Hola gente volví con una nueva historia, terminado mis obligaciones de la facultad, aunque siguen, pero no tan pesadas como antes jeje.

Esta historia no solo la hice yo, sino que esta idea fue en conjunto, más que nada los aplausos se los merece Jennifer, una personita con una gran imaginación quien me tiro millones de idea para poder explayarlas en el papel.

Como dije anteriormente esta historia es fruto de dos personas enamoradas del SHIKATEMA.

También en esta historia participara otra gran persona su usuario es BurumaSan92, escritora de fanfiction y gran amiga que será la beta de mi historia y me ayudara con las correcciones

Escritora y guionista: Arikina

Guionista (vendría hacer el que tira las ideas je): Jennifer

Beta: BurumaSan92

Temari se encontraba en su casa familiar, la que compartía junto a su esposo Shikamaru y su pequeño hijo de 4 años Shikadai.

Mientras ella preparaba el almuerzo el niño jugaba con sus peluches, los cuales la mayoría de estos, eran siervos.

Había mucha tranquilidad en la casa cuando solo estaban ellos dos, Shikamaru hacia dos semanas se había ido de misión. Aunque Temari estaba orgullosa de su marido por las misiones de alto rango que tenía a cargo, sentía que estas habían ocasionado un año de mucho conflicto matrimonial. Shikamaru había estado de misión en misión y tan solo para subir en su rango de ninja estratega.

¿Pero su familia? Sin duda pasaron a segundo plano o eso era lo que creía Temari, ya no había ni siquiera un abrazo en su matrimonio, porque cada vez que él volvía de misión solo discutían y discutían.

Temari se sentía sola; quería que Shikamaru cumpliera su función de padre con Shikadai, ya que el niño era pequeño y sufría mucho las ausencias de su padre. Por esto Temari pensó miles de veces dejar a su esposo, pero aunque lo quisiera ella lo amaba, era todo en su vida junto a su pequeña luz, que era el hijo que compartían.

No había una noche en la que ella no abrazara la almohada de su esposo, lo extrañaba demasiado, pero él jamás iba a escuchar sus reclamos.

Mientras terminaba el almuerzo se escuchó un ruido abriendo la puerta de la entrada a la casa y a los segundos Shikadai gritó:

— ¡Papá! —

El pequeño niño corrió a los brazos de su padre recién llegado de la misión.

—Mi niño, como te extrañe— dijo el hombre correspondiendo al abrazo de su pequeño. El rostro de Shikamaru era muy triste, extrañaba demasiado a su hijo.

—¡Al fin llegas! — habló la rubia sin mirar a su marido, quien se acercó a ella e intento darle un beso, el cual Temari rechazo.

—Te extrañe— dijo el moreno con mucha tristeza y aun sosteniendo al pequeño en sus brazos, pero su mujer no le dio importancia, y se dispuso a seguir con el almuerzo.

Los tres se sentaron en la mesa y comenzaron a comer, el único que hablaba era Shikadai quien le contaba a su padre con palabras entrecortadas por su corta edad, lo que había hecho en las dos semanas de ausencia de su padre.

Cuando terminaron de almorzar, Shikamaru se dirigió a tomar un baño.

—Maldición, olvide la toalla, ¿Temari puedes alcanzarme una toalla?

— ¡Ya voy! — la rubia entró al baño con toallas y ropa limpia para su marido.

Apenas escucho que Temari que entró, salió de la bañera así como Dios lo trajo al mundo; hacía meses que no disfrutaba de su esposa y Shikadai tomaba su siesta. Era el momento perfecto para disfrutar del cuerpo de Temari en la intimidad.

Salió de la bañera y quedo completamente desnudo frente a su mujer, pero la cara de Temari no fue la que el espero.

— ¡Por dios Shikamaru estas todo lastimado! y hasta perdiste peso.

—Esto no es nada, estoy bien— dijo el moreno acercándose a su esposa para abrazarla, pero un terrible dolor hizo que cayera al suelo.

— ¡Estas muy lastimado! — Temari intentó levantarlo del suelo.

— ¡Estoy cansada Shikamaru! —siguió la rubia- Esto es causa de todas las misiones seguidas que has tenido, tenemos que ir al médico.

