Summary: Bella Swan creía en los finales felices… y en los milagros. Debía de haber sido el destino el que la llavó, tras un accidente, a la casa de Edward en víspera de Navidad. Sólo con mirar una vez aquellos preciosos ojos tristes, decidió que haría todo lo posible para que en ellos volviera a brillar la felicidad…


Capitulo 1: Viajes

Edward Cullen murmuró un juramento mientras observaba la tienda de juguetes situada justamente enfrente de su oficina, al otro lado de la calle. Aquel maldito letrero de neón de la tienda había estado parpadeando desde noviembre, y lo estaba volviendo loco. Decía "Feliz Navidad Para Todos"

"No puedo soportarlo" se dijo cerrando el puño y golpeando la mesa de caoba. "No puedo soportarlo ni un minuto más" volvió a decirse poniéndose en pie.

- Señora Coop! - gritó.

La secretaria del presidente de Constructoras Cullen, dejó la galleta de chocolate que estaba a punto de mojar en el café y suspirando levantó el cuerpo de la silla para dirigirse a la oficina de al lado.

Los ojos verdes de su jefe mostraban una expresión fría, y su cabello de color bronce estaba mas desordenado que lo habitual, como si hubiera querido arrancárselo mechón por mechón. Sin embargo, deseó como siempre, a pesar de estar felizmente casada, tener treinta años menos. O bien que su jefe no fuera como un príncipe sacado de un sueño.

- ¿Sí, señor?

- Cancele todos mis compromisos de aquí a año nuevo - contestó serio - He decidido marcharme a la casa de Forks antes de lo planeado.

Se mantuvo de espaldas a la ventana mientras hablaba, estaba evitando a toda costa mirar nuevamente el letrero.

- ¿Se encuentra bien, señor Cullen? Está pálido, como si hubiera visto un… fantasma.

Sí, se dijo a sí mismo en silencio, el fantasma de las Navidades.

- Creo que debo de tener algo… probablemente sea ese virus de la gripe - contestó soltándose el nudo de la corbata y desabrochándose el primer botón de la camisa - Bien…

- ¿Y qué me dice de la fiesta del viernes por la noche?

- ¿Qué fiesta?

- El cóctel que ofrece el señor Black. Su invitación llegó por correo el mes pasado y usted aceptó. ¿Recuerda?

"El mes pasado" pensó. En noviembre estaba convencido de que este año todo sería diferente, se había convencido de que no se iba a comportar como un cobarde, de que no iba a huir de la Navidad.

- Sí, lo recuerdo. Black va a presentar en sociedad a su nueva novia - dijo aclarándose la garganta con una mueca de dolor y sintiendo como si estuviera arrastrando sus amígdalas por un rallador de queso. Abrió un cajón de la mesa y lo revolvió hasta encontrar unas pastillas para la tos. Luego se metió una en la boca - Cancélelo. Lo que menos se me antoja en este momento es ir a ver el desfile de su último trofeo…

- Señor Cullen! - lo reprendió la señora Coop.

- Avísele - repitió sin arrepentirse mientras sus ojos se inundaban de lágrimas y sentía deseos de estornudar. Su secretaria le ofreció un pañuelo que él aceptó - ¿Me sacará del apuro?

- Sí, bien, entonces… - se interrumpió mientras él se limpiaba la nariz - ¿es todo, señor?

Edward recogió la chaqueta del respaldo de la silla, se la puso y cruzó la habitación.

- Lo dejo todo en sus expertas manos, señora Coop.

La señora Coop atravesó la puerta pasando por delante de él y quedándose delante de su mesa como esperando.

Edward apretó los dientes. ¿Esperaría quizá que la felicitara por Navidad? Abrió la boca, intentó decir las palabras oportunas, pero no pudo. Sólo murmuró algo ambiguo. La señora Coop podía descifrar esos sonidos como mejor escogiera. Y se marchó.

Unos minutos más tarde, mientras salía del estacionamiento subterráneo, no podía apartar la vista de la tienda de juguetes. Happyland Toy Store… "Qué nombre tan odioso!" pensó. A pesar de intentar fijar la atención en el tráfico sus ojos permanecieron fijos en las letras rojas y verdes del letrero y sus oídos estuvieron atentos a las simples notas musicales del villancico que comenzaba a sonar en la radio.

***

Isabella Swan se mordió el labio mientras buscaba entre la multitud. "¿Dónde estará Jake?", se preguntó. Tenía que hablar con él de inmediato. Eso que habían dicho los Stanley tenía que ser un estúpido error…

Su vestido de seda se movió cuando alguien deslizó un dedo por la espina dorsal. Giró y unas gotas de champán chorrearon de la copa… era Jake. Su cabello oscuro brillaba bajo la lámpara de araña. Sus ojos, mostraban calidez y aprobación.

