N.A. Bien, esta historia esta ubicada en la 7 temporada y contara con 2 capítulos... Va especial para romiross, que tuvo la idea original, que esta a la espera de esta historia... Espero haber encontrado lo que andabas buscando. Saludos. Como siempre espero ansiosa sus comentarios
Ese recuerdo
Habían pasado años, muchos años desde ese día, desde el momento en que se cuestionó por primera vez que estaba sucediendo en su vida, que tan traicionera resultaba realmente su posición, desde que tuvo que preguntarse a si misma a quien iba a traicionar. Habían pasado muchos años desde que estuviera de agente infiltrada, desde que entrara en lo más profundo del mundo de las armas, del mundo de Ian Doyle, pero no había salido bien librada de eso y aun lo recordaba.
Su trabajo consistía en averiguar lo necesario sobre él, no dejar un aspecto de su vida sin inspeccionar y analizar y con ello atraparlo y destruir toda la peligrosa red detrás de él, y sus instrucciones incluían involucrarse con él, entrar en su vida y mover lo que fuera necesario para ello, todo era valido en esa misión encubierta, era su juego y ella debía lograr ganar... Ella había hecho justo eso, para cumplir con su misión se había convertido en la amante de Ian Doyle, era un riesgo pero ella iba a correrlo, todo dependía de ella.
Pero la cosa no era así de sencilla, no era tan fácil como entrar, tomar información y salir como si nada, había muchas cosas involucradas, muchas personas involucradas y vidas en juego, eso era lo más peligroso de eso... Al final, y aunque había deseado que no fuera así, había sentimientos involucrados. Sus sentimientos estaban involucrados... Porque se había besado con él, había dormido con él, había vivido con él, aunque odiaba haber hecho todo eso, lo había hecho, porque Ian Doyle muy a su modo le había propuesto casarse, porque le había ofrecido ser la madre de su hijo, porque estaba dispuesto a quedarse con ella sin saber demasiado realmente sobre ella, porque resultaba que la amaba de verdad, o amaba a la persona que era en ese momento, Lauren Reynols... Y eso había hecho un revoltijo de todo, eso había involucrado sentimientos.
A ella realmente le gustaba Declan, era un buen niño, era sencillamente adorable, cuando Doyle le había propuesto quedarse, cuidarlo, ser la madre de ese niño, tuvo que planteárselo seriamente, sabía que no se podía quedar ahí, sabía que era una misión encubierta, una misión excesivamente larga y peligrosa, pero misión al fin, sin embargo... tuvo que plantearse la posibilidad de cambiar eso, incluso le planteó a él la posibilidad de dejar todo eso, aunque eso la convirtiera a ella en una traidora, tal vez para ambos bandos, tal vez para si misma también, pero no podía seguir con eso si había un niño de por medio, un niño al que tal vez empezaba a querer, ninguna misión, trabajo o lo que fuera, valía eso, era demasiado para ella, era más de lo que podía manejar. Y ya había manejado cosas que le habían hecho suficiente mal
¿Y por qué recordaba todo eso?, ¿cómo era posible que si había dejado todo eso tan atrás estaba recordándolo?... Había dormido con Doyle, con un terrorista, y también lo había traicionado, había adorado a su hijo y por eso había decidido fingir matarlo, había estado al borde de la muerte por eso, había convertido a Doyle en su peor enemigo por eso y él había ido a buscarla, para matarla y había estado a punto de lograrlo... Pero gracias a muchas circunstancias y a su equipo, no lo había logrado; aunque luego había tenido que perder siete meses de su vida, al menos estaba viva.
Después de tanta traición, de tanto daño, de mentiras y secretos, de sentirse una persona casi despreciable... Emily estaba de nuevo en casa, estaba de nuevo con las personas que quería, Doyle casi le había costado eso, casi le había arrebatado lo más importante de su vida. Pero tal vez lo merecía, en algún momento se lo había planteado, ella era la responsable de que su mundo se arruinara por completo, ella había vivido con él, él la había amado a ella y luego... Se había acabado, todo había sido una farsa, ella había sido un espejismo... hermosa, seductora, convincente, pero un espejismo nada más... ella había estado ahí, pero luego no, porque la verdad era otra, ella no iba a quedarse con él, no iba a casarse con él, no iba a cuidar a su hijo, todo eso era una farsa para infiltrarse en su mundo, todo eso era una ilusión, una ilusión que le había costado caro a Ian Doyle... ¿y a ella?.
