Caminaba entre los largos pasillos, cada paso le hiba acercando a las dos puertas con decoraciones en dorado. Al abrirlas les hizo una reverencia a los dos yokais que ya estaban en el comedor esperándolo para cenar.

Observó a su padre, Lord del Oeste Inu No Taisho, su cabellos eran plateados con algunas hebras gris nube, su piel era un poco mas bronceada que la suya, sus poderosos e intimidantes ojos dorados, aquel kimono blanco y su armadura le hacian resaltar su buen porte y figura. En su rostro poseía dos franjas azules.

Desvió la mirada hacia Ryukotsusei, un dragón mejor amigo, aliado y brazo derecho de su padre. Este tenía el cabello corto hasta sus hombros gris claro, sus ojos eran grises mas oscuros que el color de su pelo, su piel era blanca como la misma nieve, vestía un kimono azul que dejaba al descubierto sus hombros, donde en cada uno habia un espiral azul de gran tamaño. En su rostro solo tenia unas claras franjas celestes. Para él Ryukotsusei era cómo un segundo padre y confidente, el que lo consentía y protegía de la ira de su padre cada vez que hacía alguna travesura bastante grave que enojaba al gran lord, aunque sabía y le demostraban que ambos les tenia un infinito cariño y que lo amaban.

Ambos yokais devolvieron el gesto con una sonrisa en sus facciones, una cálida, la cual era inusual entre daiyokais como ellos, aunque con él no restringían aquel gesto. Se las devolvió mientras ocupaba el asiento al lado de la cabecera de la mesa donde se ubicaba Inu No Taisho, y enfrente al asiento de Ryukotsusei.

Inu No Taisho: Hijo, cuando termine la cena debemos hablar

Aquella seria afirmación consternó un poco al más joven, escepto las veces que lo hacíá enojar fuertemente nunca veía aquella expresión en el rostro de su padre, y que recordase, no habia hecho nada para causar la ira del inu mayor. Miró a Ryukotsusei intentando suprimir aquella duda, este solo se encogió de hombros con una sonrisita de medio lado en señal de "no se", aunque sabía que mentía, ya que el dragón era un confidente de su padre.

Pasó la cena un tanto tenso y en silencio, intentando adivinar lo que hablaría con su padre, directamente no escuchaba hablar a Inu No Taisho y Ryukotsusei, perdido en sus propios pensamientos.

Cuando terminó la bendita cena los mayores se pusieron de pie y le pidieron que los siguiera hasta la oficina del lord. Una vez allí, con las puertas cerradas, frente al escritorio de su padre, Sesshomaru comenzó a impacientarse.

Sesshomaru: ¿Qué ocurre padre?

Escuchó una risilla de parte de Ryukotsusei detras de él, quién le palmeó el hombro.

Ryukotsusei: No te impacientes cachorro, cuando sepas de lo que quiere hablar no querras seguir

Sesshomaru se tensó y atemorizó a la misma vez . Para aligerar el ambiente Inu No Taisho pidió que tomaran asiento, Ryukotsusei se sentó y colocó a Sesshomaru en su regazo, abrazándolo por la cintura. El mayor inu sonrió cálidamente, su amigo siempre había sido tan cariñoso y sobreprotector con su hijo, a Sesshomaru tampoco parecía molestarle aquella muestra de cariño, es más, disfrutaba de aquel momento.

Inu No Taisho: Sessh, para ninguno de nosotros tres es novedad que mañana por la noche tu primera epoca de celo comenzara, y...

Sesshomaru: Ay si ya se, no necesito que me lo recuerdes! "todo sonrojado"

Nuevamente Ryukotsusei se rió, esta vez en su oido, y apretó más el agarre de su cintura cuando el cachorro quizo escapar.

Ryukotsusei: Vaya cachorro, si pudieras ver tus mejillas rojas jaja

Sesshomaru: Callate Ryu!

Inu No Taisho intentando mantener una postura sería, aunque era dificil viendo el estado de su hijo, prosigió.

Inu No Taisho: Cómo te decía Sessh, acaban de mandar una carta del Norte donde solicitan mi prescencia por tres dias para discutir sobre las invasiones de los Gatos Leopardos en la región, por lo que no podre estar contigo. Igual Ryuu se quedara a cargo de ti por esos dias, mañaña por la mañana partire

Sesshomaru: ¿Los gatos leopardos volverán a atacar?

Ryukotsusei: No necesitas preocuparte por aquello cachorro, esos gatos se quedaron sin líder y buscan venganza por ello, pero sin él son simples yokais facil de exterminar, son unos suicidas si se enfrentan a tu padre

Sesshomaru: Pufff, esta bien, ¿Puedo retirarme?

