Para: Lore...

Bueno preciosa este fic es para tí ...
Te agradesco por haberte enojado conmigo y por aceptar este fic como mi disculpa. Te prometí que iba a sacar la pata del baaro y espero haberlo logrado. Muchas gracias preciosa por ser tan linda... sobre todo quería desearte, un felíz cumpleaños (aunque ahora es mas atrasado que antes jeje)...
Te quiero mucho...

Este fic, lo tenía pensado desde hace un tiempo ya. Pero... ahora fue que lo vine a hacer y terminar. Al fin se cocinó la idea jeje... espero que les guste, traté de hacerlo diferente... espero les guste...

Amigos y Amantes

Talvez por eso hay a quien desagrade la inocencia,
En gran parte, es ignorancia. Y el mundo odia a los ignorantes...
Pareciesen ser mas felices algunos que sin pensar disfrutan el momento,
Que algunos experimentados en el campo de la vida, quienes evitan a toda costa la caída en la desilusión...
¿será envidia?... quien sabe... con tal, todos queremos ser felices...

Capítulo 01
Seco

Shun murió.
El chico estúpido e ilusionado, que siempre trataba de encajar en el grupo había muerto esa misma madrugada, a pesar de que el golpe lo hubiese recibido el día anterior...
Ya no había marcha atrás...
Su ser había sido destruido. Y su restos aún negados al dejarse morir se habían encajado de una nueva forma. Las cosas ya no serían la mismas... ni su forma de verlas tampoco...
El despertador electrónico cambiaba simultáneamente sus tres dígitos...
Las 6:00 am... comenzó sonar con su timbre atormentador de todas las madrugadas, pero esta vez no se inmutó, no tenía energía ni para pegarle un golpe y hacerlo callar... aunque si de querer se tratase, ya lo hubiese desbaratado contra la pared...
El timbre seguía sonando y Shun sin moverse, sus ojos fijos en el frente, acostado de lado viendo hacia la pared. Sus ojos muy abiertos como lo estuvieron toda la noche, una última lágrima caía sola y se arrastraba por su cara inexpresiva. Se la quitó del rostro con su dedo bruscamente...
... Una última lágrima ... había sido, y sería esa...
Sacó los pies de la cama apoyándolos en el piso y se mantuvo unos instantes sentado al borde de ella, escuchando el sonido del despertador que aún no dejaba de dar la alarma.
No quería ir. Pero iría, ya no como todos los días... Ya no con la misma sonrisa y el mismo entusiasmo al saludar a sus amigos. Pero iría, porque ese chico que se levantaba hoy no era el mismo pendejo de ayer, esta vez venía con los pantalones bien apretados y poco le importaría el qué dijesen los demás...
La puerta se abrió suavemente, rechinando...
- ¿Shun...?
Ikki, su hermano mayor entró al cuarto ya uniformado, observándolo con preocupación.
No tuvo respuesta. El chico de cabellos verdes simplemente se levantó de su cama y se dirigió al closet, lo abrió y buscó su uniforme.
- ¿No oías el despertador?, ¿no te habías levantado? – trató de sacarle palabra de nuevo.
- Si lo oí, pero igual no dormí en la noche. – respondió seco mientras sacaba el gancho con su uniforme y lo colocaba en la cama.
Ikki suspiró muy bajo mientras observaba como su hermano sacaba la camisa y el pantalón del gancho y comenzaba a vestirse.
- Si no quieres ir hoy a clases, talvez sea mejor que no vayas... – le sugirió con suavidad.
- Si no es hoy, será mañana. – dijo en tono alto sin voltear a verlo. – Y no voy a parar mis estudios solo por lo que ellos digan.
- Shun...
- Ikki. – volteo y lo miró fijo a los ojos. – Lo peor, ya pasó. Y estoy preparado para lo que venga. – le dijo serio, sin el mínimo gesto de nerviosismo.
Esto preocupaba mas a Ikki, pero no sabía que decirle. Se estuvieron un largo minuto viéndose fijos a los ojos antes de que Shun voltease de nuevo y continuara colocándose el uniforme...

