Saludos. La presente historia pretende centrarse en el pasado de Spencer Reid, haciendo alusión a algunos episodios de la temporada cinco y siguiendo la línea de tiempo actual. Criminal Minds no me pertenece, todo es propiedad de su autor y sin mas que agregar espero que lo disfruten
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The Past.
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La oscuridad de la noche, el calor de una alcoba, paredes desnudas con nada más que cortinas adornando las cornisas y elegantes muebles sosteniendo maletas una y mil veces abiertas por su ávido profanador. Si miras con detenimiento verás una figura agitada, sábanas pegándose a la piel perlada, cabellos apelmazados sobre la frente amplia, se mueve incómodamente, de estar boca abajo pasa a estar sobre la espalda con una mano apretada a la altura del estómago y la otra sobre el rostro presionando sus ojos como si con ello pudiera ocultar lo que entre sombras se muestra en el interior: la escena de un crimen, fragmentos que creyó olvidados y que fácilmente logran fundirse con las escenas recientemente advertidas en su labor.
Un asesino suelto, secuestrador de infantes que encajan en el perfil de la criatura que por momentos atormenta sus sueños, el niño del sueño es tímido, frágil y pequeño, sus ojos se parecen a los de Henry, de hecho todo en él se parece a su ahijado. Está en una mesa, no; en lo que parece ser una jaula, atado de tobillos y manos no por correas sino por una extensa cadena que tortura sus cortas piernas, sube por la espalda baja, alcanza los omoplatos y contorsiona su estrecha figura en una posición agotadora que no le permite otra cosa más que yacer boca abajo.
El niño se acomoda con sobrada dificultad de lado, lo mira a los ojos como si fuera él el autor de su tormento pero no puede ser cierto, no tiene sentido más sin embargo se ve en los ojos del niño, advierte el temor en su mirada, el horror y también…
El sonido del celular le ha despertado, con el corazón agitado, la respiración acelerada y bañado en una cantidad de sudor que podría superar el hecho de haberse metido en la cama justo después de salir de la ducha sin secar, se toma un poco mas de tiempo antes de contestar, los ojos le arden, la cabeza le da vueltas, se lleva los puños al rostro, el celular insiste otra vez, talla sus ojos buscando un poco más de visibilidad pero parece inútil, la oscuridad es absoluta, solo una vez le ha pasado algo como esto, en aquel caso del asesino ritual aunque en ese entonces no había niños pero si fantasmas.
Rechaza la idea, hace un tercer intento por recuperar la visión, el celular está por ceder a una nueva tanda de timbrazos y lo toma con torpeza hasta hacer funcionar el botón de respuesta.
—Reid...
—Lo hizo de nuevo, Hotch nos quiere…
—No puedo ahora —¡Qué!— Morgan tiene un tono particular en la voz cuando lo sacas de sus casillas, sonríe de manera inmediata al imaginar la contrariedad que debió dibujarse en su rostro— intenta aclarar la voz pues sabe bien que su amigo procederá a realizar un perfil.
—Te escuchas mal
—Estoy mal, no puedo…
—Tomate tu tiempo chico bonito pero no demasiado, este tipo es listo, necesitamos al mejor para detenerlo y ese, te guste o no, eres tú —apelar a su vanidad es un buen instrumento, no así la cabeza y la nula visibilidad se trasforman en un tormento, arrastra los pies fuera de la cama y se golpea con el filo de una cómoda. —¡Maldición!—
—¿Tengo que ir para allá?
—No, mejor inventa algo bueno para Hotch, cuando consiga arreglar esto los alcanzo
—Entendido —la llamada se corta en este punto, él arroja el celular sabrá el señor donde y procede una vez más a tirar de sus cabellos con algo parecido a la desesperación— el niño de sus sueños se parecía tanto a Henry que en verdad le ha congelado el alma, quiere llamar a su ahijado, ni Will o JJ tendrían problema con eso pero se resiste a hacerlo básicamente porque no tiene idea ni de la hora que es, ni de donde estará el celular, se deja caer finalmente ahí donde está por el largo de la pared hasta alcanzar la alfombra persa y la dura duela.