Lo que más deseaba Sesshomaru en ese momento era irse a su habitación, esperanzado en que su padre se hubiese olvidado de su "celo", aunque sabía bien que eso era más que imposible.

Ryukotsusei: Jajaja claro que no, tú te quedas cachorro

Inu No Taisho se puso de pie y caminó hacia una mesita cercana al ventanal, cogió tres vasos de Sake y los llevo nuevamente hacia donde su hijo y amigo estaban.

Inu No Taisho: Toma "Extendiéndole el vaso a Sesshomaru"

El menor le miroó extrañado, generalmente su padre era muy reacio al hecho de que tomara, o más bien lo tenía prohibido. Si, algunas veces con Ryuu y a escondidas lo hacía, pero muy cautelosamente, pero ahora el mismo inuyokai que le había prohibido hacerlo le estaba ofreciendo. Tomoó la bebida aun pensando que era una broma.

Ryukotsusei: Ya inu, Sesshomaru tiene la edad suficiente para hacerlo, relajate!

Fue recién allí cuando Sesshomaru se dió cuenta de lo tenso que se encontraba su padre, cómo si hacer aquello fuese una verdadera prueba.

Inu No Taisho: silencio Ryuu! "le sacó la lengua de una manera infantil, aunque aun se le veía nervioso", Ahora, Sessh, debes tener cuidado mañana, quedate en tu habitación y...

Sesshomaru: ¿No vas a desistir de esto verdad? "preguntó muy avergonzado y sin mirarle a los ojos"

Inu No Taisho: No tienes porque avergonazrte de hablar de esto, Ryuu y yo somos hombres al igual que tu y sabemos lo que se siente

En ese instante Sesshomaru deseaba que se lo tragara la tierra, que una avalancha de gatos leopardos llegara y comenzaran una invasión ¡Cualquier cosa!. Ryukotsusei sonriente lo apresaba entre sus brazos.

Sesshomaru: Idiotas "murmuró completamente apenado"

Los mayores rieron, el dragón le revolvió el cabello e Inu No Taisho le miraba con ternura, mirada que se convirtió en preocupación cuando su hijo tomaba de golpe la bebida.

Inu No Taisho: ¡Sesshomaru! "lo reprendió"

Ryukotsusei: Inu cálmate jaja

Inu No Taisho: Idiota "con una sonrisa de lado"

Sesshomaru: Esta bien, ¿Ya dijistes todo lo que tenías que decir? "preguntó esperanzado"

Inu No Taisho: No, cuando comienzes a sentir ese calor sofocante debes...

La siguiente parte de la frase simplemente hizo que Ryukotsusei riera tan fuerte que algunas lágrimas en sus ojos comenzaron a formarse, no sólo por aquello sino también por la expresión de Sesshomaru, que eran una mezcla de pena y ganas de despedazar a su padre.

Sesshomaru: ¿Me puedo ir? "con hilito de voz y sin mirar a los ojos a su padre"

Inu No Taisho: Claro cachorro

Sesshomaru: Gracias, Y TU DEJA DE REIRTE!

A la mañana siguiente, cuando el sol se puso, Inu No Taisho ya estaba preparado para salir en la entrada del palacio. Ryukotsusei y Sesshomaru estaban allí para despedirlo.

Ryukotsusei: Suerte, piensa las cosas antes de hacerlas "aconsejó sarcastico"

Inu No Taisho: Gracias, lo hare "Sacándole la lengua de una manera infantil"

El dragón notó la mirada preocupada que su amigo le dirigió a Sesshomaru, estaba más que claro que deseaba quedarse a su lado, y también que maldecía a los gatos leopardo y las malditas reuniones con el Norte.

Ryukotsusei: Hey Inu, ve tranquilo, yo cuido de nuestro cachorro en cuestion. Y no permitire que haga morbosidades, lo prometo "diciendo lo último le guiñó el ojo a Seshomaru, quién lo fulminó con la mirada aunque tenía un tierno sonrojo"

Sin esperarlo Sesshomaru fue estrujado en los brazos del Inuyokai mayor, quien lo abrazó con fuerza.

Sesshomaru: P-padre, no me dejas...respirar "se quejó luego de un momento"

El mayor lo soltó y revolvió el cabello.

Inu No Taisho: Pórtate bien y recuerda lo que te dije

Sesshomaru: "sonrojado" Si padre, buen viaje

Inu No Taisho: Gracias cachorro, bueno, nos vemos en tres días

Inu No Taisho marchó al reino del Norte, un poco preocupado aun por su hijo. En el castillo transcurrió un día normal, aunque Ryukotsusei no le quitaba un ojo de encima al cachorro, quien ingenuo creyó que lo hacía por vigilarlo.