- Cariño - dijo deslizando una mano posesiva por el brazo de ella - eres todo un éxito. Estoy muy orgulloso de ti. Y ahora ven conmigo para que te presente a los Smith. Están ansiosos por conocer a la futura señora de Jacob Black…

- Jake, los Stanley acaban de decirme que…

- Baja la voz, cariño - advirtió él mientras arrugaba los refinados pero masculinos rasgos con desaprobación – Jessica Stanley está mirando en esta dirección - añadió agarrándola del brazo y murmurando disculpas para conducirla por entre la multitud hasta el vestíbulo desierto

- Y ahora, cariño… - sonrió con ojos inexpresivos - dime ¿cuál es el problema?

Bella dejó la copa de champán en la mesa Luis XVI y respiró hondo.

- Los Stanley acaban de decirme que están encantados de que hayamos aceptado su invitación para pasar la Navidad con ellos en Aspen.

- Nunca has estado en el refugio de esquí de los Stanley. Es una maravilla! te va a encantar…

- Jake, hace dos semanas acordamos ir a Forks a pasar las vacaciones con mi familia. Tu sabes que siempre nos reunimos en Navidad… es una tradición familiar.

Jake agarró su mano y la sostuvo observando el anillo de compromiso antes de responder.

- Bella, nos vamos a casar muy pronto. Vas a ser una Black – tomó su mano y la besó posesivamente - y los Black creamos nuestras propias tradiciones. Vas a moverte en un círculo diferente, en mi círculo. Les has gustado a todos mis amigos… a los Ateara, a los Call, a los Uley…

Bella se soltó. Aunque el vestíbulo se mantenía a una temperatura agradable de pronto el aire le parecía helado.

- Lo prometiste, Jake. Mis padres esperan ansiosos el momento de conocerte…

- Cariño - contestó tiernamente - Pensé que los Stanley estaban planeando marcharse al extranjero, pero fueron tan… Bueno, sus planes se vinieron abajo, así que organizaron un viaje para ir a esquiar con todos sus amigos. Va a ser increibleme…

- Yo no quiero ir a Aspen - dijo Bella interrumpiéndolo y sosteniendo la mirada - Quiero ir a casa. A Forks.

La tensión estalló, pero Jake se mostró tranquilo. Un nervio temblaba en su cuello, justo por encima del nudo de la corbata. La atrajo a sus brazos, tomándola por sorpresa, y sonrió.

- Bells, ¿esta será nuestra primera discusión?

Sin darle tiempo a contestar la besó. Después de unos segundos de mostrar resistencia, Bella dejó escapar un suspiro y se rindió. Lo amaba, y el placer de la presión de su cuerpo contra el de ella junto a sus besos hacía desaparecer todo rencor. Jake la amaba, y le había jurado, cuando le pidió matrimonio, que iba a dedicar su vida a hacerla feliz. No podía decepcionarla, no en aquella ocasión. Era demasiado importante.

- Entonces - preguntó echándose atrás y mirándolo con ternura - iremos a Forks ¿cierto?

- Maldición Bella! - la soltó irritado - ¿Es que no has escuchado lo que acabo de decirte? Vamos a Aspen. Sabes lo importantes que son los Stanley para mí. Fueron mis primeros clientes cuando monté la empresa, y siguen siendo los mejores clientes…

- Creo que te olvidas de lo más importante - contestó Bella pasándose una mano temblorosa por el pelo castaño que le llegaba hasta mas debajo de los hombros - una promesa es una promesa. Tendrás que decirles que tenemos otros planes. Lo entenderán.

- Yo voy a ir a Aspen, Bella, quiero que eso quede bien claro. Tú puedes elegir. Puedes pasar la Navidad en Forks con tu familia o pasarlas en Aspen conmigo.

- ¿Acaso… es un ultimátum? - lo miró incrédula.

- Si es así como quieres interpretarlo - se encogió de hombros.

¿De qué otro modo podía interpretarlo?, se preguntó Bella. Jake creía que le estaba dando a elegir, pero no era cierto. Le había prometido a sus padres que iría a casa para Navidad.

Sus dedos temblaron mientras se quitaba el anillo de compromiso y se lo tendía. Jake se quedó mirándolo sin moverse. Estaba sorprendido. Probablemente era la primera vez en la vida en que alguien le decía "no" a Jacob Black.

- Iré arriba por mis cosas - dijo Bella dejando caer el anillo sobre la mesa.

- Estás cometiendo un error, Bella. Un gran y estúpido error! No me hagas esto. ¿Qué voy a decirles a los Stanley? ¿Qué voy a…?