El tacto es frío por una vez en la vida le parece que está ardiendo en llamas, no puede ser posible que esté enfermo, apenas hace unas horas estaba perfectamente bien, estudiando los expedientes, viendo las fotografías de una hilera completa de niños rubios, ojos claros, sonrisas tímidas y resplandecientes como la de él.
CONDADO DE WYANDOTTE,KANSAS CITY.
2 HORAS DESPUÉS
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—¿Dónde está Spence? —pregunta JJ mirando detrás de Morgan como si por algún motivo su esbelta y larguirucha figura se hubiera perdido tras él—
—Llegará mas tarde
—¿Que sabemos del secuestro? —Hotch toma la palabra mientras García actualiza la información en sus tabletas, bajo el brazo lleva un juego de folios con el nombre de Spencer Reid implícito en ellos.
—Bien, él es Michael Bane —comienza la analista— 10 años, fue sustraído de su casa en presencia de sus padres ambos muertos, ofrecieron resistencia hasta el último segundo
—Ese modo de actuar es nuevo —apuntó inmediatamente Rossi, el resto del equipo estuvo de acuerdo—
—Su perfil no había mostrado esa clase de audacia hasta ahora —reconoció Blake—
—Significa que se deteriora, nos quedamos sin tiempo, Morgan ¿Tienes el perfil? —Hotch evaluó al moreno con la mirada— el perfil lo iba a preparar Reid pero en vista de que parecían ocultar algo, tendría que hacerlo él.
—Se trata de un hombre… —el celular de Morgan comenzó a timbrar, nervioso por su compañero lo tomo inmediatamente y se apresuró a contestar.
—Dímelo ahora —Spencer sonrió otra vez— seguía donde estaba, tumbado en el piso aunque la visión afortunadamente había pasado de nubarrones negros a puntos blancos y destellos de auténtica luz, cierra los ojos y los abre de nuevo, fue un pandemonio arrastrarse hasta el celular y marcar su número—
—Tengo un perfil si es que aún interesa
—Sabes que sí —Morgan conecta el altavoz y pronto se escucha clara y fuerte la voz de Reid.
—Caucásico entre los 50 y 60 años
—Imposible —remarca Rossi—acaba de abatir a los padres de este pobre chico, un hombre fornido de cuarenta años y una mujer madura de treinta y siete
—Significa que estoy en lo cierto, los atacó cuerpo a cuerpo, ¿no es cierto?
—Cómo sabes…—comenzó Blake pero un gesto de Hotch la obligó a callar—
—Si estoy en lo cierto debe ser un adulto mayor pero con una excelente condición física, siempre ha trabajado en el campo, acostumbrado a fabricar sus propias armas, cosechar su comida, curtir sus prendas, sabe como someter a su presa y cuando la atrapa, la trata peor que a un…—la imagen de sus sueños regresó a sus memorias por un momento perdió la concentración y su respiración se agitó—…lo siento, los tiene en una especie de jaula para animales grandes, sobre algo parecido a la paja o el heno, había residuos orgánicos entre sus ropas, según el informe forense que pueden dar fe de ello, inmoviliza sus cuerpos con cadenas reforzadas, eso es consistente con las marcas halladas en torno a muñecas, tobillos y espalda, las cadenas son pesadas para un niño de esa edad a algunos les rompió los huesos en el simple acto de atar sus brazos y piernas hacia atrás, en cuanto a su conducta… —la voz del perfilador una vez más se ausentó, la mente volvió a mostrarle escenas aterradoras protagonizadas por el niño rubio de ojos celestes apretó los puños, presionó el celular contra su rostro y dejo escapar un doloroso jadeo del que todos fueron testigos pero ninguno habló— entre más se resisten más lo disfruta, entre más suplican más los tortura, entre menos…
—Con eso es suficiente Spence —cortó Morgan pues era bastante evidente que el perfil lo había comenzado a alterar, su respiración se había agitado y la voz quebrado—
—Morgan, no; si no suplican o piden piedad por sus vidas ese hombre, él los matará —ese comentario caló profundo en JJ, un niño pequeño eventualmente se cansaría de llorar, lo vencería el sueño, el hambre o peor aún, el miedo—
—Lo encontraremos Spence ¿de acuerdo?