Sesshomaru estaba en su habitación leyendo tranquilamente, sin esperarlo su respiración comenzó a volverse irregular y un calor sofocante comenzaba a hacerle temblar. Maldijo a cada una de las deidades, aquel calor comenzaba a dolerle. Recordó las palabras de su padre, aunque sus pensamientos fueron interrumpidos cuando alguien abrió la puerta y entró en su habitación. Ryukotsusei entró tranquilo, mirando la escena desinteresadamente. Con toda la paz del mundo se acercó a la cama del cachorro, quién se retorcía por el dolor que comenzaba a causarle el calor y sus ojos comenzaban a volverse rojos prueba de que comenzaba a descontrolarse.

El dragon acarició su mejilla tiernamente, aunque en su mirada detonaba lujuria. Se sentó en el lecho y atrajó a Sesshomaru hacía su pecho. El cachorro gruñía, lo mordía y rasguñaba, pero no le importaba. Con una sola de sus manos apresó las del cachorro y las colocó en su espalda, mientras que con la otra desataba el obi de Sesshomaru.

Sesshomaru: ¿Qué...estas...haciendo? "cuestionó entre gruñidos"

Ryukotsusei: Asi que aun no has perdido por completo el control sobre tu cuerpo, interesante.

Cuando se deshizo del Obi metió su mano por debajo de los hakamas de Sesshomaru, quien dió un grito ahogado e intento safarse...imposible, el agarre del dragón sobre él era muy fuerte.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente cuando el dragón tomó su miembro, acción que le arrancó un feroz gemido de la garganta, se sentía tan bien. Comenzó a mover su mano de arriba a abajo, dándole un placer ininmaginable al inuyokai en celo.

Sesshomaru: Por favor... detente Ryuu "rogó aun controlado"

Ryukotsusei: ¿Por qué? Se nota tanto que lo disfrutas "se burló"

No tardó mucho tiempo en venirse, Sesshomaru gimió de una manera hermosa para el dragón, quién ya tenía una notable erección al escuchar todo aquello. Lamió la sustancia que habia quedado entre sus dedos con gula, mientras sonreía

Sesshomaru, ahora muy conciente de la situación, lo miró con ojos atemorizados.

Sesshomaru: ¿Ryuu? ¿Q-Qué haces? "preguntó asustado"

El dragón, sin responder, miró con lujuria el cuerpo del cachorro. No podía resistirse, aquel aroma lo volvía loco.

Sesshomaru: ¿Ryuu?

Ryukotsusei: Silencio cachorro, hoy te hare algo que te gustara

Sesshomaru: No!

Asustado se levanto abrúptamente, pero el dragón volvio a sostenerlo.

Ryukotsusei: Tranquilo cachorrito, sólo dolera un poco al principio

Sesshomaru: No, por favor, te lo ruego, no lo hagas "suplicó ya en estado de pánico"

Ryukotsusei ignoró la súplica , cambio de posición y enredó sus piernas con las del cachorro y le desgarró por completo el kimono. Veía aquel adolecente, pero perfecto y hermoso cuerpo pálido de Sesshomaru.

Sesshomaru: Ryuu... "Suplicó con un hilo de voz"

Ryukotsusei: Cállate, sólo dolera un poco cachorro

Apresó uno de los rosados y pequeños pezones del chico, quien se retorció y suspiró. Lo succionó tranquilo, admirando el perfecto sabor del cachorro. Cuando lo abandonó estaba erecto, sonriente estimuló el otro con dos de sus dedos.

Sesshomaru: Detente..

Ryukotsusei: Hare que lo disfrutes, mi cachorro

Desenredó sus piernas y colocó una de ellas en su hombro. Sesshomaru se retorcía y luchaba por zafar de aquel agarre, pero el dragón viendo que no le quedaba otra alternativa le inyectó con sus garras una cantidad muy diminuta de su veneno, el cual sólo lo inmovilizó pero seguía conciente...muy conciente. Olisqueó con su nariz pegada al muslo interno de Sesshomaru. Comenzó a lamer sus muslos, sin necesidad de sostenerlo soltó sus manos y notó con desden la expresión totalmente atemorizada del muchacho.

Sesshomaru: No me hagas esto, por favor "suplicó con lágrimas en los ojos"

Ryukotsusei: Esto te gustara

Sin piedad y sin deseos de ver esa mirada lo solto y dió vuelta bruscamente. Sesshomaru cayó boca abajo en su cama, dió un sonido sin sentido de apreciación cuando el dragón con uno de sus fuertes brazos elevó un poco sus caderas y lo mantenía en esa posición. Una sensación de asco recorrió su cuerpo cuando Ryukotsusei invadió su boca con tres de sus dedos, recorriendo cada parte de ella ensalibándolos. Tosió cuando los retiró, dió un pequeño grito de dolor cuando uno de esos digitos violó su virgen entrada, el dragón comenzó a moverlo y eso le causaba repulsión y sobretodo dolor.

