Muy buenas tardes gente del mundo de fanfic, me reporto nuevamente con otro proyecto navideño, pero un poco más alocado. Espero sea de su agrado, si les gusta pues, obviamente agradecería sus comentarios y sugerencias para mejorar (¡Pulgares arriba!). Felices fiestas y un prospero comienzo con el pie derecho y si es el izquierdo, pues da otro paso, no siempre estará bien a la primera.
Nos leeremos pronto.
ADVERTENCIAS: KNB no me pertenece, ni los OC que aparecen allí, excepto claro está lo que escriba. Lee bajo su propio riesgo (JA JA JA) y tenga la precaución de disfrutar la lectura.
Nombre de la prota: Nao Kisaragi
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Es interesante plantearse un sinfín de propósitos nuevos, de todo tipo para Navidad pasar tiempo en familia, ser más caritativo, conseguir ese celular que tus amigos te restriegan por ser pobre, ya dije, un sinfín de propósitos. Pues, que pasa si Santa se va de juerga (Tiene derecho) y, en vez de lo que con tantas suplicas le pediste esperando con todas ansias que se cumpla, te da todo lo contrario, un completo caos de magnitudes épicas. Sí, es una suerte que Santa…olvídenlo, eso esa navidad si fue posible.
Por ejemplo, cuantas veces se desea ser más amable y mejor persona, brindar una sonrisa a quien lo merece, ser memos fría y perdonar los pequeños detalles que se suelen molestar. Qué tal si en vez de eso se te ofrece gritarle a la persona especial, pelear con ella y no saber cómo arreglarlo.
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Nieve por aquí, nieve por allá. Frío incontrolable y personas corriendo, regalos de todos tamaños y más personas...las calles estaban incontrolables, pero era necesario el transito porque de lo contrario estarías compartiendo la noche con la tierra húmeda y las capas de nieve. Japón era de esos sitios concurridos y bulliciosos en épocas navideñas, por lo menos era así para la rubia que recorría apresurada sosteniendo entre sus manos un paquete que prácticamente le impedía recorrer con facilidad la transitada avenida. Las botas le ajustaban lo suficiente como para que le dolieran los pies de tanto caminar y tenía el cansancio de recorrer un centro comercial dos veces de seguido.
Buscaste con insistencia el regalo que ibas a obsequiarle a tu novio, cumplirían cuatro años juntos y debía ser especial, porque él iría a comer en tu casa. No es que no se lo hubieras pedido antes y mucho menos que el rubio declinara la oferta, antes bien estaba el hecho del trabajo que tenía como modelo. Le quitaba todos los meses navideños a su horario juntos. Este año era diferente, porque él había adelantado todos los trabajos y, como dijo "Una navidad juntos es indispensable", sin duda apoyabas la causa.
Querías ver los fuegos artificiales juntos, ser más cariñosa, compensarlo por todo el esfuerzo que estaba asiendo. Sentías que a veces no era justa. Kise ta consentía de todas las maneras posibles, te invitaba a comer, compraba cosas que aunque resultaran innecesarias (Solo tú pensaba así), terminabas enamorándote de cada una y aun más de él. Eras muy afortunada en tenerlo y debías demostrárselo. Por eso estabas allí, esperando no ser devorada por la mar de rostros que caminaban en diferentes direcciones. Tal vez por ese mismo motivo sostenías con fuerza el paquete entre tus manos, no eras buena obsequiando, pero debías intentar y empezarías con eso.
Solo tal vez la preocupaciones nublaron tu razonamiento y, con él se fue el hecho que debías mirar al frente para evitar caer, para evitar chocar con quien chocaste. El estruendo fue tal que se te olvidó por un momento del paquete, llevando a tus pensamientos el punzante dolor de la caída.
-¡TÚ!-Estabas dispuesta a rugir como león y gritar molesta sin importar el bullicio, pero recordaste aterrorizada que al caer el paquete ya no estaba en sus manos.
Miraste entonces al rubio de ojos amielados que se encontraba frente a ti, a juzgar por su rostro pincelado en preocupación, parecía extremadamente arrepentido. En las manos llevaba tu paquete, parecía estar a salvo.
Suspirastes aliviada. Kise salvo su propio regalo.
