El Príncipe Mestizo
Prólogo
Ya era el día en el que el expreso de Hogwarts partía desde el Andén 9 ¾, transportando a sus estudiante hacia su destino, ser grandes magos… Entre ellos Habían dos estudiantes nuevos, un joven de 11 años alto, esbelto, pálido como la nieve, con un cabello negro azabache… Y una joven pelirroja, hermosos ojos verdes, pecosa, llamada Lily Evans. No aceptaba su condición de "Maga", se decía así misma "Monstruo", "Extraña". Ambos se conocían de su infancia los padres de ella eran Muggles, y el padre de él que era con quien solía vivir también, un viejo amargado, maltrataba a su familia, su hijo lo odiaba… él estaba cegado y perdidamente enamorado de Lily, su mirada lo cautivaba, el roce de su piel junto a la de ella era único, con solo una sonrisa a él le bastaba para ser feliz. Este mago llamado Severus Snape siempre estuvo interesado en la magia, y ayudo a Lily a conocerla… En un pequeño campo donde ellos vivían se dio cuenta de su "don" y juntos se reunían y Snape trababa de explicarle lo hermoso y encantador que es el mundo mágico.
Ya se hizo hora de partir el tren y ambos se sentaron juntos una cabina del expreso, él no hablaba mucho, solo miraba los ojos de Lily y pareciera que estuviese en otro planeta, en un mundo donde es feliz viendo sus grandes y verdes ojos.
Pocas palabras intercambiaron hasta que al cabo de un rato aparecieron dos jóvenes con un alboroto, riendo y jugando como que sí fueran par de niños
-Disculpen, ¿Tendrían un par de asientos para nosotros? – Musitó uno de los dos, alto, un poco bronceado, ojos café claro, con el cabello un poco más oscuro que el de sus ojos, llevaba lentes. Enseguida captó la mirada de Lily. Sus ojos brillaban al ver tal mago, a lo que al cabo de unos segundos respondió.
–Claro, no hay problema, ¿Cierto Severus?-.
-Da igual- Respondió este.
-¿De verdad tu nombre es "Severus"?- Dijo el otro mago, Alto también, este tenía un aspecto menos formal, cabello largo negro muy descuidado y ojos grises. –Es un nombre muy extraño, parece como el de un perro, permítame presentarme, me llamo Sirius Black-.
–El gusto es mío- Respondió Severus con una sonrisa un poco molesta debido al comentario de Sirius.
-¿Y cuál es tu nombre?- Preguntó Lily con una gran sonrisa en su rostro
-Yo soy James Potter, encantado de conocerla señorita- Respondió el mago de gafas
-¿Se conocen desde hace tiempo ustedes dos?- Dice Lily buscando romper el hielo
-No… Nos conocimos alrededor de media hora, ambos buscábamos asientos para pasar el viaje-
El silencio sucumbió la cabina por un tiempo y Severus no apartaba la mirada de Lily, que esta observaba al joven James perdida –¿Así de tonto luzco yo?- Piensa Severus. No puede evitar sentir celos, ya que desde el primer momento en el que vio el sol golpear el rojizo cabello Lily, y el Reflejo que producía en sus ojos, el se había enamorado. No podía evitar pensar que tal vez este nuevo mago le esté tratando de quitar lo que él con tiempo y esfuerzo ha intentado lograr… El amor de Lily…
-¿Has pensado en cuál casa quieres estar Lily? Recuerda que está Hufflepuff, Ravenclaw, Gryffindor y Slytherin- Preguntó Severus para distraer a Lily de su perdida mirada hacia James.
-La verdad no lo he pensado Severus, en la que ese dichoso "Sombrero Seleccionador" me acoja, yo estaré bien, solo espero estar con buenos amigos- Dice Lily con una mirada disimulada hacia James, el cuál este no le hacía caso charlando con Sirius, ambos parecían un par de niños que se conocían de toda la vida, este no parecía estar interesado en Lily en la manera en la que ella lo hacía de él.