—Sí, de acuerdo —la llamada se cortó y ahora Derek tuvo que enfrentar la adusta mirada de Hotch
—Por qué no está aquí
—¿A caso no es obvio? Dijo que se sentía mal
—Mal cómo
—Hotch, no me obligues…
—Este equipo funciona debido a la confianza que hay entre todos, eso significa que ninguno guarda secretos, en especial si se trata de…
—Creo que tuvo otro episodio —la mirada de los agentes excepto Blake pareció por un momento dolosa y distante, la analista necesitaba saber más, también era parte del equipo y sobre todo consideraba a Reid como su amigo—
—¿Qué significa eso? —insistió en saber Alex— sus compañeros la evadieron, no obstante Hotch acababa de hablar de secretos y ella no iba a dejar que salieran de la oficina sin terminar de explicarse.
—La madre de Reid es esquizofrénica paranoide —comenzó a explicar Morgan— hace algunos años, en un caso similar a este que involucraba a un niño pequeño Spencer tuvo un episodio, dolores de cabeza que lo obligaban a yacer dormido y de alguna manera que aún no me explico, esa condición le ayudó a conectar con el ignoto, acabas de oírlo por ti misma, visualiza detalles que ninguno de nosotros habría captado, es decir, todos leímos la autopsia, vimos las fotografías pero ni siquiera el forense había logrado determinar que esas fracturas eran consistentes con la retención de sus cuerpos con una cadena.
—¿Va a estar bien? —preguntó satisfecha, no quería involucrarse de más en el pasado de sus colegas, si decidían confiar en ella y compartir sus secretos debían hacerlo voluntariamente y no como consecuencia de un caso—
—No lo sé, como dije, eso pasó hace años, hasta donde tenía entendido se hizo todos los estudios pertinentes y su salud estaba bien
—Dejemos que se cuide solo —interrumpió Hotch— ahora hay que movernos con lo que tenemos, García
—Siguiendo ese perfil será prácticamente imposible para mi…
—Nadie puede vivir totalmente aislado de la tecnología, debe tener algo, lo que sea y es nuestro deber encontrarlo, Morgan y JJ vayan a la escena del crimen, Blake a la morgue, los cuerpos de los padres deben decirnos algo, Rossi, tu y yo iremos al municipio a ver que pueden decirnos sobre alguien que encaje en ese perfil
—Su zona de desecho también se está reduciendo —pronunció Morgan, haciendo que todos dirigieran su atención al inmenso mapa donde Spencer había estado trabajando hasta bien entrada la noche—
—¿A caso no duerme? —cuestionó Blake, aunque ahora mucho más preocupada que consternada—
—Solo cuando lo obligo —contestó Morgan— lo llevé a su habitación sobre las 2:00 am a los padres los asesinaron en ese intervalo de tiempo, según el informe entre la 1:00 y las 3:00 de la mañana, nosotros llegamos aquí a las 5:00, lo que sea que le esté haciendo a ese pobre niño, ya ha comenzado.
—Andando —ordenó Hotch, los agentes partieron no sin que antes el líder de la unidad le ordenara a García monitorear de vez en cuando el estado de Reid—
—Vigila su ubicación con el GPS de su celular
—¿Perdón?
—Si requiere atención médica quiero saberlo. La última vez se atendió en decenas de hospitales clandestinos para no preocuparnos y eso no va a suceder otra vez. Recibirá la atención medica que todos los recursos de esta oficina puedan pagar, ¿quedo claro?
—Entendido.
HOTEL CHELSEA, HABITACION 204
VARIAS HORAS DESPUÉS
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El cuerpo pesado, la cabeza vacía, nauseas en la boca del estómago y un sabor amargo en los labios, estuvo vomitando durante un rato, la alfombra era un asco aunque al menos ya podía ver las palmas de sus manos y también los detalles de la habitación, justo como la había dejado.
Sintió pena de sí mismo, recordando eventos vergonzosos en casa de su madre, donde volvía de la escuela para encontrarla sucia y a veces herida. Se le partía el corazón solo de verla, gracias a Dios que no había nadie que pudiera verlo a él, reunió un poco de fuerza interna, quizá se había desmayado porque no lograba recordar cuando fue la ultima vez o que fue lo que comió. Un café con dos rosquillas en la mañana y luego un emparedado de queso que JJ dijo ser descremado pero que en realidad resultó ser deslactosado, su estómago protestó al recordar eso, la cosa mas insípida del mundo y aún así agradecía el gesto.