-¡¿Kisaragicchi?!-Exclamó horrorizado-Lo siento, lamento…en verdad…perdóname…
-Está bien Kise-Murmuráste con una ligera sonrisa, incorporándotee rápidamente y tomando de entre las manos del modelo, el paquete que en un par de horas le correspondería-No te disculpes, iba distraída.
I can hold my breath
I can bite my tongue
I can stay awake for days if that's what you want
Be your number one
I can fake a smile
I can force a laugh
I can dance and play the part if that's what you ask
Give you all I am
Los labios del jugador murmuraron un "Lo siento" antes de besarte. Se hizo placentero por el simple hecho de que el frío era inclemente y él, te ofrecía calidez. Quizás, eso terminó por alargar la sutil caricia. Siempre habías pensado que Ryouta era la falsedad hecha persona, pero aprendiste a rectificar, como ahora, que él era sincero en los pequeños detalles que te ofrecía.
Caminaron un par de minutos, hablando de todas las cosas que sucedieron mientras no se veían. Parecías disfrutar de la historias narradas por él. Lo escuchabas atenta, sonrías si era bueno, torcías los labios si era malo, te sonrojaba si trataba sobre lo mucho que pensaba a diario en ti y finalmente meditabas todo lo que el rubio, con tantas muecas, lograba explicarte. Entonces te correspondió hablar…con sinceridad brotaron una que otra anécdota escolar que, sin duda, Kise intentaba recodar como si fueran preciosos fragmentos que no podría recuperar.
Pero todo lo bueno tiene su final. Y era muy fácil el de este. Un grupo de fanáticas, de esas que miras con cara de "¿Qué les pasa a estas?" reconocieron si mayor dificultad a Ryouta Kise, el modelo que además era el copiador de Kaijo.
-¡¿Kise-chan podrías tomarte una foto conmigo?!-Chilló emocionada una chica de cabello largo y oscuro.
El chico la miró con una sonrisa antes de asentir.
But I'm only human
And I bleed when I fall down
I'm only human
And I crash and I break down
Your words in my head, knives in my heart
You build me up and then I fall apart
Because I'm only human
*Minutos después*
-Se que estás molesta-Susurró el rubio mirando la fina línea recta que tenías por labios.
-¿No pudiste quitártela de encima?-Preguntaste al borde de la ironía-Sabes, estoy harta de aceptar esto, no puedo. Dijiste que cambiaría, pero solo empeora.
-¡Yo no quise besarla!-Advirtió el rubio ligeramente molesto.
-¡No pudiste quitar tu cara!-Subiste el tono de voz más claramente enojada.
-¡LO INTENTÉ!-Vociferó exaltado, no estaba siendo justa.
-¡SE NOTA RYOUTA!-Te giraste ofendida-es mejor dejarlo así…
I can turn it on
Be a good machine
I can hold the weight of worlds if that's what you need
Be your everything
Intentó detenerte, pero previamente advertiste que siguiera.
Se llevó una mano a su rubia cabellera, con exasperación intentaba buscar una solución. La pelinegra solo había pedido su autógrafo y…oh, era eso. La chica había girado su cara "por accidente" y había besado los labios de Kise, en frente de ti.
Era absurdo plantearse que pasara por alto eso.
Por otro lados las lágrimas brotaban, los pasos seguían siendo apresurados, Japón seguía con el bullicio típico de épocas navideñas, seguías caminando con el paquete en tus manos. Pero no era igual en ningún sentido, existía ese nudo que no te permitía seguir sonriendo, esa sonrojadas mejillas de tanto llorar y las irritadas iris que pedían descanso. Era esa la gran diferencia, estaba al borde del llanto.
Te sentía abochornada, dolida, impotente, absurda. Todo y nada a la vez. Querías seguir gritándole, pero querías pedir perdón de igual forma. Era un mar de confusión, sentimientos acoplados y muchas cosas que pensar.
Necesitabas respirar.
But I'm only human
And I bleed when I fall down
I'm only human
And I crash and I break down
Your words in my head, knives in my heart
You build me up and then I fall apart
Because I'm only human
No supiste en qué momento te arrojaste con fuerza a la almohada, mucho menos cuando te quedaste dormida, aún con la ropa puesta y las lágrimas adheridas al rostro.
