PROHIBIDO ENAMORARSE

Capítulo 1: misión fallida

Lima suspiro al terminar la canción, vio su puntuación, había sacado 5 estrellas de oro.

La gente de la fiesta en la que estaba le aplaudió con ánimo, lima se emocionó mucho. Hacía mucho tiempo que no bailaba libremente, últimamente había bailado solamente en misiones de la DCI.

Hizo una reverencia al público, luego fue a sentarse en una mesa cercana. Miss Aubrey, Taye, y Emilia se acercaron y se sentaron con ella

- muy buena la coreo, jefa-dijo Taye

- sí, cierto- asintió Miss Aubrey-bailas muy bien

- muchas gracias chicas -respondió Lima- me halagan

- ¿Cómo estás pasando tus vacaciones? -pregunto Emilia

- bueno, muy bien, jamás me había divertido tanto

- es una suerte -dijo Aubrey- me gustaría tener unas vacaciones así

- ¿y porque no te tomas también unas vacaciones Aubrey? -dijo su amiga de piel morena

- me parece que tomarse vacaciones es para gente perezosa que no quiere trabajar -Aubrey miro de reojo a Emilia- mientras pueda seguir trabajando, trabajare

- ¿Por qué me miras así? -dijo Emilia

- por nada -dijo Aubrey con superioridad

Taye se rio para sus adentros, todas sabían que Emilia odiaba trabajar

- ¿Qué paso con Rasa, jefa? -pregunto Emilia

- el sigue trabajando, tiene una misión especial, y la está cumpliendo en este preciso momento

- ¿Cuál es la misión?

- bueno… él fue al futuro, a averiguar más cosas sobre el plan del Dr. Tan

- ¿no te preocupa que le pase algo? -pregunto Aubrey

- ¿Qué le podría pasar? -dijo lima- él es experto en estas cosas

La fiesta estaba llegando a su fin, lima se despidió de las chicas y salió, rumbo para su casa

Llego a su casa. Afuera amenazaba al cielo una terrible tormenta, lima, cansada de la fiesta, se acostó en su cama, y minutos después, se quedó profundamente dormida.

Mientras tanto, en el futuro, rasa buscaba por la ciudad del Dr. Tan, quería saber algo más sobre su plan del control mental, pero aun no conseguía nada. Camino por las calles oscuras de Tantopia, llenas de gente provista de esos cascos, algunos lo miraban cuando pasaba por al lado, y lo seguían con la mirada. A Rasa le pareció que algunos hablaban entre ellos, y de hecho era cierto, susurraban cosas que él no entendía.

Siguió caminando, todo era muy tenebroso, mucho más con esas personas que seguían mirándolo, estuvo por darse la vuelta y volver, cuando uno de los controlados lo detuvo, y llamo con voz fría y metálica a sus compañeros, que le cerraron el paso.

- ¿Qué hacen? -pregunto rasa

El que lo detuvo le respondió

- es nuestra orden llevarte con el Dr. Tan

- ¿de qué están hablando?

El controlado hizo el signo del Dr. Tan con sus brazos, luego rasa sintió un fuerte dolor en la parte trasera de su cabeza, había sido golpeado, instantáneamente perdió el conocimiento.

Lima despertó en la cama, vio la hora, 9:00 am, agradeció a sus vacaciones a poder levantarse tarde, así que se quedó en la cama, relajada. Deseo que ese momento no se acabara nunca, pero fue interrumpida por el sonido de su celular llamando, era Lucius, un compañero suyo de la DCI

Agarro el teléfono con la mano más cercana a él y lo respondió

- ¿hola? -dijo somnolienta

- buenos días lima, soy yo, Lucius, necesito hablar contigo de un tema importante

- dime.

- bueno ¿has visto a Rasa por ahí en algún lugar?

- no… él está en una misión

- eso es lo que me preocupa, supuestamente debería haber vuelto anteayer, pero todavía no ha vuelto

- ¿y? por ahí tiene más cosas que hacer

- me gustaría que vallas con él, por lo menos quiero saber si está bien

- ¿Por qué no vas tú?

- yo tengo mucho trabajo aquí en la DCI

- y yo estoy de vacaciones, ahora no tengo porque hacer cosas del trabajo

- pero…

- sin peros, Lucius, ya te lo dije, no iré, Rasa puede arreglarse solo, volverá en cualquier momento, no te preocupes

- de acuerdo, te llamare si pasa algo ¿ok?

- ok

Cortó el teléfono y se levantó de la cama, si sus compañeros de DCI pretendían arruinarle su descanso, ella no lo aceptaría. Sabía que antes Rasa había ido a misiones en las que tardo más de lo previsto, y sin embargo él había salido victorioso, eso era lo que ella admiraba de Rasa, que nunca se daba por vencido, el siempre luchaba hasta el final. Además, no podía haber perdido, el sabia algunas artes marciales que le podrían servir para defenderse.