Bella pasó por delante de él y se dirigió al dormitorio. Estaba feliz y orgullosa de poder contener las lágrimas. Debía esperar a llegar al coche.

El bolso de color azul estaba medio abierto sobre la cama. Dentro tenía el camisón bastante sexy de color negro. Había planeado ponérselo esa noche, cuando Jake y ella, por primera vez…

Cerró la cremallera enfurecida. Se puso el abrigo rojo, guardó el bolso de noche y salió hacia el vestíbulo. Entonces hizo una pausa, vaciló, y miró hacia atrás. Su corazón dio un vuelco al comprobar que Jake seguía en el mismo lugar en el que lo había dejado. Su rostro estaba tan pálido como la nieve que cubría la ciudad. Por unos instantes dudó, pero sólo durante unos instantes. Apretó los labios. Si Jake no creía en el valor de las promesas no había futuro para ellos dos, reflexionó.

Aquella noche, Jake le había mostrado un aspecto de sí mismo que no sabía que existiera, algo que no le había gustado. Seguramente siempre había estado ahí, pero ella había estado demasiado ciega como para verlo. Cegada por el amor y…sí, debía admitirlo, cegada por el hecho de ser cortejada por uno de los solteros más codiciados de Seattle. Debería de haberse dado cuenta antes de lo que significaba relacionarse con la alta sociedad. Sacudió la cabeza y se prometió que nunca más volvería a cometer ese error.

Sus tacones, una trampa mortal para alguien tan torpe como ella, no hicieron el menor ruido por la alfombra. Se dirigió hacia el ascensor. Sólo escuchaba los latidos de su corazón.

Entró y, cuando las puertas comenzaron a cerrarse, miró a su alrededor. Jake se había marchado. El vestíbulo estaba vacío. Ni siquiera había esperado a que ella desapareciera para volver a la fiesta, pensó con tristeza.

***

- Jacob Black es un estúpido! - dijo Angela Weber mirando a su compañera de apartamento mientras aplastaba peluches en una enorme bolsa de plástico naranja - Así que se va a esquiar a Aspen! Espero que se rompa una pierna! O las dos!

Bella decidió no contestar a ese comentario, además, ver a alguien que tan calmada y pacífica como Angela perder los estribos, era algo novedoso.

- No sólo es un estúpido, sino que además debe estar loco. ¿Dónde cree que va a encontrar a otra chica como tú? Nunca, en toda su vida! Y no me refiero sólo a tu físico, porque bien podrías ser estrella de cine, sino a lo buena persona que eres.

Bella cerró la bolsa con las correas y la dejó sobre la alfombra, junto a otras tres, al lado de la puerta. Sólo entonces se volvió hacia Angela y contestó.

- No quiero hablar más de él.

- Está bien… pero él iba a llevarte a Forks, y ahora tendrás que ir en tu coche. Sabes muy bien que está viejo y no puedes fiarte de el.

- Le pediré a mi padre que le eche un vistazo cuando llegue a casa.

- Pero deberías revisarlo aquí, antes de irte de viaje.

- Ahora no puedo pagar para que lo revisen…

- Te has quedado sin dinero por culpa de ese vestido increíble para la fiesta - suspiró.

- Angela…

- Es que estoy preocupada! Puedes quedarte tirada en cualquier carretera! está todo nevado… ¿Por qué no te vas en autobús?

- ¿Crees que podría ir con todas estas bolsas en un autobús?

- Deja los juguetes, a los niños no les importará.

- ¿Que a los niños no les importará? Angela mis muñecos de Happyland son el momento culminante de sus vacaciones de Navidad! Y ahora, si dejas de protestar y me ayudas a llevar todo esto al coche, te lo agradeceré. Me gustaría irme ya.

Bella se miró en el espejo del vestidor aprovechando secretamente la oportunidad de enjugarse las lágrimas

- Bien, estoy lista - dijo poniéndose el abrigo rojo.

- ¿Has avisado a tus padres? – Preguntó Angela sin ocultar su preocupación - ¿Saben que vas a casa un día antes de lo previsto?

- No… Vaya! ¿Cómo has llegado tú hasta aquí? - exclamó Bella inclinándose para recoger un osito de peluche de debajo de una silla.

Aquel oso era su diseño favorito de la temporada. Era suave y delicado, hecho de felpa del tono de la nuez moscada. Sus ojos eran pelotitas de cristal y su expresión, muy viva, resultaba familiar. Abrió la correa de la bolsa de viaje y metió al oso dentro, junto con la ropa. No quedaba demasiado espacio, así que cuando fue a cerrarla la cabeza del oso sobresalió. Parecía indignado, como si dijera: "Hey! necesito aire!!" Bella sonrió, recordando a su hermano Emmett cuando la abrazaba.