-Me gustaría que estuvieses en Slytherin, de allí salen grandes magos, inteligentes, con aspiraciones a grandeza, astucia… Sus estudiantes son como la serpiente, elegantes…- Agrega Severus.
-¡Slytherin tiene mala fama de que allí salen magos oscuros!, Como Lord Voldemort… Además muchos rumores hay de que su fundador, Salazar Slytherin trabajaba con magia oscura- Interrumpe al instante James, quien se distrajo de su conversación con Sirius por los comentarios de Severus –Sin duda alguna, la mejor casa para una señorita tan hermosa como usted es la de Gryffindor. Tienen coraje, valentía, honor… Sus estudiantes dan todo por sus compañeros, estos nunca se rinden y abandonan sus metas, son perseverantes, fuertes, audaces como el León- Agrego James, Lily colorada como un tomate maravillada por tales palabras de él.
-Tienes razón James, los estudiantes de Gryffindor son como Caballeros, honorables y fuertes que nunca renuncian a lo que se proponen, siempre con la humildad por delante, perseverantes…- Comentó Sirius. –Además, mi hermano Regulus me contaba que sus chicas son muy hermosas, a pesar de que él estaba en Slytherin- Toma un gran suspiro como que si algo le decepcionara de su hermano. -Tengo el presentimiento que tú y yo seremos muy buenos amigos James- Agrega este.
Severus se sentía insultado por los comentarios de James y Sirius, lo habían humillado delante de la mujer que él ama, además de los insoportables celos que sentía hacia James, sentía como la ira corría por su sangre, la adrenalina en su corazón, agitación en su respiración, esas ganas de golpear su cara y expulsar todo ese sentimiento lo invadían, a pesar de que Lily no lo ama, él la considera como suya, ya que ella no conocía a más nadie que no fuera Severus, y de la nada aparece James a robar su atención y su amor.
Siguió la conversación entre Sirius y James, ambos bromeaban, y hablaban de su infancia, Lily, callada, observando los ojos y la mirada de James, Severus se había dado por vencido en ese momento y dejó de hablar… Observaba la ventana para intentar relajarse y no dejarse llevar por sus celos.
Al cabo de tiempo, el expreso arribó a Hogwarts lo que sería el comienzo de la vida como mago de este joven mestizo.
Capítulo 1: La Separación
Al bajar del tren, ya era de noche la estación estaba rodeada por un bosque oscuro, al que solo iluminaban unas cuantas antorchas que habían en el lugar, los estudiantes viejo buscan un camino mientras que un ser extraño llamaba a los estudiantes de primer año. Tenía una voz muy gruesa, de lejos Severus no podía observar bien el aspecto de la criatura, James y Sirius van para allá y más atrás Lily, por supuesto que Severus no podía quedarse atrás y aunque aún se sentía humillado fue detrás de Lily. Al acercase más pudo ver con claridad a la criatura, tenía características humanas aunque era exageradamente grande para serlo. Era un hombre robusto, medía alrededor de 3 metros, con una larga barba y abundante cabellera negra, tan grande que allí pudiera habitar todo un ecosistema de insectos, con unos grandes ojos negros, llevaba una linterna y una voz gruesa que musitaba:
-Los alumnos de primero, síganme a los botes por favor, mi nombre es Hagrid, seré el encargado de llevarlos a castillo para su ceremonia de selección- Empezaron a andar hacia un lago donde esperaban unos botes, era un gran grupo de alumnos. –Primero llega un crío queriendo enamorar a Lily y ahora tengo que soportar estar entre tanta gente para poder llegar al castillo, ¿Y qué rayos esta criatura, un gigante?- Piensa Severus, tanto que el odia estar entra tanta gente.