Una chica de cabellos rubios caminaba cabizbaja, apretando entre sus brazos y su pecho los cuadernos de las asignaturas del día. Algo temerosa, pero mas que nada avergonzada... Avergonzada terriblemente de ella misma. Seguía caminando por el corredor queriendo pasar desapercibida cuando una chica de cabellos verdosos se atravesó frente a ella...
La rubia trató de pasar moviéndose a un lado, pero la otra chica se volvió a colocar en su frente. No le quedó otro mas que subir la mirada...
- ...¿Qué quieres Shaina?... – dijo casi en un susurro.
La muchacha con cuerpo de mujer y cabellos verdes, le veía con una sonrisa poco humilde y muy satisfecha.
- Pensé que buscarías estar con nosotras esta mañana... – dijo Shaina.
- ...no... – respondió mirando hacia el piso de nuevo. - ... simplemente no... – dijo indecisa y temerosa por unos instantes, trató de pasarle por un lado pero nuevamente la chica se le atravesó. Volvió a mirarla al rostro.
- ¡Bien!. – Exclamó Shaina de nuevo colocando la sonrisa presumida mientras alzaba una ceja. – Que bueno que estés madurando... y que tú solita te diste cuenta, de que... – se hizo la pensativa - no pertenecías a nuestro grupo. De que gente como tú... solo está hecha para hacerle favores a gente como yo...
- Déjame en paz Shaina, hazte un lado...
- No. – dijo severa. – Veo que aún no entiendes. – volvió a sonar dulce. – Yo no hago lo que tu quieras... porque tú no eres nadie para darme órdenes. ¡Venía a decirte que no!... ¡que ni se te ocurriera acércatenos!. ¿Ok?... – se dio media vuelta, pero recordó que aún le faltaba algo por decir, entonces nuevamente encaró a la rubia. - ¿No te habías hecho muchas ilusiones verdad?. – dijo arrugando el rostro como si sintiera tristeza en verdad. – Simplemente... tu no eres... tan... "Gente", como nosotros... – le sonrió una última vez antes de voltearse. - ¡Bye bye June!...
Se alejó caminando por el pasillo.
June apretó los labios y sus libros, mordiéndose los dientes y la lengua. Respiró hondo antes de continuar caminando...

Otro chico de cabellos del mismo color, le miraba melancólicamente desde el otro lado del corredor. Solo dejó de observarla cuando uno de los compañeros con los que andaba le gritara por su nombre.
- ¡Hyoga!. ¡¿Me estás escuchando?! – le decía con gesto enojado.
- Eh... si, si Jabú, te dije que... no sé... yo ... ya no tengo mente para otra muchacha...
- ¡Hyoga!. – le respingaba otro de sus compañeros. Este mas blanco y de cabellos alpinos. – ¡Mira nomás como has estado desde que terminaste con Irina!. Tu no quieres buscar otra muchacha es porque aún estás empeñado en... – se le acerco levantando las cejas. – en querer darle lo suyo a esta... ¿¿eh??, ¡jaja!...
Hyoga le miró con molestia.
- Siempre tienes que salir con tus comentarios, ¿Verdad Ichi?...
El chico arrugó el rostro sinceramente extrañado ante la reacción de su compañero.
- ¿Y ahora que mosca te picó?. Te vas a venir a hacer el inocente conmigo que soy una persona que te conozco. – bufó. – ¿No será mas bien que te estás volviendo rarito?... Ay Hyoga, ¡cuidado!, dicen que... – bajó el tono – la epidemia se está dando por allí... ¡jaja!...
Ichi y Jabú se rieron a carcajadas esperando que Hyoga hiciese lo mismo. Hyoga simplemente los observó...
...¿Cómo... había podido ser... así?...
Negando con la cabeza, mostrándose ligeramente molesto se volteó queriendo dirigirse hacia su salón solo, cuando notó como la gente comenzaba a murmurar. Algunos incluso se devolvían hacia la entrada con una sonrisa en el rostro...
- ¡Vaya! – grito Ichi. - ¡Pero si llegó Shuniii! – dijo con un cariño en el tono totalmente falso.