Se levantó con un poco de torpeza ahora, la cabeza aún le daba vueltas, lavó su cara, se deshizo de la camisa y la arrojó a la basura, los pantalones parecían limpios, gracias al cielo por eso, se colocó otra camisa de mangas largas, no le gustaba sentir la piel expuesta, luego buscó entre sus cosas, había obsequios de navidad que hoy día 16 de febrero ni siquiera había usado, no porque no le interesara hacerlo, sino porque de momento no le parecía estrictamente necesario, removió entre ellos, una loción por parte de Derek junto con una nota que decía "mátalas campeón" un libro firmado por Rossi, una corbata de un color imposible por parte de Hotch, esa debió escogerla Jack, luego tenía un juego japonés de sudoku, vaya Blake ponía atención a los detalles, por último estaba lo que en realidad le importaba el obsequio de García, no podía creer lo insistente que era su especialista en informática pero por sexto año consecutivo insistió en regalarle una Tablet, las otras cinco las había rechazado pero esta vez aceptó el regalo.
Le tomo dos minutos leer las instrucciones y otros quince entenderse con el aparato y dar de alta su perfil como usuario, estaba por terminar cuando recibió una nueva llamada de la BAU
—¿Tienen algo?
—Problemas por montones pero como estás tú —quiso saber Derek a lo que todos asintieron discretamente desde su posición—
—Tengo algo para lo que tal vez sería mejor que te sentaras
—¿De qué estás…
—Morgan…—Derek se pasó las manos por el cuero cabelludo y como si estuviera ahí y no al otro lado del teléfono obedeció a su amigo, arrastró una silla y se sentó—
—Bien ya estoy sentando, dime de una vez que es lo que tienes —su voz sonaba nerviosa, a sus espaldas el resto de agentes ya comenzaba a ser presa de cierto temor—
—Tengo una tableta electrónica a la que podrías enviarme los mapas para cerrar un poco más el área de búsqueda del...
—¡Una tableta! —el moreno saltó de su asiento— Spencer soltó una risita, le encantaba hacer eso con Morgan, claro está, cada vez que podía— ¡Tú! pequeño gusano de biblioteca, cuando te tenga aquí voy a poner mis manos en…
—Los cuerpos no tenían evidencia que conectara con el ignoto ¿cierto?
—Correcto, Blake dice que el forense no encontró nada, los molieron a golpes pero debió usar guantes de corte industrial o
—Para trabajar en el campo
—Escucha sé que estás totalmente seguro de eso pero estamos en Kansas City ¿quieres mencionar una sola región del estado que no encuadre con la descripción que nos diste? no tenemos tiempo Reid, a Joshua Mathew lo asesinó en dieciséis horas, este chico lleva perdido cerca de catorce.
—¿Tanto tiempo dormí?
—Hemos peinado las zonas que marcaste en el mapa
—Él ya pasó por ahí no volverá a hacerlo, no es del tipo que regresa al lugar a revivir la gloria, es del tipo que secuestra una y otra vez para hacerlo
—¿Entonces?
—Las marqué porque creo que esa zona es especial para él, los secuestró en lugares diversos pero todos los restos terminaron ahí en el municipio de Fairmount colindando con el lago, separados por distancias que van de los 200 hasta los 800 metros y si no lo atrapamos en el proceso es bastante probable que podamos cercarlo en el acto de…deshacerse del cuerpo —a ninguno de ellos les gustó como sonaba eso, en la estación de policía tenían decenas de hombres que encuadraban en el perfil, aislados, longevos y sumamente meticulosos en sus procesos, gente de vida silvestre pero con un historial tan limpio como sus zapatos, la comunidad en general era extremadamente pacífica hasta hace cinco días que desapareció el segundo niño y apareció el primer cuerpo.
—Esto no esta funcionando Reid, te necesito aquí, a ti y a tu brillante…
—¿Que había con las ropas?
—¿Perdón?
—Anoté algo en mi cerebro con relación a las ropas
—A todos los niños los cambiaron de ropas, ¿es eso a lo que te refieres? —contestó JJ— Spencer se reprendió internamente ¿por qué no recordaba eso?