Al llegar a los botes Severus y Lily suben a uno, más atrás venían James y Sirius, esta vez estaba otro mago. Un flaco alto, Cabello castaño envejecido, tenía aspecto pálido y enfermizo, sus ojos eran extraños… Eran castaños peo con un toque de dorado, al ver su mirada parecía como que si hubiese una bestia dentro de él, era algo intimidante aunque poseía un carácter tranquilo y sumiso,
-¿Cómo te llamas?- Pregunta de inmediato Sirius, como que si fuese una clase de oficial Muggle, Sirius era muy curioso y carismático.
-Remus Lupin, mucho gusto- Responde con una voz suave y calmada, se veía que era una persona pacífica, que le gustaba resolver las cosas de manera diplomática y sin violencia.
-El gusto es mío, mi nombre es Sirius Black- Responde enseguida
-Yo soy James Potter un placer conocerte- Dice con una sonrisa amigable
-Yo Lily, mucho gusto- Dice con un tono dulce.
Severus, sin embargo, no se encontraba prestando atención a la conversación, se encontraba más ocupado observando el paisaje, era una noche estrellada, hacia un poco de frío, con unas cuantas nubes, había una pequeña luna Creciente, sin embargo reflejaba una gran luz hacia el lago, a lo lejos se podía observar el castillo, inmensamente grande, con grandes y altas torres, algunas tan altas que estaban muy cerca de las nubes.
Severus aún se encontraba molesto, nunca había sido humillado de tal manera, en realidad… Es la primera vez que lo humillan en público, sobre todo delante de la mujer que ama. No decía nada, es muy reservado y callado, le costaba expresar sus sentimientos, de pequeño fue traumado por su padre Muggle.
Al cabo de un instante en silencio, Remus pregunta:
-¿Eh y tú cómo te llamas?- Dirigiéndose hacia Severus.
-Mi nombre no es de tal importancia- Responde Snape.
-Su nombre es Severus, discúlpalo, esa es su actitud- Interrumpe Lily.
A Severus no le pareció extraña esta actitud de Lily, ya que ella era muy amigable con todos, y sabia que ella le molestaba esa actitud suya, no le tomó mucha importancia y siguió concentrado en lo que hacía, así olvidaba ese mal rato que vivió en el expreso.
-Háblame de tu familia Lily… ¿También son magos?- Pregunta James.
-No… Mis padres son personas comunes- Responde Lily escondiendo su cara, como si se sintiese avergonzada de ser algo que algunos magos llaman "Sangre sucia", que significa ser mago pero que tus padres sean personas normales, Severus podía entender algo de su sentimiento debido a que su padre era Muggles, además, su sueño era entrar en Slytherin y allí no eran muy bien vistas las personas que no fuera de "sangre pura" -Son profesores… Y mi hermana, me odia por ser "Un bicho raro". Conozco a Severus desde mi infancia y él fue quien me enseñó cosas acerca de mundo mágico, yo estaba ansiosa por venir a este lugar, el mundo mágico es maravilloso, mis padres también se encontraban a gusto con la idea que viniera a esta escuela a aprender magia y seguir mi destino como bruja, sin embargo… Me sentí muy triste al dejar mi casa y venir aquí… Es duro despertar un día y que te enteres de que eres mago, tu vida da un completo giro de 360° al saber que eres una persona distinta con cierto "don", por suerte tuvo a Severus que me ayudó, gracias a él mi impacto no fue muy drástico.
-Uh... Así que tus padres son Muggles, en este colegio hay mucho hijos de magos que no les gusta emparentarse con personas como tú, los discriminan, los tratan mal, como si fuese blasfemia, hasta tienen un término… Les dicen "Sangre Sucia". Mayormente, esta clase de personas son las de tu querida Slytherin- Dice James lanzando una mirada hacia Severus. –Dicen que cuando se fundó el colegio, Salazar Slytherin no permitía a ningún hijo de Muggle entrar a esa casa, y a el resto los trataba como a esclavos- Agrega James al final.