- Bella… ¿tus padres?

- No se lo he dicho. Si supieran que voy a salir de viaje sola se preocuparían. Ya se enterarán cuando llegue.

- ¿Y qué pasa con Happyland Toy Store?

- Carmen cuidará de la tienda, y su hija Kate va a ayudarla. Kate espera un bebé para Junio, así que está ahorrando para cuando se case con Garrett. Unos ingresos extra le vendrán bien.

- Parece que lo tienes todo calculado - contestó Angela recogiendo dos bolsas naranjas y saliendo al vestíbulo - ¿Cuánto tiempo tardarás en llegar?

- Cuatro o cinco horas. Teniendo en cuenta que es víspera de noche buena lo más probable es que haya bastante tráfico, pero estos días no ha nevado, así que las carreteras estarán despejadas. Con suerte llegaré a Forks antes de que anochezca…

El sol lucía radiante cuando abandonó Seattle pero cuando paró a echar gasolina, el cielo se había tornado gris.

- Hoy va a oscurecer pronto - comentó el dependiente mientras le devolvía la tarjeta visa - Está previsto que esta noche haya tormenta. ¿Va usted muy lejos?

- A Forks

- ¿Forks? Cuidado con las carreteras cuando salga de la autopista. Pueden ser muy traicioneras en esta época del año.

Bella se prometió a sí misma conducir con cautela, pero al intentar arrancar el coche se preguntó si llegaría algún día. Después de girar la llave de contacto seis veces tuvo que rendirse ante lo inevitable. Volvió a salir del coche y se dirigió hacia el taller mecánico, donde inspeccionaron el motor.

- Podemos arreglarlo, pero no estará listo hasta esta noche. Puede venir a recogerlo a las nueve, antes de cerrar.

Entonces se preguntó en que ocuparía el tiempo hasta que llegara ese momento. Paseó sin rumbo fijo y tomó una hamburguesa. Luego tomó un café tras otro y por último vio una película. Al salir del cine soplaba un viento helado. Olía a nieve.

Se encaminó hacia el taller, donde tenían listo el coche, y desde allí tomó la autopista.

Nada más abandonar la autopista se levantó una fuerte ventisca. Estaba en una carretera secundaria, y tras salir de un puente cubierto, el viento la azotó cegándola con la nieve que arrastraba. Frenó ligeramente y se concentró en mantenerse en su carril. Entonces se preguntó en qué lío se había metido y echó de menos a Jake…

Pero tenía que apartarlo de su mente. Jacob Black no era más que un fraude… una fachada, sin nada detrás. No lo necesitaba.

Llevaba conduciendo casi una hora cuando de pronto se dio cuenta, llena de miedo, de que en alguna parte del camino, posiblemente por culpa de la tormenta, se había equivocado de carretera. Tendría que haber llegado ya a la cima de la montaña tras la cual se encontraba Forks, y sin embargo marchaba cuesta abajo. No tenía ni idea de a dónde iba a llegar.

Aterrorizada, comprendió de pronto que aquella cuesta era tan pronunciada que podría resultar peligrosa. Frenó, pero el coche no respondió sino que siguió aumentando de velocidad continuamente. Apretó el freno con todas sus fuerzas y rogó por que funcionara. Pero fue inútil.

Entonces sintió pánico y pisó con fuerza. El coche comenzó a balancearse hacia los lados patinando. Agarró el volante y miró desesperada hacia adelante. Todo estaba oscuro debido a la tormenta. Ni siquiera vio el montículo de nieve contra el que fue a estrellarse hasta que no chocó con él.


Hola!

No lo pude evitar! el espiritu navideño me invadió, por lo que subí este fan fic dedicado a esta hermosa festividad :D Como ven, volví a los protagonistas habituales Edward y Bella (mis favoritos ñ.ñ) y espero que le den una oportunidad a esta historia.

Sé que quizas piensan que es la tipica historia del ogro Edward que va por la vida amargado y que luego llega Bella y le enseña que la vida es mejor y bla bla bla... pero no es tan así xD y si siguen leyendo se darán cuenta que la historia tiene varios giros y creo que es bastante entretenida y "Navideña" :D

En este primer capitulo Bella esta comprometida con Jacob... pero no se asusten... este fan fic es Edward & Bella... soy totalmente Team Edward... solo... lean y vean lo que sucede... no me maten antes de tiempo jajajajaja

Espero que les guste... y no olviden dejar SUS REVIEWS para saber que les pareció

Un abrazo de Oso

PollyCox99