—¿Lo anotaron en el informe?
—No, se pasó por alto ya que los oficiales encargados del caso no lo consideraron relevante
—¿Puedo saber que ropas les puso?
—García —ordenó Hotch—
—De inmediato —la especialista se apresuró a enviar las fotos a su celular—
—¡No puede ser…
El cerebro de Reid trabajaba como una locomotora entre más leña echaran en su hoguera más rápido avanzaba de modo que comenzó a realizar conexiones y a remontarse a casos anteriormente abiertos, cerrados, no conclusos o simplemente abandonados, 1993 apareció entonces como un titular de primera plana, la cabeza volvió a estallarle, dejó escapar un doloroso gemido seguido de una poderosa afirmación.
—Sé quién es… —tanto los oficiales como los agentes guardaron silencio esperando una confirmación— 1993, Las Vegas, Un chico llamado Peter Green desapareció de su casa, sus padres no lo reportaron a la policía eran una pareja de drogadictos y tampoco se destacaba en la escuela por lo que su ausencia durante cinco días no llamó la atención hasta que su cuerpo finalmente apareció. En un jardín público boca abajo, vestía el mismo pantalón azul con camisa a rayas y zapatos rojos. Sus padres al identificarlo no supieron decir si fue así como se fue a dormir.
—Spencer...
—Peter no tenía esas ropas…
—Un segundo —trató de intervenir Rossi pero Spencer seguía en su relato— …eran pobres como nosotros, le vi el mismo pantalón durante todo el año hasta ese día en que….
—Por Dios —comentó Blake llevándose las manos al rostro—
—Solo yo noté su ausencia, tenía ocho años cuando llegué al quinto grado nadie más que él me quiso hacer caso, sus padres no lo querían pero ellos no pudieron hacerlo, eran jóvenes y adictos, yo no lo entendía entonces pero la saña con que lastimaron con su cuerpo…
—¡Reid Basta!
—Punciones, había punciones en sus brazos…
—Reid, concéntrate en mi voz —pidió Morgan— piensa en una sola cosa, llegaste a ver al ignoto hace 22 años ¿crees que lograste ver al ignoto?
—Fue después de Tom Harris
—Harris está muerto, concéntrate en esto
—¡No, no puedo hacerlo! —la llamada se cortó, Morgan volvió a llevarse las manos a la cabeza y el resto de ellos hizo lo posible por disimular el horror que aquella revelación había producido en su interior—
—Bien —prosiguió Rossi— Debe haber relación entre su escena del crimen y esta, probablemente hubo mas homicidios en 1993 pero por alguna razón Reid ya no se enteró.
—Era solo un niño —atacó JJ—
—Con memoria fotográfica, retuvo esa escena del crimen durante 22 años, necesito saber por qué la recordó ahora.
—Tal vez pueda ayudar con eso —comentó García— tengo reportes de cientos de niños desaparecidos en Las Vegas en 1993
—¿En que fecha está Green? —preguntó Hotch—
—17 de agosto
—Parte de ahí, abre un rango de búsqueda de dos a seis meses
—Un segundo…No, no es cierto —García seguía haciendo su magia abriendo y cerrando ventanas desde su flamante computadora portátil, ahí frente a sus gafas tenía un expediente de desapariciones donde figuraba el nombre de Spencer Reid
—Él está en la lista —mencionó con voz quebrada y horrorizada— reportado como desaparecido en la segunda semana del mes de septiembre de 1993, ocho años, estatura promedio, cabellos cortos, delgadez extrema —no puedo con esto— la escuela levantó el reporte ya que sus padres no dieron seguimiento alguno, en esa época William Reid estaba de viaje por Europa y su madre retiró la orden de desaparición argumentando que su hijo estaba en casa, servicios sociales aseguró que no era así, sin embargo…
—La policía retiró el reporte y no hizo nada —concluyó Hotch totalmente encolerizado—
—Este ignoto no puede ser el mismo, no sigue el mismo patrón —comentó Morgan— por lo que sabemos el de hace 22 años se enfocaba en chicos que nadie echaría de menos, ese era su sello, el de ahora ha secuestrado chicos de clase media pero de vecindarios buenos, sus padres reportaron la ausencia a la primera hora de la mañana y en cuanto al ultimo, perdieron sus vidas al intentar protegerlo.