...Shun...
Al escuchar su nombre, tanto Hyoga, como June quien iba ya pasos mas adelante, voltearon hacia la entrada. El chico de cabellos verdes venía entrando con su acostumbrada carpeta en la mano. Caminando serio en frente del pasillo. Al lado, su hermano mayor con gesto serio y molesto.

- No te acerques Ichi... ¡Una sola palabra para con mi hermano y...!
- Basta Ikki. – dijo Shun calmado. – Déjalo que diga, lo que se le dé la gana...
- ¡¡¡Uyyy pero si ya no necesita que el hermanito lo defienda!!! – dijo Ichi acercándosele hasta colocársele en frente. Se le quedó mirado como si de la cosa mas extraña se tratase y de repente, se llevó una mano a la boca como un gesto exagerado de sorpresa. - ¿Será que el niño... se está volviendo un hombre?!!!
- Te voy a... – amenazó Ikki con su puño pero Shun estiró su brazo y lo detuvo.
- Exactamente... Ichi... – dijo lento dándole énfasis a cada sílaba. - ... y si no te quitas del frente... te voy a tener que golpear...
- Uyyyy!!! – Ichi se hizo el asustado. - ¡Pero si se ha vuelto alzado y todo!. ¡A la final como que si se habrá vuelto todo un machito!... ¡Ya hasta amenaza con darme un gol...!!!
- ...

El golpe fue duro. Ichi terminó en el suelo acariciándose la nariz que comenzaba a sangrarle. Subió la mirada y vio como Shun le pasaba por un lado junto a su hermano. Se acarició un poco la nariz antes de volverse a levantar.

- ¡TÚ!... ¡NIÑITA!... ¡Te voy a dar tu merecido!...
- ¿Qué es lo que está pasando aquí?... – Preguntó un hombre mayor y de cabellos verdosos que se abría paso entre las personas que se habían detenido en la entrada. Era el director del colegio... el profesor Shion.
- Absolutamente nada profesor. – dijo Shun calmadamente. Mientras le pasaba por un lado sin importarle si quiera si esa respuesta satisfacía la pregunta del director. Este arrugó el rostro... y para la extrañes de todos, lo dejó pasar sin decirle nada. Cosa que no hizo con Ichi, a quien miró con recelo...
- No quiero mas pleitos Ichi. – advirtió serio. – Será mejor que te controles...
- Si señor... – asintió este mientras se acariciaba la nariz.
El Profesor giró la mirada y miró hacia los demás muchachos.
- ¡Acá no ha pasado nada!. ¡Vayan a sus salones o yo mismo me encargaré de que sus tiempos libres sean mínimos!. – amenazó y los estudiantes comenzaron a circular.

Hyoga vio pasar al chico de cabellos verdes por el medio del pasillo. Totalmente indiferente a la situación a su alrededor. June por su parte, cruzó la mirada en un momento con el rostro inexpresivo del chico, ambos se vieron por unos pequeños segundos, pero ella finalizó ese cruce bajando de nuevo la mirada y continuando con su camino. Shun, lo hizo tal cual...

Pero en su camino. Ninguno de los dos podía dejar de recordar...
De recordar el como antes cruzaban los pasillos tan alegres. Sobre todo aquella vez en que Shun tuvo que salir corriendo detrás de Shun...

