CORAZÓN DE HIELO

CAPÍTULO I: CAMINO DE TRISTES RECUERDOS

En una noche de abril la nieve caía acompañada de fuertes vientos huracanados en Siberia, las personas que habitaban en ese lugar ya se habían encerrado en sus casas para escapar del frío que azotaba sin piedad, sin embargo en esa silenciosa y oscura noche podía verse a un joven con un bolso que caminaba en medio de la tempestad, era un hombre con mucho orgullo que siempre ocultaba sus sentimientos, su rostro serio con una mirada fría, pero que a la vez reflejaba dolor, impotencia y mucha amargura su nombre era Camus. Caminaba lentamente decidido a dejar ese lugar que le traía tantos recuerdos, estaba decidido a olvidar lo que era y empezar una nueva vida en el país en donde nació. Llevaba hora caminando y sin que se diera cuenta ya estaba amaneciendo, de repente escuchó un ruido a su izquierda y volteo a ver, era una avalancha provocada por los fuerte vientos y se detuvo a observar como la nieve iba desmoronándose:

[ - Entrenaré muy duro para convertirme en el caballero más fuerte del universo!... Decía un niño mientras con sus puños destruía todo lo que encontraba en su camino, pero en uno de esos golpes provocó una avalancha tan grande que no pudo escapar y quedó atrapado en ella, sin embargo el niño logró salir ileso de la nieve que cayó sobre él.

- Creo que me pase de la raya casi muero por culpa de esta estúpida nieve… Dijo riéndose mientras se rascaba la cabeza. - Bueno tengo hambre iré a comer algo… Dijo mientras se iba rodeando la nieve que cayó de la montaña, a pocos metros pudo ver a un niños y una niña, el niño era uno de sus amigos estaba en el suelo con la niña entre sus brazos.

- Ese es Surt, oye Surt que haces aquí… Decía el niño con una sonrisa en el rostro mientras se acercaba corriendo, pero su sonrisa se desvaneció al ver que su amigo estaba llorando con la niña inconsciente entre sus brazos.

- Camus, tu maestro me pidió que viniera a buscarte y mi hermana quiso acompañarme, ella corrió y se adelanto… dijo Surt con la voz cortada entre lagrimas… - No soporto el peso de toda esa nieve -…continuó mientras acariciaba el rostro de la niña, al oír eso Camus se desplomó en el suelo y apretando la nieve entre sus manos se puso a llorar desconsolado pues la hermana de su mejor amigo había muerto por su culpa, él causo ese desastre que la mató.

- Yo… yo solo quería entrenar para volverme más fuerte y no medí las consecuencias de mis actos, todo es mi culpa yo la maté -… dijo lamentándose y echándose la culpa de lo ocurrido.]

El joven estaba inmóvil con un nudo en la garganta, volvió en si y sintió que el viento había parado se dio la vuelta para continuar su camino.

Después de mucho caminar llegó a un pueblo y preguntando a los habitantes llegó a la estación de tren para seguir su viaje, estaba cansado y con hambre, en sus bolsillos llevaba un poco de dinero que había conseguido haciendo unos trabajos para los aldeanos, compro el boleto para su viaje y como el tren salía en una hora aprovecho y fue a comprar algo para comer. Después de comer se subió al tren y se sentó en uno de los últimos asientos para que nadie lo molestara, miro por la ventana y vio como los trenes iban partiendo uno a uno.

[ Unos meses después de aquel trágico accidente Camus se encontraba entrenando cuando vio que su maestro conversaba con un hombre que traía una túnica blanca con adornos dorados no pudo ver su rostro ya que tenía una máscara pero a juzgar por sus canas era un hombre de avanzada edad:

-Camus ven aquí, quiero presentarte a alguien-… dijo su maestro

-Pasa algo maestro?... pregunto el joven aprendiz mientras iba acercándose intrigado por la presencia de ese hombre, nunca lo había visto.

-Camus, quiero presentarte a Shion él es el Patriarca de Santuario de la diosa Athena que se encuentra en Grecia el vino a darte una muy buena noticia-… dijo el maestro señalando al hombre

-Hola Camus, me han dicho que eres muy bueno para los combates y que puedes controlar el hielo a tu voluntad como nadie más puede hacerlo, me gustaría ver esos maravillosos poderes con mis propios ojos-… dijo el hombre amablemente, Camus miraba a su maestro que solo hizo un gesto de aprobación ante el petición de Patriarca.

