Me da rabia tener este sentimiento atorado en mis entrañas, no estorba en absoluto pero duele tener que ocultarlo por seguridad y seguir como si no me pasara nada. Tengo la sensación de que me odia, y que en el fondo no le agrada trabajar a mi lado. Traicioné su amistad pero no podía soportar la idea de que le hicieran daño, antes no había secretos entre los dos pero eso cambio en un dos por tres por algo tan estúpido. Por ahora solo existe una relación indiferente, completamente opuesta a lo que éramos antes, desde que gracias a que cortase mi camisa en aquella sala y consiguiera el papel de mi vida. Jamás me había sentido tan cercana a una persona con la idea absurda de creer haberle conocido en otra existencia. Yo le quiero, al principio solo como un compañero inolvidable pero a estas alturas me toca reconocer que hay algo mas y si tuviera el valor de confesarlo quizás él lo entendería. Me ve como su rival y ni siquiera se que he hecho para merecerlo. Me besa en acción y es como si no lo estuviera haciendo, si accidentalmente nuestras lenguas se rozan se aparta, no pone el alma.

No lo entiendo antes lo deseábamos tanto, yo podía sentirlo, me asustaba pero lo sentía y era tan jodidamente especial que nada mas importaba. A nadie le sienta bien que le rechacen constantemente, hiere mi orgullo quizás porque alguna vez yo también herí el suyo sin querer. Es un niño adoro eso de él pero la mayoría de las veces su inmadurez no le deja ver la realidad de las cosas. Se fija en mujeres que no le aman, va por ahí diciendo estupideces y yo solo quiero que me deje entrar en su vida del modo que sea algo que parece inalcanzable. Puede que se trate de una obsesión pero adoro su boca, es suave y exquisita me provoca morder sus labios y hacer cosas prohibidas los dos juntos. Admito que mis relaciones no funcionan porque le tengo en mi cabeza, es algo enfermizo la mayoría del tiempo le tengo en la habitación de al lado, leyendo un guion o tomándose un café. Quisiera quitarle los gafillas, clavarme en sus ojos azules y por fin confesarle que en la ultima cosa que pienso todos los días antes de dormir es en su boca. El es impasible y no me deja llegar, no deja que pise su orilla a lo mejor porque teme tanto como yo o porque sencillamente se niega a lo que pueda surgir entre los dos.

Ya le han informado de que tiene que acompañarme a Madrid para promocionar la serie , y su enfado fue tanto que se ha negado a renovar el contrato con la cadena, no lo entiendo es necesario que se empeñe en toda esta rabieta para demostrar superioridad. Trato de molestarle lo menos que puedo, porque no quiero perderle del todo, no se si existe una oportunidad de aproximarnos en un futuro, es lo que mas deseo y si para eso tengo que contarle que desde que le conozco es el objetivo por el que me levanto en las mañanas. Habíamos quedado en volar juntos, acompañados del encargado de gestionar las cosas de prensa e imagen cosa que últimamente no llevamos bien . Verdaderamente nos cuesta estar en un espacio cerrado por mas de cinco segundos, da igual, por esta vez todo parece indicar que nos veremos mucho las caras cosa que pienso aprovechar. Tengo exactamente una semana para recuperarle, una semana en la que estará acorralado y yo estaré pendiente a como acercarme sin que se espante.

Lamentablemente para él hubo una confusión con las llaves, tiene la mía y yo tengo las suyas, le parece una broma del destino y cual de un perro se tratase me lanza el llavero hasta que toca el suelo y salgo de mi asombro, no me puedo creer que hasta este punto llegue su enojo

-Definitivamente eres gilipollas- le ataco con razón es que es un patán últimamente bueno es un imbécil solo conmigo

-Me pasas las mías por favor- no parece incomodo con nada de lo que le digo

-¿Por favor?-, vete a la mierda- recojo mis llaves y con la velocidad de un rayo entro en mi habitación sin entregarle las suyas si quiere juego lo va a tener

-Venga Katic no estoy para coñas, estoy agotado- golpea la puerta furioso

-Quizás es hora de que aprendas un poco de modales- me recuesto en la cama soltando el aire y la furia que llevo dentro

-No se quien tuvo la maldita idea de este viaje pero es un cabron desde luego- si que lastima ser una especie de pesadilla para quien ocupa todas tus fantasías

- El único cabron que veo en esta historia eres tu, sabes que, si tienes algún problema conmigo, seria mas fácil que lo arreglásemos ahora- me lleno de valor y le tiro del cuello de la camisa hasta que entra en la habitación y caemos los dos al suelo

Me descuido, estoy tan indefensa que me avergüenza, no pretendía que estuviésemos tan próximos no estoy preparada para que su olor amenace mis entrañas y sentir sus manos por mi costados solo provoca que cierre los ojos y me sorprenda un suspiro, él se queda quieto mirándome por un rato dudando si ceder a su deseo o salir corriendo. En contra de su voluntad decide sacar la llave de mi bolsillo y desaparecer por la puerta sin dar la cara.

Confieso que miro viejas fotos para recordarle como era hace unos meses, cuando me tomaba de la mano para que no resbalase en la nieve, cuando me colocaba una flor detrás de la oreja para que sonriese. Me enamoré de ese hombre atento que se preocupaba por mi, que luchaba a mi lado y me confesaba sus miedos mas profundos. Muchos me advirtieron del peligro pero yo cerré mis ojos y volé, volé hasta un lugar donde era perfecto amarle y él me correspondía. También es verdad que yo estropee sus planes, juro que no fue intencional. No cree en mi palabra, ni siquiera tengo su voto de confianza, pero lo único que buscaba era su felicidad.

-¿Estas lista?- su rostro es el perfecto ejemplo de molestia y obligación recuerdo que siempre me lanzaba piropos y me sonrojaba pero ahora ni siquiera me mira aunque me ponga guapa anhelando una reacción suya

-Si vas con esa actitud no tiene sentido este paripé que lo sepas- paso por delante sin pertarle atención tampoco me voy a humillar

-Y que quieres que haga no se me da tan bien fingir como tu, si eres experta en aparentar cosas que no eres- ese resentimiento no tiene arreglo no se quien demonios se cree para juzgarme

-No se cuantas veces tengo que repetirte que estas equivocado, si tuvieses dos dedos de frente te darías cuenta de lo que siento en realidad- le recrimino es un idiota y no me pienso dejar pisotear

-¿Qué es lo que sientes por mi?, desprecio acaso, solo eso explicaría el que destruyeses todo lo que había planeado- repite enfrascado en que solo él tiene razón

-Vale perdona por haber estado en medio de tus planes como dices tu, perdona por abrirte los ojos lo que pasa es que eres tan cobarde que preferías atarte a una mentira- por el tono que esta tomando la conversación se que no saldremos intactos del asunto

-Bien, ahora tengo que soportar que una "roba novias" me de lecciones de vida- si le dolió tanto a lo mejor es que me equivoco y si la quería, la quería como jamás me querrá a mi

-Pedazo de cretino- decido darle la espalda y salir por la puerta sin rumbo pero me detiene con la sangre mas fría que yo para que nadie se de cuenta de nuestra discusión

-Tranquila fierra- sus ojos ahora negros me retan y yo siento una especie de rabia con excitación que me pone realmente nerviosa

-Somos amiguitos ¿recuerdas?- nuestros cuerpos se desean, se buscan, se huelen, se llaman y somos tan tontos que nos resistimos

-¿Vas a besarme?- pregunto con ironía haciendo referencia a su continuo parpadeo sobre mis labios

-Quizás si no te gustase mas besar mujeres