N/A: Críticas más que bienvenidas. El fic está publicado sin haber sido beteado, así que cualquier error es mío y sólo mío.
En cuestión de días
La primera noche, Anakin verdaderamente se esforzó. Nunca había tenido dificultades para amar después de todo, así que supuso que era una cuestión de práctica o de costumbre. Además, su vida iba a cambiar y no podía pretender de sí mismo aceptarlo a la ligera. La idea del embarazo de Padmé, por avanzado que estuviese, era aún una cuestión muy reciente y quizá, de haber estado presente desde el principio, no persistiría su primera impresión: que había alguien interponiéndose entre ellos.
No habían hablado antes del tema. La idea de tener hijos era ridícula, y había sido descartada por acuerdo mutuo. Además, pensar alguien más (en un otro) robándole el poco tiempo que podían pasar juntos no lo entusiasmaba demasiado.
Un par de noches más tarde Padmé no sintió al bebé moverse y la excesiva preocupación de ella hizo reaccionar a la suya, y aunque fuese sólo para tranquilizarla, se encontró analizando el estado del niño de modo casi obsesivo.
Irritada, la criatura respondió.
Fue suave, apenas tocó la Fuerza, pero bastó para Anakin permaneciese la noche en vela haciéndose las preguntas que no se había hecho antes. ¿Sería un niño o una niña? ¿Habría Padmé decidido un nombre? ¿Quién lo cuidaría si ellos no estaban casa? O en Coruscant. ¿A cuál se ellos se parecería? La idea de un hijo dedicado a la política no le agradaba demasiado. Quizá no se pareciese a ninguno de ellos y quisiese ser un director de holopelículas. O podía ser un director de holopelículas de fuerte contenido político.
Pero el niño, su hijo, era sensible a la Fuerza. ¿Qué pasaría si los Jedi querían llevarlo al Templo? ¿Accedería Padmé? En ese caso apenas podrían estar con él un par de años.
Así que Anakin decidió que no. El niño o niña se quedaría con ellos, lo criarían ellos y lo cuidarían ellos. En última instancia, podría crecer para ser un director de holopelículas sobre los jedi.
La mañana siguiente, Padmé se echó a llorar de felicidad al ser increpada histéricamente por Anakin, que demandaba las respuestas a todas las preguntas que habían cruzado por su mente la noche anterior, la mitad de ellas incoherentes y la otra mitad imposibles de saberse, hasta ser obligada a prometer que no les permitiría a los Jedi llevarse a su hijo.
Padmé lo prometió, sin poder saber en ese momento que iba a ser incapaz de cumplirlo y explicó a Anakin que de todos modos sería imposible, porque en ese caso los Jedi deducirían correctamente que Luke era hijo de ambos.
- ¿Luke? – preguntó desconcertado.
- Así es – asintió Padmé feliz, explicándole que estaba segura de que era un niño varón y que había pensado en nombres de personajes de leyendas nubianas, sin reparar en que a Anakin la idea no le gustaba en lo más mínimo.
El día de su boda, ambos habían adoptado nombres falsos tomados de leyendas nubianas, y eso siempre había sido algo íntimo, entre él y su esposa, y el que su hijo compartiese lo mismo le resultaba demasiado invasiva.
Siempre había escuchado que los hijos varones solían pelear constantemente con sus padres llegados a cierta edad, del mismo modo que Padmé le contó varias veces las terribles peleas que tanto ella como su hermana habían tenido con su madre. En medio de la guerra, el apartamento de Padmé es el único lugar donde se encuentra en paz, y la idea de perder eso era desesperante ¿Qué pasaría si Luke heredaba su temperamento? También podía ser que fuese un niño dulce como su madre y que tuviesen muchas cosas en común. Anakin podría enseñarle a volar y a utilizar un sable de luz. Y eso sería tan maravilloso que podría compensar cualquier desacuerdo.
(En el fondo, Anakin está seguro que de ninguna de esas reflexiones le importarán el día que sostenga al bebé en sus brazos pero)
Aún así, Anakin comenzó a desear una niña.
Para cuando comienzan las pesadillas, aunque su primera preocupación es por la vida de Padmé, la única solución que se le ocurre es la única que no puede llevar a cabo porque sabe que la destruiría. Y además, Luke es una presencia a la que se ha acostumbrado. La idea de que no esté le resulta demasiado perturbadora.
De modo que cuando se le ofrece una alternativa, por horrible, terrible, es un verdadero milagro, y es en medio de una masacre que Anakin Skywalker es realmente consciente no sólo de cuánto quiere sino de la desesperación con la que lo necesita a él o ella, político, lo que sea.
Y de que estará dispuesto a sacrificar a todo el planeta si eso significa salvarlo. Sin pensarlo dos veces. Sin arrepentimientos de ningún tipo. Gustosamente, incluso.
N/A: Lo de la leyenda de Naboo no lo saqué de la manga, realmente Anakin y Padmé se casaron con seudónimos, Set y Veré respectivamente. Está en el archivo de ¿Sabías qué? De La Star Wars Wiki.