- Está bien-… dijo el pequeño acuariano que se alejo un poco de ellos y se acerco hacia una montículo de hielo de aproximadamente seis metros que estaba cerca, empezó a elevar su cosmos y solo con el movimiento de sus manos hizo que el aire se volviera mucho mas frio de lo normal, mientras una mezcla de viento y partículas de hielo cubrían a Camus que moviendo sus manos hacia el montículo hizo que el viento y las partículas de hielo destruyeran el hielo convirtiéndolo en polvo. El Patriarca estaba sorprendido por lo que el niño había hecho, pudo darse cuenta de que su máscara estaba congelada por el aire frio que envolvió el lugar por algunos instantes.

-Me tienes sorprendido pensé que todo lo que decían de ti solo eran habladurías de la gente-… dijo Shion con una sonrisa debajo de la máscara… - Ven aquí necesitamos hablar -… prosiguió, el niño obedeció.

- Y tu también sabes controlar el hielo?... También entrenaste para obtener la Sagrada Armadura de Oro de Acuario?... preguntaba el niño curioso, algo que no le gusto a su maestro.

-Camus, se mas respetuoso con su ilustrísima él es la persona más importante del santuario por encima del caballero de Acuario y los demás caballeros, solo la diosa Athena es más importante que él…dijo el maestro molesto-

Perdón maestro-… dijo el niño…- No te enojes con él, poco a poco irá aprendiendo es normal que se dirija a mí de esa manera al fin y al cabo solo es un niño… dijo Shion que se volteo hacia el pequeño acuariano…- Yo no controlo el hielo pero sé hacer otras cosas como-… dijo Shion que en ese momento uso la telequinesis para deja inmovilizado a Camus que se asusto al darse cuenta de que no podía moverse, luego de unos segundos recuperó la movilidad.

- Como hiciste eso, ni siquiera te moviste y me dejaste paralizado, es un truco verdad -…. Dijo el niño algo asustado…. - caminemos y te lo explico-… dijo Shion, el niño solo asintió…- En el pasado yo también era un Santo Dorado de Athena, pero no de Acuario si no de Aries aunque de eso ya han pasado muchos años -… empezó a decir Shion mientras caminaban

- Hay otra armadura dorada?-… interrumpió el niño…. –Sé que tu maestro te enseña solo lo que respecta a la diosa Athena y la armadura y las técnicas del caballero Acuario, es típico de él pero en total hay 88 armaduras, 52 son de bronce que son los Santos de menor rango estos protegen todo el perímetro del Santuario, 24 de plata que son de rango intermedio también protegen los alrededores del santuario y son los encargados de entrenar a los que quieren ser caballeros y por ultimo están los caballeros de oro que son los del mayor rango entre los guerreros de Athena son la elite del Santuarios y protegen doce templos sagrados que están antes del templo principal que esta bajo mi cuidado hasta que nuestra diosa vuelva a reencarnar, un caballero para cada templo y tu muy pronto serás uno de ellos, Camus he venido para llevarte hoy mismo a Grecia para que seas el Santo de Acuario ahí continuaras tu entrenamiento para ser más fuerte y dominar a la perfección tus técnicas y el séptimo sentido.

El niño no podía creer que estaba a punto de hacer realidad su sueño, su maestro los observaba desde lejos y en un momento dado se acerco a su alumno…- Creo que yo ya no tengo nada que enseñarte, adiós Camus ve a preparar tus cosas para irte ser Santo de Athena es un gran honor y una gran responsabilidad estoy orgulloso de ti-… dijo el maestro tratando de ocultar sus emociones como es normal en los guerreros de hielo, sin embargo Camus con lagrimas en los ojos corrió hacia él y lo abrazó.

-Maestro, le doy las gracias por todo lo que me ha enseñado, jamás lo olvidaré….

-Camus, desde este momento has dejado de ser mi aprendiz para convertirte en un caballero, debes aprender a controlar tus sentimientos y ser frio como estos glaciares que a pesar de que el sol refleja sobre ellos se mantienen firmes y no se derriten-… decía el maestro mientras se separaba del pequeño que solo asintió con la cabeza.

- Es hora de irnos-… dijo Shion, Camus corrió a preparar su equipaje para emprender aquel largo viaje hacia el Santuario para comenzar su nueva vida como Caballero Dorado.

Luego de caminar por algunas horas llegaron a una estación de tren, Shion compro los boletos y se sentaron en uno de los asientos, Camus se sentó en el asiento que daba a la ventana y observaba como se iban alejando de aquel lugar en donde había vivido la mayor parte de su corta vida pero a la vez se iba acercando lentamente al lugar donde siempre había querido ir estaba algo triste por lo que dejaba atrás pero a la vez muy feliz e impaciente por llegar a su nuevo hogar, El Santuario…]

Hola lamentablemente perdí mi otra cuenta y por eso no pude seguir publicando, voy a subir todos los capítulos que ya publiqué en esta cuenta para continuar la historia...