Naruto es del genial Masashi Kishimoto. Si me perteneciera, la ilustración promocional del último episodio del manga mostraría a Hinata en el caballo de Sasuke... o sin sueños guajiros, simplemente mostraría a Sakura con Kakashi o con un caballo propio.
Marzo, presente
-¡Naruto-kun, necesito hablar contigo!-
El cabello índigo de la chica se arremolinaba frente a su rostro, al tiempo que hacía una reverencia apresurada y algo torpe. Lo primero que notó fue que no había tartamudeado, seguramente debió practicar mucho para ese momento. La imaginaba frente al espejo, repitiendo las palabras una y otra vez, junto con el tendido discurso que le seguiría. Desde su rango de visión, los mechones oscuros cubrían sus delicadas orejas, pero estaba seguro que para ese momento habrían adquirido un intenso color carmín, al igual que el resto de su rostro. No había que ser un genio para adivinarlo: había llegado la hora. Chasqueo la lengua desde su asiento con desaprobación. Nunca creyó que la voluntad de fuego, el lema estúpido de la escuela, pudiera contagiar a alguien más que a Naruto Namikaze.
¿Había pasado cuánto? ¿Casi un año? Y aún después de los cientos de desplantes que la peliazul experimentó en este tiempo, continúa con esa tonta meta de estar al lado del rubio. No sabría si definir a la chica como masoquista o poseedora de una pésima memoria. Pero así era ella. Durante un tiempo, cuando comenzó a desarrollarse más que el resto de sus compañeras, comentarios y rumores llenos de cizaña y envidia llegaron a circular sobre ella, quien era capaz de ignorarlos con una sonrisa de paz dulce en el rostro. Después de todo, una chica como ella, timida, insegura, rara y oscura atraía a los bravucones con una facilidad increíble. Ella siempre creyó que su actitud impasible al respecto fue lo que detuvo a los demás en el acto. La verdadera historia involucraba una amenaza no verbal de su parte junto con una demostración más o menos gráfica de lo que pasaría si continuasen.
Su rubio amigo sorbía ruidosamente con ayuda de la pajilla su oloroso y desagradable jugo de Natto. Desde que eran niños, Naruto solía tomar uno durante el almuerzo, costumbre que él constantemente reprobaba debido al mal aliento que debía soportar. Bien merecido se lo tenía el dobe: afrontaría su primera confesión con una vergonzosa halitosis. Probablemente cualquier otra chica se arrepentiría al instante, pero él conocía la persistencia de esa torpe. Nada le haría retroceder ahora que por fin había encontrado el valor. Naruto sólo observaba imperturbable a la niña frente a él. Seguramente ya habría olvidado el incidente de la semana pasada. Claro, sí echó a correr detrás de Sakura, dejando a una impactada Hinata y a él mismo en el camino, ignorando los nimios avances de la Hyuga. Tsk, ese idiota. Aparentemente el día de hoy chasquearía la lengua más seguido de lo normal.
-Claro Hinata-chan. Vayamos afuera.
Extraño. Naruto tuvo la delicadeza de ofrecerle hablar fuera de la mirada de curiosos. Tal vez el rubio podía ser un ser humano prudente de vez en cuando si se lo proponía. Naruto y Hinata salieron del aula, el sonido de sus pasos desapareció en el pasillo. Él sabía que se dirigían a la azotea. No era el lugar cliché de confesiones románticas en la escuela, sino un sitio restringido donde rara vez se encontraba un alma. Solía ir allí a dormir cuando quería saltarse las clases o cuando no quería ser molestado por sus pesadas admiradoras. Idóneo para alguien como Hinata, que no podía hilar más de dos oraciones seguidas sin tartamudear, de tal forma que pudiera expresar aquello que llevaba ensayando por quien sabe cuánto tiempo.
Fue allí también donde la vio por primera vez, en uno de sus "ensayos". Más bien, fue ese momento en que cobro conciencia de su existencia. Acababan de comenzar el séptimo grado y jamás imagino que tanto terminaría envuelto en este lío debido a ella.
¿Qué pasaba con él?
Podía identificarse perfectamente con los sentimientos de la Hyuga en estos momentos.
Él también sabía lo que era un amor unilateral con pésimos pronósticos a futuro.
Por qué la chica que capturó su atención, la única que en menos de doce meses logró llenar sus días de algo diferente al tedio que lo embargaba constantemente,que podía hacerle olvidar las críticas de su padre y las molestas comparaciones con su hermano mayor; con sus extrañas manías y su sorprendente habilidad parapercibir a los demás a su alrededor, capaz de decir las palabras correctas en el momento preciso o de mantener la quietud del silencio cuando así se requería, de hacerle sonreír… era precisamente la única que jamás habría de fijarse en él.
Por qué él, Sasuke Uchiha, estaba irremediablemente enamorado de Hinata Hyuga.
Buenos días a todos! No soy del todo nueva escribiendo fics, pero sí en esta página. Llevo bastantito tiempo sin escribir, eso sí, pero espero que les guste esta historia, no podía quitármela de la cabeza. Será corto, cubre 12 meses en la vida de nuestros protagonistas, Sasuke, Hinata, Naruto y Sakura. No no habrá lemmon, después de todo, nuestros protagonistas son unos polluelos de 13-14 años que sufren de un amor no correspondido (en algún punto de la historia) Ugh, creo que elegí un tema difícil. Pero sé que tendré varias sorpresas para ustedes.
Me gustaría que dejarán comentarios y me digan si les gusta o no. (Aunque yo tengo toda la libertad de escribir lo que se me de la gana muajajajaja….) Mentira! Sean felices (se aceptan comentarios y críticas :D )
