N/A: Hola~ Esta es la secuela de mi fic anterior, APH Latino, más no es necesario leerlo para poder entender esta historia. Pero, si quieren, pueden pasar a leerlo por si las dudas~ Este fic es más oscuro, o al menos menos comico que APH Latino, ya que quiero intentar otros generos que no sean humor y romance. Espero que les guste~
Traición, Unión y Pasión
Capitulo 1
Faltaban cinco minutos para dar inicio a la conferencia mundial, todos estaban en grupos, más el grupo más notorio era el conformado por los latinoamericanos, quienes se veían inquietos, a pesar de sus esfuerzos por actuar normal. Varios países les habían preguntado, pero no recibieron respuesta satisfactoria.
-Los invito a mi casa-dijo Pedro, la representación de México del Norte, volteándose a ver a sus hermanos- A tomarnos unas copitas para el estrés.
Antes de que alguien más pudiera decir algo, Alfred F. Jones, conocido como Estados Unidos, había entrado a la sala, con la ropa arrugada, unas ojeras purpuras debajo de sus ojos azules, los cuales estaban hinchados. Cuando vio a sus primos del sur en su grupito el poco color que tenia se le fue, estaba lívido.
-Hey, Alfred, ¿estás bien?-preguntó Itzel, hermana gemela de Pedro, ella era México del Sur. Por una razón u otra, siempre actuaba como la madre del continente americano, ya que era la única que aguantaba, apoyaba o acababa con las tonterías que siempre terminaban haciendo.
-Don't touch me-dijo Alfred apresurando el paso, dejando a una confusa mexicana con el brazo estirado. (No me toques)
-No le hables así-dijo Pedro defendiendo a su gemela.
-¡Déjenme solo, bola de traidores!-vociferó Alfred, sorprendiendo a todo el mundo. La palabra "traidores" resonó por toda la estancia, erizando la piel de muchos presentes-¿Creen que no lo sé? Se reúnen todos los viernes, de seguro hablan de mí a mis espaldas…
-Espera Alfred, creo que no sabes la situación…-Se defendió Itzel-Los viernes negros son solo reuniones en familia…
-¡Mentira! La CIA…
-¿¡Nos has estado espiando!-gritaron los gemelos México
-Eso es caer bajo-murmuró Efraín, o Guatemala, antes de sentir la mirada envenenada del estadounidense
-Everyone (Todos)-Otro escalofrío los invadió- Sobre todo a ustedes-dijo apuntado a todos los países latinoamericanos.- viviendo de mi esfuerzo.
-Ya chole, párale ahí-Dijo Itzel poniéndose enfrente-Nadie vive de ti, a todos los que estas acusando hemos trabajado y luchado para poder llegar a donde estamos, no me vengas a decir que te las das de santo.
-¿Cómo puedes explicar a tanto inmigrante?
-¡Tú no sabes cómo son las cosas en nuestros países!-Alegó Venezuela, una chica llamada Ana María.- ¡Tú no has sufrido ni una decima de lo que nosotros hemos soportado!
-¡Cállense! Estoy harto de ustedes-gritó Alfred. En eso Inglaterra decidió hablar.
-Alfred, por favor, seamos razonables y civilizados.
Alfred lo ignoró
-¡Se cual es su plan! Poco a poco están invadiendo mis territorios para quedárselos… Quieren acabar conmigo desde adentro.
-Alfred no seas ridículo-dijo Pedro volteando a ver a su vecino, y palideció al notar la pistola con la que era amenazado.-Al, se te está yendo de las manos esta discusión.
-¡Estados Unidos, guarda el arma, ahora!-gritaron Alemania y Suiza, Alfred le quitó el seguro a la pistola.
-Al, primito del alma… aleja la pistola, podemos solucionar esto de otra forma.-dijo Pedro.
-¡Te dije que un día de estos iba a pasar!-murmuró Cuba sopesando la situación. Todos temían hacer un movimiento erróneo, habiendo vivido esto durante los tiempos de la guerra fría, creían que solo era algo temporal, que guardaría el arma y con suerte se olvidaría de la situación.
Poco a poco bajó el arma, pero cuando apuntaba al estomago de Pedro disparó una vez.
-Cabr*n-murmuró Pedro mientras caía y recibía otro impacto de bala, esta vez en el pecho.
-¡Pedro!-Gritaron sus hermanos. Itzel sacó una pistola de su bolso y empezó a disparar hacia Estados Unidos, quien esquivaba las balas corriendo por la sala, dirigiéndose hacia donde estaban el resto de los países, creando pánico. Varios países evacuaron a las mujeres y niños.
-Guatemala, Belice, denle primeros auxilios… de este yo me encargo-les ordenó Itzel.
-Nicaragua, ¡suéltame! ¡Pedro…!
