jamás pensé sentirme sola y fría y tonta

aun estando acompañada.

Luego, con la graduación y con la distancia todo se fue al demonio, y cuando se veían, que era casi nunca ya no era lo mismo.

Después todo se volvió monotonía,

luego tantas mentiras que ya ni tú te las creías.

Yo no sabía que sin tus besos

pasaría tan lento el tiempo y lo aprendí de ti.

Y que aguantarme no llamarte

tomaría toda la fuerza que hay dentro de mí.

Tampoco sabía que podría extrañarte tanto,

ni desbaratarme y que se secaran mis labios,

descubrí que si…

porque lo aprendí de ti.

Y todo solo fue empeorando, viejos rencores aparecieron, excusas nuevas, todo se volvió rutinario. Pero cuando todo término le dolió, si le dolió, extrañaba todo y se moría por tenerlo de nuevo, los besos, los sueños todo.

Y ahora que por fin te he logrado olvidar,

hoy me vienes a buscar…

Ahora lo había superado, hace meses, muchos meses que lo había superado, porque comprendió, que extrañaba las ideas, el recuerdo, se extrañaba a ella en aquellos días felices.

pero es muy tarde ya,

me he enamorado de alguien más.

Si lo había hecho, y sonrió al recordarlo, porque viajar para tocar aquella puerta fue su mejor decisión. También por unos segundos miro aquellos ojos que la contemplaban amorosamente desde el público.

Yo no sabía que con sus besos

iba a reemplazar los tuyos lo aprendí de ti…

Ella no intentaba remplazarlos, no buscaba una segunda opción, alguien para olvidar, no, ella callo totalmente enamorada. Además, sus besos eran únicos, no tenían comparación, mejores que ver fuegos artificiales.

Ni que existieran otras manos que al tocarme

superaran lo que antes sentí…

Esas manos suaves que la trataban como un frágil cristal y la rozaban con la delicadeza infinita. También la llevaban al cielo, como nadie lo había hecho antes, su primera vez.

Tampoco sabía que podía amarlo tanto

después de tu engaño que me hizo tanto daño,

descubrir que si...

... y todo lo aprendí de ti.

Si la amaba a ella, a Quinn Fabray porque abrí esa puerta y la acompaño, porque a pesar de la distancia estuvo meses cuidando de ella, aunque no eran nada, porque la ayudo a supera el dolor y la soledad, porque al volver a tener una oportunidad con Beth le dio a ella también una con su madre, porque amaba ver a sus dos rubias juntas. Por tantas razones que ya no sabía cómo hacer para que su corazón no se saliese de su pecho al verla. Por eso al terminar la canción sin ver a nadie más camino hasta su rubia amada, tomo su mano, la levanto y la beso.

Quinn y yo estamos untas desde hace varios meses, íbamos a decirles después de cantar juntas, pero con lo que paso, preferí cantar esa canción yo sola, porque me vino a la mente y me servía para expresarme que era la consigna – dijo Rachel al separarse del beso, tomar la mano de su novia y ver a los chicos. – Por cierto, no Finn, mi respuesta es no. Yo ya tengo mi oportunidad. – termino de decir viendo a su rubia que le apretó la mano, en señal, de apoyo y confort. Finn las miro y se fue. No sin antes patear una silla y maldecir.

Te amo mi estrella. – dijo con voz dulce Quinn viéndola a los ojos. Con su mejor sonrisa y desbordando felicidad.

Y yo a ti Lucy, yo a ti – contesto y la volvió a besar, mientras los demás aplaudían y sonreían.