—Puede que se trate de un imitador —sugirió JJ—
—Con ese nivel de detalle, lo dudo —prosiguió Blake— Spencer parece recordar cada herida infringida a esos niños y si lo sabe es porque él…
—Distraernos con eso no va a ayudar en nada —frenó Morgan— hay un niño sufriendo ese maldito tormento, queda menos de una hora con cuarenta y cinco minutos para hallarlo
—¿Entonces qué sugieres que hagamos? —retó Blake—
—Tenemos un perfil
—Y un condado entero que encaja en el
—Tal vez por eso salió de Las Vegas, para fundirse en una región que le resulta mucho más cómoda
—Yo no creo eso…—comentó Rossi— él ya había dejado a un lado la diatriba entre Morgan, Blake y Jareau y había regresado a examinar los expedientes, las fotos de cada escena del crimen, las mismas poses, las mismas heridas pero algo no encajaba bien. —No es el mismo, JJ está en lo cierto, nos enfrentamos a un imitador.
—¿Por qué estás tan seguro de eso? —preguntó Hotch—
—Porque está enviando un mensaje, uno que solo notaría él…—habiendo conseguido la atención de todos procedió a colocar las fotografías de los cuerpos junto a los expedientes médicos, las heridas estaban donde debían estar pero eran superficiales, no los tuvieron en cautiverio, al menos no como animales, la muerte se produjo por asfixia y no por hemorragia interna como supuso debió suceder en el caso de Peter Green.
—De hecho así fue —confirmó García— costillas rotas, brazos y piernas prácticamente arrancados del torso, Dios...
—No fue el mismo, pero conoce lo suficiente del caso como para mostrarnos lo que Reid necesitaba ver —concluyó Rossi—
—¿Entonces está detrás de él? —inquirió Blake—
—Posiblemente
—Lo haga o no, eso no nos ayuda a encontrar al chico —agregó Morgan—
—Spencer ya nos dijo como, Hotch lo sabe pero como buen líder aún no quiere aceptarlo
—¿De que estás hablando, si saben como hallarlo entonces…
—La única forma de hacerlo es atraparlo cuando deseche el cuerpo, la zona que marco Reid, hay que delimitarla aún más, solo tendremos una oportunidad y como bien dijiste el tiempo se acaba. —Morgan apretó los puños a ambos lados de su cuerpo, luego soltó una maldición seguida de un golpe directo contra la pared, JJ se encerró en si misma, sintiendo un terrible dolor y frustración indecibles, acababan de entregar a un niño a los horribles designios del ignoto.
—No es posible que esto sea lo único que podamos hacer —apuntó Blake—
—Llegamos tarde, el condado es pequeño, JJ está en lo cierto se trasladó aquí porque sabía que no podríamos hacerlo, conoce la zona, nosotros no y la policía de aquí parece mucho más cómoda enterrando cuerpos que averiguando cómo y por qué fue que murieron
—¡Entonces es un juego! —gritó Morgan totalmente fuera de sus casillas—
—Para el ignoto lo es y lo está ganando, ya puso en jaque a Reid
—Pues no es el único con trucos —argumentó García— ella ya había cargado los mapas en su computadora y trazado la ruta que hasta ahora parecía haber seguido el ignoto, luego corrió un programa de probabilidades basándose en la topología de la región, Reid le había comentado una vez que era así como lo hacía, aunque claro esta el pequeño genio incluía factores humanos para los que ella no estaba ni remotamente preparada, cosas como, conocer al sospechoso en un nivel tan íntimo que pudieras determinar que tan posible era que cambiara o no de opinión.
—Según mi bebé tengo dos zonas probables de desecho…—esa palabra le dejó un mal sabor de boca, una criatura inocente sería despojada ahí como costal de basura, pero era ese niño o Spencer Reid—
—¿Segura de eso nena? —preguntó Derek— García volvió a correr el programa y repasar en su cabeza todos los casos que hasta ahora habían resuelto.