Lima suspiro, y bajo a la cocina, dispuesta a tomar su desayuno, y salir a la calle

Rasa abrió los ojos, estaba tirado en el suelo de una habitación oscura, se sentía algo débil, se levantó y miro a su alrededor, atrás suyo había un ventanal donde se veía la ciudad nocturna, delante suyo, se notaba por la tenue luz, una puerta.

Se levantó y fue hacia ella, intento abrirla, pero estaba cerrada, intento otra vez, incluso llego a golpearla, pero no pasó nada. Fue hacia la ventana, pero en ella no obtuvo mejores resultados, estaba encerrado, no sabía dónde, pero no tenía salida, así que se sentó en el piso de vuelta.

Escucho unos pasos provenientes del otro lado de la puerta, después una conversación, eran voces metálicas, eran controlados, al parecer podían hablar entre ellos

- ¿lo trajiste? -dijo la primera voz

- sí, está dentro de esa habitación-dijo una segunda voz

- muy bien

- llévalo con el líder

- lo hare

Se escucharon pasos, y después el sonido de un cerrojo, alguien había abierto la puerta, no pudo ver bien quien era, pero lo agarró del brazo, Rasa intento resistirse, pero él era más fuerte, lo arrastro por el pasillo, que también estaba oscuro, siguieron caminando hasta llegar a una sala, estaba casi vacía, salvo por un trono de oro al fondo, adornado por la gran estatua de un cuervo que extendía sus alas, hecho con el mismo material que el trono. Alguien estaba sentado ahí: el Dr. Tan.

Rasa vio a la cara de su captor, estaba vestido de negro, y en la cabeza tenía un casco amarillo, al que le caía un largo flequillo de color azul brillante.

- bien hecho, Oblio -dijo el Dr. Tan- al fin conseguí atraparte, Rasa

- ¿Cómo sabía que estaría aquí? -dijo rasa

- los controlados sirven para algo más que para obedecerme -el Dr. Tan soltó una risa malvada

Rasa recordó que lo habían estado mirando, ahora sabía para que, estuvieran planeando llevarlo con el Dr. Tan

- ¿Cuál es su plan? -pregunto Rasa

- ¿piensas que te lo voy a decir así de fácil? ¡Claro que no! Por el momento, tu solo serás mi prisionero

Rasa se enojó, no dejaría que las cosas terminaran así, ahora no se daría por vencido. Así que con su codo golpeo a su secuestrador en la mandíbula, Oblio lo soltó, y Rasa salió corriendo de ahí

Dr. Tan se levantó de un sobresalto, y grito

- ¡se escapa! ¡Atrápenlo!

Rasa salió del palacio donde vivía el Dr. Tan, corrió demasiado, intentando escapar de los controlados de Tan, pero ellos eran rápidos, así que Rasa siguió, tenía un buen estado físico, pero ni un buen estado físico puede aguantar todo el rato corriendo

Corrió por toda la ciudad, se sentía agotado, pero los controlados lo seguían persiguiendo, se estaba cansando, pero él siguió sin darse por vencido, como siempre había hecho en todas sus misiones, sin darse por vencido, para volver ileso a la DCI, para volver y ver lo que siempre había sido su razón de vivir: Lima

Sí, todos esos años queriéndola, pero sin animarse a decir nada, el hacia las misiones más peligrosas que podían poner en riesgo su vida para que Lima no las hiciera. Él siempre quería poder volver con vida, para poder ver otra vez su cara, que era lo único que lo hacía sentir realmente bien, era lo único que lo relajaba.

La DCI recibió un llamado, era Rasa, Lucius atendió la llamada

- ¡rasa! -dijo preocupado- ¿te encuentras bien compañero?

- ¡ayúdenme! -la voz de Rasa se oía cansada, algo cortada por la mala señal, también se oían unos pasos rápidos, Rasa seguía corriendo- me persiguen los controlados, necesito refuerzos

- ¿quieres que mandemos a alguien para allá?

- yo… -de repente Rasa se callo

Se oyó un ruido extraño, como un golpe, Lucius también escucho a Rasa gritar, y lo oyó luchar,

- ¡son demasiados! –grito Rasa

Se oyeron más golpes, más quejas y más gritos

Luego se oyó la ya conocida risa malvada del Dr. Tan, Rasa logro decir una palabra, parecía estar dolorido

- lima…

Inmediatamente se cortó la llamada

Los agentes que estaban en ese momento en la DCI se quedaron callados y sorprendidos ante lo que acababan de presenciar

- ¿Qué fue lo que paso?

- no lo sé -dijo Lucius- pero una cosa es clara… debemos llamar a Lima