Sesshomaru: Retiralo! Duele! "exigió mientras una lágrima corrió por su mejilla, enfatizando su punto"

Ryukotsusei: ¿Nunca nadie te ah tocado? ¿Por eso te molesta?

Sesshomaru: D-Déjame en paz, por favor no me hagas esto "súplico, Ryukotsusei suspiró"

Ryukotsusei: ¿Eres virgen verdad? ¿Es por eso que te duele tanto? "preguntó con una sonrisa, feliz de ser el primero en tocarlo"

Sesshomaru: ¿Y que si te dijera que lo soy? ¿Te sentirías mejor sabiendo que violastes a alguien que nunca hizo algo asi?

Ryukotsusei: Que buena pregunta cachorrito, esta bien aquí va el segundo

Con esas palabras introdujo el segundo digito. Sesshomaru emitió un pequeño gemido de dolor, sin compasión el dragón metió el tercero arrancándole uno mas fuerte. Cuando los retiró se alivió, se avergonzó al ver cómo los lamía pero decidió ignorarlo.

El dragón dejó que el cuerpo del niño cayera sobre la cama, todo mientras se desvestía sin perder de vista a Sesshomaru, quién respiraba irregularmente.

Lo tomó de sus plateados cabellos y lo estampó contra una pared de la habitación, Sesshomaru gritó cuando sintió el miembro erecto rosarle en su entrada.

Ryukotsusei: ¿Lo sientes? Cachorrito te aconsejo que te relajes

Sesshomaru: Por favor dejalo aquí, te lo ruego, no lo hagas.

Ryukotsusei: Tranquilo, relájate y solo dolera al principio

Con esas palabras introdujo la cabeza su gran miembro, las lágrimas fueron derramadas en las mejillas del cachorro quién llorisqueaba y sentía una gran impotencia y dolor, aquel hombre que consideraba un segundo padre le estaba haciendo aquello, rogaba que Inu No Taisho apareciera para salvarlo, pero el estaba muy lejos de aquí, y ahora el mismo ni se podía mover. Sintió cómo si el dragón quisiera partirlo en dos cuando de un empuje entró complemente en ól, arrancandole gritos y muchas lagrimas. Ryukotsusei no se movió, esperando a que Sesshomaru se acostumbrara aunque fuese un poco a aquella dolorosa intrusión. Luego de unos eternos segundos comenzó a producir un vaiven suave, al escuchar las quejas adoloridas detuvo un poco su ritmo, aunque no por completo.

Ryukotsusei: ¿Estás bien? Eres muy...estrecho "jadeó"

Sesshomaru: Eres...un bastardo cobarde! "llorsiqueó avergonzado"

Ryukotsusei: Cómo digas

Comenzó a embestirlo más rápido, al principio Sesshomaru se quejaba agonizante, pero luego de unos segundos comenzaron a volverse gemidos involuntarios de placer, que asustaron al muchacho y complacieron al dragón. La placentera tortura en el cuerpo del cachorro duró un buen tiempo, el dragón parecía realmente insaciable. Ryukotsusei llegó a un estupendo orgasmo derramándose en el interior del niño, quién se estremeció al sentir aquel líquido caliente y espeso en su interior, fue tanto el placer que él mismo terminó corriéndose manchando la pared.

Las respiraciones de ambos yokais fue normalizándose, Sesshomaru aun lloraba por aquella humillación y Ryukotsusei estaba satisfecho. Salió de su interior y cargo al estilo nupcial el aun inerte cuerpo de su lindo cachorro.

Ryukotsusei: Eso fue estupendo Sesshomaru, ahora duerme " diciendo esto se recostó en la cama de Sesshomaru colocando el cuerpo de este sobre el suyo, mientras cubría a ambos con una frasada"

Sesshomaru: ¿Por qué? "preguntó finalmente"

Ryukotsusei: Me gustas, Sesshomaru

Sesshomaru: Bastardo

Ryukotsusei: Puede que tengas razon en eso, mi Sesshomaru

El cansancio invadió al menor, quién muy agotado y adolorido decidió dormir aunque le causara repulsión estar cerca de aquel al cual consideró un segundo padre, un amigo, alguien en quién confiar. El dragón acarició sutilmente su espalda, mientras besaba la frente de su Sesshomaru.

Ryukotsusei: Buenas noches, Mi Sesshomaru

No le había pasado desapercibido el hecho de que el cachorro era un sumiso, sonrió ante la idea, su aroma era realmente dulce y delicioso.

Ryukotsusei: Mi cachorro...