Conocía a los monstruos, podía verlos cada vez que cruzaba la acera o compraba un café en la tienda, las mentes de las personas tenían la capacidad de desarrollar multitud de escenarios como confrontación a lo que sucedía en el día a día; ella misma en alguna ocasión los había elaborado, cuando murieron sus padres nada quería más que hallar al culpable y cortarlo en pedazos pero claro está, ella era una buena persona, este degenerado no, podía pensar en mil formas horribles de romperle los huesos a un niño y lo haría, pasó saliva por la seca garganta, como había apuntado Rossi, solo tenían una oportunidad de atraparlo, la policía ya estaba a la idea de que tendrían otro asesinato y como medida preventiva impusieron un toque de queda, las escuelas se cerraron y los padres no sacarían a sus hijos a menos que fuera estrictamente necesario.
Dependía de una simple elección, una para la que no tenía la capacidad, ni el coraje de decisión.
—No, yo…
—Spence quería que le enviaras los mapas
—¿No ha sufrido suficiente con esto? —preguntó JJ—
—Será peor si no lo atrapamos —declaró Hotch— García asintió y envió los mapas a la dirección electrónica que la BAU tenía asignada para Spencer Reid, la confirmación de recibido llegó en dos segundos—
—Creo que está en linea
—¿Spence? —llamó Morgan intentando establecer una video conferencia que el otro acepto pero bloqueando su cámara—
—Lo siento, no creo que sea buena idea que me vean ahora —su voz seguía sonando extraña, rota y desalmada, JJ se envolvió con los brazos, Blake desvió la mirada y Rossi se concentró en los malditos mapas—
—Hiciste un excelente trabajo García, basado en tus deducciones te acercaste bastante a lo que yo había supuesto
—¿Puedes decirnos exactamente a donde llegará? —Spence no sonrió ahora pero sintió cierto alivio al escuchar la voz de Morgan— era el típico bravucón de las escuelas, no dudaba que alguien como él habría participado en su humillación publica pero aún así lo quería, sentía una gran admiración y respeto por él, porque sabía que a pesar de la imagen que ofrecía a los demás, él jamás habría sido partícipe de ello.
Si Morgan y Reid hubieran convergido en la misma escuela, al momento de su captura a manos de todo el equipo de fútbol americano, Derek los habría detenido, él estaba seguro de eso y por eso es que constantemente cedía ante él y revelaba cosas oscuras y vergonzosas de su pasado, cosas que no le diría ni a su psiquiatra. —sonrió con pesar y volvió a concentrarse en el caso, cerrando los ojos y rememorando toda la información que tenía— recordó al niño del sueño que ya no se parecía a Henry sino a Pet, era su único amigo de la tierna infancia y tras su muerte perdió todo interés en el contacto humano.
Perder personas dolía demasiado, no tenía intención alguna de revivir ese duelo pero no era el momento, ni el lugar de pensar en eso, necesitaba ver a través del ignoto, caminar sobre sus pasos y prontamente era eso lo que estaba haciendo.
Sintió el peso muerto de Michael Bane sobre los brazos, se vio a si mismo como alguien más adentrándose en la noche, el aire frío cortando el rostro, la respiración controlada, los pasos sigilosos, amplios y distantes, se movía con la gracia de un cazador experto, seguía una ruta específica, pasando por las tres anteriores víctimas, Bane era el cuarto, —Pet murió en el quinto grado— tenían que ser cinco. Debían serlo porque la invitación del ignoto era para él y su mayor tragedia sucedió en el quinto grado. Lo de la secundaria a los 12 años era un juego de niños comparado con lo que tuvo que enfrentar a la tierna edad de... —basta— reprimió el recuerdo y volvió al ignoto, ya habían llegado a su destino, depositó al niño sobre la tierra firme, boca abajo, como si solamente estuviera durmiendo, contempló el pantalón azul, la camisa a rayas y los zapatos rojos, los hematomas en el rostro, los cabellos sueltos y después tomó la pala.
—Irá por la segunda ruta —confirmó a sus amigos— 500 metros hacia el norte desde el lugar donde encontraron al último niño
—Gra..—Reid cortó el enlace y regreso a la actividad de envolver su cuerpo con piernas y brazos— tenían que atraparlo, tenían que hacerlo, él tenía que verlo, volver a verlo y terminar con esto.
Su cuerpo tembló entero, sus ojos lloraron, su pecho ardió, sintió como si de pronto estuviera muriendo pero no era cierto.