—No, estoy bien, mañana partiré temprano a otra misión.

— ¿Me estás hablando en serio?

—Temari no seas problemática.

— ¿Por qué nos haces esto? — las lágrimas de Temari comenzaron a rodar en su rostro.

—Son un par más de misiones, y ya he cumplido, me darán el cargo de mano derecha de hokage, esto me ayuda a capacitarme.

— ¿Y tu hijo… y yo?

—Temari, esto se terminará pronto, por favor entiéndeme— Shikamaru se acercó a acariciar el rostro de su mujer, comenzó a tocarla, necesitaba cariño de ésta, necesitaba un beso.

— ¡Déjame! — grito Temari lanzándole las toallas en su pecho y yéndose del baño llorando.

— ¡Maldición! — Shikamaru cayó rendido al suelo completamente desnudo y lastimado, comenzó a llorar desesperadamente, todo estaba claro: perdió a su mujer.

Esa misma tarde Shikamaru decidió ir a los bosques Nara junto a su hijo para poder estar, aunque sea ese día junto a él, trataba de mostrarse feliz junto al pequeño, pero por dentro estaba destruido física y sentimentalmente.

Al llegar la noche, acostaron a Shikadai y se dispusieron a recostarse ellos también. Había mucho silencio entre ambos, y luego de media hora Shikamaru no podía dormir. Sentía muchas ganas de abrazar a Temari. Así que, con una de sus manos, comenzó a acariciar la cadera de su mujer.

—Temari…te extraño.

—Yo también— dijo la rubia con su voz casi cortada.

—Necesito un abrazo antes de irme, amor.

—Y yo necesito que no vayas a esa misión, es por tu salud—Temari se dio vuelta para quedar frente al rostro de su marido.

—Sabes que lo tengo hacer.

—No es tu obligación, ¡tú te ofreciste!

—Esto me ayudará para un mejor puesto en el futuro— con esto último subió su mano al abdomen de Temari, siguiendo con sus caricias suaves.

— ¿Y si te llega a pasar algo malo? ¡Shikadai te necesita en su crecimiento!, ¡Yo te necesito a mi lado!, Me siento una madre soltera…

—No exageres mujer, piensa que un par de meses terminaré…

Temari sacó la mano de su esposo, negando sus acaricias.

—Está bien tu elegiste. Mañana a primera hora tramitare el divorcio— la rubia se dio vuelta de la cama para seguir durmiendo, pero sus lágrimas no tardaron en salir.

Shikamaru quedó atónito, no sabía que decirle a su esposa. Ya nada la convencía y se dignó dormir.

Pasando unas horas, Shikamaru despertó. Eran las cuatro de la mañana y ya era hora de partir, con sumo silencio se vistió tomo su mochila preparada la noche anterior, miró a su mujer profundamente dormida y se acercó para besar su frente.

Luego se dirigió a la habitación de su hijo y también le regalo un pequeño beso. Se encaminó a la puerta de salida, cuando se dispuso a tomar el picaporte un sonido llamo su atención.

—Shikamaru…no te vayas— se dio vuelta para encontrarse con su mujer, en ropa interior con solo una remera de tiritas, su cabello suelto y revuelto, completamente nerviosa, lloraba de una forma que pareciera que sus lágrimas nunca se detendrían.

—Amor, por favor no me lo hagas difícil— Shikamaru se acercó a ella y la tomó de la cintura, la acerco a él pegando ambas frentes y la miró a los ojos.

—Te amo— dijo el moreno con lágrimas en sus ojos.

—Si te vas a esa misión no dudaré en hacer el divorcio.

Los ojos de Shikamaru se abrieron como platos, se alejó de su mujer tomo su mochila, y le dio la espalda.

—Regreso dentro de dos semanas, esperó el divorcio para ese entonces— le respondió el fríamente, y se acercó a la puerta para retirarse, dejando a Temari llorando desconsoladamente.

Partió a la misión en el medio de la madrugada con su corazón destruido, nunca pensó que ese día llegaría, el día en que tendría que separarse de la mujer que tanto amaba.

Espero que les haya gustado esta historia, sus comentarios serán de nuestro agrado nos ayudara a crecer. Un abrazo