-No todos los magos de Slytherin han sido malvados, su reputación bajó bastante desde que se graduó Voldemort, antes de eso, era una noble casa como las demás, y la sigue siendo, me parece odioso de tu parte que hables de esa manera, ya que tú probablemente puedas quedar allí- Dice Remus que había roto su silencio, ya que era una persona pacífica e igualitaria.
A Severus como siempre, le daban igual los comentarios de James, pero sabía que tenía algo de razón… Salazar Slytherin buscaba la pureza de la sangre de su casa. Pero también lo que dijo Remus era cierto, esta casa cogió mala fama fue después de que Tom Riddle se graduó, y muchos de sus seguidores también eran Slytherin.
Cada vez el castillo se encontraba más y más cerca, se podía sentir la adrenalina en el ambiente, muchos estudiantes estaban inquietos, temblorosos, emocionados por saber su destino, por saber que casa los guiaría en su 7 años de aprendizaje, muchos ansiosos por conocer el castillo, conocer el mundo mágico y todas las extrañas y fascinantes criaturas que habitan en él, la tensión aumentada a medida que los botes se acercaban.
Al llegar todos bajaron de sus botes emocionados y inquietos, entraron al castillo y una maga alta los esperaba, llevaba una larga túnica de terciopelo, y un gran sombrero negro, era un poco mayor y unos ojos verdes esmeralda un tanto parecido a los de Lily, tras unas gafas grandes y cuadradas, nada más y nada menos que Miverna Mcgonagall la Sub-Directora del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
-Jóvenes… Por mi parte bienvenidos a Hogwarts, en instantes entraran al gran comedor, recibirán unas palabras de Director Dumbledore y luego empezaran a ser llamados uno por uno para su selección- Dio instrucciones la profesora Mcgonagall.
Al traspasar unas enormes puertas… Allí estaba, justo delante de sus narices su destino, a sus alrededores habían cuatro mesas muy largas, cada una representaba a una casa, todas las miradas estaban centradas frente a ellos, se podía sentir el nerviosismo de los nuevos, algunos estaban calmados ya que tenían hermanos estudiando allí, pero otros, más que todo los hijos de Muggle los consumía el miedo, ese miedo que todos sentimos al llegar a un lugar nuevo de ser rechazados, pero ellos no llegaban a un lugar, entraban a todo un mundo entero… El mundo mágico. Al fondo, se encontraba la mesa de los profesores estos también tenían su mirada en los asustadizos niños de primero. Delante de la mesa había algo como una especie de podio… En él estaba paro un mago, de estatura normal con una larga barba y cabellera blanca, este cargaba una túnica gris, sus ojos eran pequeños y negros, también cargaba gafas, este era el Director del colegio el profesor Albus Dumbledore, el mago más grande de la época. Al lado de él se encontraba una silla, con un sombrero viejo y empolvado, el cual éste… Decidiría la casa, el destino de cada mago, el lugar donde aprenderán por 7 largos años…
Todos los alumnos de primero estaban de pié frente a la mesa de los profesores, habían mucho… Y allí también se encontraba el gigante Hagrid, en el momento en el que todos hicieron silencio el profesor Dumbledore empezó con su típico discurso de principio de año.
- Jóvenes… Sean todos bienvenidos a otro próspero año al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, muchas cosas les aguardan en este año, nuevas enseñanzas, nuevas aventuras… Con el apoyo de sus compañeros, recuerden que solos somos débiles, pero juntos… apoyándonos los unos a los otros podemos lograr grandes cosas, espero que tengan un productivo año, recuerden que tradicionalmente, se jugará la copa de la casa, para los que no saben esta es una competición que dura todo el año, cada alumno sobresaliendo, haciendo buenas acciones se le sumaran puntos a su casa, y al final, la casa que tenga más puntos… Será la ganadora. En fin… que empiece la ceremonia de selección.