Lo verdaderamente triste y cruel en este momento, es que no estaba muriendo.
LÍMITE DE FAIRMOUNT,
KANSAS CITY 19:00 HRS
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Francis White avanzó con paso firme y seguro una vez colocada su preciada carga en la espalda, tenía la vaga impresión de estar siendo observado pero no quería emocionarse de más, esta era la mejor parte del juego, la que le había prometido el Señor D cuando se conocieron años atrás en la estatal, presos por diferentes cargos; él por pederastia, sentía un insano placer al observar y fotografiar niños pequeños, nunca los tocaba, le gustaban más conservarlos así, preciosos y asexuados en sus íntimos recuerdos pero el Señor D no era así, a él le gustaban los chicos eso era cierto pero también le gustaban la sangre y los huesos.
Compartieron historias con el pasar de los meses como es natural, ambos participaron en la armada, disfrutaban de la cacería y no solo la humana, divorciados, sin hijos, trabajos comunes, nada llamativos y por último y no menos importante, ambos consideraban que los ojos azules y cabellos dorados eran lo mas encantador que se pudiera observar —oh si no lo sabía él— la forma en que los cabellos podían adquirir matices platinados o cobrizos dependiendo de la luz apropiada y sus mejillas rosadas, la piel pálida como el alabastro y ese par de ojos pequeñitos y transparentes como cristales, Francis observó a la presa, jamás se le habría ocurrido tocar a un niño de no ser por las ideas de D, le hablo de uno especial para él, lo había estado siguiendo a través de los años, observando a distancia, el caso típico: Un padre ausente, una madre enferma pero había algo más en él: una audacia e inteligencia únicas, ya lo había puesto a prueba con anterioridad, jugaba con él al ponerse la tarde, su madre lo dejaba entrar en la casa, decía que era el encargado de la luz o del cable, cualquier cosa podía funcionar pues la señora estaba tocada y entonces podía tener acceso a él.
Horas enteras de diversión cuando le ponía en frente algún caramelo o libro, su favorito era "Buscando a Waldo" ese simpático personaje de pantalones azules y camisa a rayas. Sin importar el nivel de dificultad del libro, siempre terminaba encontrando a Waldo y así fue como a D se le ocurrió —¿Te gustaría verlo en persona amigo?— con esa frase inicio el juego y con esta otra acababa.
Tan pronto como dejo al chico boca abajo, acomodando su cuerpo al igual que los otros y tomó la pala escucho sus voces firmes y directas.
—¡Alto ahí! ¡Levante las manos! —él no quería hacerlo, aún faltaba la ultima pieza, un detalle mínimo y encantador, el quinto niño del juego y la buscó con los ojos, ella estaba ahí, tal y como D se la había descrito la madre del niño. Jennifer Jareau, sonrió al reconocerla, la mujer lo notó su cuerpo tembló de la cabeza a los pies y le apunto a severidad con su arma. —los ojos— Henry había heredado el color de sus ojos y del cabello ni se diga, Francis comenzó reír a medida que hacía lo que los demás le ordenaban.
—¡De rodillas! —Morgan fue directo al ignoto, Blake le apuntaba junto a Jareau pero por alguna razón Rossi se había congelado en su sitio, él y Hotch tuvieron el mismo presentimiento, los ojos de JJ comenzaron a llorar al tiempo que Morgan hacía ademán de someter al ignoto —¡Deja de mirarla así maldito enfermo! —un golpe directo al estómago, Francis se dobló del dolor y acto seguido terminó su jugada.
—Es idéntico a ti… —Jennifer soltó su arma y en su lugar tomo el celular en manos, comenzó a llamar a Will, la llamada no entraba, no contestaba, Blake gritó algo a sus espaldas, ella no entendía que, luego escuchó un disparo y se dejó caer aterrorizada al mismo tiempo que Francis White se despedía de este mundo.
—Contesta por favor Will, contesta por favor…—el rostro bañado en llanto, el celular bailando entre sus manos, Hotch hizo otra llamada al departamento de policía de DC y Rossi se comunicó con García, esta última consiguió la información en menos de dos minutos.
William fue abatido de un disparo en el portal de su casa y no había rastro alguno del niño.
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…Continuará...