Ella había involucrado sentimientos, había terminado por proteger a Declan, había terminado por involucrarse sentimentalmente... había llegado a sentir algo, tal vez algo real, porque había pasado tanto tiempo y después le había costado tanto, demasiados daños ¿por qué tenía que recordarlo en ese momento justamente?
-¿Emmy?- la llamó Jack
Se había detenido en seco ante el asombro general, se había quedado en un silencio extraño y el niño no entendía que sucedía (aunque ella tampoco lo hacía), un segundo estaban riendo mientras él le contaba algo, se divertían juntos, jugaban en total complicidad y al siguiente ese silencio tan extraño. Hotch vio el cambio, lo sintió más que otra cosa, aunque estaba a cierta distancia de ellos, algo había cambiado, algo acababa de sucederle a Emily, que la había dejado pasmada, asustada, pensando... recordando tal vez.
Tardó menos de un segundo en reaccionar ante eso y acercarse hasta donde estaban ella y Jack, porque de algún modo sentía que se avecinaba algo más, probablemente algo más grande... Pues algo en su mirada, en su respiración callada, en su aire ausente... Emily iba a llorar... En ese momento estaba experimentando algo demasiado fuerte para ella, algo que la había dejado pasmada, confundida y que había penetrado hasta lo más profundo de su ser... y le dolía
-¿Emily?- la llamó acercándose y sentándose a su lado- Jack, ¿puedes darnos un segundo? Ahora seguimos jugando-
-¿Esta bien?- preguntó el niño en voz baja
-Sí, amigo... ahora estamos contigo-
Emily lo miró de pronto, parpadeó finalmente después del silencio y la pausa tan rotunda, intentó dedicarle una sonrisa amable, aunque todavía no se sentía tranquila, aunque todavía el mundo se movía a su pies y se sentía rara, temerosa, conflictuada... ¿por qué había recordado eso justo en ese momento? El niño salió de la sala mirando a Emily de reojo, sólo hasta que desapareció Emily sintió como su vista se empañaba, Hotch le dio la mano al momento
-¿Qué sucede?- preguntó él preocupado
-Recordé algo... yo sólo recordé algo, algo que esperaba haber olvidado- contestó ella con un hilo de voz, a punto de romperse en llanto
-¿Qué recordaste?-
-Recordé...- pero no podía decir nada, no sabía si podía decirle eso, empezó a llorar y no pudo responderle
No podía decirle, no podía explicarle, no podía más que deshacerse en llanto, por esa situación que hubiera deseado no vivir, por esas personas heridas, por esos siete meses que había quedado perdida de todo, por morir pero no estar muerta... Por el hombre que había traicionado a pesar de que sabía que la amaba, por esa vida en la que sólo fue un fraude, porque esa situación ya la había vivido antes... No podía decirle a Hotch, no podía si quiera pensarlo ella... La realidad es que estaba al borde de algo terrible, y odiaba esa sensación, porque además le recordaba esa otra sensación de esos días atrás...
Como le desgastaba eso, como le repugnaba la sensación de compartir la cama con ese hombre, como había llegado a odiar cada minuto, como sentía que se quedaba todo eso impregnado a su piel y le hacía sentir que no merecía que alguien más le tocara, era una sensación terrible, dolorosa hasta el extremo.
Le había costado mucho superar eso, el dolor que le causaba, la aversión total, el desencanto, la sensación de ir contra todos sus principios y de estarse dañando, el deseo de salir corriendo para encontrar algo mejor... Había puesto todo su empeño en eso y, tal vez gracias a Declan, había encontrado la parte humana de Doyle y ese había aferrado a eso con todas sus fuerzas... hasta lograr cambiar sus sentimientos hacía él, para sobrevivir, para terminar con aquello, para mejorar las cosas, para llegar a perdonarse algún día por lo que se había hecho a si misma con todo eso... Pero en ese instante en que todo volvía a su mente, ese instante con un niño y su padre que le recordaba a ese otro niño con su padre, se dio cuenta de que el daño nunca se había ido, que todo ese dolor seguía ahí. Y no podía decir eso.
Sólo empezó a llorar, casi incontrolablemente, asustada, para no contarle a él, a ella misma, al mundo entero que esa situación le hizo pensar en otras muchas que creyó que ya había dejado muy atrás... que le hizo pensar en otros muchos dolores, en otras sonrisas falsas o sinceras, y algunos otros momentos o simples palabras que cambiaron su historia para siempre.