-No puedes ir, Costa Rica…
Itzel y Alfred se disparaban a diestra y siniestra, pero Itzel tomaba precaución a la hora de disparar, para no herir a países inocentes
-¡Deja de moverte, maldita sea!-Gritó Itzel antes de que una bala rozara su mejilla y le diera a Bolivia en el brazo
-¡Idiota! Fíjate hacia donde apuntas-Gritó Bolivia agarrándose la herida. Casi instantáneamente, Argentina y Brasil se pusieron enfrente de él, ambos desenfundaron pistolas.
-¿See? Todos están armados ¡Esto prueba mi punto!-Gritó Alfred
-Eso no prueba nada, ¡es por seguridad, tú mismo lo pediste!-Gritó Itzel lanzando su pistola sin municiones dentro de bolso antes de sacar otra pistola.
-¡Formación Independencia!-Gritó Perú mientras ayudaba a Guatemala y Belice a llevar a Pedro a la puerta. En eso el resto sacó a las mujeres menos a Itzel de la sala.
-¡Se hombre y da la cara!- le gritó Itzel. Alfred salió detrás de Alemania, y corrió para atacar a Itzel. Antes de que Itzel disparara, Alfred le quitó la pistola y le apuntó a la sien de la mexicana- Sabes que esto puede ser guerra…
-No me importa… Les haré pagar por todos los problemas que me han creado… Sobre todo tú y Pedro… Serán los últimos de los que me encargaré, o quizá los únicos que no vean la luz del día después de esto.
Itzel se quedó lívida, el sentimiento de deja-vu la consumía. "-¡¿Ustedes también?-exclamo Antonio, sin sonrisa y una mirada que asustaría a Rusia, cuando vio quienes estaban en la cocina, quienes se echaron a correr rápidamente.- ¡Traidores! Todos ustedes… Sobre todo, ustedes-dijo apuntándole a Pedro e Itzel-Me encargare de que sean los últimos si no los únicos que no se independicen." Sabía que esa memoria de los tiempos de independencia la había afectado.
-¡Alfred F. Jones! ¡Retráctate de lo que has dicho!-Gritó España rojo de coraje, con pasos calculados, se acercó al de lentes y lo alejó de Itzel quien solo resbalo al suelo, lagrimas en los ojos.
-¡Itzel!-gritó Pedro desde la entrada de la sala, con una mano en el pecho, sobre un vendaje improvisado.
-¡suéltame! ¡España!
-¡Nunca vuelvas a decirle eso a alguno de mis hijos!-Gritó Antonio quitándole la pistola y lanzándola lejos.
Detrás de ellos, Paraguay atendía a Bolivia rápidamente, mientras que Chile y Uruguay paraban a Argentina y Brasil quienes querían golpear a Alfred. Pedro había logrado llegar hasta donde estaba Itzel hincada. En silencio, Guatemala y Belice se acercaron a los mexicanos antes de hacerlos salir de la sala.
Antonio logró inmovilizar a Alfred, quien se estaba calmando poco a poco. Para cuando dejó de pelear, solo se habían quedado España y los países que conformaban el G8.
En México todo era caos. El caso fue que hubo un "ataque terrorista" en los consulados estadounidenses en todo México. Lo que llenaba de curiosidad a las masas era la forma en la que Estados Unidos había empezado a cortar tratados de comercio, y poner un bloqueo económico en México ni media hora después de los atentados, como el que le había puesto a Cuba. Rápidamente, Canadá protesto ante la cancelación del TLC, el tratado de libre comercio norteamericano, más no pudo hacer mucho al respecto.
Conforme pasaban las semanas, el resto de los países latinos sufrieron los mismos bloqueos después de variados y muy elaborados "ataques terroristas" a Estados Unidos. Desde carros bomba en los vehículos de "turistas estadounidenses" hasta "levantones" o secuestros de embajadores estadounidenses y ciudadanos, y a las tres o cuatro horas del suceso los bloqueos económicos, y de comunicaciones eran impuestos. En menos de un año, todo Latinoamérica estaba aislado de toda relación internacional.
Más el pueblo no sabía la gravedad del asunto. Los gobiernos estaban cerrados y no aportaban ni la menor teoría del porque sucedía. Fácilmente paralizando la mayoría del continente, en todos los países latinos se vivía épocas de incertidumbre y duda que agobian hasta al más positivo. "No tengan miedo, no está pasando nada" era la frase más oída de los presidentes y los políticos. Varias gentes en diversos países protestaban por saber más de la situación.
El aislamiento no solo afectó para mal las relaciones internacionales fuera de Latinoamérica. En secreto, los mismos países latinoamericanos comercializaban entre sí. En Estados Unidos, varias familias latinas prefirieron regresar a sus lugares de origen o al extranjero, al oír los varios rumores de una futura guerra. Lamentablemente, el mismo gobierno les empezó a poner estrictas regulaciones para salir del país legalmente. En las fronteras de México y Canadá se aumento la vigilancia, para así evitar que nadie entre o salga ilegalmente. Las costas eran custodiadas noche y día.
Fuera del continente Americano, varios países habían empezado a revisar sus alianzas y sopesando la situación que se avecinaba.