Desde cuando tu casa era tan ruidosa…
Primero reaccionaste de manera lenta, como si estuviera en una burbuja. Llevaste las manos a la cara para limpiar tu rostro adormilado, asimilaste el porqué estabas aún con ropa de calle…recordaste la pelea.
Otro golpe en seco interrumpió su silencio. Provenía de afuera.
Te giraste molesta, estaba dispuesta a cerrar la cortina, seguir durmiendo y fingir que no escuchabas las piedras que lanzaba Kise afuera.
Un golpe se escuchó nuevamente, pero esta vez sonaba como si alguien hubiera caído desde una gran altura. Entonces se giraste asustada, abriste sin ocupar pensamientos en tu mente, solo el miedo prevaleciendo.
-¡Auch!-Se quejó el rubio desde el suelo. Al parecer había intentado subir por la liana que se ataba hasta el balcón, pero resbaló en medio camino y como resultado obtuvo una muy "suave" caída contra el duro suelo.
-¡Estas demente!-Le gritaste al bajar, lo miraste preocupada-Genio…
-Lo siento-Se disculpó avergonzado, era bueno como basquetbolista, un asco como escalador.
Te mantuvistes serena, tenías en su mente todo lo vivido, pero no podías evitar seguir sintiendo esas ganas de abrazarlo, porque quería engañarte, pero lo amabas lo suficiente para desear sentirlo cerca.
Because I'm only human
And I bleed when I fall down
I'm only human
And I crash and I break down
Your words in my head, knives in my heart
You build me up and then I fall apart
Because I'm only human
-…cuanto lo lamento-Embozó esa sonrisa falsa que tanto te desagradaba-Soy quien más te daña, solo te lastimo…
Tus esmeraldas pupilas se mantuvieron presa del asombro, no podías creer lo que estaba viendo, pero frente al no estaba un espejismo. El rubio se mantenía en el suelo, apretando con fuerza su perfecta dentadura, causando el rechinido de está. Lágrimas traicioneras bajaron por su mejilla. Se había prometido a sí mismo hacerte la chica más feliz y, por mucho que pareciera absurdo, pensaba que te estaba quebrando como una muñeca de cristal.
-Perdóname Nao…
Otro sonido interrumpió el silencio.
Te habías arrojado a los brazos del sorprendido rubio, aferraste tus manos con fuerza a él. Te escuchó sollozar, presa de los sentimientos que antes confundían.
-Sé que no tenías la culpa, sé que no lo querías-Susurraste entre silencios, parecías pensar muy bien lo que decias-Pero, detesto tanto que pase esto-Bufastes causando una sonrisa en Kise-detesto a tus fans.
-Lo sé-Murmuró acurrucándose a ti, envolviéndote en ese calor agradable que solo él tenía-…entonces…
-Te perdono tonto, seamos realistas, no duraría mucho enojada-Sonreíste moviendo tus doraos cabellos antes de besarlo-Que no se repita Ryouta.
-Prometido-Te sonrió de vuelta. Con ese aire infantil y rutinario, pero con la felicidad plasmada en su rostro
Sabía que algo así volvería a suceder, pero estaba segura que su novio sería capaz de impedirlo. Porque no le mentirían esos ojos decididos, esa sonrisa y completamente, al fin y al cabo, Kise entero podría ser alguien comprometido enteramente. Porque ella sabía lo suficiente de él y, ciertamente, era lo que más amaba. Lo conocía mucho más que cualquiera.
Podía decir con certeza que mejorarían los pequeños errores.
Y aunque pidió ser más amable recibiendo a cambio pelear con Ryouta. Estaba feliz, por la simple razón de que con cada pequeña discusión comprobaba que la relación estaba sólida, que él la amaba y ella lo amaba cada día más. Así de simple.
Tal vez Santa no era tan tonto como pensaba.
-Kise mis padres…saben que estás aquí-Murmuraste sonrojada, forcejeando con el jugador, para incorporarte del suelo.
-Lo sé-Reafirmó el agarre. Quería permanecer así un poco más, sin peleas, sin lágrimas. Justo lo que en verdad le había prometido desde el principio-Quiero quedarme contigo unos minutos…así
-Bueno…-Te acurrucaste a él algo abochornada, pedía escuchar tus apresurados latidos. Los de Kise, en cambio, tranquilos y regulados, hacían un gran contraste-Solo un poco más.
Si, Santa era un genio.
