Recuerdos, dudas y abrazos: [Dudas y abrazos]

A su mente llegaron de repente los recuerdos de la muerte de sus padres, la razón por la que odiaba-o quizás seguía odiando- a Yasha Shirayuki. Pero lo que más venía a su mente, era como su madre le ordeno a su habilidad protegerla, matándola a su madre en el proceso.

Comenzó a temblar levemente, sin siquiera notarlo. Yasha Shirayuki solo servía para arrebatar vidas, pero igual para proteger, defenderse.

Inconscientemente llevo una mano a su pequeño vientre abultado, de tan solo 6 meses. Entonces ella se puso a pensar.

Si ella heredase su habilidad, ¿Moriría? ¿Su pequeño pasaría por lo que ella? ¿Se quedaría huérfano? ¿Qué pasaría con Atsushi y su hijo o hija?

-¿Kyouka?

La ex-Izumi instintivamente dejó de temblar, volteando a ver al peli-gris.

-¿Estás bien, Kyouka-chan?- había veces en las que él aun seguía diciéndole así, no se quejaba.

Lo abrazó en busca de consuelo, como había hecho algunas veces en el pasado. Él la abrazó de vuelta, reconfortándola.

-Atsushi... ¿Qué pasaría si le llego a heredar mi habilidad a nuestro hijo?- preguntó en un susurro, haciéndole saber su más grande miedo.

Fue entonces cuando a la mente del Nakajima vino el recuerdo de cuando descubrieron lo que había ocurrido con los padres de Kyouka, y el cómo había heredado a Yasha Shirayuki. En ese entonces cuando quería ayudar a la Izumi, Lucy lo llevo afuera con ella para dejarle a solas a Kyouka.

Se lamento no haber podido estar para ella en ese entonces.

-No va a pasar como lo que le ocurrió a tus padres, Kyouka-chan. Va a ser diferente.- respondió tranquilo, con una sonrisa cálida.

Se sobresaltó levemente cuando sintió la mano de su esposa, colarse debajo de su camisa, tocando su cicatriz.

Kyouka le miró con un brillo en sus ojos, como si le estuviera preguntando un "¿Lo prometes?". El oji-bicolor acarició su mejilla, devolviéndole la mirada.

"Si, lo prometo."