Con estas últimas palabras aumentaba la adrenalina, se acelereraban los corazones y respiraciones de los jóvenes, los temblores aumentaban, casi al punto de llegar a un ataque de pánico, muchos se observaban los unos a los otros, miraban a sus alrededores y en ese momento Severus observó el techo y fue que se dio cuenta de que tenía una proyección a el mismo cielo que se encontraba afuera, con la misma luna, las mismas estrellas…
En ese momento la profesora Mcgonagall se puso de pié al lado de la silla del sombrero, con una larga lista, y empezó a llamar a los alumnos uno por uno, se sentaban en la silla, la profesora les colocaba el sombrero y poco a poco fueron enviados a sus respectivas casas, la tensión crecía por cada persona que pasaba, era una ansiedad que se formaba un nudo en la garganta a algunos… Hasta que la profesora nombró…
-Sirius Black-.
Este estaba muy contento, con una sonrisa de oreja a oreja, vestido con sus viejas túnicas. La profesora le colocó el sombrero y este dijo.
-Vaya… Tú una persona muy emotiva, tienes un gran sentimiento aventurero… Tu corazón es fuerte y noble como el de un caballero… ¡GRYFFINDOR!
Como de costumbre todo el mundo aplaudió y la sonrisa de Sirius se hizo más grande al saber que no había quedado en la misma casa que su hermano Regulus, se paró de la silla con la frente en alto y sentó en la mesa de Gryffindor junto a otros alumnos de la casa.
Enseguida la profesora Mcgonagall continuó con unos cuantos alumnos hasta que dijo:
-James Potter.-
James estaba muy asustado, a pesar de que estaba muy emocionado de estar en Hogwarts igual sentía el temor de en cual casa quedará. El sombrero seleccionador piensa… Esta vez no dice nada, solo abre su boca para decir.
-¡GRYFFINDOR!
Este se para muy emocionado de la silla y sale disparado hacia la mesa de los Gryffindor y se sienta junto a su amigo Sirius y éste le da un abrazo, al fin y al cabo habían quedado en la casa de la que tanto hablaban. La profesora Mcgonagall continuó y el siguiente fue:
-Severus Snape-.
Severus estaba muy serio, como siempre no notaba signo de emoción alguna, solo se sentó y la profesora Mcgonagall colocó el sombrero sobre su grasiento cabello. El sombrero seleccionador piensa y le susurra:
-Eres una persona que... La verdad me lo has puesto difícil joven, en ti hay un gran corazón, pero también percibo una gran oscuridad en ti, por algún motivo... Es muy complicado incluso para mí decidirlo, creo que esta casa te entenderá y te sentirás a gusto en ella… ¡SLYTHERIN!
Se paró y se fue, seguía sin mostrar aún ningún signo de emoción, como si el supiera que iba a quedar en esa casa, miro a Lily y siguió hacia la mesa donde se encontraban los alumnos de Slytherin.
-Remus Lupin- Continua la profesora Mcgonagall.
Este se levanta con una actitud tranquila, nada fuera de lo común viniendo de Remus, al colocarle el sombrero seleccionador la profesora Mcgonagall este pensó y dijo:
-Eres una persona muy pacífica, noble, honorable… Te preocupas por el bienestar de los otros más que el tuyo, sin embargo es ti hay una bestia que espera su momento para salir… Ya sé en donde estarás… ¡GRYFFINDOR!
Ya casi al final… La profesora Mcgonagall dice:
-Lily Evans-
Este era el momento más esperado por Severus… Ya que lo que más anhelaba era tener a Lily a su lado en la misma casa. Ella se acerca a la silla un poco temblorosa, en sus verdes ojos se notaba el nerviosismo que ella sentía. El sombrero seleccionador le dice
-No tengas miedo querida, el mundo mágico es lo más maravilloso que existe, no temas por ser rechazada, en ti duerme un gran potencial, serás una gran bruja, eres muy inteligente y tienes las cualidades perfectas para estar en… ¡GRYFFINDOR!.