- ¡Devuélvemelo!... ¡Dame ese papel! – le gritaba mientras la perseguía. Ella finalmente se detuvo cuando Shun logró tomarla por la mano. Se reía inocentemente y luchaba por no dejarse quitar el papel.
- ¡Ya ya que!, de todos modos ya lo leí... – decía ella.
- ¡Eres una abusadora!. – le dijo Shun medio en serio, medio en broma.
- Jaja si, si lo sé. – dijo ella sin darle importancia. – pero... ¡anda!, ¡Dime a quien le dedicas ese poema!...
Shun alzó ambas cejas sorprendido.
- ¡No!. – dijo arrugando el rostro, como si fuese la pregunta mas absurda que hubiese oído.
- ¡Anda!. Te prometo que no te voy a molestar con eso... – dijo ella colocando gesto inocente.
- ¡No June!... Por... ¡Por Dios!, tu sabes que a mí no me gusta estar... hablando de ... eso... – dijo algo nervioso.
- ¡Vamos!... tu sabes que yo ya lo asumí... ¡Dime!, ¡No tengas miedo!...
Shun alzó una ceja, terriblemente dudoso.
- Por favor... – dijo ella colocando la mirada mas inocente e implorante que tenia.
- Está bien... – dijo apenas. June se le lanzó encima, lo abrazo y le dio un beso el cachete.
- ¡Sabía que me ibas a terminar diciendo!. – lo tomó del brazo. – Ven... Ven y en el camino me vas contado todo... es decir, TODO... ¿Por qué te gusto?, ¿Cómo fue aquello?... ¡quiero lujo de detalles!...

Así se fueron alejando, los dos chicos. Amigos en ese entonces...
Durante el camino de ese pasillo. Shun pensaba haber descubierto lo mas hermoso de la amistad. Fue una de esas ilusiones gigantescas que mas tarde, asumiría como talvez el peor error... que pudiese haber cometido...

Lo cierto, era que ahora sus caminos parecían estar separados... o en realidad lo estaban...
A pesar de ir al mismo salón, June fue por su lado y Shun por el suyo...
Hyoga vio desde donde se encontraban como el chico de cabellos verdes se despedía de su hermano mientras este giraba hacia otro pasillo. Volteó cuando sintió que alguien le besó el cachete, y miró a la chica de cabellos verdes, a Shaina.
- ¿Qué tal muchachos?, ¿tremendo escándalo que arma aquel anormal no?...
- Así es. – dijo Ichi frotándose su nariz aun sangrando. – Pero ni te creas que me quedo con esa. Ahora estaba el profesor pero cuando no esté...
- Tú fuiste quien comenzó Ichi. – Interrumpió Hyoga bajo, pero lo suficiente como para que todos oyera y se le quedaran mirando. Sus dos amigos, Shaina y otra chica que le acompañaba... Irina...
- ¿Cómo vas a decir eso Hyoga?. – dijo Irina, una chica rubia y hermosa. - ¿No viste como lo golpeó?, ¡Está sangrando!...
- El se lo buscó...
- ¡Hyoga!...
- ¡Es la verdad y tú lo sabes Ichi!. – Dijo obviamente molesto y subiéndole el tono a su amigo, quien lo veía con gesto sumamente sorprendido. – Sabes que es verdad... – Se dio media vuelta y siguió hacia su salón, dejando completamente consternados a sus amigos.
- Está muy extraño... – dijo Shaina apenas se alejó lo suficiente.
- Bueno, ya se le pasará, cualquiera agarra una rabia por este colegio y demás... – dijo Jabú – Además... – dijo cambiando el gesto a sonriente y observando a Irina. – Estoy seguro que en menos de una semana el chico te va a estar pidiendo algo de nuevo pequeñita... ¿qué te parece?...
- ¡Bien!. ¡Me alegra mucho!. – dijo ella sinceramente. – No debí haberlo terminado en un comienzo... es decir, no hay ningún muchacho menos... "anormal" que él, por Dios... me hacían pasar una pena algunos... no... el no será gran cosa, pero está mejor que muchos acá...
- Uh... bueno preciosa, te daría una oportunidad conmigo peeero... sabes que Shaina llegó primero. – La toma por la cintura sonriendo. - ¿Vamos a clases?...
Todos asintieron y seguidamente recorrieron también el pasillo, Ichi al último aún sobándose la nariz.